Así van los controladores conducidos a punta de pistola. |
Gracias a la situación a la que se han visto abocados los controladores–sin duda contra su voluntad y forzados por su terrible situación– , hemos podido enterarnos de que en España existe un importante foco de esclavitud, propiciada y sostenida por el propio Estado, de lo más inhumano, y mucho peor que la que existen en algunos países, que con tanto énfasis critican algunas organizaciones, pero que guardan silencio de la situación de estos compatriotas, de los que nadie se acuerda.
Así nos lo ha hecho saber una desconsolada Merche Canaleja, del colectivo de controladores esclavos. Hay que reconocer que los esclavistas, han desarrollado sus malignas y explotadoras intenciones, en connivencia con el gobierno, de la forma más siniestra, retorcida y maquiavélica. Para sumir en la mayor degradante e ignominiosa situación a los esclavos, los esclavistas no han escatimado malévolos medios. De entrada lo han hecho por la vía del disimulo, casi clandestinamente. Y para que la civilizada Europa no se percate de la injusticia a la que están sometidos los esclavos controladores, ocultan que son apaleados a latigazos de unos 200.000 euros anuales, con lo que eso duele, y que empeora sustancialmente la situación de los esclavos, digamos, normales. Por ejemplo del resto de los trabajadores, expoliados por las medidas del gobierno. Los españoles, en nuestra ignorancia creíamos que ya esas prácticas de la esclavitud tan duras, que padece el colectivo de controladores sin piedad, habían desaparecido en nuestro país, y mira por donde las tenemos a nuestra vista. |
Una vez enterados de esta situación debemos exigir a quien corresponda, que intervenga la ONU, Amnistía Internacional y cuantos organismos internacionales de derechos humanos existan, que hasta ahora hacían caso omiso del sufrimiento de este colectivo marginado, dedicándose a tonterías como la pena de muerte, el maltrato a la mujer y a los niños, las torturas en Iraq y el genocidio por parte de Bush y sus acólitos de las Azores o Guantánamo y otras minucias, olvidándose de lo importante.
Un controlador llevado a la fuerza a las torres de control. |
Y visto este agravio comparativo, hay que decir que los cuatro millones de parados, dejen de hacerse las víctimas y de lagrimear, y de quejarse; los que están parados y cobran 800 euros al mes, o menos; el millón largo que pronto estarán sin ninguna ayuda por habérsela retirado el gobierno –siempre atento a las necesidades de los poderosos banqueros a los que sirven–, que no nos molesten más con sus pijaditatas. Y que los que están siendo desalojados de sus casas por los depredadores del capitalismo salvaje de los bancos por no poder hacer frente a la usura impuesta, que no nos den más la tabarra; que esos que cada día van a rebuscar entre la basura, duermen en la calle con frío o calor, y los que acuden con sus hijos a los comedores solidarios para poder hacer al menos una comida decente al día, que se dejen de tonterías imaginarias. Porque, si consideran que están mal, su situación no se parece en nada a la de los esclavos controladores. Y que no olviden esos desaprensivos, que sus situación puede empeorar. Basta con que se les aplique el mismo régimen de esclavitud que padecen los controladores, incluso con la amenaza de propinarle los mismos latigazos de 200.000 euros al año, con lo que sabrían lo que vale un peine. Sería terrible.
U. Plaza
2 comentarios:
Suscribo hasta la última palabra. Me gusta tu fina ironía.
Muy bueno; pero yo me aterraría con bastantes menos latigazos, digamos 50.000, aunque al final, no meto la mano en el fuego o sí, me volvería masoquista como estos controladores y querría más y más y mucho más.
Publicar un comentario