martes, 30 de noviembre de 2010

DE NUEVO, EL MENSAJERO ES EL CULPABLE



El cabreo que la Hilaria Clinton ha mostrado por las revelaciones hechas por Wikilearks, y que no se le ocurre otra cosa que culpar al mensajero, diciendo que es un ataque a la comunidad internacional cuando en realidad ha sido la mejor contribución al conocimiento de los ciudadanos, engañados por su gobernantes, que bajo la apariencia de respetables dirigentes democráticos, en sus salones deslumbrantes, no son más que los desechos de las apestosas cloacas. 

Es importante que Wikileaks haya sacado a la luz las sucias prácticas de estos sujetos para el conocimiento de la opinión pública y que ésta sepa la clase de ganao que decide sus destinos, y la bajeza moral que los envuelve; y que bajo la apariencia de gobernantes preocupados por los destinos del mundo, quede al descubierto que en realidad cualquier banda de matones y maleducados que se pueden encontrar en cualquier parte, son mucho más educados, y por supuesto menos peligrosos para los habitantes del planeta, que esta fauna de caros  empleados políticos que se creen inmunes y por encima de los que les pagan el sueldo. 

Ya han puesto a funcionar la maquinaria, no como debiera ser, para corregir sus inmorales actuaciones y limpiar las cloacas, sino para perseguir a los que han hecho posible que la opinión pública conozca sus indecorosas practicas barriobajeras y mafiosas. 

El que se espíe a otros gobernantes, al secretario general de la ONU, entre ellos; que se trate, como parece ha sucedido en España de evitar que se haga justicia por el asesinato de Couso, y tantas y tantas maniobras, eso no es lo importante; lo grave es que se sepa, que la gente conozca de sus vergonzosas actuaciones. Por eso ya la poderosa maquinaria de propaganda, con el pretexto de que pone en peligro la seguridad de los Estados, van a perseguir a los mensajeros, e incluso habrá legión de periodistas de cámara se se prestarán a ello, como ya se constata en las tertulias;  de entrada descalifican a los que han hecho posible las revelaciones, calificándolo de chafardeo y no periodismo; pero sabiendo que semejante bajeza desinformativa no cuela por burda, enseguida han pasado a calificar de "poco importante" la información. Es  la maquinaria del Gran Hermano puesta al servicio de las oscuras  prácticas de ese Poder, que contra toda lógica se sigue llamando democracia. Poder que cada día se demuestra que no sólo miente y organiza todo tipo de  guerras injustificadas, para expoliar a los pueblos, sin importarle el sufrimiento de millones de persona; apoyan masacres y violan todo tipo de leyes, sino que además entre ellos son verdaderas hienas despellejándose. 

Enhorabuena a los que lo han hecho posible. Los delincuentes no son los mensajeros, sino los que perpetran los delitos. Y la Hilaria, como subjefa del Imperio, lo sabe. Sabe que no es un ataque a la estabilidad internacional, como ha dicho, sino un poco de aire fresco en la putrefacta  cloaca que rige los destinos del mundo, sacando sus desvergüenzas al sol.

U. Plaza

lunes, 29 de noviembre de 2010

PSC: PERSISTIENDO EN EL ERROR

La debacle del PSC, contrariamente a lo que pueda parecer, no es tal; o mejor dicho no es nueva. En realidad el PSC nunca ganó una elecciones catalanas. Y en las que se acaban de celebrar, si bien ha tenido unos pésimos resultados, era más de lo mismo, sólo que al estar en el gobierno eso lo hace mucho más visible y doloroso para sus dirigentes.

Pero desde que hay libertades políticas jamás el PSC ha sabido ocupar su espacio, que debiera haber sido el socialista. Pero en su seno conviven–es un decir–los socialistas con los nacionalistas; y aunque éstos no representan a nadie, o se representan a ellos mismos, en la dirección, a varios niveles del organigrama, tienen un inmenso poder e imponen sus tesis, que son perfectamente intercambiables con el otro gran partido de la derecha nacionalista, CIU, como hemos podido sufrir en las dos legislatura del Tripartito, más incluso en la última.

EL PSC, por su propios orígenes, cuando el PSOE permitió que una amalgama de sectores de la burguesía se hicieran con el reciente inventado partido, y por la debilidad en Cataluña del PSOE, hizo que en lugar de crear un partido socialista parieran una especie de híbrido. El invento originario podría haber ilusionado a algunos, pensando que  de esa forma podrían abarcar a un electorado más amplio, con sectores de la burguesía progresista de aquel momento, que hasta se sentía feliz llamándose socialista. 

La idea no estaba mal para una socialdemocracia inexistente, mucha de ella con orígenes del propio franquismo,  que trataba de liquidar lo que quedaba de izquierda en el único partido que había luchado contra la dictadura, y con influencia entre la clase obrera. Presentarse como partido socialista y al mismo tiempo llegar a otros sectores  de la burguesía que nunca votarían al PSUC, era un objetivo perfecto sobre el papel. Para eso profundizaron en los aspectos más nacionalistas y perversos de éste, convirtiendo en la práctica todas sus actuaciones en un partido más de la derecha nacionalista, salvo cuando llegaban una elecciones, que durante quince días colocaban un engañoso tinte rojo–también es un decir–trayendo a los dirigentes del PSOE para que les ayudara a vender la mercancía a los sectores olvidados de los trabajadores, entre campañas electorales. 

Elección tras elección nunca lograban ganar unas lecciones catalanas. Sin embargo cuando eran las generales, cuando los ciudadanos catalanes debían votar al PSOE, era otra cosa. Entonces todas las elecciones las ganaban. No ellos, sino el PSOE, aunque los nacionalistas del PSC sacaran pecho y tuvieran la tentación de exigir un grupo parlamentario diferenciado en el Congreso, haciendo abstracción, o de forma oportunista, de que los diputados catalanes no lo eran por ser del PSC, sino del PSOE.

Pero a pesar de lo tozuda que es la realidad, el PSC, por esa sinrazón de mantener el híbrido, no ser ni una cosa ni la otra, ha ido perdiendo todas las elecciones. Y si llegó al gobierno, fue por el encaje de bolillos anti natura –con los aventureros del ERC, que venció la balanza por oportunismo, ya que la tentación de irse con sus hermanos mayores de CiU, persiste siempre–, llevado a cabo primero por el nacionalista  Maragall y después, en un intento de ilusionar a los votantes de izquierda y charnegos, con Montilla. 

No habían ganado las elecciones, pero habían tenido buenos resultados.  Accedieron a la presidencia de la Generalitat. Pero en lugar de mostrar ante su electorado la cara socialista, sin duda mayoritaria entre éste, mostraron la nacionalista hasta la irracionalidad, para contentar a los de ERC, y en menor medida a ese otro híbrido IC, nacido tras la demolición del PSUC, y ocupados sus cargos por los que la gente llama ecopijos.

Elaboraron leyes incompresibles que sólo aumentaba el enfado de su electorado. Y aunque unos días antes de las elecciones repudiaron el Tripartito, que se mostró como un gallinero donde cada uno hacía la política que le convenía a su tribu, ya no estaban a tiempo de convencer de sus bondades por más que cambiaran el discurso. La gente se le puede engañar, pero no eternamente. Y han vuelto a donde estaban: a su eterna oposición. 

Porque, aunque CiU, por el efecto que ha tenido el hundimiento de ERC, que muchos de sus votantes le han votado al partido de la derecha,  y haya tenido buenos resultados, no hay que olvidar que el PSOE en las generales, obtiene más de 1.600.000 votos, muy por encima de los   de CiU. Y que el efecto multiplicador y la ley electoral le hubiera otorgado la mayoría absoluta a un PSC socialista y volcado en su natural electorado, que en lugar de quedarse en casa manifestando su cabreo, hubiera ido a votar para evitar la llegada de la derecha al gobierno. Pero esos votante saben que durante estos años, el PSC ha sido una CiU-bis,  sino  la ha empeorado por la dependencia de ERC. Así que poco importaba si iban a hacer una política parecida a la pujoliana. Cataluña es mayoritariamente de izquierdas y jamás ganaría unas elecciones la derecha con un partido socialista que ejerciera de tal.

Pero a pesar de que estos datos son más que conocidos desde hace tres décadas, no corrigen el tiro y persisten en el el error, en el híbrido que sólo sirve para alimentar una suerte de partido en el que una derecha nacionalista se mantiene en él, haciendo imposible que sea lo que dice ser, un partido socialista que ilusione a los sectores de izquierda y populares; y que dirija sus actuaciones políticas hacia ellos, no pretendiendo, como hasta ahora, contentar al sector nacionalista, que nunca lo votarán masivamente, los únicos que le ven como socialista, como sí lo harían los que votan en las generales al PSOE. Pero para eso este partido, que cuadrando el círculo dice ser socialista y catalanista, debiera deshacerse de semejante dislate, y ser simplemente un partido socialista, catalán en este caso. 

Si tras la debacle, el sector socialista que cohabita en la dirección del partido se hiciera esta reflexión; si empezaran a recomponer, por no decir a crear el partido socialista, sin veleidades nacionalista; se ocuparan de verdad de aquellos que los pueden aupar al gobierno, en las próximas elecciones llegarían al poder. Pero no lo harán porque el sector de la derecha nacionalista sigue dominando, a pesar de que por razones oportunistas permitieron que un charnego  converso ocupara la dirección. 

Y la cosa no es baladí. Porque no se trata sólo de las elecciones a la Generalitat; está en juego la Alcaldía de Barcelona, que muy probablemente caiga en manos de CiU, que será tan catastrófico o más que la perdida de la Generalitat que nunca tuvieron por derecho propio. Barcelona es muy importante. Y ya sabemos lo que representa la conquista por la derecha de la Comunidad y del Ayuntamiento. Madrid está como espejo donde ya ni se recuerda desde cuándo. 

Pero a pesar de que todo esto es sabido, en realidad, es fácil apostar a que lo que harán los dirigentes del PSC, será remar en sentido contrario: ir más hacia el "soberanismo" o nacionalismo, exigir grupo parlamentario en Madrid como forma de afirmar su independencia, desligarse del PSOE para visualizarla, hacerse más nacionalista, hasta las próximas elecciones en que pedirán la ayuda del PSOE para ver si en unos días mueven el voto obrero, y así, de soberanismo en soberanismo, hasta la siguiente derrota. Es la norma del PSC.

U. Plaza




domingo, 28 de noviembre de 2010

EL AYATOLÁ MONTILLA

 



Si las declaraciones que ha hecho José Montilla sobre que prefiere la Biblia a El Capital de Marx, las hubiera hecho un destacado intelectual, sin duda hubieran desatado un debate, por estúpida que sea la comparación; estando de acuerdo o no con las mismas, pero seguramente sí hubiera sido enriquecedor. Pero dicho por Montilla, simplemente es fruto de la más supina ignorancia que no merece mayor atención que por el hecho de que todavía sea presidente de Cataluña, y provoque cierto sonrojo. Es  dudoso que Montilla haya leído, y mucho menos entendido y asimilado El Capital, más allá de alguna de los resúmenes que proliferaban en los años 70. Pero tampoco es creíble que haya leído el libro de mitos a que hace alusión, y tal vez no haya pasado del catecismo de Ripada, y de aquellas afirmaciones teológicas en las que se decía que el Infierno tenía la entrada en un lugar cerca de Valladolid.

Pero de lo que sí estamos seguros es de que, lo mismo que ha logrado que el nacionalismo crezca por su conversión, o asimilación del mismo, por puro oportunismo mal calculado, siendo más papista que el Papa, nunca mejor dicho, por ese camino de aspirante a la beatificación, es posible que pudiera convertir a Cataluña en una taifa teocrática, en la que naturalmente, tampoco sería él quien la encabezara como Ayatolá. Una vez hecho el trabajo sucio para los nuevos teólogos, otro ocuparía su puesto. Igual que ha pasado con su descabellada apuesta por el nacionalismo, cuando debiera haber sido socialista, que otros serán los que usufructuarán los esfuerzos. 

Pero quizá ahora pueda dedicarle tiempo a la lectura de la mitología judeo-cristiana, siendo admitido en el retiro de un convento, que es, al parecer, a lo que puede aspirar tan sesudo personaje.

U. Plaza 


viernes, 26 de noviembre de 2010

El PODER (y II)


Pero como el desarrollo y las relaciones laborales van mucho más aceleradas que la adaptación a las  nuevas  costumbres, hace que aparezcan los conflictos. Los mismos que aparecen en la decadencia del poder a nivel de Estado, que cuando aparece lo que se llama crisis, en realidad lo que sucede es que el poder hasta ese momento santificado, es cuestionado por la propia evolución y desarrollo de la formas productivas; pero se llama crisis precisamente porque estando un poder en retirada, el que lo habrá de sustituir no está en condiciones de tomarlo todavía, es débil para enfrentarse a todo el poder del que hasta ese momento lo ostentaba; y además cuenta con las costumbres, lo atávico de siglos que hace que todo ese pensamiento esté incrustado hasta en los genes de los ciudadanos, que ven como cosa natural que ese poder existan ya sea por decisión divina, ya sea porque "alguien tiene que mandar", e incluso porque "siempre ha sido así y no se puede cambiar". Eso dependerá de cada momento histórico y en qué periodo de desarrollo esté la sociedad y sus formas de producción. 

Si no fuera  así no habría crisis, si no hubiera problema a la hora de modificar la forma de poder, sería un simple traspaso de poderes, al que siempre se niega el que lo detenta, con la represión a su disposición,  hasta tal extremo que la crisis se puede convertir–y de hecho así ha sido a lo largo de la Historia–en un movimiento revolucionario, si la fuerza que ha de sustituirla es consecuente con sus intereses y con el momento histórico que vive. Es lo que hace la burguesía cuando lleva a cabo su revolución contra la ya caduca aristocracia, porque no se corresponde con las nuevas formas productivas. Y, claro, ésta no se queda con las manos cruzadas y utiliza todos los resortes represivos que tiene para evitarlo, cosa que nunca logra. A lo más que llega es a "ralentizar" el proceso, reprimiéndolo duramente. En alguna otra ocasión esta ralentización va ligada a un pacto entre lo antiguo y lo moderno–caso de España  en el siglo XIX, con consecuencias nefastas para nuestro desarrollo futuro, como sabemos. 

¿Qué sucede con el poder del hombre con respecto a la mujer cuando ésta se incorpora al mundo laboral y ya no depende del sueldo del marido, y además demuestra en muchos casos que es más productiva e inteligente que él, muy a pesar de muchos varones que por las mismas razones atávicas antes mencionadas se niegan a reconocer la nueva situación en este caso,  de una célula social? Pues que aparece la crisis, pero como antes, lo atávico perdura más que el avance de las relaciones sociales. Así  que, si un hombre, rey  y poder de su casa, se ve cuestionado, aparece la represión como lo hace el Estado con las fuerzas que quieren sustituirlo. 

El Estado tiende a pactar cuando no tiene otro remedio con las fuerzas pujantes para no perderlo todo de golpe; pero antes habrá hecho de las suyas reprimiendo, y establecerá algo así como una ficción de democracia que parezca que realmente lo es. El hombre como el Estado preponderante, obcecado y primario, reprimirá primero, y tratará de pactar después, cuando ya generalmente es demasiado tarde para impedir los cambios. Es la única salida: democratizar las relaciones y entender que ese poder debe compartirse, como lo compartirá la aristocracia durante un tiempo con la burguesía, si aquella se viene a razones, y ésta todavía no tiene suficiente fuerza para imponerse, lo que en términos evolutivos se llama, hacer su revolución, la revolución burguesa. Claro en el micro cosmos de una pareja–de una familia, aunque esto es cambiante, dinámico– eso puede suceder con muchas dosis de tolerancia y entendimiento de lo que ha de ser una relación, un pacto social, en el que todo pase por el acuerdo y la tolerancia, entendiendo que aunque se llame "familia", de lo que hablamos es de seres humanos con diferente forma de entender y hacer, siempre complejo y con pretensiones e intereses a veces contrapuestos, aunque parezca duro decirlo. El contrato social que es lo que en definitiva es la familia.

El Estado–macro cosmos–lo que  hace es un pacto entre los poderes, con múltiples trampas de todo tipo para llamar a la nueva situación Democracia. Eso es una ficción, un deseo en todo caso que nace en Atenas, con esclavos y "metecos" sin derechos, obviamente. Lo de hoy es exactamente igual: la democracia es un deseo, una utopía  a  la que el ser humano accede en su imaginario, pero nada más. Ciertamente el inicio en Grecia, aunque más propiamente en Atenas, de la democracia es el principio de lo que la Humanidad, en su afán busca, pero de ninguna manera es democracia en el sentido etimológico de la palabra, y no digamos en estricto sentido social. La democracia no deja de ser la verdadera utopía, que todo proyecto revolucionario y todo humano de proyección de futuro lleva en su seno, dando pasos lentos y logrando que aquellas cuestiones que eran utopías en un momento dado, con el transcurrir del tiempo dejaran de serlo.

U. Plaza





jueves, 25 de noviembre de 2010

EL PODER (I)

Toda relación humana, absolutamente toda, es una relación de poder. Posiblemente, aunque albergo mis dudas,  salvo en los primeros momentos de la infancia de la Humanidad, y si ahondamos un poco,  también; pero considerando que humano, lo que se dice humano quizá no se corresponda con la realidad de ese momento, siempre ha existido una relación de poder entre unos y otros. Somos sometidos por los poderosos de forma implacable durante muchos siglos por poderes absolutos, pero de ahí hacia abajo se mantiene ese mismo poder en la medida en que la pirámide social va bajando: el todopoderoso rey somete a la corte, la corte a sus servidores, sus servidores a sus mujeres y a sus hijos. 

Porque el poder es la razón de la subsistencia.  Durante muchos siglos los roles estaban muy marcados. Cada uno sabía cuáles eran sus tareas sin que nada ni nadie discutiera la función de cada cuál. El hijo del rey estaba predestinado a ser rey o príncipe, el conde, conde  etc. Y, naturalmente el hijo de labriego sería labriego, el del herrero herrero,  porque el poder lo decidía así, el poder estamental. Y cosa muy importante, a eso contribuía de forma absoluta la creación de los dioses, que como es sabido siempre han necesitado de sacerdotes para que interpreten sus deseos. 

En las antiguas culturas los dioses no eran tan poderosos porque intentaban semejarse a sus creadores, los hombres. En las mitologías de invento posterior como la cristinana–muchas veces burdamente imitadas, pero sin la carga poética de aquellas–el dios ya era el no va más. Es decir, el Poder ya era total, absoluto. Pero como esos inventos eran fruto de la manipulaciones de los hombres, el poder quedaba establecido por ellos. ¿Y cómo se inicia esta andadura judeo–cristiana?  Pues culpando de todos los males a Eva, que era la encarnación del diablo, inventado para esos menesteres como terror puesto al servicio del poder, que justificase ese poder absoluto con terrores calculados. Así el diablo se convertía en el mejor aliado del dios todopoderoso, inventado. 

Claro, este invento de la Eva tampoco era nada original. No deja de ser una imitación mucho menos poética y, en definitiva, menos científica, de Pandora, porque como nos enseña el mito, establece no sólo los males por todo el Orbe, sino que queda–ése es para mí la carga poética fundamental de la vida–la Esperanza; lo que los terroríficos agentes de la nueva religión, deciden que es el Infierno, alejado del Hades de No Vivos, pero no martirizados como en el invento de los padres de la Iglesia, aunque también a los sufrimientos a los que el humano esta abocado.

Pero como no bastaba  con considerar a Eva inicio de todos los males, era necesario convertirla en maligna en todos los sentidos, al mismo tiempo que se iba creando la idea de su inferioridad para comprender los arcanos de la vida y de la muerte–hubo papas que discutieron en sínodos de sesudos varones, más cercanos a la demencia que a la razón, si la mujer tenía alma, como hicieron respecto a los indios americanos siglos después cuando fueron a "civilizarlos"–, con esa posición se trataba de apoyar al Poder–. Y eso se hace porque el que tiene el poder–el hombre– teme perderlo y ha de crear las bases para que eso no suceda. En realidad, en cuanto a lo de Eva o Pandora que para el caso  tanto da, lo que demuestran los inventores del mito,  el griego como el, en definitiva copiado por lo judeocristiano, sólo que como Poder absoluto en éste último; por lo tanto mucho más cruel, es la propia inferioridad de los creadores del mito  al dejar sentado que fue Eva la que dio el primer paso hacia la liberación del dios–el Gran Poder– y tratar de vivir su propia vida sin tutelas. 

Pero sus mentes, las mentes de aquellos primarios padres de la Iglesia, de todas las religiones, no debieron dar para más y así lo dejaron, suponemos que como Darwin y Marx no había nacido, eso de la evolución no estaba en sus mentes de que las cosas podrían evolucionar. Pensaron que lo que ellos habían decidido que quedara estanco, así sería para la Eternidad, porque para eso desde ese momento contaban con el dios que los avalaría, que para eso lo crearon, pues como todos sabemos, el Hombre creó a dios, no al revés.

Transcurridos los siglos las cosas casi seguían en el mismo sitio, porque los cambios apenas eran perceptibles para la corta vida humana. La Iglesia–todas las Iglesias– era la principal vía de idiotización hacia todos, en especial hacia la mujer que debía obediencia a lo establecido, es decir al Poder que aquella–la Iglesia– representaba. Y, si éste no era de mucho calado, sin duda lo era para el marido que tenía como punto de referencia de "su poder", a la mujer y a sus hijos. (Digamos entre paréntesis que en el mundo griego los hombres carecían de voluntad, porque todo cuanto sucedía era "Voluntad de los dioses"; en el mundo judeocristiano se repetía igualmente que era, en este caso la voluntad de dios, aunque mucho peor porque era poder absoluto que era lo que necesitaban para seguir atemorizando.

Si recordamos que en el mundo griego y romano la mujer carecía de derechos, ya que siempre dependía del varón,fuera el marido,  su padre o fuera su hermano, eso queda muy claro.  Incluso si la mujer quedaba viuda volvía a depender del padre o hermanos, es decir volvía a la situación anterior, sin la menor posibilidad de liberarse al quedar viuda.

 Lo que pasa, hablemos en presente, porque lo único que ha cambiado son las formas, el escenario, no la obra,  es que todo ese poder emana de la necesidad que tiene el esclavo de ser alimentado. Podemos llamarlo "asalariado", pero en el fondo es lo mismo, aunque no lo parezca y haya quien se crea vivir en un mundo democrático, donde existe la ficción de que decide el ciudadano porque cada equis años deposita una papeleta en una urna, porque previamente otros han escrito el guión del que difícilmente se puede nadie separar.

Como todos sabemos el Poder cuenta con numerosos medios para lograrlo, y si lo puede hacer haciendo que nos lo creamos, tanto mejor, si no, utilizarán los medios que sean necesarios para que se haga tal como ellos, el Poder, desea. No confundir poder con gobiernos, aunque muchas veces pueda parecerlo. Los gobiernos son poder, sin duda, pero no el PODER.  Esa dependencia que el esclavo tiene lo hace inactivo en cuanto a su liberación, hasta que se da cuenta  que, efectivamente es una esclavo y que el Poder ha establecido que lo sea. 

Ya entramos en un punto en el que aparece la eterna pregunta sobre lo que somos y adónde vamos. Y cuando eso sucede ya las cosas dejan de ser igual. Porque se da cuanta el escalvo–asalariado, hoy–de la realidad  de quién alimenta a quién. Y de que era–es– precisamente todo lo contrario de lo que le había hecho creer el Poder. 

Simplificando, aunque se puede pormenorizar al detalle: la mujer, víctima de ese poder, por razones de la modernidad, la necesidad que tiene otro supra poder que está por encima del marido, de aprovechar su capacidad para su explotación, empieza a ser parte de la plusvalía–directa, porque antes también lo era a través de su trabajo no remunerado–con lo que se sitúa al mismo nivel que el poder que a ella la oprimía por el oprimido de su compañero. Con lo que ya está la esclava preguntándose quién mantiene a quién. 



U. PLAZA

miércoles, 24 de noviembre de 2010

M.A.F.O. Y SU LÓGICA


Miguel Ángel Fernández Ordoñez, ese personaje que es  Gobernador del Banco de  España, con pinta de tendero de barrio, y  con aspecto de buena persona si lo viéramos tras el mostrador y mantuviera la boca cerrada, o hablando de los productos del día en el mercado –hortalizas u otros productos, no de los gansters y especuladores–; el mismo que es martillo demoledor contra el debilitado yunque pensionista que le pide los mayores esfuerzos, a los que quisiera eliminar por la vía del llevarlos a más miseria, hambre y a la desesperación, aunque no lo diga con esas palabras; este personaje que a pesar de todo sigue sin renunciar a una parte de sus oficialmente sueldo de 90.000 euros; el gran defensor de los ricos, de ideología reaccionaria por lo que vemos; el mismo que no supo ver desde su atalaya a los grandes especuladores, para cortar la alegría con que los mismos nos llevaban al precipicio a los ciudadanos mortales, no a los millonarios que como todo el mundo sabe, cada día son más ricos, precisamente porque la mayoría de los ciudadanos cada vez son más pobres. Este personaje con poder inmenso, a pesar de que posee la ideología inmoral de la derecha salvaje, atendiendo a su pensamiento, en una cosa tiene razón.

 Dice que hay que hacer menos ruido. Que se dejen de hacer los políticos declaraciones que como todo el mundo sabe son para el consumo interno y para sus trapicheos políticos del disimulo, la hipocresía y el engaño de incautos. Que cualquier declaración hecha por cualquiera de los caciques  de  las taifas–, esa suerte de reparto que ha hecho que sólo les interese a cada uno su cortijito particular, en realidad, fuera de España nos ven como un todo, no deferencian. 

Y cuando un Rajoy, un Mas o cualquier otro de los que lanzan sus diatribas o vomitadas, con la única intención de desgastar al gobierno, a sabiendas que ellos lo harán igual o peor, ya que el mismo no hace  más que lo que le mandan sus amos del FMI. En realidad los que nos miran con lupa desde ese centro abstracto  de gran delincuencia llamado Mercado de buitres,  lo que ven es que aquí no hay un corpus coherente, y ven nuestras debilidades. Cuando un personaje como Puigcercós o Mas hablan de independencia con lo que está cayendo, los especuladores no consideran la bufonada de estos personajes de opereta como un producto para el consumo de sus fans, que es de lo que se trata,  y ellos lo saben muy bien, sino como un desmadre de inestabilidad del que ven la posibilidad de aprovecharse. 

Que Rajoy, o su bien pagá secretaria digan que el sistema bancario español es inmejorable, y que a renglón seguido afirme que lo malo es que el gobierno nos lleva al precipicio; o que el Jarrón Chino de Taiwan y antiguo servidor de Bush en sus aventuras de Hazañas Bélicas, José María Aznar, suelte lo que le viene a la boca cuando algún irresponsable periodista le pone un alcachofa junto al bigote;  a estos personajes les parecerá el no va más de  la altura de sus pensamientos, pero lo que desde fuera de España ven es el circo que los políticos tienen y el nulo sentido de  Estado que los mueve.

En eso, MAFO, ateniéndonos a la lógica de lo ilógico e inmoral   que es el capitalismo salvaje, sin duda tiene razón.

U. Plaza

lunes, 22 de noviembre de 2010

LA DILAPIDACIÓN DEL CAPITAL POLÍTICO DEL SEÑOR MONTILLA


El señor Montilla, el todavía Presidente de Cataluña, podría en estos momentos estar a punto de ganar las elecciones catalanas si no hubiera dilapidado todo el capital político que en parte los ciudadanos catalanes depositaron en él hace cuatro años.

El señor Montilla fue visto hace cuatro años  por muchos trabajadores  y clases populares que siempre le dan el voto al partido socialista, al PSOE, en las elecciones generales, pero no al PSC, como alguien diferente a todos los candidatos que hasta la fecha se presentaban representando al partido socialista, pero que en realidad los veían como  parte de la burguesía, y con poca diferencia con los otros de la derecha nacionalista de CDC. 

Por esa razón una parte del electorado socialista, le dio su voto, pero no masivo, con expectativas de ver cómo se comportaba. El hecho de que un andaluz de clase baja rompiera el corsé y se colara entre los elegidos del selecto club de la política, que los nacionalistas  consideran propio, ya era un hito. 

Se esperaba de él que pusiera un poco de racionalidad en la disparatada política catalana del victimismo, utilizado permanentemente como arma política por los sectores de la derecha catalana, a sabiendas de que mienten y manipulan a los ciudadanos.

Pero resultó todo lo contrario: Montilla se dedicó desde el primer momento a hacerse querer y a hacerse simpático a un sector que jamás le votará, pero que sí ha sabido utilizar sus complejos para sacar provecho y situarse en mejores condiciones para quitárselo de encima, y alejándose el presidente  de sus naturales votantes. Pero él no se daba cuenta y se creyó el gran redentor porque le doraban la píldora cuando hacía el gran esfuerzo, loable, de hablar catalán, a pesar de sus dificultades.

De no haberse sentido acomplejado, Montilla, como presidente de todos los catalanes, hubiera hecho un discurso y una política acorde con lo que se supone debe ser un presidente de todos,  pero con una determinada ideología, la socialista. Porque los otros, Pujol, aplican sin complejos la suya de derechas, como la aplicará Artur Mas si es presidente. Porque para eso es para lo que se supone existen los partidos. Y no como ha venido haciendo el presidente Montilla que ha sido una mala copia  del adversario, defendiendo sus postulados ideológicos.

Montilla, como presidente de los catalanes, debiera haberse despojado de todo intento de manipulación de sus compañeros nacionalistas de su partido; de sus adversarios y de todo aquel que en realidad quería que llevara el agua a sus molinos, y no al de la inmensa mayoría, de sus votantes, pero también de los ciudadanos. 

Sin ningún tipo de complejos debiera haber defendido ambas lenguas, catalán y castellano, con afán y decisión; hablar indistintamente en cualquiera de ellas en el parlamento, sin hipotecas, sin hipocresías demostrando que era él quien decidía sus actuaciones y no los demás que lo vigilaban de reojo por si se excedía en su supuesto  españolismo. Hasta creó la ficción de enfrentamientos con el PSOE, con el mismo al que ahora pide que le envíen comandos salvavidas para ver si convence a los abandonados votantes, de que  esta vez sí hará de socialista. Esta vez será auténtico, con el mensaje de los dirigentes de un maltrecho Zapatero y Rubalcaba, sobre todo después del papelón que han hecho, con su silencio cobarde con la dictadura marroquí masacrando a los saharauis.

Tan lejos llegó Montilla con su síndrome de Estocolmo nacionalista, que los demás lo dejaron que se ahorcara políticamente dándole cuerda, cuando contra toda lógica en un gobernante, convocó, desde la institución que representa, una manifestación que derivó en exaltación del nacionalismo patriotero, por no decir algo peor, donde incluso fue agredido por algunos amamantados desde el extremismo independentista, cercano a sus socios.

Cuando convocó la elecciones, y le vio las orejas al lobo convergente, quiso rectificar, apelando a los olvidados electores, que lo habían apoyado; pero no fue lo suficientemente contundente, ni mucho menos creíble. El síndrome continúa y ni siquiera en el debate de la televisión, donde bien pudo hacer un guiño a su electorado, defendiendo que en Cataluña hay dos lenguas, ambas no sólo oficiales, sino reales, contra ese discurso engañoso de la derecha nacionalista, de que la lengua de Cataluña es el catalán, como dijo el delfín del Pujol, sino ambas. Porque  las lenguas no las hablan los países, las tierras, las ciudades o montañas, sino las personas. Y la realidad es la que es, no la que se quiere imponer con delirios o inventándose la Historia. Y, está demostrado, que la peor manera de defender algo, es imponiéndolo,  y menos con sanciones. Otra cosa es que se haga lo posible para fomentarlas allí donde sea necesario y al nivel que se necesite, o deseen los ciudadanos.

En estos momentos, de haber hecho la política que interesa a la mayoría de los ciudadanos, a Montilla no habría quien le mojara la oreja, y menos por un partido de la derecha, partido millerado o pretoriado por el Palau de la Música entre otros; partido que aplicará la política ya añeja y reaccionaria de su inventor, Jordi Pujo, y que por o tanto, de cambio, nada de nada. Será más de lo mismo, a peor. 

Porque todo hay que decirlo, a pesar del desastre del tripartito, más atribuible a sus dos socios, nacionalistas e independentistas, y sobre todo a ERC, que Montilla no supo o pudo evitar, muchas cosas las ha hecho moderadamente aceptable. Pero lo más visible ha sido su disparatada política de sanciones, propias de ideologías reaccionarias y el abandono de su base electoral, pensando que la gente se olvidaría del desastre. Y parece que lo va a pagar. Sobre todo porque al no rectificar de forma contundente los errores, lo que perciben sus desertados electores, es que si vuelve a ganar, aún sería peor la conversión al nacionalismo del señor de Iznájar. Ya se sabe que el peor creyente es el converso. Y que para ese viaje, no hacen falta alforjas ya que entre una copia nacionalista y un original–deben pensar–, mejor éste último, ya que así podrán criticarlo, por no haberlo votado ellos. Así que se quedarán en casa, repitiéndose por enésima vez, que cuando la izquierda hace políticas de derechas, es ésta la que acaba decidiendo. Es algo que persigue a la socialdemocracia, e incluso a la mayoría de la izquierda.

U. Plaza

sábado, 20 de noviembre de 2010

35 AÑOS Y LA SOMBRA DEL DICTADOR ESTÁ PRESENTE


Hace 35 años del  día en que aquel  bandido-dictador pasó, de vivir en el Pardo, al Noveno Círculo del infierno, tras casi cuarenta años de muerte, cárceles, torturas, exilio; rezos y establecimiento de la superstición contra la razón.

Parece mucho tiempo, y lo es, sin duda para la vida de las personas. Pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que durante todo este tiempo de ciertas libertades políticas, que no democracia, no confundamos. Y que habiendo gobernado veinte años, de los 32 desde la Constitución, el reinventado partido socialista, desaparecido durante los cuarenta de dictadura, salvo horosísismas excepciones, todavía se percive la siniestra mano de tan sangriento personaje. Muchas de las cosas que impuso siguen v¡gentes. En España, dígase lo que se diga seguimos tutelados desde el infierno por sus decisiones; no sólo porque impuso a su sucesor, contra toda  lógica democrática, que dice que todos los cargos han de ser electos, sino porque muchas de las decisiones que tomó, se siguen aplicando al pie de la letra, para nuestra vergüenza y sobre todo para la del partido del Gobierno, que se dice, para mayor escarnio, socialista. 

Sigue  la supremacía de la Iglesia católica y  su jefe sigue  amonestándonos, porque la sociedad quiere avanzar y no seguir en la Edad Media, que fue adonde nos trasporto el golpe de Estado del bandido y sus pistoleros. Pero además, seguimos regalándole a la misma Iglesia que apoyó a la dictadura, que paseó bajo palio al dictador y bendijo sus crímenes, más dinero que nunca–unos 6.000 millones de euros al año–, utilizados, parte de ellos, para atacar las decisiones de la sociedad civil, sin el menor respeto por ella.

Y seguimos sin una  ley de Liberad Religiosa, que haga del nuestro un país libre de tutelas vaticanas, a lo que se ha prestado, otra vez, el gobierno socialista. 

Y seguimos con una Ley de Memoria Histórica, raquítica sin que el Estado devuelva la dignidad a los asesinados, por defender la libertad y la legalidad democrática contra los felones que la traicionaron y que acabaron con ella; y siguen siendo   los familiares de los asesinados, y no el gobierno, quien se cuida, con toneladas de voluntarismo, de buscar, desenterrar y clasificar a los asesinados en las cunetas, para darle la sepultura como se merecen. 

Y sigue siendo posible que a un juez que ha querido hacerlo, utilizando la ley, la justicia y el sentido común, que otros jueces que debieran haber sido depurados por la democracia, con la vista puesta en aquel miserable traidor, que los dioses confundan, los que lo impiden; y lo hagan sin que los que tienen que hacer las leyes, el Parlamento, legisle para impedir que semejante esperpento se sigan produciendo. Que mientras en todos los países donde se señorearon dictaduras, el elogio a las mismas esté penado, mientras aquí se admita que se conviertan en víctimas los herederos del dictador.

Han pasado 35 años de su muerte, pero queda mucho que andar para que España sea una democracia, más allá de depositar una papeleta a la endogámica partitocracia, y deje  de tener su sombra  siniestra  sobre los españoles, por falta evidente de voluntad política. Mientras esa situación no se dé, la democracia no se podrá alcanzar. Y por el camino que vamos, es todo lo contrario lo que se percibe. El faraónico monumento de Cuelga Muros, debiera ya ser a estas alturas un recordatorio y museo de los horrores. Y, si no, su demolición simplemente. No es posible que siga siendo refugio de un clero que sigue haciéndole homenajes al dictador muerto sin que el gobierno, insisito, supuestamente socialista, haga nada para evitarlo.

U. Plaza

viernes, 19 de noviembre de 2010

ERC: NO TAN D´ESQUERRES


Esquerra Republicana de Catalunya, a pesar de su nombre nunca fue un partido de izquierda, ni siquiera cuando se fundó, aunque muy diferente a la actual, que fue la expresión de una pequeña burguesía, timorata, la que como es sabido  siempre  inclinada  a vencer la balanza que más le conviene, y normalmente hacia la derecha. Lo vimos en las primeras elecciones catalanas que el inefable xenófobo Heibert Barrera prefirió a Pujol antes que una alianza con la entonces más de izquierdas, a socialistas y comunistas del PSUC. En realidad su anticomunismo ha sido enfermizo.

Ahora la cosa puede repetirse. ERC ya ha puesto sobre la mesa que retira sus aventureras propuestas del referéndum independentista, pal de paller de sus supuesta ideología, para hacer posible su pacto con la derecha, CiU. 

En realidad a los jefes del tingladillo independentista, lo único que les interesa es seguir mojando en las mieles del poder, que es lo importante, y es lo que completa todas sus satisfacciones. Y ante la catástrofe que auguran las encuestas, intentan, como la zorra del la fábula, decir que está verde– el referéndum–, y puede esperar sin con eso se pueden enganchar alguna Conselleria.  Y para ese objetivo lo mismo da que sea del brazo de un partido tan variopinto como el PSC, con una dirección nacionalista– y por ende de derechas,  como CDC–, pero que recibe su poder de los trabajadores del cinturón industrial, mayormente de la antigua emigración. 

Da lo mismo. Así que no es nada extraño este nuevo intento de enrolarse en la bandera de la burguesía, a la que por otra parte pertenece. Y si las cosas fueran peor de lo que ya auguran los pronósticos, nada extrañaría que algunos dieran un paso más, aunque fuera a nivel individual, que es a la postre lo único que les importa, y acabaran en el CDC. No sería nada nuevo, ya lo hizo el millerado del Palau de la Música Àngel Colom i Colom, conocido como "seis alas" por confluir en él tan angélico nombre y apellidos. El furibundo otrora independentista y d´esquerres, cuando vio que perdía sus nada desdeñables posibilidades de seguir en el machito, se le quitaron todas las brumas y aceptó un cargo de la derecha pura y dura. Fue una entrega total. La ERC de otros tiempos no tiene nada que ver con aquella de Lluís Companys ni con la de Tarradellas, es otra cosa. Si alguien tiene dudas que repase un poco la actitud de aquellos dirigentes con la España republicana y verá que los de ahora están a años luz de aquellos ciudadanos. Para ellos España es la enemiga, no la oligarquía, que obviamente también es catalana. Y la última rectificación de Puigcercós, no es más que responder al meneo que se ha producido entre sus conmilitones. Pero llegado el momento, Conselleries son amores.

U. Plaza 


jueves, 18 de noviembre de 2010

JARRONES CHINOS












Los "jarrones chinos", no es que no se  sepan dónde ponerlos, es que lo primero que debieran hacer ellos es estar callados y no molestar. Sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de dinero que nos cuestan a los contribuyentes mantener su tren de vida aunque sean inútiles trastos y además se les permita hacer chapuzas en conferencias exageradamente pagadas para lo poco que aportan. Más bien todo lo contrario. Son de lo más inoportuno.  Y da lo mismos que sea el hombre que criaron en las probetas de los laboratorios de la derecha europea para liquidar a la izquierda en España en los últimos años de la dictadura, con la Alemania de Willy Brand o del inefable Mitterrand, y que acabó por desmantelar lo poco que de izquierda tenía el PSOE, o que se trate    del que fuera segundo edecán del terrorista iluminado Bush. 

Ambos jarrones chinos, y por lo tanto inútiles, pero muy caros, no saben qué hacer para salir en los papeles y recuperar protagonismo; aunque con eso les hagan un flaco favor a sus respectivos   tribus o partidos. Ahora, seguro que a Rubalcaba, como presidente efectivo del partido y del gobierno, no debe haberle hecho mucha gracia, la entrevista de El País en la que reaviva tiempos oscuros del partido socialista y del gobierno; el Gal y otras minucias que habían quedado más o menos en el olvido para mucha gente tan propensa en nuestro país a olvidar lo importante. 

Y las ha sacado a colación cuando todo indica que el partido del presidente no levanta cabeza. Y sobre todo por la deriva derechista del gobierno, no sólo con la agresión a los trabajadores poniéndose a las órdenes de los culpables de la crisis, y favoreciendo a los banqueros y otros depredadores; por su sumisión a la Iglesia retirando la Ley de Libertad Religiosa, después de tantos años de fundamentalismo, haciéndole un gran favor a los que quieren que España regrese a tiempos pasados, amén de seguir reglándoles inmensas cantidades de dinero para que a la postre venga el jefe de la cosa a insultarnos en una invitación . Y entonces llegó González. 

Y ahora, además llueve sobre mojado, por en la vergonzosa actitud ante los crímenes del sátrapa marroquí, justificando, o no haciendo nada efectivo, para haber  evitado primero, y condenar después  la masacre llevada a cabo por el dictador de Rabat. Lo único que le faltaba al gobierno de Rubalcaba–es evidente que Zapatero ya hace vida de Jarrón chino, insepulto–, es que su antiguo jefe se moviera del rincón que se le asignó como jarrón inútil y molesto, con el deseo de que se le viera lo menos posible para que el personal no recordara su desastrosa gestión y contribución a la liquidación de los valores de la izquierda, y por ende democráticos, de los que nunca participó el sujeto. Fue con González, no se olvide, cuando el personal empezó a comprobar que "todos los políticos eran iguales". Cuando la ética de la izquierda la dinamitó el angelito. El mismo que hizo bueno a Suárez, liquidando un Estatuto de los Trabajadores mucho más favorable para los trabajadores. Hoy sigue igual y aumentando.

Otro tanto le sucede al vice servidor del pistolero tejano, que ya hay que caer bajo para ser segundo vice de un sujeto de tan escasas luces, y las pocas que tiene las empleó en matar y torturar y tras dejar de ser emperador, seguir justificando la tortura que su soldadesca utilizó.

Este jarrón chino, también resulta molesto desde las FAES (¿Falange Española?) cada vez que se suelta la melena y echa por la boca algunas de sus vomitadas ultra derechistas de neocon, cada vez que Rajoy intenta disimular las derivas ultras que le acompañan en su partido. 

Es evidente que lo mejor que se puede hacer con los jarrones chinos, es meterlos en un baúl, cerrarlo bajo siete llaves como la tumba del CID, y que no se oiga hablar de ellos. No es precisamente gloria lo que dejaron por el camino ambos personajes. Pero lo peor es que se empecinan en seguir siendo protagonistas aunque se hunda el mundo y obliguen al presidente del gobierno en ejercicio efectivo, a proclamar que él lo quiere, que como todo el mundo sabe es la manera de decir todo lo contrario de los que piensan en vez de desautorizar la patada en el hígado que les ha dado.


U. Plaza

miércoles, 17 de noviembre de 2010

NI HONRA NI BARCOS: SUMISIÓN









La descomposición del gobierno, no sólo funcionalmente, sino sobre todo moral es un hecho evidente y  trágico en España; y en el camino está arrastrando al partido socialista, que hasta el momento no ha abierto la boca ningún relevante responsable del mismo para desmarcarse de la desastrosa política que está llevando a cabo con Marruecos, para condenar la masacre de los matones marroquíes.


Algún comentarista ha afirmado, tras la entrevista de Rubalcaba, ministro de Interior español con el jefe de represión marroquí, "que han solucionado el conflicto entre España y Marruecos". Y uno se pregunta: ¿De qué conflicto hablan esos periodistas de cámara que así lo han afirmado? Entre el gobierno español y la dictadura marroquí no ha habido conflicto alguno, simplemente el gobierno español se ha limitado a aceptar sumisa y vergonzosamente, con abrazos y seguro que con genuflexiones al bárbaro marroquí,  las decisiones tomadas por el jefe de la gestapo del país agresor. En ningún momento el gobierno español, ni por boca de Trinidad Jiménez ni por la de  Rubalcaba han salido nada que pudiera considerarse más que una sumisión a todo cuanto  la salvaje dictadura ha decidido; el gobierno español simplemente ha puesto el "si señor, lo que usted diga" al final de la entrevista, sin ni siquiera pactar un gesto de cara a la galería. Ha dado por buena la más estrambótica de las mentiras marroquíes.

Así que conflicto, ninguno; sumisión y dejación de responsabilidades, incluso con un ciudadano español asesinado. Hasta en esto Rubalcaba ha aceptado la versión sátrapa, diciendo que lo que es un asesinato, es "un accidente de tráfico", cuando todos hemos podido ver que el vehículo que lo mató pasó tres veces por encima de su cuerpo ¡Que accidente más raro!  Es triste pensar que en España no hay  gobierno que defienda los intereses de los españoles, y si son los más pobres, mucho peor.

U. Plaza


martes, 16 de noviembre de 2010

VISITA INDESEADA, COMPLICIDAD INCOMPRENSIBLE




El ministro de represión de la dictadura marroquí no es bienvenido en España; no puede ser un visitante deseado para la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles. Tampoco creo que lo sea para nuestro ministro del Interior español, aunque sólo sea por lo incómodo que es chocarle la mano ensangrentada a ese sujeto y que además  chorree e impregne con sangre saharaui las alfombras y sillones del Ministerio correspondiente donde ponga sus indeseadas posaderas. Sangre saharaui que lleva derramando Marruecos desde hace 35 años; pero también la de ciudadanos marroquíes, que el jefe de la gestapo al servicio del sátrapa viene derramando y encarcelando a todo aquel que no acepte la dictadura. Un ministro de represión cuya primera tarea es garantizar los privilegios de su amo y de toda la casta parásita que rodea al caprichoso reyezuelo.

Para un ciudadano español, es un agravio la visita de este represor, representante de la dictadura. Pero quizá lo sea aún más el hecho de que el gobierno español lo reciba y aún no haya condenado la masacre  del campamento  La Esperanza por su soldadesca y sus matones, contra  un pueblo indefenso, y se mantenga en la hipocresía de una diplomacia que beneficia  el  saqueo y el crimen de la dictadura, con un expolio que sólo beneficia a las altas esferas del poder y del entorno del rey.

Como ciudadano español me avergüenzo de que mi gobierno, porque es mío aunque me pese, le importe tan poco los derechos humanos de los ciudadanos del Sahara, mientras agacha la cerviz parara obedecer lo que le dicen en otras instancias, aplicando políticas contrarias a los ciudadanos españoles, recortando derechos. Y obedeciendo cada vez que le instan a que exija que se cumplan los derechos humanos en Cuba. El crédito del gobierno y de su partido, ya en sí  por los suelos, ahora alcanza límites humillantes. Y lo triste es que el presidente Zapatero ha hecho callar a los militantes; y lo que es peor, éstos han obedecido ser cómplices de semejante aberración. No debieran olvidar los militantes socialistas, que  los presidentes y jefes del partido, pasan, pero el partido queda. Y las responsabilidades de sus actos políticos, también se los reclamará la ciudadanía a ello. No vale decir que lo decidió otro. Hay que protestar cuando en el momento. Y ahora lo es sin ninguna duda. La Historia pasará cuentas.

U. Plaza



lunes, 15 de noviembre de 2010

PUIGCERCÓS: OTRA VOMITADA

El boicot al cava catalán pasa factura a las ventas

Codorniu denuncia la caída de su negocio. Un bodeguero de Valladolid agradece su incremento de ventas a Carod, quien llama al PSOE ‘acojonado’.   15 /12 de 2005 (20 minutos)











Al fundamentalista Joan Puigcercós parece que se le ha calentado la boca llevado por el entusiasmo con sus partidarios en un akelarre de la campaña de las elecciones catalanas. Entusiasmo nada razonado porque según las encuestas serán los que más votos perderán. 

Este señor ya puesto en harina no ha dicho, como debiera haber hecho, que en España, Cataluña incluida, no pagan impuestos los ricos porque tienen medios de eludir a Hacienda con mil maneras, cosa que no pueden hacer los trabajadores. No, ha soltado  que  "en Andalucía no paga ni dios". Así sin siquiera despeinarse el tupe, cosa que es a todas luces falso y él lo sabe o debiera saberlo ya que pretende que le paguemos el sueldo durante cuatro años. Otra cosa es que existan otros desequilibrios a los que haya que referirse y exigir si conviene.



Esta zanconada más propia de un matón bronquista de verbena que de un político que se considere apto para   dirigir los destinos de todos los catalanes, no sólo de sus amigos; y que debiera medir las palabras, no es raro. Ya su antecesor al mando de la secta aventurera que capitanea, antes de que lo despellejara políticamente y le quitara el mando el actual amo de la cosa, el aragónés converso, Cardod-Rovira, soltó una bocanada de hiel parecida, en otras circuantancias que pagaron y siguen pagando todavía las empresas catalanas. 

El llamamiento del irresponsable maño independentista catalán, que hizo al boicot a las Olimpiadas de Madrid, por unos hechos como eran las selecciones deportivas que no tenía nada que ver la decisión de España, sino que fue decisión de un organismo extrajero.  Su gracia, o su irresposablidad en otro momento irreflexivo, nos costó a los catalanes muy caro. Sobre todo porque propició  que también se emprendiera otro irresponsable boicót por gente del otro extremo, pero a productos catalanes, al cava por ejemplo, del que todavía no se ha recuperado. 

Eso lo saben muy bien los fabricantes catalanes que se han encontrado con el rechazo de algunos productos  por la  irracional repuestas de gente que se sintió molesta por afirmaciones incivilizadas como aquellas del aragonés. 

Y Joan Puigcercón ahora acaba de hacer lo mismo. No es bueno que se juegue con esas cosas. Porque es la manera menos  coherente de comportarse.  Porque cuando se lanza semejante  vomitada, uno no sabe cómo puede acabar. La gente puede tomar decisiones individuales, tan viscerales como las de Puigcercós y Carod  como respuesta, sin reflexionar que lo que un personaje determinado ha dicho, lo hace en un momento de calentamiento de boca. Pero ya se ha lanzado el cubo de agua a la calle y es muy difícil de volver a recoger. Y mucha gente que se sienta aludida perfectamnete puede volver  a responderle de la misma forma irresponsable con que el verbenero independentista lo acaba de hacer, fastidiándonos a todos los catalanes, y sobre todo a aquellos trabajadores que lo hacen en aquellos lugares boicoteados, y cuyas empresas se vean afectadas. "La construcció de Catalunya", como tanto les gusta decir, es precisamente el camino contrario.

Así que el resultado puede ser que muchas empresas catalanas, que no tienen nada que ver con el circo en que se ha metido este señor, piedan ventas. Y lo mismo puede pasar a la inversa, con lo que ya está el esperpento en marcha porque gentes que debieran dedicarse a otra cosa, se crean llamados a decidir los destinos de los ciudadanos.

U. Plaza

domingo, 14 de noviembre de 2010

ALARMANTES NOTICIAS DEL GENOCIDIO LLEVADO A CABO POR LA DICTADURA MARROQUÍ CONTRA EL PUEBLO SAHARAUI










Las noticias que con cuentagotas nos llegan del Sahara son alarmantes. Tras el asalto y masacre llevada a cabo por fuerzas de la gestapo marroquí y por delincuentes  y pistoleros al servicios del reyezuelo y nuevo Hitler de Marruecos. El hecho de no permitir que la prensa que no esté al servicio de la dictadura pueda acceder e  informar, debiera despertar la alarma por el extermino y geneocidio que se puede estar produciendo a manos de los matones del régimen medieval. Y Francia, como abanderada de la ética republicana debiera intervenir.

Y sobre todo por el papel vergonzoso que está teniendo el gobierno español con su presidente, cobardemente callado ante tanto crimen, a la cabeza. No es posible que a estas alturas todavía la ministra de asuntos exteriores siga mintiendo y diciendo que necesita "saber qué ha pasado", como si se cayera del nido, tratando de poner en la misma balanza a los criminales de la dictadura de Mojamed con los asesinados. 


Rodríguez Zapatero no pasará a la historia por su buen gobierno. Eso queda descartado. Sobre todo después de ponerse al servicio de los delincuentes de los grandes bancos y los culpables del saqueo de las finanzas, y haciéndose lo pagar a los más pobres con la agresión que ha propinado a los más débiles con sus recortes sociales. Pero seguramente lo que sí recogerá la Historia es la humillación a la que ha llevado a España haciéndose tácitamente cómplice de los crímenes del sátrapa marroquí contra el pueblo saharauhi. 


Muchas cosas se olvidarán por la sepia del tiempo si llegan otras de bonanzas económicas. Pero lo que ninguna persona de bien podrá olvidar nunca es la nula ayuda prestada a las víctimas de la dictadura nazi de Marruecos. Eso quedará marcado a fuego en la memoria histórica de las gentes de bien.

No olvidamos los crímenes de la dictadura de Franco y a sus necesarios colaboradores; tampoco olvidamos a los que hicieron posible el Holocausto de Hitler, cuyos hechos, como los de ahora, nunca hubieran sido posible si mucha gente, los gobiernos,  no hubiera mirado para otro lado para no molestar a la bestia nazi. 

Tampoco en el caso del geneocidio de los saharauies lo olvidaremos; a ellos, a la banda de asesinos, pero también a los que no han movido un dedo para evitarlo, también para no molestar a la bestia de Rabat.  Lo único que cabe esperar es que hechos tan graves les perturbe el sueño por su insensibilidad ante el crimen masivo que ante nuestros ojos comete el caprichoso vecino asesino.

U. Plaza