martes, 5 de julio de 2011

DELINCUENTES CERCANOS, DELINCUENTES IMPUNES

La impunidad y el descaro con que operan los que manejan el mundo a su antojo, por sabido no deja de asombrarnos.  Un supuesto justo  Tribunal Internacional ha pedido la detención del presidente de Libia, Gadafi–el mismo al que todos los gobiernos han mimado mirando para otro lado durante 43 años, porque era un criminal con petróleo y amigo–para que sea juzgado por sus crímenes. Y eso sería fantástico si se manejaran los mismos o parecidos parámetros para medir los crímenes de todos los gobernantes del mundo, y no se tuviera en cuenta su posesión de petróleo u otras materias primas, que durante décadas han podido robar a sus pueblos para enriquecerse, de las que se han aprovechado las multinacionales, sin importarle lo más mínimo el sufrimiento de esos pueblos.

Pero es que, si de crímenes se trata, hace ya mucho tiempo que el tal Tribunal Internacional debería haber  hecho detener a gran cantidad de gobernantes, que con los mismos o parecidos argumentos debieran haber ido la cárcel. Por ejemplo, si medimos los crímenes por la cantidad de muertos, y sólo teniendo en cuenta a aquellos que aún viven, qué duda cabe que por orden cronológico, de los asesinatos, el primero que debiera haber pagado, es el genocida Kissiger. ¡Pero le dieron el premio Nobel de la Paz! 

Y para no hacer una lista demasiado exhaustiva, y sólo referirnos a los últimos escándalos, ahí está  Georginto Bush y sus edecanes de la foto de las Azores,  Toni Blair y Aznar, sin olvidar a Barroso que patrocinó el encuentro, que sin embargo está como gerifalte de los que piden que se aseste fuertes recortes a las vidas de los ciudadanos europeos, actos que debieran estar el el código tipificados como crímenes contra la Humanidad, por el saqueo que representa para los pueblos.

Evidentemente el Tribunal Internacional de la Haya, no haya culpables a los que han provocado guerras por doquier, con cientos de miles–quizá millones– de muertos, y sí a uno inferior. Y sin duda es así, porque ya el tal Gadafi no les es útil para seguir haciéndoles los favores  que les hacía. Ya tienen su recambio, que será sin duda tan canalla como el anterior; pero eso lo reconocerán dentro de unas décadas, cuando tampoco el ahora nuevo sátrapa que coloquen en su lugar les sirva. 


Ahora apoyan a unos mercenarios  bombardeando el país,  muriendo muchas personas, víctimas de Gadafi, víctimas de los negocios de los gobiernos con éste, y ahora víctimas de la OTAN, al servicio de los mismos mercaderes. Parece que hay tribunales que la cercanía del delincuente les provoca miopía en lugar de ver más claro. Son criminales pero poderosos y occidentales,  civilizados, y amigos, claro. 


Tampoco esos tribunales se acuerdan de los que han creado el caos financiero en el mundo que está arrasando los pueblos empobreciéndolos, camino de la esclavitud; de esos crímenes contra la Humanidad, muchísimo más letales en número de vidas, no se acuerdan los Tribunales. Porque, que no quepa duda, una decisión de los delincuentes financieros en sus cómodos e impunes despachos provoca tantas o más muertes que muchos dictadores, aunque los de los primeros se vea la sangre en los telediarios, y los segundos los sufran los pueblos aplicados por los gobiernos mercenarios al servicio de los dictadores financieros. Pero es que estos son los amos. Y todos los obedecen.

U. Plaza