lunes, 18 de marzo de 2013

LA INVASIÓN DE CHIPRE

El indecente y antidemocrático golpe asestado por la jefa del Reich alemán, Angela Merkel, con la colaboración de los mercenarios a su servicio, políticos escandalosamente pagados, y con la sumisión de los gobiernos vasallos como el español y el francés, con Hollande, en el que algunos ilusos pusieron sus esperanzas, olvidándose de que la socieladmocracia ha sido y sigue siendo la mayor tabla de salvación del capitalismo más salvaje, es una clara premonición de que retrocedemos hacia la dictadura del IV Reich, la que en otros tiempos no pudo implantar en Europa el III, por la lucha de sus pueblos. 

La cancillería de la führer les hace pagar los escándalos financieros de unos cuantos a todo el pueblo chipriota–y a toda Europa–, despojándolo de sus ahorros, sin que ellos, los ciudadanos, tengan ni arte ni parte en las prácticas ambisiosas de banqueros y políticos  corruptos. 

A la führer, la defensora de los mayores oligarcas, no sólo no le importa llevar a la miseria a los ciudadanos europeos del sur, con tal de que los grandes depredadores  sigan enriqueciéndose, sino que está en sus planes esclavizarlos, como salta a la vista por sus órdenes y ejecuciones, fielmente obedecidas por los gobiernos.

Indiscutiblemente estamos ante una invasión de Chipre  por parte del Reich alemás, sin necesidad de tener que emplear los tanques ni la aviación, ni ejércitos expedicionarios; le basta a la führer y al Alto Estado Mayor del Reich con la bajeza moral de los gobiernos de Europa que están a su disposición sin el menor asomo de dignidad; y acabarán por convertir en servidores del Reich, a los ciudadanos europeos, al servicio de su imperio. La falta de dignidad de los gobernantes envilece a los dirigentes y esclaviza a nuestros pueblos, y les quita absolutamente la legitimidad a esos dirigentes para seguir en sus puestos vendiendo la libertad, para el entiquecimiento de los culpables de una crisis provocada para eliminar derechos conquistados. 

Se dice que tanto esos políticos como los mercenarios profesionales, están prepcupados porque cada día se va forjando más un estado insostenible de desconfianza contraria, a la Europa de los mercaderes. Y que tal como avanza el descrédito del tinglado de los especuladores llamado UE, y el cabreo que se extiende, cada vez más generalizado, es muy posible que la situación se torne en   incontenible, por más represión que utilicen. 

Las revoluciones nunca se sabe cuándo empiezan; pero el desprecio que los gobernantes sienten por sus pueblos  sirviendo de lacayos a sus amos alemanes, es una llama que  puede encenderse en cualquier momento. Tanto están tirando de la cuerda, que pueden encontrarse con el cabo en la mano, y con ella al cuello.  Porque lo que están haciendo los gobernantes al servicio de los fabricanres de misieria y esclavistas del Reich, es posible que más pronto que tarde lo tengan que pagar. Hoy la democracia tan cacareada en Europa ya ni siquiera merece tal nombre. Es simple y llanamente una dictadura del Reich alemán y  de los grandes especuladores del mundo. Y los pueblos de Europa son simples  pueblos ocupados, como se acaban de hacer con Chipre, pero que, de una u otra forma lo son  el resto. 

Porque no es necesario hoy para ocupar un país, hacerlo físicamente con tropas. Igual que la colonias para seguir siéndolo no es neceario que sean ocupadas por los ejércitos coloniales. Les basta con las recetas del Fondo Monetario Internacional o de Banco Mundial, los grandes fabricantes de miseria de continentes enteros. Es más, al imperio le sale mucho más batato que sean los propios  gobernantes los que apliquen la politicas que la führer Merkel les ordena. Escavizar a sus pueblso es la misión a cumplir al finan del recorrido, que tienen encomendada. Y así lo hacen y obedecen como buenos lacayos. Porque otra cosa no es lo que ha pasado en Chipre, y aplican en toda Europa.

La imposición desde la cancillería del Reich es en todo inaceptable por parte de los pueblos libres, que deben rebelarse, como en otro tiempo lo hicieran contra los antecesores de los actuales invasores. La UE, es una farsa, una mentira para que los pueblos dejen de ser libres y se sometan a los caprichos de la führer y del gran capital.

Esperemos que algún día, establecida la libertad y la democracia, los gobernantes colaboracionistas contra sus pueblos, puedan ser llevados ante los tribunales, para que respondan por la salvaje agresión de que éstos están siendo objeto.

Quizás, lo que habría que empezar a pensar si lo correcto no sería expulsar  de la U.E. a los que provocan la esclavización de los ciudadanos, en lugar de seguir oliéndole sus excrementos. El Reich es un peligro para la supervivencia de la democracia y el bienestar de los europeos. Y si más no, para una Europa que sea de los ciudadanos, no de los mercaderes que hoy deciden sobre nuestras vidas, sin que nos hayan preguntado si queremos ser súbditos– o esclavos– del Reich alemán.

U. Plaza