domingo, 17 de febrero de 2013

LOS ABUCHEOS A DIRIGENTES SOCIALISTAS, POLVOS DE AÑEJOS LODOS


Es lamentable  lo   sucedido al   dirigente del PSOE y a la de   las Juventudes Socialistas en la  manifestación contra los desahucios que tuvo lugar en Madrid, como en el resto de España–, contra el sin sentido de que se eche a la gente a la calle   para favorecer a los banqueros, responsables   de la situación,  y que  los     pisos  queden vacíos. No aplaudiré que se abuchee a nadie que participe en un acto democrático, como se  ha   hecho con  Aguilar   y Talegón, que no se olvide ha sido por un grupo muy minoritario, aunque los medios de la derecha–casi todos los medios están en manos de la derecha– hayan puesto los focos en este hecho anecdótico.

Pero es que fue Zapatero en comunión con el PP, los que votaron en contra de lo que ahora dicen defender los de su partido. Han pasado muchos años y los ciudadanos han tenido mucha paciencia con el PSOE–más de 22 años gobernando–, y siempre que están en la oposición les sale, mira por donde, la vena de izquierda y de normalidad socialista. La misma vena que esconden, desaparece y olvidan cuando están en el gobierno, imitando miméticamente, salvajemente, la política reaccionaria de la derecha del PP o de CiU, que recortan la sanidad y la enseñanza, según sea el caso, en toda España o en Cataluña.

Fue el PSOE quien dio. junto al PP el golpe de Estado constitucional para maniatar al país en el límite del déficit, sin contar con los ciudadanos, cuando se había afirmado hasta la saciedad que la Constitución era intocable, sin un alto consenso, porque así recibió la orden de la tedesca, fabricante de miseria de los pueblos de Europa, conquistando con su presión económica y con la complicidad de los gobiernos, lo que no pudo con los tanques su antiguo colega.

Fue el PSOE cuando estaba en el gobierno quien rechazó–también en comunión con el PP–la dación en pago–que considero injusto, porque lo que hay que hacer es garantizarle a los ciudadanos una vivienda digna, como dice la Constitución, ya convertida en papel mojado, para lo que favorece a la mayoría–, al tiempo que daba un indulto a un banquero delincuente a correcuita, antes de abandonar el cargo de presidente del gobierno, lo que no es muy elegante ni estético que digamos en un gobierno que se dice socialista. 

Es decir, de aquellos polvos vienen estos lodos. Es lamentable que se abuchee a nadie que quiera participar en una manifestación–un hecho, repitámoslo, minoritario–, pero es que ya son muchas veces las que los ciudadanos han aguantado del partido que seguramente han venido votando con paciencia infinita y hasta con resignación, el pragmatismo del PSOE, desde que González–el ahora asalariado de una multinacional, sin el menor sonrojo, sin renunciar al sueldo que le pagamos todos–, que liquidó un favorable Estatuto de los Trabajadores, para favorecer a la derecha económica; hasta la última hazaña de Zapatero– ¿recuerdan cuando volvió de Alemania con la lección y las órdenes aprendidas–"me cueste lo que me cueste", dijo, cuando a él y a los millonarios no les iba a costar nada, todo lo contrario, iban a hacer pingües negocios, sino que era a los españoles más pobres los que iban a sufrir aquella humillante entrega  del gobierno del PSOE a la Merkel, la teutona Atila, y a lo que ésta representa de fabricante de  miseria para nuestro pueblo?

Porque es que ni siquiera han cambiado los dirigentes cómplices de aquel desastre de Zapatero. Y la gente no olvida que todo el grupo parlamentario socialista y la Ejecutiva, aplaudieron la gestión del gobierno de Zapatero, y hasta la consideraron muy buena. Y desgraciadamente Aguilar y su compañera, han pagado la rabia de la gente.

Los ciudadanos, sobre todo las clases más desfavorecidas, esperan que un partido socialista cumpla su función de tal. Y no de segundo partido en reserva de la derecha, al más añejo estilo del turnismo canovista. De haber cumplido su función, entonces seguro que nadie desde la izquierda, incluso desde sectores moderados, pero civilizados, se sentirá tentado de abuchear a ningún socialista, porque entre otras cosas, estará éste con los ciudadanos resolviendo sus problemas y no ayudando a los banqueros delincuentes para que no vaya a la cárcel, indultándolos, y claro, haciendo una política alejada de la que, hoy por hoy, es la misma del otro partido de la derecha. También, ante la situación de corrupción que nos asola a todos los niveles, se echa en falta la reivindicación de la condición republicana, que se le supone al partido socialista.

U. PLAZA