miércoles, 1 de agosto de 2012

LA "CRUZADA" DEL REY ARTUR (MAS)

En Cataluña, tras   la llamada transición, en la que pasamos de la dictadura a la partitocracia, hemos quemado varias etapas. A la primera la llamaron Autonomía. Ante la desidia e irresponsabilidad  de los distintos gobiernos de España, se promocionó un Estatuto que los catalanes no pedíamos, y que no alcanzó el 50% de la participación en aquel referéndum donde la campaña a favor del sí, fue terrorífica, y, con una realidad del 33% del censo votando a favor, que los interesados bien supieron eludir y pronto olvidar, centrándose en que ganó la mayoría. Tras otra dimisión de sus responsabilidades, por parte, en este caso de Zapatero, los nacionalistas la llamaron Nació cuando lo que se percibía con claridad, es que era una taifa. Hoy ha devenido en  cacicato.

La actitud aventurera y por tanto irresponsable del gobierno de Artur Mas, al dejar sin ayuda a los geriátricos  catalanes y  miles de personas, trabajadores, con la clara intención de echar las culpas a otros, como suele pasar con los tramposos y los malos Gobernantes–Pujol I lo tapaba todo envolviéndose en la senyera, culpando a los de fuera de sus errores o mal gobierno, como también hacía el dictador Franco con la bandera franquista–, es un acto propio de un talibanismo y por tanto carente de reflexión democrática. 

Dice el gobierno–es un decir–de la Generalitat, que no hay dinero para pagar ni la sanidad ni la asistencia a los dependientes ni a nadie,  y ha de dejar de pagar a los más necesitados, ya digo, con claras intenciones chantajistas, propio de marrulleros, no de un gobernante, que ha perdido el note, y todo el  mito secular del catalán amb seny se ha venido abajo, si es que aún se sostenía. 

Porque Mas nos dice a los catalanes que no tiene dinero, culpando de su pésima gestión al gobierno español, que sin duda la debe tener, y mucha, porque al fin y al cabo es como el suyo, un gobierno de, y para los oligarcas. Pero lo que es seguro es que las culpas suyas, suyas son. Y se las quiere endosar a otros como una cortina de humo para que la gente no se entere del mediocre gobierno que los catalanes padecemos. 

Dice que no hay dinero, pero ni por un momento se ha planteado el señor Mas rebajar los escandalosos sueldos del gobierno catalán, sustanciosamente, no esa tomadura de pelo del 5 ó el 7%; también a los diputados del Parlament, los que parece que no se han enterado de que ya hay mucha gente que come de caridad, y rebusca en los contenedores de basura.

Tampoco a Atur Mas se le ha ocurrido aumentar la recaudación entre las grandes fortunas; ni eliminar al menos cinco de las seis televisiones, que tienen, para uso y disfrute como agitación y propaganda de los partidos gubernamentales, que en Cataluña los son todos, o casi;  porque en realidad aquí no hay partidos, sino familias, que todas  tratan de preservar su parcela de poder y sus privilegios, para lo cual no dudan en apoyarse mutuamente, cuando ven que pueden peligrar, como estamos hartos de ver, a los que se llaman de izquierda, poner por encima de las supuestas clases sociales a las que dicen representar, y les han votado, su cosa patriotera y reaccionaria, que nada tiene que ver con el pensamiento democrático y de izquierdas. 

Ni se le ha ocurrido a Artur Mas olvidarse del, al menos como no urgente,  doblaje de la películas, muy caro y de escasa audiencia  y recepción por parte del público, y no digamos de los dueños de las salas.

Tampoco se les ha ocurrido dejar las embajadas, inútiles para los ciudadanos, que harían sonreír a cualquier observador, si no fuera porque nos cuestan la friolera 30 millones de euros al año, para satisfacer los delirios de la casta política que padecemos. 

Como tampoco han pensado dejar de darle dinero a la prensa afín, convirtiendo a Cataluña en un territorio sin verdaderos periódicos, ya que si alguien te da dinero, no muerdes la mano que te lo da. Con lo que el pesebre desinformativo y manipulado, está servido, poniéndose esa prensa al servicio, no de la información y la opinión pública, sino del proyecto identitario de la casta del cacicato.

Ni ha pensado Artur en desmantelar los diversos niveles de administración, que son más una oficina de colocación de los elegidos. 

Y, puestos a hablar de responsabilidades, no hay que olvidar, entre otros muchos que sería largo de enumerar,  los 200 millones de euros dados a Spanair, con la mirada puesta en la antieconómica función de una compañía aérea catalana, con la que satisfacer los mismos instintos patrioteros, que pagan los ciudadanos,  pero que satisfacen a la casta del cacicato.

Pero es que, además, toda esta fuga hacia adelante de Artur Mas en su soberanisme, no es más que una forma de llevar a la arena pública, la lucha que mantiene con el hereu y su familia, al que el papá de la misma, le tenían destinada la sucesión de su reinado, colocando, mientras tanto, porque los hijos son como son y no podemos hacer que den más de lo que pueden dar, colocaron al  provisional rey Artur (Mas). 

Una vez se ha visto en el trono el cruzado  Artur (Mas), con sus partidarios está haciendo cuanto puede para permanecer en él. Y, visto que el nene  no alcanza a calibrar sus acciones, desmelenándose con sus delirios independentistas, el cruzado  Artur se ha visto obligado a dar un paso al frente para conquistar  Jerusalén, aunque perezca todo su ejército de supuestos generales, del que, en un alarde de fanatismo religioso,  arengó días atrás a los suyos, aún a sabiendas de que no pasaría del Llobregat. Y, como diciendo: yo más, a disparates no me ganas nadie, menos este niñato. 

Quizá lo de las ITV, en el que presuntamente, está implicado el hereu,  le dé un respiro y crea que tiene mayores posibilidades de mantenerse. Y se ha lanzado al vacío del despropósito, para contentar a todo el talibanismo cercano o ajeno. Que no sería importante si no fuera porque estamos dando una imagen nefasta, que es aprovechado por los que sí sacan tajada a río revuelto, colocándonos en el terreno del hazmerreír de todos cuantos nos contemplan, y justificando eso que dicen que nadie se fía de nosotros porque cada uno tira de un lado de la manta, importándole un bledo, que el otro se muera de frío.

Y tiene muy poca gracia que para que el juego de unas ambiciones políticas afloren, se utilice como banco de pruebas a los ancianos de los geriátricos y a sus trabajadores, como ocasionales cobayas en la cruzada particular, entre la familia convergente.

U. Plaza