domingo, 22 de mayo de 2011

EL PODER Y SUS ESTRATEGIAS.

Estos días, en que miles de personas luchan por que en España haya democracia, se dice que el movimiento democrático y anticorrupción de Democracia Real, Ya, ha cogido por sorpresa al Poder, que enfrascados los edecanes políticos en sus asuntos de reparto, los ha cogido con el pie cambiado. Y no es cierto. Habrá sido así para algunos políticos, pero no para el Poder; sí sus empleados, que tratando de colarse en puestos relevantes para mejor servirlo, han podido despistarse, el Poder sabe muy bien por dónde circulas las mareas sociales y sabe corregirla, para eso tiene tanto gallito inmoral en nómina.  Y, como decía "El Padrino", "nuestros hombres nos son fieles porque los pagamos muy bien", lo que no quiere decir que si algunos ya no les son útiles, no le manden el pescado envuelto en un papel de periódico con un consejo, como mínimo de retirada. 

Pero el Poder, los que de verdad lo manejan, no se deja sorprender.  Salvo que el movimiento reivindicativo alcance tales proporciones que sea incontrolable por ellos. Pero eso se llama revolución. Y puede ser, como nos enseña la historia, violenta o menos violenta;  y esperemos que la próxima  sea como un río que arrolle lo caduco e injusto de forma pacífica, para entrar en una vía democrática.

Pero el Poder no duerme. Y sabe en cada momento lo que debe hacer y qué órdenes ha de dar.  Porque el Poder ha leído a Maquiavelo; y lo viene poniendo en práctica desde hace siglos, y más en los tiempos modernos en que la "modernidad mediática" le da mucho juego al Príncipe, mucho más campo de acción, de manipulación. Y también, el Poder, ha leído a Lampedusa y sabe cómo aplicarlo. De hecho ya lo aplicaron cuando llegó la transición en la que estamos y de la que no hay manera de salir, consiguiendo que todo cambiara para que todo quedara igual. Porque evitaron que llegara la democracia, pero  nos creyéramos que había llegado. Mientras, el poder económico surgido de un golpe de Estado, quedó tan intacto que se proyectó de tal manera, que es mucho más poderoso que hace treinta años. Lampedusa en su tumba debe sonreír por la eficacia de su ocurrencia.

Ahora, si la decisión democrática de millones de ciudadanos es conquistar lo que no pudimos hace tantos años, que no quepa duda que en el timón de mando ya está situado el Poder, el dinero, dando órdenes y elaborando diversas  estrategias, dependiendo del cariz que tome el  asunto.  Si el movimiento democrático afloja,  lo tiene claro: pedirán a sus empleados los políticos  que todo el expolio emprendido por orden suya continúen como hasta ahora, e incluso que lo aumenten para dar un escarmiento, para que se sepa que son ellos los que mandan, lo que sin duda será obedecido, sin rechistar por sus empleados: es la vía Maquiavelo. 

Si el avance y extensión de la lucha democrática es favorable para el pueblo, porque la situación es irrespirable para millones de personas agredidas por el Poder de los bancos, tomarán otras medidas que pueden ser las de aparentar ceder,  dar órdenes de que este o aquel punto "puedan ser discutidos", afirmando que "todo no se puede hacer de golpe, que requiere unos plazos", etc.,  pero, que mientras tanto es necesario volver a lo que llaman "normalidad", que para el ciudadano es la peor de las anormalidades: seguir igual o peor que hasta ahora, desactivando la protesta, que es el objetivo del Poder. Mientras tanto extenderán las redes, buscarán y cambiarán de servidores que no estén tan "quemados", menos impresentables, que traten de ganarse la confianza, previa una campaña mercenaria de desinformadores, que aseguren "que todo se va a estudiar". Si el movimiento democrático cede, una vez más, como nos pasó cuando empezó la transición, nos espera otros 30 años, de hasta una hipotética  nueva generación, sin futuro. Es la vía Lampedusa,  o una mezcla de ambas, que aplicaran por sectores, según les convenga.

Por eso es importantísimo que el movimiento Democracia Real, Ya, no dé un solo paso atrás. Y aunque pueda parecer utópico, hay que repetir: "Si lo exiges todo, no lo lograrás, pero darás un paso adelante; pero si sólo pides "algo", darás muchos pasos atrás". La situaciones revolucionarias se dan en las sociedades cuando los problemas acucian, pero si se dejan pasar serán más acuciantes, pero con derrota y desesperación social. Y eso el Poder y sus servidores lo saben. Los ciudadanos también deben aprenderlo y decidir en consecuencia. Hoy, con la salvaje agresión de los dueños del dinero a los ciudadanos, y no importa lo que éstos piensen, sólo cabe responder con una acción colectiva y democrática por parte de los agredidos.

U. Plaza