La descomposición del gobierno, no sólo funcionalmente, sino sobre todo moral es un hecho evidente y trágico en España; y en el camino está arrastrando al partido socialista, que hasta el momento no ha abierto la boca ningún relevante responsable del mismo para desmarcarse de la desastrosa política que está llevando a cabo con Marruecos, para condenar la masacre de los matones marroquíes.
Algún comentarista ha afirmado, tras la entrevista de Rubalcaba, ministro de Interior español con el jefe de represión marroquí, "que han solucionado el conflicto entre España y Marruecos". Y uno se pregunta: ¿De qué conflicto hablan esos periodistas de cámara que así lo han afirmado? Entre el gobierno español y la dictadura marroquí no ha habido conflicto alguno, simplemente el gobierno español se ha limitado a aceptar sumisa y vergonzosamente, con abrazos y seguro que con genuflexiones al bárbaro marroquí, las decisiones tomadas por el jefe de la gestapo del país agresor. En ningún momento el gobierno español, ni por boca de Trinidad Jiménez ni por la de Rubalcaba han salido nada que pudiera considerarse más que una sumisión a todo cuanto la salvaje dictadura ha decidido; el gobierno español simplemente ha puesto el "si señor, lo que usted diga" al final de la entrevista, sin ni siquiera pactar un gesto de cara a la galería. Ha dado por buena la más estrambótica de las mentiras marroquíes.
Así que conflicto, ninguno; sumisión y dejación de responsabilidades, incluso con un ciudadano español asesinado. Hasta en esto Rubalcaba ha aceptado la versión sátrapa, diciendo que lo que es un asesinato, es "un accidente de tráfico", cuando todos hemos podido ver que el vehículo que lo mató pasó tres veces por encima de su cuerpo ¡Que accidente más raro! Es triste pensar que en España no hay gobierno que defienda los intereses de los españoles, y si son los más pobres, mucho peor.
U. Plaza