miércoles, 13 de abril de 2011

DEFENDERSE DE LAS AGRESIONES DE CDC CONTRA LA SANIDAD PÚBLICA, NO ES SÓLO DE LOS SANITARIOS, ES DE TODOS


Trabajadores de la sanidad contra el expolio de CiU

El expolio que la derecha catalana está maquinando desde el gobierno de la Generlitat del heredero  del tinglado convergente, Artur Mas,  es de un calado muy profundo. Y por lo tanto no sólo afecta a los trabajadores del sistema sanitario,  aunque sean ellos las víctimas  inmediatas de la trama, de esas políticas insaciables del negocio privado en detrimento de lo público que mueve sus intereses.  
Cartel contra la agresión al ciudadano por CiU

Porque somos todos los ciudadanos catalanes los que a partir del hachazo que le asesten a los que de verdad hacen que funcione uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo –con todas las deficiencias que queramos, porque todo es mejorable, y cuyas deficiencias hay que atribuirlas más a las gerencias  políticas que a los trabajadores sanitarios–. Por eso es fundamental que el ciudadano se implique junto con esos trabajadores que ahora se movilizan en  defensa de la Sanidad Pública y universal. No es  una defensa corporativa de sus intereses particulares por lo que  están combatiendo médicos, enfermeras y el resto de personal sanitario. Es por algo tan elemental como evitar que haya un red sanitaria para los ricos que puedan pagarséla  en clinicas privadas, y otra  sin recursos a la que acudan los menos favorecidos, que carecerá de preseupuesto, y que a la larga se convierta en una sanidad de caridad para pobres. Esto de momento, ¡faltaría!  lo negarán; y no lo harán de golpe, pero esa es la intención de los  mercaderes expoliadores, ese es el objetivo final, si se lo permitimos.
El encargado de expolio

Obedece a los deseos de esa red de intereses que representa CDC, de una derecha engañosa, que puede ir al notario para decir que no pactará con el PP, pactar después con él sin ningún problema,  llamar  a incumplir la ley participando con los aventureros de la extrema derecha en esa mascarada de referéndum independentista, y no hacerlo tres días después en el parlamento. Es decir, una derechatinglado,  engañosa cuyo único pbjetivo es el negocio, a la que poco importa el principal argumento que enarbola–la nació catalana– si éste no coincide con el grosor de su cartera, de sus cuentas corrientes, y a veces poco corrientes. Esa derecha que se envuelve en la senyera, confundiendo sus negocios con Cataluña, como tantas veces hemos visto hacer al inventor del tinglado.

Pero para poner en marcha todo el aparato expoliador, ha de haber, como para todo crimen, un ejecutor. Y éste ha de reunir toda una serie de condiciones de las que no todo el mundo  reúne, o no está dispuesto a semejante bajeza. La falta de ética e inmoralidad para expoliar a los más pobres es condición indispensable. Para estar dispuesto a ser el mercenario de semejantes negocios impopulares,  hay que tener unas tragaderas y una falta de ética fuera de serie. Los hay, qué duda cabe, pero no tantos como para hacerlo público y salir a la arena política para quemarse en tal negocio.
Es fundamental la toma de conciencia de la juventud, principal víctima de las políticas de  los  banqueros y sus  servidores, los políticos

Es lo que han encontrado en Baudilio Ruiz– Boi tras su  conversión, otro charnego  agradecido a sumar a la lista–  que sin el menor rubor se ha puesto al servicio  de la liquidación de la sanidad Pública, en beneficio de los negocios de la privada. Quedará en la nada pequeña  historia  del los manejos insaciables, como el ejecutor de una de las políticas más agresivas, que llevará su nombre, como el que liquidó la Sanidad Pública en beneficio del negocio de sus jefes.
Personal sanitarios en pie de guerra contra la codicia del gobierno de la derecha  de Mas.

Es evidente que en los tiempos que corren no es la ética lo que más vende y este hombre se ha sentido plenamente dispuesto a que su jefes se sientan satisfechos con su trabajo, que no es otro que el negocio.  Por lo tanto, responder  por parte del ciudadano a estas agresiones de los mercaderes de la salud, en fundamental; apoyar todas las acciones que los trabajadores sanitarios lleven a cabo, es defendernos nosotros mismos de los que nada les importa la degradación de la salud si con ello logran sus objetivos de privatizar la sanidad. Que repitámoslo una vez más, niegan. Pero cada vez vemos cómo derivan servicios–es decir negocio– a los centros privados, pudiéndose hacer en los públicos. 
Manifestación de los sanitarios, enseñante y ciudadanos, contra la liquidación de la Sanidad Pública de  Mas y Baudilio Ruiz, 


U. Plaza