sábado, 18 de diciembre de 2010

¿POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS?


BRUTO

Las campanas hace tiempo que empezaron a doblar.  Premonitorio tañir de un cadáver que se sabe, está pronto a llegar. Cadáver político, sin duda, no hay que alarmarse. Pero, seguramente, el cadáver,  con una proyección privada brillante, como la que ha acabado teniendo Felipe González, en su día tan "socialista" como  ahora   José Luis. Pero eso ya será otra historia.

El abrazo entusiasta  a la ideología de la derecha del todavía nominal presidente del gobierno es tan escandaloso que ya ni siquiera intenta disimularlo; y fuga hacia adelante en su propósito de cumplir lo que le ordena esa derecha a la que obedece sin inmutarse, adquiriendo todos sus tics y al parecer objetivos;  hundiendo cada día más a su centenario partido, aunque con grandes paréntesis, pero centenario al fin, y con páginas gloriosas escritas en lejanos tiempos. Con dirigentes absolutamente irreconocibles hoy día. Son otros tiempos, claro. Pero la ética  política socialista no debiera tener épocas y debieran ser valores permanentes. 
CÉSAR

Lo lamentable, aunque sea para sus intereses de grupo, es que todavía el PSOE,   sus dirigentes; sus alcaldes y sus militantes, y suponiendo que siga estando vigente alguna de sus centenarias siglas,  tan obsoletas ya, visto el poco  uso que hacen de ellas, es que no se hayan decidido todavía  a buscar un Bruto que elimine a César de la escena, a enterrar su cadáver, a pesar de que algunos hace tiempo que entonan su réquiem  y siguen  doblando las campanas por el presidente. Tanto Marco Antonio–Bono que se la tiene jurada, como Bruto-Rubalcaba parecen dispuestos a un magnicidio controlado. Habrá que ver si no es demasiado tarde como le ha ocurrido al representante de César en Catalonia, Montil·li. Por discrepancias entre el el Senado  y sus leyes y la provincia, a la hora de aplicar tributos. Pero también por sus alianzas con Herodes. 

Pero, debido al cesarismo imperante en los partidos políticos, todos critican a César soto voce, sin dar el paso definitivo, por si acaso éste se recupera y Bruto no logra su objetivo. Esa dilación en la resolución antes de la elecciones puede ser letal para el PSOE.  

Lo lógico sería–siempre, repito, con la vista puesta en sus interese de partido–enterrar definitivamente el cadáver antes de que  se corrompa, y acabe corrompiendo su entorno, el Senado y hasta todo el Imperio de las provincias  en forma de comunidades autónomas y alcaldías que todavía mantiene César bajo su estandarte de águilas, bajo la rosa y el puño, cada vez más amarillentos. Haciendo así imposible ni siquiera intentar la recuperación  en el escaso año y medio que queda para las elecciones. 

¿Por quién doblan las campanas? Si el partido no hace algo pronto, doblarán por él.  César lo arrastrará definitivamente hacia el abismo. Y no será Cartago quien venza, serán los bárbaros, los incivilizados bárbaros. Y tras ellos, ya sabemos que viene una oscura,  larga, brutal y fanática Edad Media, de la que costará salir.  


U. Plaza