miércoles, 22 de junio de 2011

LA DERIVA ULTRA DE CIU

La renuncia de la izquierda a jugar su papel como tal, cuando no su colaboración o mimetismo hacia la derecha–su asumido nacionalismo es letal–, anulando su función, ha envalentonado a ésta hasta tal punto de que CiU saca a relucir los peores argumentos de la derecha más carca y reaccionaria, en nada diferente a la de sus ahora visibles encamados amantes incestuosos del PP,– olvidando poses teatrales patrioteros de uso interesado  para conquistar un electorado poco informado y sentimental, susceptible de creer sus mentiras. Ahora  se le ha caído la careta amable. 

CiU cada vez avanza más hacia postulados ideológicos de intolerancia, dando pasos peligrosos para la convivencia, hacia una suerte de camuflada en actos fascistoides, utilizando sus máximos dirigentes–Artur Mas y Felip Puig– un lenguaje impropio de un partido que gobierna, y por lo tanto lo debe hacer para todos: "guerrilla urbana, Kale Borroka, para dirigirse a los que contestan sus políticas impopulares–a sabiendas de que mienten–. Lo cual implica manipulación goebbeliana; así como la actitud impresentable del Conseller de Interior reprimiendo a ciudadanos pacíficos y respondiendo a las críticas con soberbia de dictador. Estas actitudes y otras que al parecer tienen en este orden preparadas, paralelamente a las agresiones legislativas contra los más necesitados, que ya son la inmensa mayoría,  son realmente preocupantes. La base social que apoya a CiU en nada se parece a una formación de una extrema derecha peligrosa, deriva evidente de CiU.

U. Plaza