El jueves, 14, en Gerona, el responsable del saqueo sanitario catalán, Baudilio Ruiz (Boi como converso), fue increpado por los ciudadanos víctimas de sus decisiones políticas, al servicio de la sanidad privada y avanzadilla para la privatización definitiva de la misma, para convertirla en negocio de unos pocos. Vaya por delante que es rechazable todo tipo de violencia, y ni tan siquiera a un personaje tan odiado por la ciudadanía, como el saqueador de la sanidad, ni nadie, merece ningún tipo de agresión física, aunque sólo fuera por el hecho de que de esa manera se colocan a su altura, violenta.
Pero hay que comprender que ante la soberbia que exhiben los miembros de la banda de CiU, de saqueadores de lo público, la gente se indigne, y haya comportamientos a veces nada deseables, y por supuesto que no están en el ánimo de los indignados ciudadanos mayoritariamente. Pero una vez más se magnifican unos actos mientras se ocultan o minimizan otros, como ha hecho el alcalde de Gerona, de la misma banda que el saqueador, que ha dicho que ha habido violencia contra el tío Baudilio. Y uno se pregunta: ¿Qué entiende este hombre por violencia? Porque violencia es que nos despojen de la sanidad y lo hagan con criterios mercantiles para hacer negocios privados con la salud ciudadana.
Violencia es que se apalee a ciudadanos pacíficos, como hizo en la Plaza de Cataluña, el ultraderechista Felip Puig, otro compinche del sorprendido alcalde de Gerona, y que ha sido hasta denunciado por Amnistía Internacional, pero que en su violenta soberbia irascible de la derecha más extrema, el jefe de la porra se ha mantenido en sus trece, sin siquiera reconocer que se pasó en su celo represor, incluso dentro de los parámetros violentos utilizados por la derecha, dentro de una democracia formal, con la que a veces, tratan de guardar las formas.
Y semejantes palabras del alcalde derechista de Gerona han tenido un amplio eco en la prensa del pesebre, como ya ha sucedido tantas veces. Pero, sin embargo, no resaltan que la verdadera violencia no parte de los ciudadanos, sino de los que tienen el poder y lo utilizan; y lo hacen no para defender al ciudadano, que para eso ha puesto en sus manos los instrumentos, sino para defender sus privilegios, a pesar de que sólo han sido votados por un 22% de del electorado, cosa que ocultan todos los mercenarios pesebristas de su prensa. Y que con ese exiguo apoyo, están saqueando el patrimonio de todos, sea la Sanidad o la Enseñanza, así como la venta de hospitales públicos, y todo cuanto se les antoja si les sirve para el negocio. Eso sí es violencia. Eso es verdadera violencia, porque muchas personas morirán por falta de asistencia médica, por las decisiones mercantiles de este sujeto y sus recortes, al que el alcalde gerundense, dice que se le agredió.
Una vez más asistiremos al ritual de todos los partidos, que en lugar de limitarse a un rechazo de la violencia, si la hubo, volverán a hacer piña con el responsable del saqueo sanitario, como antes lo hicieron con el agresor de Interior, en lugar de pedir la dimisión de ambos y unirse con los que protestan, si es que de verdad están contra el expolio.
Una vez más aprovecharán un acto no deseado de una minoría, para solidarizarse con su casta, en lugar de hacerlo con los verdaderamente agredidos: los ciudadanos. Y una vez más quedará clara la postura de los privilegiados, que en realidad defiende sus intereses, sus posaderas, contra los que piden democracia y pueden poner en peligro sus prebendas, los ciudadanos indignados. Los mismos que están hartos de tanto ritual de guante blanco, teatral, viendo cómo se "oponen" al saqueo, cuando en realidad todos, mientras no den un paso efectivo en otra dirección, están en el mismo lado de la barrera: junto a los saqueadores. Ya vemos cómo el PSC se presta a apoyar las leyes expoliadoras, con la engañifa de "mejorarlas", en lugar de hacer un frente único para que se retiren. Y eso, también es a parte de engañar al ciudadano, violencia contra él.
Una vez más aprovecharán un acto no deseado de una minoría, para solidarizarse con su casta, en lugar de hacerlo con los verdaderamente agredidos: los ciudadanos. Y una vez más quedará clara la postura de los privilegiados, que en realidad defiende sus intereses, sus posaderas, contra los que piden democracia y pueden poner en peligro sus prebendas, los ciudadanos indignados. Los mismos que están hartos de tanto ritual de guante blanco, teatral, viendo cómo se "oponen" al saqueo, cuando en realidad todos, mientras no den un paso efectivo en otra dirección, están en el mismo lado de la barrera: junto a los saqueadores. Ya vemos cómo el PSC se presta a apoyar las leyes expoliadoras, con la engañifa de "mejorarlas", en lugar de hacer un frente único para que se retiren. Y eso, también es a parte de engañar al ciudadano, violencia contra él.
U. Plaza
No hay comentarios:
Publicar un comentario