lunes, 18 de mayo de 2015

EL DILEMA DE LA ESPERANZA DE LA DERECHA: CIUDADANOS:

El dilema con el que se enfrenta Ciudadanos  y los artífices de los que los apoyan en estas próximas elecciones, municipales y regionales, es el cálculo de qué es lo que más les interesa. 

Por un lado no hay que olvidar que Ciudadanos ha pasado de ser un partido inexistente en España, con presencia únicamente en Cataluña –donde jugaba un buen papel enfrentándose a las aberraciones  del talibanismo de la derecha nacionalista  y sus comparsas que se decían de izquierdas–, a ser la esperanza blanca de los poderosos en el caso de que los dos partidos del régimen que han garantizado los intereses de la oligarquía, sean incapaces de seguir haciéndolo. Y  Ciudadanos lo ha hecho con apoyos impensables hace sólo unos meses, cuando los dos partidos del régimen garantizaban que todo seguiría inalterable para los que mandan de verdad: el mundo financiero, dispuesto a liquidar cuantos derechos se habían conquistado a lo largo de un siglo de luchas de las clases populares, con tantos sufrimientos.

Se da la circunstancia de que, según las encuestas, Ciudadanos puede ser quien decida si la limpieza de la corrupción de la vida política le interesa, o por el contrario apoyará a los corruptos, manteniéndolos en el poder en ayuntamientos y regiones  importantes, como Madrid, Sevilla, Zaragoza, Valencia..., frustrando de esta manera la necesaria regeneración  de la vida política.

No cabe duda de que en estos momentos los estrategas de los poderosos, los que mueven los hilos de su marionetas,  deben estar examinando qué les interesa más, si hacer que entre un soplo de aire para que limpie la putrefacta vida política protagonizada por los partidos a su servicio, o mantenerla. 

Que Ciudadanos aparezca, junto con el resto de los partidos no contaminados como parte de esa limpieza; o por el contrario que salve a los responsables de la corrupción, manteniéndolos con sus votos en las instituciones, si los números así lo permite, con el señuelo de que ellos vigilarán. Lo que no se sostiene, porque lo que es corrupto es el sistema, la forma de gobernar, como si de sus cortijos particulares se tratara, además de despreciar  a los que les pagan el sueldo, haciendo leyes represivas, para acallar las protestas, como la ley de represión ciudadana del PP.  

Dependerá de si los que de verdad deciden –los poderes económicos que nos han arruinado y siguen en ello como exige la CEOE–, desean invertir a corto o a largo plazo. Si deciden que es necesario salvar a su servidores, o dejarlos que poco a poco vayan cayendo, por no serles ya tan útiles.  

Si optan porque Ciudadanos los salve, éste se convertirá en una herramienta de cortos vuelos para los que le dan apoyo. Y, en ultima instancia sólo lograrán que los españoles tengan un tiempo más de sufrimiento, hasta lograr la deseada limpieza de la sociedad española, y convertirse ellos, Ciudadanos, también en parte del problema.

Si los poderosos deciden que hace falta apoyar la limpieza para simular una regeneración –repitiendo la historia como tantas veces–, entonces no apoyarán a los partidos del régimen, a sus partidos servidores, en esta ocasión; e invertirán a largo plazo; esta vez con la vista puesta en hacer crecer a Ciudadanos como herramienta de recambio de sus otros partidos ya desprestigiados ante la opinión pública, por todo lo que han venido perpetrando en los últimos años, de común acuerdo. Y para que entonces aparezca Ciudadanos como una derecha limpia de corrupción, al menos en parte, hasta que, con todo el aparato económico y de propaganda, consigan elevarlos a la cúspide. Lo que les permitirá ser la reserva de la derecha.  Y vuelta a empezar, si los ciudadanos hastiados de tantas mentiras no lo impiden con su voto, votando a opciones, que  verdaderamente estén al servicio de los intereses públicos y no de los financieros. 

Ubaldo Plaza