miércoles, 15 de mayo de 2019

UNA VERDAD CONOCIDA, E INCOMPRENSIBLEMENTE IGNORADA



Que ERC es un  partido de derechas, de extrema derecha, lo sabe todo el que tenga ojos, oídos y tenga un mínimo interés por lo que acontece en mi tierra. El partido que antes de la guerra hizo coalición con Estat Catalá, de estética fascista;  El que daría un golpe a la democracia, que costó 46 vidas. El que, durante la dictadura jamás los vimos defendiendo a las clases populares, jamás los vimos colaborar para defender de los atropellos del franquismo a los trabajadores; jamás estuvieron en un conflicto laboral apoyando  despedidos, e incluso detenidos a raíz del conflicto laboral, cuya lucha de los trabajadores que entonces era heroica. No hicieron nada para apoyar a los que luchaban contra la burguesía, coherentes con su ideología reaccionaria. 

Llegadas las libertades políticas, el racista y xenófobo Heribert Barrera (tan parecido a otro que padecemos en la actualidad), secretario general de ERC, único diputado en el Parlament de éste partido en la primera legislatura, pudo haberle dado el gobierno a la izquierda, pero prefirió dárselo a la derecha, a los suyos, al Padrino Pujol, el que sería, el mayor fraude que jamás haya habido de un mediocre político y un  brillante cacique.

Hemos visto la unión  de ERC con la derecha ladrona, la de los recortes salvajes. Siendo vicepresidente del gobierno catalán, en plenos recortes, Junqueras, impidió que se reprobara en el parlament a un siniestro personaje,  conseller de Sanidad, cuyo encargo era privatizar sectores de la Sanidad Pública, para que sus amigos, las mafias de la Sanidad Privada, hicieran negocios con dinero público. Nunca sabremos los sufrimientos, las muertes, que aquellas políticas causaron a la población más vulnerable, de esa derecha de la que es parte integrante ERC; Con esa derecha que se inventó una fuga hacia adelante con el llamado "procés", para ver si podía eludir la acción de la Justicia, ya inminente, por las investigaciones que hacía años iban haciendo la policía y los fiscales contra los amos de lo que consideran Cataluña su finca particular. 

Los reaccionarios de la ultraderecha mal llamada Esquerra, ERC, impidieron que mucho dinero necesario para los servicios públicos de los catalanes, pudieran llegar, cargándose los presupuestos y haciendo caer  el gobierno de Sánchez, llevando a la convocatoria de elecciones. A ellos les da lo mismo, porque su objetivo es  eso tan reaccionario, como el patrioterismo.

Ahora, el beato Junqueras, ungido como gran papa de su Iglesia –se proclamó católico frente al juez, quizá pensando que de esa manera éste lo iba a perdonar, al más puro estilo franquista, y acorde con la derecha, de misa habitual.
Después, muy en su línea fascistoide, de CONTRA PEOR MEJOR, deciden no apoyar a Iceta como senador autonómico, sólo por venganza infantil, lo que da una idea de la moralidad y talla política de esta gente; lo que en buena lógica no es más que un trámite, ya que  el senador designado por un partido no lo pueden evitar porque le pertenece, por más que este grupo de la extremaderecha quiera hacer ruido para mantener en activo a los fanatizados fieles de su Iglesia, e imitar en el ridículo a la marioneta de  Cocomocho de Flandes.

Las evidencias de que Esquerra republicana es un partido ultra, de derechas, son apabullantes, por más que algunos Charnegos acomplejados, serviles e indocumentados, o arribistas (Rufián, ni en sus mayores delirios de noches locas, hubiera soñado jamás pasar de ser un mero bronquista de verbena de su barrio de santa Coloma, a bufón de la derecha en el congreso; y a tener un sueldo impensable), miren para otro lado o apoyen los desvaríos por intereses espurios de una burguesía desbordada y decimonónica.  

Así que ya va siendo hora, y lo digo por Podemos e IU, o los Comunes, e incluso el PSC de Iceta, que coquetea con el nacionalismo, porque lo lleva en los genes, el que acaba de recibir una coz de los ultras, mal llamados Esquerra, de que sitúen a ese grupo ultra donde le corresponde por su ideología, por su trayectoria y sus reiterados comportamientos. No en una ocasión, sino a lo largo de toda su historia: en la ultraderecha. Y no olvidemos que en esta legislatura, habrá por lo menos dos grupos ultras en el Congreso, como mínimo. Uno es ERC.

Ubaldo