lunes, 15 de julio de 2013

NOS TOMAN POR TONTOS


  No sabemos qué es más lamentable del caso, primero denominado Bárcenas y ahora por todos llamado “caso Rajoy”. Se supone que, según todas las informaciones que sobre los portavoces del PP tenemos, son personas preparadas, cualificadas y con títulos académicos reconocidos. Por lo tanto nadie se atrevería a tratarlos de tontos por el espectáculos que están dando, por los disparates que van hilvanando, renovando o reconociendo, a la luz de las nuevas informaciones que van llegando al ciudadano, y la numantina defensa de su jefe. Que contra toda lógica democrática acaba de  dar un “golpe desde dentro al Congreso”, en palabras de la diputada Rosa Díez. 
   Por lo tanto lo único que cabe pensar es que los dirigentes del PP que salen a dar “explicaciones”, nos toman por imbéciles a todos los españoles que pagamos sus sueldos, y al parecer, algo más.
   En cualquier democracia de las europeas a las que dicen que nos parecemos, hace ya muchos meses que un cargo público como el presidente del gobierno habría dimitido, a la luz de lo que se ha publicado. Y por mucho menos de los que se ha ido amontonando desde que empezó esta historia con el caso Gürter, con ramificaciones por doquier, y con trajes levantinos del presidente de la comunidad. 
   Aquí, nuestros gobernantes  carecen de la cultura política para entender que si uno mete la pata, no digamos la mano, se va a casa y asume responsabilidades políticas. A la espera de que los tribunales decidan si las hay judiciales, que nada tienen que ver las unas con  las otras. Hoy por hoy, lo que los ciudadanos deben exigir a Rajoy, es su dimisión y convocatoria de elecciones, es decir responsabilidad política. Porque ha mentido a los españoles y así no puede continuar. 
  Porque hemos pasado de, “no se podrá encontrar ninguna prueba contra  Bárcenas”, a “Bárcenas es un delincuente y por lo tanto no es creíble”. Pasando por “todo es mentira”. Y hasta con una ligereza verbal, fruto, creemos del nerviosismo intranquilo, que les hace perder los papeles, a culpar a la oposición de querer sacar tajada de lo que es su exclusiva responsabilidad. Porque el tesorero o “empleado” como dice el escudero de Rajoy Paco Marhuenda, defensa digna de mejor causa. Sin el menor respeto al ciudadano que escucha anonadado, porque al tesorero lo puso en el cargo el PP, y concretamente Rajoy. Además de utilizar desafortunadamente, como ha hecho González Pons, el asesinato por ETA de Miguel Ángel Blanco, como contrapunto de Bárcenas.
  
  Todo esto que está pasando, también es consecuencia de aquella transición tan desastrosa, como constatamos ahora, por la falta de controles democráticos y eficaces establecidos, para que cuando un caso de corrupción aparezca, de inmediato sea subsanado por el propio cuerpo al que pertenezca el infractor. Sin que la justicia  tenga que  solventarlo. En todo caso, son planos distintos, las responsabilidades políticas y la judiciales, como se ha dicho y sabemos. 
   Porque el numantinismo está en todas partes. Cuando un cargo público es acusado, imputado o hay sospecha sobre él, en seguida acude el coro numantino de su partido a la consabida presunción de inocencia. Y pueden pasar años en el cargo hasta que se dilucide en los tribunales, sin que responda ante los ciudadanos, políticamente.  Pero al parecer piensan que los españoles somos tontos. Sus comportamientos así lo indica. 

Ubaldo Plaza