martes, 11 de septiembre de 2012

EL ONCE DE SEPTIEMBRE , SIN FALSOS MITOS BURGUESES, QUE LOS TRABAJADORES SÍ HAN DE RECORDAR





"SEPAN USTEDES QUE MUCHO MÁS TEMPRANO QUE TARDE, DE NUEVO ABRIRAN LAS GRANDES ALAMEDAS POR DONDE PASE EL HOMBRE LIBRE PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD MEJOR" 

Salvador Allende,

Hoy, once de septiembre, pero de hace 39 años se cometió uno de los crímenes más horrendos contra un pueblo, alentado, propiciado y llevado a cabo por el terrorismo de Estado de los Estados Unidos, utilizando a traidores, mercenarios del ejército chileno, que se pusieron al servicio de los intereses económicos y políticos extranjeros y de la casta parásita del propio Chile. 

Miles de torturados y asesinados; miles de exiliados que se vieron obligados a huir de su país para salvar sus vidas; millones de chilenos que pasaron de una esperanza democrática de futuro, al más criminal oscurantismo fascista. Ese fue el balance de aquella barbarie del gobierno vecino del Norte, que no admitía que los ciudadanos de los pueblos  decidieran sus destinos sin la tutela de las grandes corporaciones de Estados Unidos, que hacen y deshacen a capricho, de forma colonial, imponiendo a los pueblos la más absoluta dependencia; pueblos que ellos consideraban. y aún siguen considerando, su patio trasero. "América para los americanos"...del Norte, claro, y de las castas privilegiadas. 

Como dijo el  artífice del golpe de Estado,  el genocida Kissinger–al que la Academia sueca, con una miopía reiterativa sospechosa, otorgó el premio Nobel de la Paz– ante el hecho de que los chilenos votaran a Allende y a la Unidad Popular: "no podemos permitir que un pueblo vote equivocadamente", es decir, en contra de los intereses de los amos. 

Hoy, tantos años después, hay que recordar aquel once se septiembre como una de las salvajadas del terrorismo de Estado de los Estados Unidos, de la llamada  "democracia" yanqui, para que los pueblos no olviden quiénes son sus enemigos. Y para que los ciudadanos del mundo miren hacia adelante. Hoy, cuando la barbarie del sistema capitalista que está llegando al fin de su ciclo, pero que precisamente por eso es mucho más peligroso y letal, porque es capaz, como estamos viendo, de llevar el hambre a los pueblos, a todos los pueblos, incluso a aquellos que se creían a salvo, por la explotación más inhumana que se ejerce contra los pueblos colonizados del llamado Tercer Mundo. 

Hoy, la insaciable ansia de ganancia atoda costa, hasta de la supervivencia de la propia Humanidad como especie, ha llegado a extremos impensables sólo hace un lustro. Hoy los grandes exterminadores han ocupado todos los resortes del poder en el mundo, liquidado las apariencias de democracia, y se han quitado la careta; están dispuestos a cometer todo tipo de genocidio global, imponiendo el retroceso social en todo el mundo, al tiempo que las fortunas se van concentrando cada vez en menos manos. 

Es necesario que los ciudadanos del mundo, en un 99% ya víctimas de las grandes corporaciones, a las que sirven lacayunamente los gobiernos locales,  tomen conciencia de que lo que se está haciendo es un Golpe de Estado Mundial, como el que tuvo lugar en Chile hace 39 años, cuyo único objetivo, como lo fue aquel, es imponer una férrea dictadura sobre la mayoría, cada vez indefensa. 

Puede parecer más silencioso por estar siendo llevado a cabo espaciado en el tiempo, pero con resultados demoledores para todos los ciudadanos del mundo. Se trata de liquidar todos las ventajas que ha logrado la Humanidad en su permanente desvelo y lucha, y regresar a la esclavitud, que sólo formas aparentes las diferencian, como vemos hoy con la eliminación de los derechos laborales, que poco a poco van liquidando, con sueldo de hambre, y utilizando la represión sin el menor disimulo.

El Once de septiembre que hay que recordar, fuera de mitos interesados de la derecha saqueadora de todo pelaje, y sus servidores, es el de Chile, que afectó y afecta a todos los trabajadores del mundo y clases populares. 

U. Plaza