Los artistas, a lo largo de la Historia estuvieron al servicio de los poderosos como bufones del emperador y de la corte. Los más destacados los tenían a sus servicio casi siempre menospreciados y por la comida; muchos eran esclavos. Los grandes genios de la Humanidad estaban supeditados a los caprichos de aquellos reyes, casi siempre analfabetos en su totalidad. Tras la noche oscura de superstición y absoluta supeditación a las creencias religiosas, se sumió el mundo en la más absoluta idiotización religiosa, durante mil años tras el hundimiento del Mundo Antiguo.Al fin, poco a poco fue volviendo la razón y con ella el Renacimiento, recuperando la grandeza de aquel mundo perdido, con vistas hacia adelante con la razón y el humanismo.
Los artista recuperaron un lugar destacado, aunque siempre bajo la tutela de los poderosos, los únicos que podían pagar para disfrutar de esa luz civilizadora que es el arte. Algunos fueron protegidos por mecenas, ya fueran reyes o adinerados. Los tenían cerca para que los inmortalizaran con la pintura, los divirtieran con sus trovas y con su música, o fueran dejando huella de sus hazañas, convirtiendo en héroes para la posteridad, a los que muchas veces no era más que miserables mercenarios en las guerras, o simples fanáticos patanes sin luces.
Pero la llegada del desarrollo hizo que el arte se democratizara, haciendo posible que la gente del pueblo pudiera disfrutar, aunque sólo fuera en una pequeña parte de la maravilla de la música, la pintura, la poesía o la escena.
Pero eso también, como en tantas profesiones de la vida de hoy, se proletarizó, haciendo que en realidad los artistas se convirtieran en simples trabajadores del arte, como los demás, como otros lo son en sus oficios, sufriendo los mismos problemas, si no más, en muchas ocasiones, que los trabajadores de cualquier rama.
Por lo tanto, el hecho de que los artistas se hayan sumado a la Huelga General del 29 de septiembre, no debe antojársele raro a nadie, puesto que ellos, como la mayoría del resto de los trabajadores, y en este caso de todos los ciudadanos, por ser la democracia lo que está en juego, son agredidos por el gobierno. No es un "gesto de solidaridad" esnobista, sino un paso adelante en la defensa de sus intereses como parte del entramado social.
Porque el arte es fundamental para la vida. Sin él simplemente seríamos unos animales más. Es el arte lo que nos diferencia del mundo animal. Cuando uno lee un libro, escucha una sinfonía, contempla un cuadro o ve una película u obra de teatro, entre otras expresiones artísticas, se está elevando como ser humano. Y el artista sabe perfectamente que su arte carece se sentido sin el público. Son las dos caras de una misma moneda. Sólo los divos o inconscientes por su lejanía de la realidad, se pueden creer ser importantes sin contar con el receptor de sus arte.
En estos momentos de incertidumbre y agresión de los poderosos contra las clases laboriosas, contra la mayoría de los ciudadanos por los delincuentes organizados en todo el globo, hay que considerar con toda normalidad que estos trabajadores del arte, sigan defendiendo la libertad y los derechos de los ciudadanos, que también son los suyos.
U. Plaza
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