sábado, 6 de noviembre de 2010

AGRESIÓN MARROQUÍ A PERIODISTAS ESPAÑOLES EN EL SAHARA


La tolerancia del gobierno español con las agresiones que el pueblo saharaui lleva  soportando desde hace 35 años de la dictadura medieval del sátrapa de Marruecos –"sobrino" del rey de España, según sus propias palabras por  que considerar éste al sanguinario Hassan II su "hermano"–,  es  de una incomprensión absoluta. 

Pero que además se permita sin que haya una respuesta contundente en toda regla del gobierno español contra la agresión a nuestros periodistas que intentan informar de la situacion criminal en la que están siendo tratados los saharauis en el campamento, ya es de una vergüenza de sumo bochorno, que nos convierte a los españoles en cómplices del caprichoso reyezuelo marroquí y de su corrupta policía.  

Se ha demostrado que con este sujeto, al que se le permite todo por parte de España y de la Unión Europea, lo único que hace mella en él son actitudes inequívocas de defensa de la libertad y no ir dejando que cada vez,  que una tras otra, se salga con la suya. El caprichoso dictador, acostumbrado a hacer todo o que le viene en gana como un niño malcriado, cuando se da cuanta de que todas las barbaridades que hace le son toleradas, cuando no se le ríe la gracia, entonces se envalentona y es capaz de ponernos de rodillas. 

Las últimas declaraciones de la Ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, sobre que hay que dar definitivamente por solucionado el problema del Sahara, van en la dirección de los deseos del dictador marroquí, y de la política de sumisión de Zapatero a sus deseos de quedarse con el Sahara, como servidor de los intereses geopolíticos de los Estados Unidos, al que con tanto celo sirve nuestro gobierno, como se ve en Afganistán.

Que se siga permitiendo y poniendo sordina a todo lo que hace la monarquía corrupta marroquí, incluso agrediendo a los informadores, no es más que un síntoma de esa posición del gobierno Zapatero. No basta con una nota de repulsa de cara a la galería. Hay que decirle al reyezuelo que nuestro gobierno, como el pueblo español, está al lado del pueblo saharaui, y que la solución pasa por el respeto a su voluntad, que nada tiene que ver con la imposición de la dictadura marroquí. La agresión a los periodistas, no es baladí, es una agresión al derecho que tenemos a saber lo que está pasado , e intentar que no se siga maltratando a los ciudadanos saharahuis, incluso asesinándolos impunemente.

U. Plaza