viernes, 20 de mayo de 2011

SI RUBALCABA REPRIME...

Cinco miembros de la Junta Electoral Central, demostrando que viven al margen de la ciudadanía y que ignoran absolutamente lo que en estos momentos está pasando en España, y las ansias de democracia que mueve a lo mejor de la sociedad, a la juventud,  el futuro,  se han propuesto que ellos pueden decidir qué podemos o no hacer los ciudadanos,  demostrando más que nunca, que la reiterada exigencia de democracia en España es una necesidad aplastante. Ahora, la papeleta está en manos de Rubalcaba. 

Pero, SI RUBALCABA REPRIME, habrá tirado a la basura todo su supuesta capacidad, que todos le atribuían considerándolo uno de los pocos hombres capaces e inteligentes del gobierno. Rubalcaba, el gobierno, tienen en sus manos suficientes resortes para enmendar este disparate propio de otras épocas y de otros regímenes.


Porque, SI RUBALCABA REPRIME, habrá puesto un negro broche a su carrera, que sin duda no merece, poniéndose al nivel de personajes siniestros de la dictadura, como Martín Villa o Fraga, que incluso en los albores de las ilusiones de la conquista de la  democracia, robada y manipulada, ya muerto el dictador, reprimieron manifestaciones, truncaron ilusiones ocasionando mucho dolor a los demócratas y en definitiva a todo el país, sumiéndolo en una apatía que ha durado más de 30 años.


Pero, SI RUBALCABA REPRIME, no sólo será él, como hombre, como persona, como político del que aún no hay por qué dudar de sus convicciones democráticas, quien pase a la historia como un represor de las ansias de libertada de un pueblo y  de una juventud frustrada.

Porque, SI RUBALCABA REPRIME, será también el partido socialista, sus dirigentes que guardan silencio cobarde ante semejante reto, esperando capear el temporal, lo que demostrará que ese partido ha quedado invalidado para representar, no ya a los trabajadores, como   dice su ya tan desgastado por la falta de uso del nombre de Obrero y Español, sino por ser simplemente una máquina pesada y obsoleta para tomar decisiones en favor de las ilusiones de futuro. Aún están a tiempo de corregir los disparates. Para situaciones excepcionales hacen falta personas excepcionales capaces de tomar decisiones excepcionales que marquen época. Y esta es una de ellas. Y Rubalcaba, si quiere, puede. 

Porque, SI RUBALCABA REPRIME, se podrá haber cortado una acción democrática, pero adquirirá más fuerza, y esperemos por el bien de todos, que los dioses no vuelvan loco al Ministro del Interior por la vía del disparate de cinco miembros de la Junta Electoral Central.  Rubalcaba puede, porque, si precisamente algo puede, y le conviene, es dar tranquilidad y buscarse las triquiñuelas jurídicas, para enderezar el disparate, que cuando conviene encuentran. 

Porque, SI RUBALCABA REPRIME, quienes se frotarán las manos serán los de la derecha cavernícola agazapada–mucha de ella en  el PP que, sabiendo que es un peligroso contrincante, quieren verse  libres de él–, pero también desde ese Mundo sin Razón  que Gacetea,  Copea o embiste   entre Intereconosuya.  


Y, ya puestos, si el jefe de la policía catalana, FELIP PUIG, REPRIME,  con lo que a este ultra derechista, impetuoso y de escaso talento, de beatería suprema le entusiasma el orden del desorden de la derecha más carca, también se sentirá repudiado el Govern, aún más de lo que ya está,  por los recortes que ya han asestado a la Sanidad, en vías de regalársela a las privadas, y a otros sectores amigos para sus negocios; y los que van a hacer inmediatamente tras la parodia electoral, que serán una apisonadora de liquidar derechos. Para eso, su alianza con sus homólogos ideológicos ultras del PP, son fundamentales.  No es nuevo, en la época de Martínez Anido, el de la ley de fugas y asesinatos de obreros, la burguesía catalana también exigía que el gobierno de Madrid, que tanto dicen denostar, les ayudaran a reprimir a los obreros catalanes, cuando estos luchaban por mejorar sus condiciones de vida. Hasta hubo una huelga de los obreros madrileños, es solidaridad con los trabajadores catalanes. Atur Mas, representante de aquella añeja burguesía, también, cuando le conviene, pide ayuda a los herederos directos del franquismo. Ahora el teatro del notario no es necesario.


U. Plaza

15-M: AGRADABLE EQUIVOCACIÓN


Reconozco que me equivoqué. Es más, que felizmente me equivoqué. Cuando en los días precedentes a la convocatoria del día 15 de mayo hecha por el movimiento democrático, Democracia Real, Ya, a través de las redes sociales de internet, me mostré escéptico de que dicha convocatoria tuviera éxito.  Porque, a pesar de todas las golferías que nos vienen haciendo los partidos políticos, siempre al servicio de sus amos los banqueros,  y otras faunas depredadoras de lo publico que despoja al ciudadano, pensaba que todavía los jóvenes no se habían empezado a concienciar de que ellos eran las primeras víctimas del  festín  montado por la banca y sus bien pagados mayordomos para hacerlos incondicionales. 

Sin embargo, decidí acudir a la Plaza de Cataluña con la utópica ilusión de que algo sí  se estuviera moviendo ante tanto despropósito desvalijador de la casta política, teniendo por seguro ésta, que cualquier agresión a la que sometieran a la ciudadanía, sería borreguilmente aceptada sin rechistar, domesticada, para lo que trabajan sin descanso. Sobre todo con juventud que creían anulada, prefiriendo que celebraran botellones y los triunfos deportivos, y que dejaran de preocuparse de otras cosas, para la tranquilidad de banqueros y servidores.   La Juventud,  permanentemente denostada, era acusada por el poder con la boca pequeña, de estar "en sus cosas",   despreocupada de los asuntos verdaderamente importantes. Lo que les iba de maravillas para sus negocios.

Pero mi escepticismo se fue diluyendo a la medida que iban pasando los minutos y se acercaba la hora prevista de la convocatoria. Me hubiera dado por satisfecho por no haber perdido el tiempo, si al final, por lo menos en la Plaza de Cataluña se hubieran congregados unos pocos cientos de personas. Pero me parecía un sueño o una alucinación. No me lo podía creer cuando comprobaba que cada vez habían más y más persona, mayoritariamente jóvenes, pero también muchos mayores, de mediana edad,  algunos con sus hijos, hombre y mujeres, tan indignados y satisfechos como yo por ver el río humano  variopinto de jóvenes, que por fin veíamos  como  el relevo de aquellos que luchamos contra la dictadura, había empezado a llegar para conquistar lo que nosotros, por incautos traicionados nos dejamos arrebatar: la democracia que nunca logramos. Y nos la arrebataron los que nunca creyeron en ella, sostenedores de la dictadura, junto a los que debieran haber hecho bandera de su defensa sin posible renuncia. Pero que prefirieron repartirse el pastel, sin contar con los ciudadanos, más que cada  vez que había que poner en escena la parodia de las elecciones, que con una ley electoral antidemocrática a la medida del régimen, es imposible acabar con el monopolio de  los dos partidos mayoritarios y sus comodines de la derecha de CiU, que como se sabe, vale igual para un roto del PSOE, como para un descosido del PP, si en el trato hay negocio, que al fin y al cabo es el objetivo de los mercaderes del invento de la derecha catalana, cuando le interesa, pero sin perder de vista el negoci.

Seguramente la respuesta ciudadana ha sorprendido a muchos, incluidos aquellos que se plantearon que había que hacer algo para acabar con este desbarajuste de vividores y conquistar la democracia. E inteligentemente han sabido utilizar la Red, como portavoz de la convocatoria. Y sobre todo ha sorprendido a los burócratas instalados en su torre de marfil, que de pronto se ven desnudos y caen en la cuenta de  se han dedicado a "los suyo", perdiendo de vista que lo suyo es de los ciudadanos. Las realidades no se inventan. Porque nada de esto hubiera adquirido las proporciones que está adquiriendo si los problemas no fueran reales, y  permanentemente no fueran ignorados por los instalados servidores de los verdaderos amos. Si la indignación no hubiera llegado al grado en que ha llegado de golfería, por la indiferencia de esta plutocracia desenfrenada, que sigue sin entender nada, y tratando de utilizar todos los resortes que tienen, para liquidar las ansias de libertad de los ciudadanos.  

Cuando veía desfilar a miles de personas por la Vía Layetana el domingo 15 por la tarde, a personas que habían abandonado la modorra, el tedio o la desilusión  y la indiferencia, y gritaban contra las injusticias de los poderosos–los que nos piden el voto para seguir en la poltrona con sueldos que abochornan–, me di cuenta de que, pase lo que pase, sea o no la manipulación de algunos, a los que ni pasó por su cabeza tener en cuanta la situación de deterioro de la sociedad, mientras ellos fueran viento en popa; sea por la vía expeditiva de utilizar la represión, sutilmente apoyádose en leyes  que son un disparate antidemocrático, como ha afirmado el gobierno del CiU, privatizador de la Sanidad y de la Enseñanza públicas, nada será ya igual. La represión si es que al final la utilizan será el mayor error que cometan, ya que, como se ha visto con el desalojo por Rubalcaba en la Puerta del Sol de Madrid, lo que ha logrado es mayor adhesión e indignación contra los gestores de los intereses de los banqueros.  

Lo que parecía iba a ser un acto testimonial, ha pasado a ser un movimiento de masas de una envergadura preocupante para las posaderas inútiles de aquellos que sólo les interesa que le paguen la nómina a final de mes por apretar un botón, sin saber siquiera de qué se trata. ¡Con la de dinero que nos podríamos ahorrar si los mandáramos a casa!

En estos momentos, cuando se escribe esto, se suman más y más ciudadanos en diversas ciudades a la lucha por la democracia secuestrada. Sin ninguna duda, los poderosos medios desinformativos y sus lacayos, están trabajando para ver la manera de liquidar el movimiento democrático, porque no lo olvidemos, la derecha es democrática, siempre que las reglas las rija ella, y reparta las cartas. Si una jugada no es de su agrado, suele romper la baraja. Ejemplos hay en la historia hasta la saciedad. Y siempre ha tenido aliados, que decían ser contrincantes. Ahora también los tienen.

U. Plaza