jueves, 16 de diciembre de 2010

AMBAS DERECHAS



Nadie en su sano juicio puede negar que el gobierno de Rodríguez Zapatero ha dado un volantazo hacia la derecha de forma escandalosa, poniendose al servicio de la alta delincuencia  de la casta banqueril y ese otro oscuro y depredador  tan letal para el ciudadano, llamado mercado. Pero que el PP, partido  liberal en el peor sentido de la palabra –el que en su programa e intención  lo lleva a la práctica allí donde manda–,  están todo tipo de privatizaciones y de apoyo a los sectores más reaccionarios; los que nunca se preocuparon por las condiciones de pensionistas o trabajadores en las peores condiciones, nos venga ahora con la cantinela , y sean ellos los que una y otra vez se quejen de la rebaja de las pensiones o el recorte de los salarios, es como poco inmoral. 

Porque todos sabemos, y lo ha adelantado con una de sus muchas vomitadas y exabruptos su presidente honorífico, defensor de lo más impresentable de la derecha extrema, José María Aznar, el de la boda faraónica y servidor de Bush en la guerra de Iraq, que pide, sin el menor rubor, porque eso no es propio de su manera de actutar,  que se le limiten las prestaciones a los trabajadores. Que se elimine lo que ellos llaman el estado de bien estar, porque según él no podemos permitírnoslo. Naturalmente el PP, que se queja de la eliminación de derechos de boquilla, en lo que está pensando es que no podemos permitirnos nosotros, la mayoría de los ciudadanos, porque tenemos que pagar las suyas, incrementadas. 

Esas son en realidad las intenciones, y lo que intentará llevar  la práctica, si los ciudadanos somos pasivos y se lo permitimos, de la derecha del PP. Por lo tanto todas las protestas que una y otra vez enarbola en el parlamento y por boca de sus representantes, por toda la basura televisiva que nos invade. Así que toda la ofensiva del PP y su pretendida defensa de los débiles, no es más que una estratagema para ganar votos. Es increíble que quien pide recortes por, por considerarlos  excesivos  de los derechos de los trabajadores, le preocupe lo más mínimo su situación.

Que el gobierno socialista se haya pasado con armas y bagaje a la derecha, en sus propuestas de liquidar las conquistas sociales para satisfacer a los buitres de los mercados, no debe en modo alguno hacernos caer en el canto de sirena de creer que los que tienen en su formar de entender la sociedad el enriquecimiento de unos pocos en detrimento de la mayoría, vayan a solucionar nada. Todo lo contrario. Aviso para navegantes: Retirarle el voto al PSOE no debe ser para dárselo a los que sin ningún problema aplicarán las políticas que le convengan a los más poderosos.  Debemos buscar otras opciones que no sean no los de derecha gobernante, ni los de ultraderecha en la oposición, que por cierto también gobiernan el algunas taifas, donde no son un modelo precisamente. "Ser más tonto que un obrero de derechas",  se paga. Y muy caro. 

U. Plaza