miércoles, 10 de junio de 2015

"PURO TEATRO" DE CIUDADANOS

La escenificación teatral a la que hemos venido asistiendo  por parte de Albert Rivera, de Ciudadanos, desde que se convocaron las elecciones municipales y autonómicas, es uno de los mayores fraudes al que hemos podido asistir en un país en el que el fraude en la política está a la orden del día.

Rivera y sus muchachos se han venido presentando con la esencia de la ética política, insistiendo que ellos tenían unas líneas rojas contra la corrupción, que jamás traspasarían. En particular en Andalucía y Madrid, por el grado corrupción alcanzado en estas dos comunidades por parte del PP.

Empezaron las negociaciones y así lo parecía, vendiendo muy caro su voto en Andalucía, con exigencias a Susana Díaz, acorde con esos límites. Parecía que efectivamente iban a cumplir sus promesas exigiendo que los dos expresidentes de la junta de Andalucía dimitieran. Al final han decidido apoyar al PSOE, con promesas verbales, que como e sabido pueden ser papel mojado, ya que todos sabemos lo volátiles que son las promesas, además de que estaba cantado que tanto Chaves como Griñán  se apeaban de la política; pero tras exigencias para que haya limpieza y transparencia, quedó diluido sin más.

Pero lo realmente fraudulento por parte de Rivera a los ciudadanos de toda España es su apoyo al PP en la Comunidad de Madrid, foco de negocios y venta del patrimonio público de los  gobiernos   de Esperanza Aguirre y su sustituto Ignacio González. Comunidad inmersa en una macro operación por parte de la Justicia, y en la que el que fuera secretario general del partido, y mano derecha de la presidenta de la Comunidad, está en la Cárcel, por la Operación Púnica por los múltiples negocios y enriquecimiento ilícito. 

Si hay algún lugar donde es fundamental levantar las alfombras y auditar lo que se ha hecho en estas dos últimas décadas, es la Comunidad de Madrid, donde eso que llaman “liberalismo”, ha hecho estragos, cuyo nombre real es “gansterismo”, porque es el más descarado expolio de los recursos públicos para pasar a manos privadas, con contratos oscuros de obras faraónicas y haciendo negocios con la Sanidad Pública –lo que en los últimos años también se han apresurado a hacer otros gobiernos sin escrúpulos, como el de CiU en Cataluña con la ayuda de ERC–, convirtiendo la que era un a Sanidad modélica, en precaria,  negocios privados, con dinero público. 

Era fundamental que todo cuánto han venido haciendo los gobiernos de la Comunidad de Madrid quedara transparente, para que todo se esclareciera tras el resultado de las elecciones. Y parecía que así iba a ser si lo prometido por Ciudadanos se cumplía

Mientras el discurso de Ciudadanos se mantenía montado en la ética de las “líneas rojas innegociables”, la Operación Púnica de la guardia civil se reanudaba; apareciendo más que indicios de que algunos de los diputados electos en lista  del  PP a la comunidad de Madrid, alcaldes de algunos pueblos registrados incluidos, estaban implicados. Y todo hacía rever que la situación se complicaba cada día más. 

Sin embargo, en plena Operación Púnica, Rivera le prometía a Rajoy su apoyo a Cifuentes, procurando mantener la comedia. Cuando más razones tenía Rivera para negarse a apoyar al PP, siguiendo su propio límite de limpieza de la corrupción, porque no es extraño que en el curso de la Operación Púnica, aumente la lista del PP implicados en la misma. 

Las exigencias de Ciudadanos sólo eran de cara a la galería. Y los hacían en un lugar donde era más urgente que nunca que entrara aire fresco, como la comunidad de Madrid.

Queda claro que no sólo el fraude es de hoy. Un partido que se autodefinia como de “centro izquierda”, en realidad ha quedado retratado con su verdadera faz de partido de la derecha. Y las afinidades con el PP son sustanciales y defienden las mismas políticas. Y el poder, el verdadero poder, el financiero, haría todo lo posible para que los establos de la Comunidad de Madrid no se ventilaran. Hay demasiado en juego, y Ciudadanos podría evitarlo, manteniendo al PP en el gobierno autonómico.  

El empuje que los poderes financieros dieron al “Podemos de derechas”, no ha hecho todo el efecto deseado, pero sí en el lugar más importante: “Salvar al PP de Madrid”, parece ser la consigna. Y ciudadanos está ahí, “no para que haya limpieza en las instituciones”,  como venían diciendo, sino para que todo siga igual. Porque Cifuentes de ha pronunciado por la continuación de la privatización sanitaria. 

Aquellos militantes y votantes de Ciudadanos, que vieron  su aparición como una bocanada de aire fresco, sobre todo en la putrefacta política catalana, de casi partido único hasta su aparición, habrán podido comprobar que su paso a la política nacional, es de apoyo a las políticas más negativas para la población. Y que a la hora de la verdad, como todo partido de derechas, Ciudadanos prefiere los “barcos sin honra que la honra sin barcos”. Y, sobre todo sabrán esos votantes que, al menos en Madrid, su voto ha ido a evitar que haya la renovación tantas veces prometida, que tanto han proclamado en campaña.  

Que le prometiera su apoyo a Rajoy, el presidente de los mensajitos a Bárcenas; el PP de la financiación ilegal y que lo hiciera en plena Operación Púnica, sin esperar al resultado, demuestra que todo cuanto  prometían era puro teatro. 


Ubaldo Plaza