La Europa democrática y unida que los ciudadanos soñábamos no existe. Todo lo contrario. Está en manos de una banda de destructores de vidas. Lo mejor es acabar con esta ficción y volver a empezar. Es preferible que los pueblos recuperen sus soberanía que ser colonias de esclavos de estos mercaderes que lo único que les preocupa son sus desmesuradas ganancias aunque sea a costa de la vida de millones de seres humanos. Esta Europa que moldean los poderosos y sus lacayos es lo más parecido al sueño de Hitler y los banqueros que financiaron la guerra; los que, al fin y al cabo son los mismos banqueros canallas de hoy que arruinan a los griegos y que pretenden arruinar a toda Europa, pues no otra cosa es lo que están haciendo. La deuda que tienen los griegos fueron los préstamos que los bárbaros tudescos les hicieron a sus amigos banqueros griegos: que la paguen esos canallas amigos suyos y enemigos del pueblo.
Es curioso ver cómo la propuesta del gobierno griego de subirle los impuestos a los más ricos para reducir la deuda, en lugar de hacerle sufrir a los más pobres que ya lo vienen sufriendo desde hace tantos años por decisión de la Troika y sus vendidos gobiernos del PASOK y ND (los equivalentes al PP y PSOE respectivamente de España) ha sido rechazada por la Troika que no quieren que los ganster griegos, sus amigos, paguen más. Y prefieren que sean los ya exprimidos los que lo sigan siendo hasta la extenuación.
Con esto se ve claramente la inmoralidad de estos salvajes de la Troika cuyo deseo es hundir a los griegos y salvar a sus amigos millonarios y multimillonarios, que como sucede en todas las crisis, son los que mejor favorecidos salen de ellas, porque los gobiernos, y en este caso los de la UE, están a su favor. Y es así, porque de esa manera le dan un aviso a los demás europeos diciéndoles que la democracia es una formalidad que no va con ellos; que eso es sólo un formalismo, que lo aceptan si son ellos y sólo ellos y sus lacayos los que deciden, no si es el pueblo quien toma otro rumbo para liberarse de la dictadura del terrorismo financiero. Y que si les molesta la democracia no controlada por sus criados, no la tienen en cuenta. En definitiva es un golpe de Estado. Porque lo que se pretende es cambiar el rumbo y los deseos democráticos expresados por un pueblo, que claro, no coincide con sus proyectos esclavizadores. Y que en otras ocasiones lo hacían con otros métodos, pero el resultado es el mismo.
La inmoralidad de la propuesta de Juncker (Recordemos que su país era un paraíso fiscal) sólo cabe en cabezas maquiavélicas y calculadoras para ir minando la resistencia del pueblo, pero nunca, nunca un gobierno decente y democrático puede ceder, en ninguna circunstancia, al chantaje terrorista, aunque venga del la mayor organización depredadora que jamás haya existido contra los pueblos europeos.
Esta Unión Europea es de los mercaderes, no de los pueblos. Así que todos aquellos que soñamos con una Europa democrática y Unida, debemos empezar a pensar que es posible, pero con otros parámetros, con parámetros democráticos y no chantajistas de los millonarios que han convertido a los ciudadanos en meros instrumentos mercantiles para sus escandalosos negocios.
Ubaldo Plaza