domingo, 19 de junio de 2011

¿DESORIENTACIÓN O APUESTA DE ICV?

Los dirigentes de Iniciativa Per Catalunya, esa suerte de mezcla de  ecopijos y  señoritos nacionalistas, han perdido la oportunidad de oro, si más no, como mínimo de estarse callados. Porque encerrados en su urna de cristal mental, del cargo por el cargo, en el Parlament como objetivo en sí mismo de modus vivendi, no se han enterado de nada de lo que acontece a su alrededor. Ya lo demostraron con su nula capacidad para repudiar a Felip Puig con motivo de la violencia aplicada por éste en el apaleo de los acampados en la Plaza de Cataluña. No estuvieron a la altura, ni de lejos, de lo que se podía esperar de ellos, los únicos que, supuestamente hasta ahora, se podría considerar que plantarían cara al atropello de un desnortado  y violento conseller de Interior. 


Los hechos de Plaza Cataluña contra pacíficos ciudadanos son de tal gravedad, que creíamos haber retrocedido a los tiempos de Martín Villa o Fraga Iribarne. Y correspondía una respuesta contundente del grupo parlamentario de ICV-EUiA, sin juegos florentinos de lucimiento de cara a la galería.  No que se exigiera que la chulería de Puig se enmendara con la petición por parte del agresor de unas disculpas, como pidieron; lo que, envalentonado el agresor en su soberbia, ni siquiera atendió. Lo que correspondía era pedir su dimisión, y poner en marcha los elementos judiciales para que fuera detenido y puesto a disposición del juez por atropello a los ciudadanos, además de por las mentiras dichas, de que lo que deseaban era limpiar la plaza.  Aunque claro, el concepto de limpieza que el sujeto puede tener también puede contener variantes, de triste memoria.

Pero Inicitiva está en otra onda, la institucional, que si bien resulta estéril para los intereses populares, no lo es para sus miembros que reciben sueldos y prebendas por tal cometido, que parece ser el fundamento de su día a día; quisiéramos creer otra cosa, pero cuando un partido se aleja de los primigenio objetivos de ser defensor de lo que proclama, acaba defendiendo al que supuestamente es su adversario. Y en Cataluña, y concretamente con IC, eso se da frecuentemente.

Y así sigue.  Aparte de que, desde que el movimiento  del 15-M salió a la luz, y clama contra los recortes sociales que la derecha catalana ya impone, no han reaccionado para tratar de ponerse a su lado, sin intentar manipularlo, pero sí tratando de estudiar  y discutir sus razonables propuestas para hacerse eco de ellas y llevarlas al Parlament, si procede; resulta que más bien parece que sean sus enemigos, y, visto lo visto, quizá así sea, porque tengan privilegios que defender como todos los políticos. Nos cuesta trabajo creerlo, pero más cuesta, visto su comportamiento, reiterado, lo contrario.

Creemos que debieran haber sacado un comunicado en defensa del movimiento, en lugar de tenerle miedo, como parece, cuando era atacados por la chulería de Puig en Plaza Cataluña. No hicieron nada significativo; prefirieron mantenerse al margen, con meras y suaves críticas  envueltas en almíbar, quizá a la espera de que todo se acabara pronto y así su sueño volviera a la placidez.

Pero los desgraciados acontecimientos del día 15  de junio en el Parque de la Ciudadella –acontecimientos que IC  debieran exigir se aclarara su procedencia, vistos los numeroso vídeos, suficientemente claros, que permiten pensar en premeditadas actitudes–, ha vuelto a nublar la vista de estos instalados dirigentes, los que liquidaron el PSUC, aquel partido, entonces de la clase obrera, que fue el único digno de tal nombre, que luchó contra la dictadura, y que ellos usufructúan ahora habiéndolo convertido en algo que se parecen como un huevo a una castaña, en cuanto a defender a los débiles sin concesiones ni "amistades indeseables", como las de CiU.

En lugar de asumir con entereza los hechos del día 15 frente al Parlament, e inmediatamente condenar los actos de violencia, separando estos lamentables hechos violentos, del movimiento 15-M, como muy bien debieran saber los dirigentes iniciativos,  culpando como es obvio, sea cual sea su procedencia,  a  una minoría de violentos;  resulta que tienen el descaro de firmar junto con los mayores agresores de los ciudadanos, el gobierno de Artur Mas, la derecha pura y dura, con sus enamorados del PP, y sus muchachos privatizadores, con los que nos están robando la Sanidad Pública y la Enseñanza, una condena contra los que exigen democracia y que semejante atropello dilapidador contra los más débiles, sea echado atrás. 

A la hora de la verdad, por solidaridad patriotera del desvarío de señoritos nacionalistas, que es la parte mayoritaria y corrosiva que domina el tinglado iniciativo, al menos de los dirigentes,  quizá por la costumbre, y porque ya no queda nada de lo que fue la lucha en ellos, la mente se les nubla y prefieren "hacer piña" con los represores, antes que un análisis serio de los acontecimientos, para aprender de ellos uniéndose a la ola de protesta, no a los genocidas sociales, como Artur Mas, Felip Puig o Baudilio Ruiz, llamado Boi por su conversión de charnego agradecido.


Estaba claro que ICV, hace tiempo que con tanto variopinto cromático, ha perdido el poco  rojo que pudieran tener de otros  tiempos, aunque fuera porque se notara menos la mutación. Y Ahora queda mucho más claro que la formación es perfectamente comparable con cualquiera de los partidos de la derecha nacionalista, que prefieren estar mejor con los represores que con los reprimidos. 


Es una opción, pero que se diga y que se sepa: en Cataluña no existen partidos de izquierda, ni siquiera ya descoloridos. Todos han mutado y viajado hacia  cómodas aguas para no molestar a la derecha. Pero a la larga, quizá ese viaje por el plácido mar, les lleve hasta La Laguna Estigia, de putrefactas aguas; y en la medida que los ciudadanos se vayan dando cuenta de lo inútil de esa formación, les coloquen el óbolo en la boca y lo dejen a merced del malcarado Caronte camino del Tártaro. Por ser inútil para los intereses populares, pero no para la derecha de Mas, que ha visto con regocijo cómo todos estaban en el mismo lado, en el suyo. Porque todos han asumido el discurso de la derecha delincuente y depredadora. 

U. Plaza