miércoles, 24 de noviembre de 2010

M.A.F.O. Y SU LÓGICA


Miguel Ángel Fernández Ordoñez, ese personaje que es  Gobernador del Banco de  España, con pinta de tendero de barrio, y  con aspecto de buena persona si lo viéramos tras el mostrador y mantuviera la boca cerrada, o hablando de los productos del día en el mercado –hortalizas u otros productos, no de los gansters y especuladores–; el mismo que es martillo demoledor contra el debilitado yunque pensionista que le pide los mayores esfuerzos, a los que quisiera eliminar por la vía del llevarlos a más miseria, hambre y a la desesperación, aunque no lo diga con esas palabras; este personaje que a pesar de todo sigue sin renunciar a una parte de sus oficialmente sueldo de 90.000 euros; el gran defensor de los ricos, de ideología reaccionaria por lo que vemos; el mismo que no supo ver desde su atalaya a los grandes especuladores, para cortar la alegría con que los mismos nos llevaban al precipicio a los ciudadanos mortales, no a los millonarios que como todo el mundo sabe, cada día son más ricos, precisamente porque la mayoría de los ciudadanos cada vez son más pobres. Este personaje con poder inmenso, a pesar de que posee la ideología inmoral de la derecha salvaje, atendiendo a su pensamiento, en una cosa tiene razón.

 Dice que hay que hacer menos ruido. Que se dejen de hacer los políticos declaraciones que como todo el mundo sabe son para el consumo interno y para sus trapicheos políticos del disimulo, la hipocresía y el engaño de incautos. Que cualquier declaración hecha por cualquiera de los caciques  de  las taifas–, esa suerte de reparto que ha hecho que sólo les interese a cada uno su cortijito particular, en realidad, fuera de España nos ven como un todo, no deferencian. 

Y cuando un Rajoy, un Mas o cualquier otro de los que lanzan sus diatribas o vomitadas, con la única intención de desgastar al gobierno, a sabiendas que ellos lo harán igual o peor, ya que el mismo no hace  más que lo que le mandan sus amos del FMI. En realidad los que nos miran con lupa desde ese centro abstracto  de gran delincuencia llamado Mercado de buitres,  lo que ven es que aquí no hay un corpus coherente, y ven nuestras debilidades. Cuando un personaje como Puigcercós o Mas hablan de independencia con lo que está cayendo, los especuladores no consideran la bufonada de estos personajes de opereta como un producto para el consumo de sus fans, que es de lo que se trata,  y ellos lo saben muy bien, sino como un desmadre de inestabilidad del que ven la posibilidad de aprovecharse. 

Que Rajoy, o su bien pagá secretaria digan que el sistema bancario español es inmejorable, y que a renglón seguido afirme que lo malo es que el gobierno nos lleva al precipicio; o que el Jarrón Chino de Taiwan y antiguo servidor de Bush en sus aventuras de Hazañas Bélicas, José María Aznar, suelte lo que le viene a la boca cuando algún irresponsable periodista le pone un alcachofa junto al bigote;  a estos personajes les parecerá el no va más de  la altura de sus pensamientos, pero lo que desde fuera de España ven es el circo que los políticos tienen y el nulo sentido de  Estado que los mueve.

En eso, MAFO, ateniéndonos a la lógica de lo ilógico e inmoral   que es el capitalismo salvaje, sin duda tiene razón.

U. Plaza