sábado, 3 de septiembre de 2011

EL CINISMO DE LOS SERVIDORES DE LOS RICOS

Ya es poco probable que nadie se extrañe ante el grado de cinismo  del  que son capaces de exhibir los servidores de los financieros. Pero a pesar del grado escandaloso al que han llegado, demuestran a cada paso que son capaces de superarse así mismos, sin que por ellos pase la menor sombra de rubor o vergüenza ante las mentiras utilizadas para justificarse.

José Blanco, jefe privilegiado de uno de los partidos de la derecha realmente gobernante, junto con su políticamente cadavérico jefe Zapatero,  ha dicho sin que se le escape la risa burlona por el atropello a los ciudadanos que le pagan su sueldo,  "que no hay tiempo para hacer una ley que permita subirle los impuestos a los millonarios". Y naturalmente, este aprendiz adelantado de neocon, se habrá quedado tan contento, sobre todo porque habrá dejado contentos a los que sirve, a esos millonarios que habrán confirmado que Blanco es de los suyos, de sus servidores, vamos, que los poderosos tampoco es que se proliferen en codeos con el servicio, más allá de lo estrictamente necesario para intereses.

Porque hay que ser cínico y falto del respeto al ciudadano para ser capaz de recurrir a semejante excusa, sin que se le alborote la neurona. 

Porque no hay tiempo para hacer una ley para que los grandes millonarios que con la crisis provocada por ellos cada día lo son más, y sin embargo corrieron a darles nuestros dineros a los banqueros, sin contar con los ciudadanos, en un tiempo récord; para eso si hubo tiempo, porque había que salvar–dijeron– el sistema financiero, es decir a los mismos que lo habían hundido, en lugar de meterlos en la cárcel, como la lógica demandaba. Pero era mejor dejar que se siguieran enriqueciendo tras el salvavidas de la lluvia de millones de dinero público, para que siguieran haciendo lo que hasta entonces. No había problema, todo era tan fácil como saquear la Sanidad  y la Enseñanza públicas, vendiéndonos la burra ciega de que "habíamos vivido por encima de nuestra posibilidades": un robo  y con  alevosía.

Como tampoco les ha faltado tiempos a los dos partidos de la derecha española,  para confabularse para dar un golpe palaciego, cambiar algún aspecto de la Constitución que más favorece a los que Pepiño Blanco no tiene tiempo de subirle los impuestos,  cuando es un clamor que lo que se pide es que si hay que cambiar la Carta Magna, se haga con todas la consecuencias previo referéndum.  


Pero para algo tan importante, como sí han tenido tiempo de soslayarle a los ciudadanos el derecho a pronunciarse, como ya se hizo en su día cuando se impidió que el pueblo español se pronunciara por el tipo de Estado que prefería. Entonces, los herederos de la dictadura, travestidos como se sabe en "demócrata de toda la vida", con el apoyo cómplice de no pocos que debieron haberse opuesto, nos lo colaron porque los poderes fácticos, esto es, el Ejército y la Iglesia, y claro los mismos que hoy imponen su ley, los financieros, lo impedirían. 


Pero esa excusa tan propagada entonces, hoy es sencillamente inaceptable por mucho que digan que es legal–y sin duda lo es porque las leyes las han hecho los mismos que ahora quieren seguir impidiendo que sea el pueblo quien decida–. El golpe palaciego se comprende porque obedece a la misma dinámica  servil de los dos partidos que sirven a los mismos amos. Pero que lleguen, como ha llegado José Blanco a insultar nuestra inteligencia con el argumento de "que no hay tiempo", es sencillamente comprobar hasta qué punto se ha degradado la casta política gobernante, hasta no tener en cuenta ni en disimular sus falsedades y continuas mentiras, con tal de seguir los lacayos del mundo financiero. 

U. Plaza




lunes, 1 de agosto de 2011

LA ÉTICA "SOLIDARIA" DEL CACHORRO DE LA DERECHA

Curiosa manera la que tiene la derecha, heredera de la dictadura, de entender la solidaridad. Porque si hay algún dinero bien empleado por el gobierno es el que ha dedicado a Somalia; aunque  sólo sea para poder sentirnos personas, y no alimañas indiferentes ante la tragedia de millones de personas que se mueren de hambre. Los  25 millones de euros para  paliar la miseria extrema en Somalia, aunque se haga, como sabemos, para quedar bien, bien destinados sean si con eso se logra salvar vidas, a veces in extremis

Pero los cavernícolas  señoritos de la derecha tratar de que millones de personas de tan castigadas tierras sufran algo menos de los que ya vienen haciéndolo, precisamente por la explotación a la que han sido sometidas por el colonialismo y el neocolonialismo durante décadas,  les parece un derroche de tontos

Sin embargo  en ningún momento han cuestionado, todo lo contrario, ni nuestra aventura en Iraq, decidida por el políglota edecán de Bush, ni  el enorme gasto que nos ocasiona la guerra de Afganistán para favorecer los negocios de las multinacionales del petróleo y el gas, además de estar perdiendo vidas.

Ni tampoco cuestiona esta derecha los miles de millones que les regalamos a la Iglesia todos los españoles, seamos o no católicos; ni el gasto enorme que nos costarán las vacaciones del jefe de esa Iglesia, para el  que  pondrán a su disposición todo tipo de lujos, protección y coberturas televisivas públicas. Lo que está siendo criticado por amplios sectores laicos, pero también por las comunidades católicas de base, que consideran con toda razón, un derroche innecesario, digno de mejor destino. Ni tampoco han cuestionado en ningún momento, todo lo contrario, el enorme gasto que constituye el mantenimiento de la monarquía. 

Nada de eso le parece al cachorro de la derecha pepera  importante, a pesar de los miles de millones que se destinan a ambas instituciones.  Sí que todos los españoles aportemos una ínfima parte del dinero necesario para achicar en lo posible los sufrimientos de muchas personas, con la demagogia ya utilizada por algunos de sus conmilitones, sin considerar el abismo que hay entre la situación de los millones de hambrientos y nosotros, a pesar de todo.  Y porque nuestra crisis la ha traído el salvaje saqueo por parte de los financieros, y que algo tendrán que ver también con la miseria  y la hambruna de los somalíes y otras zonas del llamado Tercer Mundo.   

También bastaría que los sueldos y prebendas de Sus Señorías, del Congreso, tan blindados ellos, en lo suyo,  se los rebajaran a la mitad; y hacer desaparecer el cementerio de elefantes que constituye el inútil Senado, para que nos ahorráramos mucho más dinero que el entregado para ayuda al Cuerno de África hambrienta. 

Pero es que las mentes primarias de estos señoritos de la derecha biempensante, y bienestante, que recibirán al jefe de la Iglesia sin reparar en gastos,  no saben de sufrimientos ajenos. Pero sí sabe utilizarlo para confundir a la gente con demagogia fácil de prender en una situación bastante candente por la situación de millones de españoles. Pero que sin embargo, no señalan a los culpables, más allá del gobierno, y por puro interés  de desgaste electoral.

U. Plaza

domingo, 31 de julio de 2011

LOS AGOREROS DEL 15-M

Los mercenarios al servicio del poder, ya sea en las corrosivas tertulias radiofónicas o de la basura televisiva cavernaria;  e incluso en algunas emisoras  que se presentan como progres para mejor engañar al los ciudadanos, montadas para difundir las ideas  de sus amos;  o en los medios de manipulación a su servicio, que como sabemos son la inmensa mayoría, desde el primer momento de la aparición del movimiento democrático 15-M, están certificando su defunción  o sentencia de muerte.

Al principio, es de suponer que algunos lo hacían por el puro despiste que les causó el hecho de que, sin participación de las castas política ni sindicales, beneficiarias del sistema corrupto y antidemocrático del que disfrutan, y que creían tener  controlado,  los ciudadanos respondieran a un llamamiento de anónimos indignados.

A pesar de eso los más militantes lacayos profesionales de las tertulias, un día sí y otro también, manifestaban haber viajado a Delfos cuyo oráculo les aseguraba, "sin ningún género de duda",  que los Indignados del 15 M no pasarían de 22 de mayo, fecha de las elecciones municipales y regionales. 

Algunos empujaban con sus consejos para  que fueran expulsados violentamente de las plazas, con el peregrino argumento de que interrumpían el normal desarrollo de la vida en la calle, y molestaba a los ciudadanos. Ese argumento es el que utilizó el violento e irascible conseller de Interior de la Generalitat, de Cataluña, Felip Puig, en un acto de irresponsabilidad antidemocrática, logrando que el movimiento, a partir de entonces un apoyo mayoritario de los ciudadanos, que a día de hoy se mantiene y se  incrementa.

A  pesar de que el movimiento de Indignados del 15-M, que piden Democracia Real Ya, vienen demostrando decisión y solidez, sobre todo a partir de las manifestaciones de 19 de junio en toda España, que sorprendió una vez más a todos por su éxito de convocatoria; y  del éxito de las concentraciones de Madrid a la que han acudido indignados de toda España, en pleno julio, y con propuestas ya elaboradas, los asalariados de la manipulación siguen con su  cruzada,  con  servil constancia, una y otra vez dan por acabado al  movimiento de indignados contra la caótica situación de desigualdad e injusticia que padece la población.

Y lo hacen de mil maneras. Ponen toda su fe en darle al movimiento consejos paternalistas con el mismo acierto y utilidad que los economistas  de la derecha a la hora de vaticinar la crisis económica. O  se convierten en cronistas que dicen observar cada paso y acción del 15-M, y afirman creer   que el movimiento se está extinguiendo. Incluso los hay que dicen apoyar los objetivos del 15-M en sus artículos periodísticos, pero que encuentran deficiencias en él. Por lo que, de una forma más fina, más sutil, en realidad también contribuyen al objetivo común del poder: desacreditar el movimiento, aduciendo que sus objetivos son loables, pero inalcanzables, cuando no innecesarios, ya que–dicen–hay algún partido que han recogido el guante y está dispuesto a defender algunas de las propuestas. Eso sí, siguen sin explicar por qué no las ha llevado ya al parlamento, ni ha dado un paso desde el gobierno.

Nada es nuevo. El poder utiliza diversas formas para liquidar aquello que puede  crearle problemas,  y más si de lo que se trata es de un movimiento democrático que pone en cuestión sus abusos. Y cuando no lo logra por la vía del enterramiento inmediato,  con la represión directa,  utiliza otros métodos, a veces que hasta  parece fuego amigo

El problema para el poder con el movimiento 15-M  es que no se trata de algo artificial. No responde a los deseos de unos iluminados que de pronto deciden  ponerse en marcha como si de un juego se tratara. Sino de que los problemas que sufre la población por el saqueo a que está sometida por  los poderes financieros, a los que sirve el poder político, son reales. Y que si lograran, por la vía que fuera, que el movimiento dejara de existir, resurgiría una y otra vez. 

Así que, aunque  los cruzados contra el 15-M, o contra cualquier otro movimiento que surgiera,  los agoreros, incluidos   bienintencionados consejeros, traten de confundir, la realidad objetiva de un poder injusto y antidemocrático, que le ha robado el pasado a muchos ciudadanos que perdieron la juventud luchando contra la dictadura, volverá una y otra vez; porque sigue  empañado en robarle también el futuro a la inmensa mayoría de la juventud. Y ésta, por propia supervivencia, está obligada a hacerle frente,  a no  permitírselo. 

U. Plaza

sábado, 30 de julio de 2011

ENTRE PATRIOTAS

Pocas dudas caben de que Cataluña es una tierra con el mayor número de patriotas por metro cuadrado. Y menos duda cabe aún de que el patriotismo de estos indiscutibles patriotas lo son por sus relaciones y vinculación financiera, y que cada uno de estos patriotas lo son en función del grosor de su cuenta corriente. El patriota Pujol fue el primero en preocuparse de la patria,  fer país lo llamaba el Molt Honorable y lo demostró como sabemos con  Banca Catalana. Todo un ejercicio patriótico. 

Pero los patriotas son de todo pelaje y a diversos niveles y responsabilidades,  a pesar de lo cual, siempre como denominador común,  está la cuestión del vellocino  de oro, sin el cual el patriotismo pierde mucho como se sabe.

Sin pretensión de ser exhaustivo ni mucho menos, referiremos algunos de los más destacados patriotas que nos han ido deleitando a lo largo de los años con sus gestos y acciones de altruismo patriótico, digno de estar grabado en letras de oro–nunca mejor dicho– en el escudo o el frontispicio de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona, al mismo tiempo, y porqué no, de todas las instituciones patrióticas.

Uno de los ejemplos de patriotismo más significativo lo pusieron en escena dos de los patriotas más notorios en aquel debate del  tres por ciento, cuando el patriota Maragall le reprochaba su exceso  de patriotismo a Artur Mas. Fue tan sabroso   dicho debate que ambos patriotas tuvieron que ajustar sus niveles efusivos de patriotismo, para que ni uno ni otro se sintiera agraviado por el exceso de patriotismo del contrario. ¡Todo un ejemplo de solidaridad, de patriotismo solidario!

Llegando a la conclusión en esa conversación entre tal excelsos patriotas, de que todo se podía arreglar entre ambos patriotas, para que todo se pudiera controlar, sin necesidad de sacar trapos sucios que, pensándolo bien, sólo perjudicaría al patriotismo mismo. Porque dicho patriotismo, como los antiguos dioses, cambiaban de forma y se transformaban en números con muchos ceros, que mareaban. Y no era caso de molestar al pueblo en semejantes menesteres, propios de entendidos patriotas, ajenos a los que no lo son y por tanto no lo comprenden.

También, el izquierdista Àngel Colom i Colom (seis alas), antiguo jefe de ERC, y que tras el fiasco de la aventura–la ocurrencia– del patriota Partido de la Independencia, viéndose ahogado en deudas patrióticas, se despertó súbitamente del sueño y comprobó la realidad: que el partido que hasta entonces se suponía era su contrincante, la derecha pura y dura, de CiU, era en realidad el más patriótico y que por tanto le podía solucionar sus patrióticos problemas financieros, y se afilió a él como un verdadero y sin fisuras patriota, partidario del, ahora, partido de la derecha.

Para ello, qué mejor que recurrir a uno de los agentes más patrióticos y de fiar, como  el patriota Félix Millet, –como sabemos por su patriótica actuación en la dirección del Palau–, que con todo el patriotismo que lo caracteriza, y sin duda con alguna consultita  patriótica a algún destacado despacho patriota mayor, le solucionó el patriota problema, con dinero patriota, al parecer, del Palau de la Música Catalana. Pero, ¿que mejor provecho se le podía dar al dinero del Templo de la Cultura Catalana que dárselo al patriota Àngel Colom  i Colom, para que lo empleara en obra tan patriótica por los desvaríos contables de tan patriota personaje?

También en Santa Coloma, en la llamada Operación Pretoria, unos patriotas de primer orden, algunos antiguos consellers  del Molt Honorable patriota Jordi Pujol,  trataron de continuar fent país por la vía patriótica de, presuntamente, meter mano en la orza de la patriótica  manteca. Y la guardia civil tuvo la osadía de mostrarlos esposados ante la opinión pública–como hacen con todos los que son conducidos ante los tribunales–sin tener la delicadeza de tratarlos como los patriotas que son. Semejante actitud fue afeada y criticada, con razón, por toda una recua de patriotas de todo pelaje,  prensa patriótica incluida, con el patriota argumento de que aquello era una afrenta a tan patriotas personajes representantes de nuestra patria:  "una condena de telediario, dijeron visiblemente molestos. Y hasta el propio patriota y Molt Honorable Jordi Pujol, como no podía ser de otra manera entre patriotas, se solidarizó con ellos, con un patriota gesto de reconocimiento patriótico de amistad.

El superpatriota Joan Laporta, ha sido denunciado por el Fútbol Club Barcelona, patriota en sí mismo dicho club por, al parecer, algunas irregularidades patrióticas, que según dicen, son del orden  de varias decenas de patrióticos millones de euros. Parece que el Club patriótico por excelencia de Cataluña, en una pérdida del sentido patriótico de la situación, en lugar de optar por la vía patriótica del tres por ciento de Maragall-Mas, lo ha hecho por la de exigir el dinero de forma tan poco patriótica de llevarlo a los tribunales. Por lo que nos hemos enterado de algunas cosillas de forma innecesaria; ya que de una forma discreta se resuelven los problemas  mucho mejor en el campo patriota  como, por otra parte, viene haciéndose desde siempre. Por lo que en el lago patriota las aguas siempre están tranquilas, aunque como es obvio, un centímetro más abajo, las mismas sean pestilentes. Pero el patriotismo solidario ayuda a perfumarlas, y a que pase desapercibido el hedor. Porque el patriotismo es la verdadera seña de identidad y el que aporta grandes dividendos a los patriotas.


Los patriotas Josep Núñez i Navarro, y su cachorro, con otros cuantos más, defraudaron a Hacienda, con la patriótica idea de fer país por la vía de defraudar al Fisco, que parece ser una tareas muy patriótica, pero que el Tribunal, poco dado al patriotismo no lo ha entendido así. Por lo que, ¡20 años después de los hechos! los han condenado a diversas penas de prisión.  Y sin tener en cuenta el dicho  Tribunal la personalidad patriótica de los condenados, por lo que se nos antoja una falta de consideración de dicho Tribunal  al patriótico comportamiento tan habitual de estos y otros patriotas, que los catalanes tanto hemos de agradecerles; siempre y sin descanso, pensando en hacer país, fer país

Que la manera de hacerlo coincida con el crecimiento de sus cuentas corrientes, no es más que pura coincidencia. Los patriotas siempre se salvan porque sus desvelos van dirigidos a hacer patria. Y cualquier otro pretexto para atacar el patriotismo de tan destacados representantes de los patriotas catalanes, es pura envidia de quienes no sienten la patria en sus corazones–que están muy cercanoa al bolsillo de sus carteras–como lo sienten nuestros insignes patriotas.

Sin ninguna duda, Cataluña, nuestra querida patria, es la que más patriotas posee por metro cuadrado. ¿Qué digo por metro cuadrado?  ¡Por centímetro cuadrado! Basta ver los patrióticos deseos de privatizar la Sanidad y la Enseñanzas públicas, con el patriótico deseo de ayudar financieramente a otros patriotas para continuar fent país, que como sabemos, se trata sólo del de ellos, del país de los patriotas. ¿Que por hacer semejantes negocios patriotas mueran gentes por no poder ser atendidas? Eso no es importante ya que sin duda se tratará de enemigos de la patria. Y al contrario, será un acto más de patriotismo que los verdaderos patriotas–los amigos–lo agradecerán.

U. Plaza

miércoles, 27 de julio de 2011

LOS SINDICATOS

Los sindicatos de los trabajadores son instrumentos  imprescindibles para la defensas de sus intereses para combatir las agresiones de la patronal y de sus gobiernos, siempre dispuestos a aumentar los beneficios y explotación con el mínimo coste, sin importarles en las condiciones en que se deba trabajar. Lo importante para el capital son los resultados económicos, cuanto más mejor sin otras consideraciones. Así es el capitalismo.


Cuando los trabajadores han logrado que las condiciones mejoren, ya sea en los salarios, descanso o condiciones de salubridad, ha sido por la lucha sindical, a veces titánica, contra un poder muy superior a ellos, y con costes a veces muy altos, incluso con muchos años de cárcel, cuando no con sus propias vidas dejadas en en manos de los esbirros torturadores del capital en las comisarías, o con la represión en las luchas callejeras, ya que la patronal cuenta con todo el apoyo de sus gobiernos, que reprimen las protestas salvajemente  a la mínima que ven peligrar sus privilegios.

La fuerza de los trabajadores es la unidad. De ahí la conciencia de agruparse, de crear sindicatos cuando no existen,  o éstos  son amarillos al servicio del gobierno y la patronal. Y esa tarea la emprenden los trabajadores más avanzados socialmente, a veces en condiciones desalentadoras, enfrentándose a todo tipo de dificultades por la represión, hasta lograr una organización propia, por incipiente que ésta sea, que cumpla la función de sindicatos, incluso en condiciones adversas, en la clandestinidad.

Así sucedía durante la dictadura fascista de Franco. La creación del sindicato vertical por la dictadura, en el que se integraban en él por decisión del régimen, además del aparato represivo falangista que lo dirigía,  la patronal y los trabajadores, con la absurda idea de abolir–decían los teóricos del fascismo– la lucha de clases. Los trabajadores, que la dictadura  convirtió en productores, nunca se sintieron representados  en aquel tinglado. Por eso lucharon para crear las condiciones que les permitiera organizar  un sindicato que respondiera a sus intereses de clase. En  un principio fue con luchas aisladas, por empresas o sectores, ateniéndose a las condiciones de cada lugar, y organizando comisiones para discutir con la patronal,  culminando al final en la creación permanente de comisiones de obreros: Comisiones Obreras.


Aquel sindicato nació con vocación unitaria, ya que no existía ningún otro con su influencia–UGT estaba tan ausente de la lucha como lo estaba en el terreno político su hermano PSOE–. Y se creó como "Sindicato Unitario, Sociopolítico de nuevo tipo", para diferenciarlo de los antiguos sindicatos que habían sido correas de transmisión de los partidos. 


Fue la agrupación de trabajadores que más hizo por las reivindicaciones de los derechos laborales y por las conquista de las libertades. Movilizaba a millones de trabajadores por sus derechos a todos los niveles, a pesar de su ilegalidad. Fue la mejor experiencia de aquellos años en que todo el mundo reconocía a Comisiones Obreras como la fuerza sindical y social más combativa contra la dictadura y por los derechos de los trabajadores, como fuerza social efectiva, es decir como una organización sindical, pero estando presente en todos los ámbitos de la vida social.


Tras la llegada del posfranquismo, y durante bastante tiempo, Comisiones, ya como sindicato, que muy a pesar de sus dirigentes de entonces, como Marcelino Camacho no fue posible la unidad, porque UGT necesitaba organizarse para recuperarse de la inactividad durante toda la dictadura, jugó papeles importantes. Pero fue entrando poco  poco en una suerte de burocracia gestora, que sus dirigentes, sobre todo tras la liquidación de Marcelino Camacho– su forma de entender el sindicalismo y en su ética–, por los sectores encaramados a la dirección, con intereses que ya no se correspondían con los iniciales, que se fueron acomodando a negociar desde cómodas moquetas alejados de la realidad en los centros de trabajo. 


Se olvidaron, de hecho, de uno de los principales haberes de un sindicato obrero, que es la solidaridad; muchos sectores entraban en lucha y las burocracias sindicales, a lo más que llegaban era a una solidaridad testimonial, cuando no a condenar directamente "el aventurerismo" de los trabajadores en lucha.  Así muchos trabajadores se fueron alejando en la práctica del que había sido la fuerza sindical mayor y mejor organizada para la lucha durante años. 


Un sindicato ha de saber conjugar lucha y negociación. Ambas son fundamentales si se quiere eficacia. Si sólo se negocia, sin movilizar a los trabajadores, todo acaba con la imposición patronal, con ciertos retoques, si es que a ésta le interesa contentar a los negociadores, antes de que surjan otros más combativos. Y por contra, si sólo hay acción sin tener la claridad de que en toda lucha  hay que negociar, el esfuerzo de los trabajadores es ineficaz.


Comisiones, ya en perfecta sintonía con el sindicato reformista UGT, y reformista él mismo, se ha olvidado por la comodidad de sus principales dirigentes, alejados del mundo del trabajo y recluidos en despachos, se ha dedicado más a considerar el sindicato un fin en sí mismo, olvidando cuál es su cometido: la defensa de los trabajadores utilizando ambos conceptos de lucha y negociación. Pero también estando cerca de ellos asesorándolos para futuras luchas que necesariamente habrán de aparecer.


Tanto se han ido  alejando de la realidad los sindicatos, que cuando han querido hacer una acción de envergadura, más para justificar su propia existencia que como reivindicativa, que los trabajadores no responden con la decisión que requiere la lucha. Han perdido la confianza en unas organizaciones burocratizadas y sin nervio. Y cuando se convoca una huelga general, aparte de ser ineficaz, porque la patronal sabe que no tendrá continuidad, crea un estado de frustración entre los trabajadores al comprobar que "la jornada de lucha", se acaba en sí misma. 


Es un círculo vicioso: los sindicatos no pueden extender  las luchas  porque saben que los trabajador no los seguirán, y los trabajadores no creen que esos sindicatos deseen en realidad una lucha que se salga de los "correcto", y tácitamente pactado entre bambalinas con la patronal y el gobierno, como sindicato reformista, incapaz de alterar el pulso del sistema.


Así que muchos trabajadores se lanzan a la lucha sin contar con los sindicatos llamados mayoritarios, cuando no con su oposición. El nacimiento del movimiento 15-M de Indignados que piden Democracia Real Ya, hay que encuadrarla en este marco, ante la falta de verdaderos partidos políticos que defiendan los intereses populares, pero también de la ausencia de sindicatos dispuestos a luchar por ellos y a encabezar las luchas. 


La ausencia de los sindicatos en las movilizaciones de los Indignados, es clamorosa, y demuestra que no han entendido nada al querer ignorarlos en lugar de unirse a ellos, y esperan   ver si su aparición  es un sarpullido, un sarampión que pasa pronto,   y vuelva todo a ser como antes, sin alterar su tranquilidad negociadora y claudicante ante la patronal y su gobierno.


La actitud que los sindicatos están tomando ante el mayor saqueo de la historia de lo público, sobre todo el expolio de la Sanidad y la Enseñanza en Cataluña, sólo se puede calificar de sumisión a los intereses de la casta de depredadores, negociando siempre al gusto de los saqueadores. Y a lo más que llegan es a modificar, –o así tratan de venderlo–, algunas de las agresiones patronales y del Govern de CiU ya previamente escandalosas, para decir que "algo se ha logrado". Aunque hagan lo que jamás un sindicato que responda a los intereses de los trabajadores, debe hacer: negociar a la baja, aceptando la derrota de antemano, por la vía de la claudicación, como se está haciendo en los hospitales de Cataluña donde pueden;  y presentar la derrota como un triunfo, que más parece una forma vergonzante de salvarse ellos. Si la patronal y su gobierno saqueador  de lo público consiguen sus propósitos, porque los trabajadores no hayan logrado vencer, que no sea con el beneplácitos sindical como está ocurriendo. Una derrota necesariamente no ha de ser vergonzosa. El entreguismo, la claudicación, cuando no la colaboración, sí lo es.


Es evidente que históricamente estos sindicatos están caducos. Y de que es necesario, una vez más, que los trabajadores se doten de organizaciones sindicales que de verdad los representen. En estos momentos los sindicatos mayoritarios, los que cuentan con el favor mutuo de los poderes, no sólo no son eficaces para la defensa de los trabajadores, sino que constituyen el mayor obstáculo para el resurgir de verdaderas organizaciones sindicales combativas.


Su creación debe ser una tarea fundamental. Por el hecho de que los sindicatos que hoy se plegan a los deseos de la patronal, claudicando y dimitiendo de sus verdaderas responsabilidades, no debe crearse en el seno de la clase trabajadora la idea de que todos son iguales. Ese es el deseo de la patronal, que los trabajadores carezcan de instrumentos de defensa, y la que mejor les va es el desafecto al deseo de organizarse, y que asuman su derrota antes de de iniciar la lucha.


Lo que sí hay que hacer es que las organizaciones sindicales que se creen, se doten de instrumentos democráticos que eviten situaciones burocráticas y de dominio de unos cuantos dirigentes como pasa ahora. Pero sin sindicatos, sin la agrupación de intereses de los trabajadores explotados, sin su plena solidaridad, la lucha se hace muy difícil, por no decir imposible. La historia del movimiento obrero nos lo enseña machaconamente, una y otra vez.


Lo estamos viendo en este momento, cuando los trabajadores carecen de esos instrumentos eficaces, habiendo como hay motivos más que nunca para la lucha, no sólo obrera, sino en general por afectar el latrocinio a la inmensa mayoría. Y, aunque hay que partir casi de cero, con acciones casi voluntariosas para organizarla en cada centro de trabajo, en cada sector, no hay otro camino.  Es el momento de tomar conciencia de que, a pesar de las derrotas, la lucha es muy larga y hay que aprender de ella para organizar la defensa de los trabajadores. Y hoy, el termino "trabajador" es tan amplio como la misma sociedad, siendo la inmensa mayoría de los ciudadanos susceptible de encuadrarse en él, por ser víctima de las agresiones del gobiernos y de las patronales.


U. Plaza










lunes, 25 de julio de 2011

EL MOVIMIENTO 15-M, Y LOS "TREPAS"

Una de las mayores virtudes que tiene que movimiento del 15-M es su absoluta y total  trasparencia a la hora de las discusiones, tanto en las asambleas como en las comisiones. En ellas pueden participar todos los ciudadanos que lo deseen sin otra representación que la propia, habiéndose  convertido el movimiento  en el único foro de discusión verdaderamente democrático de toda España. Y eso lo percibe el ciudadano que asiste a las discusiones, sobre todo cuando ve que en todos los foros políticos institucionales,  la discusión y el debate es puro teatro, además de estar encorsetados  en reglamentos que sólo sirven para que los de siempre, los beneficiarios del sistemas, saquen adelante sus intereses de grupo con apariencia democrática.

La total libertad del ciudadano para expresarse, y la no existencia de líderes, que no de dirigentes, que sí los hay, aunque sean rotativos y cambiantes en función del tema que se discute, es lo que hace que el movimiento arraigue y pueda avanzar, junto con la decidida voluntad de defender un programa de mínimos, horizontal, susceptible de englobar los intereses de la inmensa mayoría de la población, víctima del poder plutocrático, y de sus servidores políticos.

Pero al mismo tiempo no se debe caer en la ingenuidad de que los poderes oligárquicos que ordenan el saqueo de lo público,  se vayan a quedar quietos; van intentar reventar de diversas maneras el movimiento reivindicativo. El primer intento fue–y seguirá siéndolo–,  el represivo. Y buscarán la ocasión para ello, como ya lo hizo el ultra Pelip Puig en su irracional y primaria acción represiva en la Plaza de Cataluña. Y también  con la utilización de los medios de manipulación intentando desprestigiarlo como un movimiento violento.

Pero precisamente porque el cariz pacífico y democrático de la lucha ciudadana les crea dificultades  para la represión violenta, intentarán otros más sutiles y que creen les serán mucho más eficaces, como es la infiltración de algunos elementos, con pretensiones de líderes. Podrán venir directamente de parte de los poderes a todos los niveles–sobre todo de los ayuntamientos–,  como representantes de algunas asociaciones vecinales dominadas hasta ahora por aquellos, a los que en definitiva defienden, con algún matiz discrepante, para justificar su existencia, y que de pronto descubren la bondad del M-15,  y se adhieren de forma entusiasta, aunque durante  todo el tiempo transcurrido desde su nacimiento no se hayan preocupado  de sus existencia.

Y sobre todo podrán aparecer algunos oportunistas de algunos partidos, que han fracasado en su intentos de trepar a la política, que tratarán de hacerse un hueco. Son de fácil reconocimiento porque sus intereses son opuestos al verdadero proyecto del 15-M; tienen prisa en ser reconocidos cómo líderes y se conocen por los defectos que traen de sus partidos, defendiendo en realidad las propuestas partidistas,  y como muy enteraos.

Suelen prodigarse en largas y tediosas verborreas mitineras, mostrando una supuesta experiencia de largas lucha, que aseguran tener a cada paso, y que casi siempre se aparta del interés y el orden de la asamblea; y acaparando cuanto más tiempo mejor los tiempos en las  mismas, con exhibiciones de sus supuestos conocimientos, que dan por descontado que los demás ignoran, para intentar ganar adictos creyendo que de esta forma alcanzarán mejor el liderazgo,  y que todo el mundo los tendrá en cuanta. 

Son muy peligrosos para la estabilidad y desarrollo del movimiento y de la lucha democrática, porque al introducir temas que en lugar de unificar criterios, los dispersa, crean malestar al propiciar discusiones estériles, por una parte; pero también porque otros ciudadanos que asisten a las asambleas   con sus criterios, pero que se los guardan respetuosos, precisamente para no distorsionar el espíritu unitario, pueden estar tentados de responder ante semejante   manipulación. Con  lo que la discusión se aparta de los objetivos, y los enemigos del 15-M,  logran lo que de verdad los ha llevado a participar: su liquidación por la vía de que muchos participantes no vean reflejadas sus reivindicaciones, sino las discusiones o exposiciones políticas de algún partido, y abandonen.

Es una táctica muy  recurrente, sobre todo entre los llamados partidos que hasta hace poco eran considerados de la izquierda, que están acomodados con sus prebendas y alejados de la realidad de la calle, y son conscientes de que el 15-M es un obstáculo para su tranquilidad. Y lo más que desean es que fracase. Son la mismas tácticas usadas a la hora del desmantelamiento de los movimientos vecinales, que la mayoría quedaron ineficaces en los años 80. Algunos de ellos siguen viviendo de aquellas rentas. Y no hay que descartar que incluso algunos de esos ambiciosos trepas, motu proprio, vean en el movimiento la oportunidad de lograr lo que no han conseguido en sus partidos. Si no se detecta y corrige este intento, se podrán tener serios problemas

U. Plaza

domingo, 24 de julio de 2011

CARO CHANTAJE POR UN CADÁVER POLÍTICO

El precio que el gobierno pagará al partido-chantaje de CiU por su apoyo, entre otras muchas cosas, son la entrega de decenas de edificios de la Seguridad Social en manos del gobierno hasta ahora. En sí mismo no es que este hecho pueda considerarse ni bueno ni malo, si de lo que se tratara fuera de hacer funcionar mejor el sistema público de sanitario. 


Pero es que se trata de todo lo contrario, teniendo en cuenta los proyectos saqueadores   de la Sanidad Pública por parte de la banda de CiU en pro de la los negocios de sanidad privada–ahora cogidos de la manita de la cúpula del PSC–, lo que ha hecho el gobierno es comprar el apoyo de CiU; pero no para la mejora de nada de lo público, ya que jamás la derecha catalana–ahora ya ultraderecha descarada– jamás se siente solidaria con nada que no repercuta en sus negocios, sino para que de esta forma los expoliadores dispongan de un  montón de patrimonio, en forma de edificios, de los que antes no disponían, para hacer caja, privatizándolos, con lo que el gobierno ha hecho un pan como unas tortas con lo que es de todos, dándonos una patada en nuestro trasero, pagando muy caro el apoyo de los saqueadores de CiU para su efímera estabilidad como gobierno, en coma y en la UCI. 


Esto es posible, siempre como consecuencia de la falta de una ley electoral democrática, que de haberla, los partidos-chantaje, dedicados al mercantilismo de sus intereses de clanes  no pintarían nada en el teatro político nacional,  por su escaso 3 ó 4 por ciento de votos en el caso catalán, y del uno por ciento, o menos en el vasco.


Pero es que en este caso aún es mucho más relevante, teniendo en cuenta que de lo que se trata es de sostener unos meses a un gobierno por el que ya doblan las campanas. Y no se nos escapa que en el paso adelante dado por de PSC,  para apoyar  el saqueo de sus camaradas de CiU, quitándose la careta de la confusión y el disimulo, algo habrá tenido que ver también con la asistencia, en su lecho de muerte, al gobierno. Rodríguez Zapatero se ha convertido a un tiempo en cadáver político, y en sepulturero de su partido, o por lo menos lo ha dejado a punto de recibir la extrema unción, que veremos hasta cuándo le dura la enfermedad en la travesía del desierto. 


U. Plaza