sábado, 2 de julio de 2011

PARTIDOS-CHANTAJE: URGENCIA DE UNA LEY ELECTORAL DEMOCRÁTICA

El segundo partido-chantaje, el PNV–el primero es CiU–está dispuesto a sostener el cadavérico gobierno de Rodríguez Zapatero, naturalmente con el cazo puesto para, sabiendo la debilidad del mismo, sacar tajada de sus pocos votos que le dan los electores– menos del 1% de los votos populares–, pero que debido al antidemocrático sistema electoral le permite que ese exiguo número de votos le dé el inmenso poder para decidir sobre el gobierno de España. Decidir caprichosamente como un niño malcriado, sobre si se mantiene el gobierno, o lo hace caer. 

Esta patología del sistema, que beneficiando a los grandes partidos, también beneficia a los partidos–chantaje; sucediendo cosas tan pintorescas y tan aberrantes, al no tener dispositivos democráticos para impedir que un exigua minoría haga bailar a un gobierno al son que toca, y que el mismo tenga que mercadear con el patrimonio de todos, para contentar al chantajista y para mantenerse unos meses más en el poder, con respiración asistida, por los que en realidad, lo que les pide el cuerpo es retirarle el oxígeno y que se ahogue, pero en ese calculado tejemaneje, prefieren recoger beneficios en peaje. 


La urgencia del cambio del sistema electoral es uno de los más exigidos por el movimiento democrático, 15-M, por saberse que de él pueden derivar otros que impidan las chulerías de las castas políticas; porque respondería la composición de las instituciones a la realidad social de cada momento. Con una ley electoral democrática, ni los partidos–chantaje como CiU o el PNV, por mencionar sólo a estos dos por ser los más insolidarios,  podrían imponer sus particulares intereses. Serían residuales. Al tiempo que los parlamentos y los consistorios, dejarían de ser el feudo del bipartidismo con aspectos caciquiles;  y  donde otras fuerzas ahora  excluidas por el sistema, tendían la posibilidad de modificar el teatro de marionetas y de farsa, en que se han convertido, ya que una cosa es la puesta en escena, y otra que piensen diferente los partidos hoy en liza, en las cuestiones que nos interesan a todos; en aquellas que más daño hace al ciudadano, como por ejemplo, ya que está candente, el saqueo de la sanidad y la enseñanza públicas.  


U. Plaza