sábado, 13 de abril de 2013

POR LA TERCERA REPÚBLICA, CONTRA LA CORRUPCIÓN


LA REPÚBLICA ESPAÑOLA


Este año llegamos al aniversario de la proclamación de la Segunda República española con más razones que nunca para reivindicar la Tercera. El régimen salido de la trampa que constituyó la mal llamada transición pergeñada y dirigida por el franquismo, tal como lo había diseñado el dictador, ha llegado a su fin. 
LA PLAZA DE SAN JAUME

La falta de de instrumentos democráticos efectivos para controlar al poder;  el desprecio que éste muestra constantemente hacia los ciudadanos que pagan sus prebendas. Ciudadanos a los que no se les permite participar en la vida democrática más que en una puesta en escena cada cuatro años, tras la cual nada puede hacer para modificar verdaderamente las agresiones del gobierno. Y que cuando los abusos antidemocráticos, regresivos hacia la dictadura, que hacen que el ciudadano se rebele, la única respuesta del poder sea la represión del gobierno sobredimensionado, de los privilegiados contra el pueblo, víctima de sus negocios y corrupciones. Como estamos viendo en la escalada que el gobiernos ultraderechista del PP, digno heredero  de épocas que algunos creían pasadas. 


CONVOCATORIA EN MADRID

Gobierno  que  pone el marcha todo tipo de represalias con multas y sanciones y falta de libertades– pa lo que le dan su apoyo la derecha salvaje catalana de CiU y vasca  del PNV, sin que falte alguna voz de apoyo de algún otro personaje privilegiado que otrora dijo ser "socialista", hoy asalariado de lujo de una multinacional privatizada– ayudando al régimen en su cometido represivo.

  Poca gente hoy cree que el actual régimen, nacido del lavado de cara de la dictadura para adecentarla y hacerla pasar por democracia, tenga futuro. El régimen pos franquista que hizo que los beneficiarios de la dictadura salieran reforzados–la Banca, la Iglesia y la oligarquía en definitiva–, ya está caduco, por más que los que se benefician de él sigan queriendo apuntalarlo y mantenerlo con respiración asistida, como hacen los dos partidos del régimen por antonomasia, y los de los cacicatos, mientras millones de personas siguen siendo víctimas de los privilegiados. 

 La corrupción galopante en todas las instituciones, con permanentes trabas a los jueces que desean limpiar de corruptos la vida pública, con leguleyos métodos de demora, que impiden que aquellos que están bajo sospecha sean expulsados de sus cargos de inmediato, y se eternicen en los mismos. Pudiendo pasar años antes de que se ventilen las responsabilidades, muchas de las veces con la prescripción de delito. Cuando no se utiliza el indulto para librar a los delincuentes de guante blanco de cualquier sanción. 
EL SUEÑO DEL PUEBLO POR LA LIBERTAD

  Que ante el escándalo del fraude financiero, que con el apoyo de su gobierno le está haciendo pagar a los más pobres, no haya ni un banquero en la cárcel, demuestra que los supuestos mecanismos democráticos no existen. Ni siquiera la Constitución es  válida, toda vez que sus artículos no sirven para nada, pues esta derecha insaciable y corrupta los incumple sin que haya forma legal de imponerla de forma efectiva. 

  La Constitución habla del derecho a la vivienda, al trabajo, a la sanidad, a la enseñanza. Todo es papel mojado. La misma derecha que disfrutó de la dictadura  continuó en el poder –que en el gobierno hubiera un partido que se llamara "socialista" no cambió nada, todo lo contrario, validó el mismo–. Esta derecha no podía asimilar ni siquiera leves derechos ciudadanos, y aprovechó el fraude financiero para liquidar las conquistas sociales logradas durante más un siglo.
La Junta Estatal Republicana

  Ante el cada vez más evidente regreso a formas y métodos dictatoriales por parte de los poderes, en el 82  aniversario de la proclamación de la la Segunda República, es fundamental cerrar el paréntesis que se inició con el golpe de Estado de aquellos felones de las fuerzas reaccionarias, la guerra provocada por el mismo, la larga dictadura y la transición posfranquista, que nos ha llevado a este estado de corrupción generalizada. 

  Reivindicar hoy la República, es un acto de necesidad democrática y de regeneración pública que nos lleve a la normalidad, rota  por los que deseaban que España no entrara en la modernidad. Son las mismas fuerzas que a marchas forzadas liquidan hoy los derechos de la mayoría.
ZARAGOZA POR LA REPÚBLICA

  La lucha hoy por la Tercera República Española no es ya ni de lejos una reivindicación nostálgica, todo lo contrario. Lo nostálgico obsoleto es mantener una monarquía que impuso un dictador, que hace aguas por todas partes, a la par que el resto de la instituciones, que no sirven al ciudadano. Los que aún no lo entienden así, algunos desde supuestas posiciones "socialistas", la Historia los arrollará y les pedirá cuentas si no reaccionan, en lugar de segur sosteniendo el tinglado.

 La bandera republicana es hoy el estandarte de unidad de toda persona, de todo sector democrático, independientemente de las ideas particulares que cada uno tenga. Las que deberá defender en una República en la que los mecanismos democráticos no sean burlados para beneficio de los de siempre. 

¡POR LA TERCERA REPÚBLICA! ¡CONTRA LA CORRUPCIÓN! ¡POR UNA JUSTICIA DEMOCRÁTICA! ¿POR GOBIERNOS  NO SOBREDIMENSIONADOS E IMPUNES! ¡CORTES CONSTITUYENTES!

U. Plaza





domingo, 7 de abril de 2013

LA AGRESIÓN A LOS CIUDADANOS, SU CRIMINALIZACIÓN Y LA ESCLEROSIS DEL PSOE

    A la inmoralidad que representa que el gobierno esté al servicio de banqueros y grandes empresarios, contra su propio pueblo que paga sus privilegios, utilizando los resortes represivos contra él, se suma la campaña  que tanto desde el gobierno–los gobiernos, también desde las taifas y cacicatos–como desde el partido de la derecha más salvaje del PP vienen realizando contra los que se defienden de sus agresiones, criminalizándolos y equiparándolos  a los violentos y hasta a terroristas. 

   Tienen la desvergüenza de decir  que señalar a los que deciden votar contra la dación en pago, y por lo tanto están de acuerdo con la injusticia, son agredidos. Sin considerar, porque parece que sus códigos morales no llegan para tanto, que echar a miles de familias de sus casas por unos banqueros a los que el gobierno les ha dado miles de millones del erario público, sea violencia, cuando es un crimen, que sólo en una sociedad dirigida por salvajes mercaderes, se podría explicar. Y todo, con una corrupción que alcanza a todas las instituciones, sin que hagan nada para solucionarlo. 

  La desafección de los ciudadanos hacia los dos partidos principales del régimen, hace prever que ya no funcionará el turnismo canovista, que han estado llevando a cabo hasta ahora. Según las últimas encuestas entre ambos partidos no llegan al 50% de los votos, cuando tenían más del 80%. Además de que por primera vez se puede dar el caso de que haya menos votantes que abstencionistas, o casi; habiendo unos 22 millones se desentiendan de las urnas, como forma de protesta.

   Y hay que preguntarse: ¿Como es posible que ante la extensión de movimiento de los que luchan por evitar ser echados de sus casas por el PP, que da soporte a los banqueros y no a los ciudadanos víctimas de estos, el PSOE no sólo no remonte en las encuestas, sino que siga bajando en intención de voto a la par que el PP?

  A parte de otras consideraciones de más hondo calado ideológico de deriva hacia el liberalismo que lo iguala al PP, y la deriva nacionalista del PSC que lo ha situado en la UCI; así como la propia inconsistencia del liderazgo del partido, lo que no hay que olvidar, es que el PP es el partido que hoy le arruina la vida a miles de desahuciados. Pero que el inefable Zapatero se opuso a la dación en pago, con el valioso soporte del PP. Y que en el gobierno Zapatero, con Rubalcaba de vicepresidente, fueron llevados a cabo más de 70.000 desahucios.

   Con estos mimbres heredados de ellos mismos es imposible que los del PSOE puedan hacer cestos y levantar cabeza. Cualquier intento del partido socialista en discutir la salvaje política del PP está llamada a fracasar. Porque es muy fácil para el PP hacerles callar con sus mismos argumentos. Sobre todo porque quienes aplicaron semejante política antisocial y a favor de los especuladores financieros, son los mismos que ahora dicen ser solidarios con los agredidos. Y eso los ciudadanos lo saben muy bien.

   De ahí la importancia que tiene que el PSOE –si es que en él anida, aunque sea remotamente, la idea de diferenciarse de la derecha con la que ha compartido programa en lo fundamental–, haga una catarsis que incluya la total renovación de sus cargos; que de una vez se defina  su verdadera ideología y sobre el modelo de Estado y defienda la República, ante el agotamiento del régimen y sus instituciones, al fin y al cabo heredadas del franquismo. Y que no se olvide, en 22 años de gobiernos del PSOE, fueron incapaces de desmantelar  por falta de voluntad política. Y que hoy el PP va recuperando  en muchas de sus actuaciones autoritarias y políticas regresivas en la enseñanza y en sanidad y en la manipulación con mentiras.

  De no hacerlo, de no llevar a cabo la necesaria renovación de forma clara y contundente, no con paños calientes para que parezca, pero que no sea, para que no se les escape de las manos a los que mandan, el pueblo español sufrirá mucho más defendiéndose de las agresiones. Pero a la larga éste los arrollará con sus acciones de defensa por pura necesidad de supervivencia.  Y los arrinconará hacia el estercolero de la Historia, por no haber, querido verlo cuando estaban a tiempo. Porque cuando todo indica la necesidad de una revolución social, un cambio de modelo democrático – el actual data de la revolución francesa, hace más de 200 años–, más participativo,  los viejos partidos, y el PSOE, con sus esclerosis se aferran al pasado, o siguen emulando a la derecha cuando están en el gobierno, y se quejan cuando están en la oposición.

U. Plaza


jueves, 4 de abril de 2013

LA IMPUTACIÓN DE LA BORBÓN Y EL AGOTADO RÉGIMEN: ¡CONSTITUYENTES!

   

Era un escándalo para el ciudadano, agobiado por la perdida de sus derechos por constantes hachazos a los servicios públicos y  a las libertades, que estuviera imputada hasta la mujer de exsocio del yerno del Borbón, y la hija de éste ni siquiera hubiera sido llamada a declarar. 

  El juez Castro ha debido tener que sortear mucho  obstáculos antes de dar este paso. Pero al final no ha tenido más remedio que tomar la ineludible decisión de imputar a Cristina de Borbón, como presunta colaboradora necesaria para los negocios de su marido.

  Al deterioro de la vida política, por culpa de los principales partidos políticos se suma uno más, tras el desprestigio de la monarquía en los últimos tiempos, ganado a pulso. El turnismo  canovista de los dos partidos que han sostenido a la monarquía, han sido incapaces de situar desde el parlamento las acciones del monarca y su familia. Lo que en una democracia es incomprensible. 

   Si hasta ahora la monarquía estaba blindada, y aparecía hasta  como una instiución modélica, era porque toda una legión de medios le hacían de escudo, y estaba vedada cualquier crítica que se le hiciera, y silenciada y ahogada por esos medios; además de la sumisión de los dos partidos, PP y PSOE,  que ha permitido que no sólo el monarca careciera de responsabilidad–también incomprensible en una democracia–en su acción, sino que se extendiera al resto de la casa real,  de facto, sin base jurídica. 

  La ciudadanía tiene una paciencia de la que los gobiernos han venido abusando hasta la saciedad sin la menor moralidad. El regreso hacia situaciones cada vez de más de dudosa democracia y de autoritarismo por parte del PP, hace que todas las instituciones estén en entredicho. El ataque a los derechos ciudadanos  de los más débiles, es paralelo a que los poderosos se burlen de todos, sin el menor disimulo enfangados en la corrupción.

  La chulería y desprecio a la opinión pública,  por parte del presidente del gobierno, que se oculta tras una pantalla de televisión  para no responder a las preguntas de los posibles periodistas que le sean incómodos, nos muestra el talante autoritario del mismo, a la vez que  utilizando la mayoría absoluta del parlamento para gobernar por decreto, despreciando en la práctica el sistema parlamentario. Todo abunda en un rápido deterioro  de las libertades y de la agudizada enfermedad de un sistema caduco, en franco retroceso a situaciones pasadas, como acaba de pedir el presidente de la Comunidad de Madrid de que "de alguna manera" se  establezca un control, es decir se restablezca la censura. Y a este régimen  aún le siguen llamando democracia cuando desde el gobiernos se criminaliza a las víctimas de los deshaucios. 

  Es evidente que los dos partidos del régimen no están en condiciones por falta de voluntad política, y sus muchos compromisos  con él, de subsanar la terrible enfermedad de corrupción que padece España, taifas y cacicatos incluidos. Y es así porque con todo lo obscuro de la situación, de sospechas y evidencias de muchas irregularidades, y la burla que representa que nadie tenga la grandeza moral de dimitir. Todo lo contrario: a cada nuevo escándalo que se destapa, todos a una se ponen a defender la inocencia del imputado, si es de su tribu, al tiempo que hablan de trasparencia, tomando al ciudadano por estúpido. Lo que hace que éste cada día vea que no hay solución con los actores actuales, sino que los vea como el problema.

  El régimen se ha agotado. Esto es algo que se proclama a derecha e izquierda. Pero los principales beneficiarios del mismo, se resisten a reconocerlo porque perderían sus privilegios. Sólo tratan de lavarle la cara con la intención de mantenerse. Lo que acaba siendo mucho peor. Y ha de ser el propio ciudadano que decida salir a la calle y exigir un Proceso Constituyente que nos conduca a un estado democrático, donde sea imposible por ley sin subterfugios, que la llegada de un grupo deteminado al gobierno, le permita dejarnos sin patrimonio público, principalmente la sanidad y la enseñanza, sin contar con los ciudadanos, como sucede ahora. Y sin que legalmente se pueda hacer nada, cuando eso debiera ser motivo de lesa humanidad en un Estado democrático. Ya que se privatizan los servivios públicos para hacer negocio con la salud ciudadana, sin que los responsable sean consucidos ante la justicia, como indicaría el sentido común. 

  En un Estado democrático, no cabría la menor discusión sobre la imputación de un familiar del jefe del Estado. Sería algo natural, y un signo de la salud democrática del mismo, en caso de algún presunto delito. En España, precisamente por el ocultismo y blindaje del que ha gozado la jefatura del Estado, y la falta de vigilancia del parlamento, ha permitido que las cosas se deterioraran, y constituya una rareza. 

  Habrá que ver el recorrido que tiene la imputación de Cristina Borbón. Pero no es muy buen síntoma que el fiscal–quien debiera haber sido el primero en pedir que declarara–, que se supone obedece órdenes del gobierno, haya recurrido el auto del juez Castro. Ni tampoco que la casa real se haya adherido al recurso del fiscal, rompiendo la primera manifestación de no hacer declaraciones sobre las decisiones judiciales. 

  Es necesario que ante el deterioro de la vida pública, aquellos que desde los partidos y desde la sociedad civil desean que se acabe este estado de cosas, tomen en sus manos la necesidad de abrir el camino que permita que los ciudadanos podamos decidir el tipo de Estado que deseamos, monarquía o República; ya que no pudimos hacerlos cuando se fraguó lo que pomposamente llamaron transición, pero que los verdaderos poderes quedaron, más que intactos, reforzados, como hemos visto a lo largo de tantos años.

U. Plaza