martes, 11 de diciembre de 2018

LA HUELGA DE HAMBRE DEL "NOSTRE PRESIDENT", Y SUS MUCHACHOS DEL "APRIETE"



Quim Torra,  ese extraño personaje que se va al monasterio independentista de Montserrat, al parecer para hacer huelga de hambre en solidaridad –dice– con algunos de los políticos presos; y que al parecer hará  dicha huelga  entre el desayuno y el almuerzo; para reemprenderla hasta la cena. Tras la cual la volverá a reiniciar, ¡hasta la mañana siguiente!. No es poca cosa.  Porque no sería ético levantarse ha tomar un tentempié.

Eso sí, el insigne personaje contará con las debidas revisiones médicas, no sea que entre butifarra amb seques (butifarra con judías) y un pa amb tomàquet amb pernil del bo, las Aromas de Monserrat para una buena digestión; no sea que tras los rezos reglamentarios del lugar, las meditaciones sobre su república del 3% y demás preocupaciones, al hombre le dé un yuyu, por algún acto de brujería de algún mal catalán descontrolado, y tengamos que lamentar la ausencia, durante unos días de tan insigne dirigente; y la patria quede sin nadie como él, que recibe órdenes directas de su dios-jefe huido a Flandes, desde el sofá de la mansión de Waterloo.

Ante la agresión del presidente de gobierno del “país del costat”, Pedro Sánchez  –que como se sabe son gentes primitivas y con el ADN distorsionado, como ya advertía el capo  Pujol en los años sesenta, y tantas veces lo advierte en sus escritos nuestro hombre–, al enviarle unas cartas el gobierno, pidiendo explicaciones por la actitud de la policía, els mossos, a sus órdenes, sin que tales órdenes se cursaran, para restablecer la normalidad que interrumpían un centenar de esos chicos que nuestro president tanto cuida; y a los que anima a apretar

El President, por delegación, pero President al fin, ha dicho, con toda la sabiduría que lo caracteriza; quizá insuflada por vía telepática desde Waterloo por su jefe, que no es cierto cuanto dice la carta. Que la policía actuó siguiendo el protocolo, decidido por los responsables policiales, en los que el poder político no entra.  Como para cualquier mal político, la culpa no es suya. En este caso es de la policía.

Convirtiéndonos tras dichas explicaciones a todos en verdaderos idiotas; a los catalanes en primer lugar. Porque todos sabemos la bronca que le echó Torra al Conseller de Interior, pidiendo las cabezas de los responsables policiales, de que sus muchachos del apriete, fueran molestados en Tarrasa y en Gerona. 

Pero es que a continuación, cortaron durante 15 horas la AP7; y acto seguido levantaron las barreras de las autopistas, con presencia policial, sin que tampoco entonces llegaran las órdenes pertinentes, que era lo que el ciudadano normal, hubiera deseado. 

Y que no venga nuestro ilustre huelguista solidario,  con el cuento, de que esas decisiones se hacen valorando los pros y contras de la actuación policial. Incluso alguno de los responsables –es un decir– de la Generalitat, ha comparado esos hechos con la huelga y el bloqueo de la ciudad por miles de taxistas. 

Olvidando que los que cortaron la autopista y levantaron las barreras, eran unos pocos, según informó un mosso, portavoz de uno de sus sindicatos, eran unos 150 activistas, enmascarados. Por sólo esta razón debieran haber actuado los mossos, identificándolos, de haber tenido órdenes para hacerlo. 

Así que el ilustre huelguista de hambre en etapas y en diferido, y con el tiempo acotado, que piense un poco en que esas afirmaciones son un insulto a la inteligencia de los propios catalanes, víctimas de sus muchachos y de él mismo y sus compinches. 

Y, aunque sabemos que la gente del país opresor del costat, no son tan inteligentes, por aquello de la distorsión del ADN, que los sitúa en inferioridad, muy por debajo del nivel de los patriotas auténticos como él, la mentira es tan burda, que hasta ellos la perciben. 

Esperemos que algunos de los que siguen montados en el procés de la república talibana del 3% de la burguesía catalana, la de los negocios, corrupciones y recortes sociales, también perciban el engaño.  Porque a la hora de aplicar dichos recortes en la Sanidad Pública, sí somos iguales si somos catalanes de las clases desposeídas. Los de las tijeras, suelen tener  mutuas privadas y colegios trilingües, que por supuesto les pagamos todos. 

Ubaldo