Ya hay una Gran 
Coalición. Y la componen todos los partidos dependientes del gansterismo 
financiero y los esclavistas, que la mayor de las veces son los mismos: el corrupto PP y su monaguillo el señorito Rivera 
que hace el Primo, de Rivera,  ya declarado servidor de banqueros y 
otros depredadores, que para eso lo potenciaron y crearon "el Podemos de derechas".  Además del PSOE. Un PSOE  inventado por la derecha 
–que nada tiene que ver con el histórico–. Con González como verificador
 vigilante, por orden de los de siempre: de los poderosos de aquí y de 
allá, más de allá en realidad, que son los verdaderos amos, de los que los de aquí son los mayordomos.
Y,
 claro, la derecha  catalana y vasca se apunta. Porque a la hora del 
saqueo de derechos de los ciudadanos, son pioneros y tan salvajes como 
sus hermanos mayores. Y se ponen de acuerdo de inmediato; se ponen de 
acuerdo para apoyar al partido corrupto sin el menor rubor, olvidándose de agravios, ciertos o inventados, pues como es sabido la derecha sólo tiene intereses que están por encima de todo.  
Todos
 contra Unidos Podemos. La pieza a batir es Unidos Podemos, porque les 
trastoca algo la comodidad en la que han estado instalados desde que se apropiaron del Estado y lo empezaron a desguazar, para sus amos.  Y claro, en ese trasiego algunas migajas se caen de la mesa, que les permite vivir como dioses, si lo comparamos como viven sus víctimas, el ciudadano expoliado.  
Tiene su lógica que los "andorranos" del cacique Pujol y famiglia  
apoyen al PP de Rajoy: hasta en ese juego que se traen los convergentes para distraer al personal que se cree sus mentiras, Rajoy solito ha logrado que millones de catalanes,
 nada aventureros en desvaríos independentistas, se lo empiecen a pensar
 por tal de perder de vista, aunque sea mentalmente y de forma utópica, a los corruptos 
herederos de la dictadura, aunque muchos pierden de vista que a casa nostra, abundan los del 3%, como allende el Ebro, como bien sabemos. En eso todo es igual. 
Cuatro años más de Rajoy y su tropa Bárbara, y
 España se desintegra por la vía del "sálvese quien pueda". Porque es 
insoportable un Estado caciquil, con ministros con empresas en Panamá, 
amnistías fiscales a los millonarios estafadores –perdón por el redundo,
 pero tras una gran fortuna siempre hay algo siniestro, nada bueno, nada honesto–;  Además de otros que 
conspiran contra los adversarios políticos. 
Y no es que eso de las cloacas del Estado sea una 
novedad: seguro que lo hacen todos los gobiernos, incluso aquellos con trayectoria democrática de muchísimos años, que en España... Pero cuando los pillan no 
les da tiempo ni a coger el cepillo de dientes y se tienen que ir. 
Aquí en este Estado pos 
franquista, nada ejemplar, no. No hay mecanismos legales y EFICACES, para que 
personajes que transgreden la ley dejen el cargo. Pasa continuamente. Pasó cuando el jefe 
mintió en el Parlamento, y ni por esas. Lo que demuestra la endeblez y escasa calidad de esto que llaman democracia. 
Ah, y, a la sazón, el otro 
partido del régimen, fraguado e inventado en la llamada Transición, a 
parte de alguna queja de cara al a galería, ni mu. Hoy por ti –el partido principal de la derecha– y mañana por mí –el otro partido 
también de la derecha, pero que tienen sus dirigentes la desfachatez de
 decirse socialistas, hasta desde consejos de administración que otorgan la puertas giratorias y desde lujosos yates. 
O
 sea. Que La Gran Coalición siempre ha existido en un reparto de 
papeles: Ahora tienen un ayudante más de limpiabotas. Y tratan de 
disimular, pero que nadie lo dude el PSOE hará lo posible para que sus  hermanos del PP manden, porque estas gentes "mandan", no gobiernan. Eso sí,
 con el permiso de los que de verdad mandan y deciden, ¡y de qué manera deciden!: los banqueros. 
Y, claro, 
han de disimular un poco porque ha entrado una fuerza en el 
parlamento –que esperemos que cumpla con sus promesas rompiendo la norma de los partidos del régimen, que dicen una cosa y hacen la contraria–, y trate de denunciar todos los manejos de los ahora tres, 
partidos del régimen, al servicio de los dueños, no sólo del dinero, sino de todo. Porque se lo han quedado todo. 
Ubaldo Plaza
