miércoles, 29 de junio de 2011

EL "PELOTILLEO" COMO DESPEDIDA

Hay actitudes de algunos políticos/as que sonrojan y provoca eso que llamamos "vergüenza ajena". Es lo que cabe pensar de las palabras de la política de Coalición Canaria, Ana Oramas, que se ha volcado en elogios al presidente del gobierno, cuando todo el mundo lo ha criticado por su giro hacia la servidumbre con los amos financieros. Una vergüenza vamos.

Se comprende que los  que pertenecen al grupo del presidente lo elogien en público, aunque lo maldigan en privado, porque les ha hecho perder muchas de sus prebendas a muchos de ellos y sus amigos. Pero prietas las filas han logrado la apariencia, sólo la apariencia, de normalidad en el patio del segundo partido de la derecha española, que haber cuando se deciden cambiarle el nombre, o cambian de políticas. Pero elogios o no, se lo han quitado de encima y le han obligado a decir que no se presentaría de nuevo. Claro que, al fin y al cabo ha sido el presidente el que les ha asegurado buenos sueldos y una jubilación escandalosa, es decir que tenía en sus manos la llave del cajón del pan...muy sabroso de beneficiosos cargos. Así que están justificadas las salvas.

Pero que lo haga una supuesta opositora, o es ni de lejos, lógico. O es que sintoniza con el presidente en sus agresiones, con sus políticas a los ciudadanos más pobres, o es que la política canaria o no se entera de lo que ha hecho Rodríguez Zapatero para beneficiar a los más beneficiados, o es una cuestión digna de Freud. Pero no se comprende ni se explica en una tribuna parlamentaria. 

U. Plaza

MERCADERES

Desde sus inicios es sabido que  CiU no es una coalición política, sino una coalición de mercaderes que hace sus negocios desde la política, que es muy diferente. Y que debido a que la ley electoral es antidemocrática le permite tener un peso en diputados en el parlamento español que no le otorgan los votos populares. Eso la ha convertido en una formación que más que servir para solucionar los problemas, los crea al convertirse en una formación-chantaje, en beneficio de sus negocios, cuando el partido que gobierna en Madrid es débil, sin otra alternativa como sucede ahora con un desahuciado Zapatero, por su fe derechista de sumisión a los postulados de sus amos financieros; o cuando estaba Felipe González, que coherente con su papel de liquidar a la izquierda, prefería a los mercaderes de Pujol antes que pactar con la izquierda real de entonces.

El gobierno de PSOE, para poder sacar adelante sus agresiones a los ciudadanos, entre la que destaca la subida de los años de cotización, en una España con cerca del 50% de paro juvenil, para los ciudadanos, no para la casta política, que eso ya está blindado, ha recurrido a los siempre dispuestos convergentes si de hacer negocio se trata.  Y ha logrado que que les traspasen ocho hospitales públicos que, aunque hace tres décadas los gestiona la Generalitat, eran de propiedad  del Estado, con lo que de alguna manera estaban a salvo del afán negociante  y mercantil de CiU. 

Logrando la propiedad de los hospitales obtienen un sabroso bocado; no para poder hacer del traspaso una mejor gestión para mejorar la salud y el bienestar ciudadanos. Nada de eso. En esta  orgía privatizadora y depredadora desenfrenada por hacer caja en que están los convergentes, lo que el gobierno les ha facilitado a los mercaderes de CiU,  es la posibilidad de que puedan vender los hospitales para hacer negocio, y aumentar aún más las ganancias de las aseguradoras  y  consorcios de hospitales privados.  A estas horas Baudilio (Boi) el hombre de las  privadas en el contubernio convergente debe estar muy contento por el bocado que podrá ofrecer a sus amigos. Y CiU se frotará las manos por el balance de resultados del negocio, que es como ellos miden los éxitos o fracasos,  no en términos políticos,  y mucho menos sociales, que están liquidando, ya que eso sólo es el escenario. Y mientras tanto el gobierno de Madrid, suplicando y negándose a hacer una ley electoral democrática, que limite las ansias de negocio de las formaciones de mercaderes-chantaje.


U. Plaza