sábado, 12 de diciembre de 2015

LAS "NEGOCIACIONES" DE LA CUP CON MAS, PAPEL MOJADO

Se dice que Más ha hecho concesiones a la Cup para ser investido presidente. El caso es mantener la poltrona del aventurero de los recortes. Nunca, salvo con Rajoy, se ha asistido a la mayor degeneración de las instituciones. Cualquier cosa con tal de mantener el culo en la poltrona. Eso sí, no se olvide de que todos los acuerdos entre los "cupidos" y el rey de Ítaca, quedarán en papel mojado un minuto después de ser investido presidente. 

Será un ejercicio voluntarioso de los "cupidos, del que después se arrepentirán. Porque Más no es de fiar en absoluto. Y cuando lo hayan investido, volverá por sus fueros al expolio de lo público. De hecho, durante todas estas negociaciones –puro teatro por parte del aventurero Mas–, no han dejado ni por un momento de privatizar los diversos sectores de la sanidad. 

Negocian y privatizan al mismo tiempo. Entonces ¿a qué juega la CUP?  ¿Están negociando con quien saben los engañará? Porque ya pueden firmar lo que sea con Más –no con CDC que ha sido "suicidada", ni con Junqueras que está desaparecido para no enfangarse– que será papel mojado. 

La derecha, y la que representa el ambicioso Mas, con mucha experiencia, sabe mentir y hacer pasar por verdad lo que es mentira –en eso van a la par con Rajoy–. En cuanto Mas logre que sus posaderas estén asentadas en la presidencia, dejarán tirados a los "cupidos". 

Éstos exhibirán la firma de los "compromisos".  Patalearán. ¿Y qué? –dirá el ambicioso personaje–: no sabíais que no os podías fiar de mí?  El problema es vuestro, almas de cántaro. 

La derecha es por definición gansteril manipuladora y mentirosa porque lo lleva en el ADN. Siempre ha sido así. ¿Por qué ha de ser ahora diferente?  

Así  que los de la Cup siguen sin enterarse de que los compromisos hay que contraerlos con gente democrática y honesta, que tenga pedigrí de cumplidor, no con Mas que ha dado muestras de sus cambalaches para sostenerse como sea en el cargo sin importarle a la degradación a la que ha llevado la primera institución de Cataluña.  Porque sus ambiciones personales son gigantescas a pesar de sus meteduras de pata y sus limitaciones. 

¿Alguien que se considere demócrata, en su sano juicio, tras el batacazo de 2012 se hubiera aferrado al cargo como ha hecho el rey de Ítaca? No, se hubiera ido a su casa para no degradar la institución. Y hubiera sido recordado, al menos en eso, como un auténtico responsable que prefirió su retirada a tiempo que su empecinamiento en pudrir la vida política catalana y dividir a los ciudadanos. 

Tras el previsible engaño de Mas, la Cup quedará muy tocada, si acaba invistiendo al recortador de los derechos sociales. Y sobre todo en la Sanidad Pública, goloso negocio de los buitres que ambicionan explotarla.  Y quedará tocada porque ya no habrá marcha atrás, salvo una verdadera movilización popular que aúne a los catalanes contra la salvajada privatizadora.

El problema de la Cup es que no analizan la cuestión en clave de clase, sino en el del identitario, que es lo importante para ellos, por desconocer de verdad el mundo de las clases populares, el de los barrios deprimidos. Y la cuestión identitaria que llevan por bandera, es lo más reaccionario posible, para un partido que, aunque muchos tengan verdadera voluntad, desconocen la realidad porque pertenecen a otro mundo. Y ven las cosas de forma romántica como los revolucionarios burgueses de otros tiempos. 

Y esa realidad dice que no se puede pactar nada con quien tiene una hoja de ruta que son sus intereses financieros, no el bienestar de la población, como se demuestra la presencia como conseller de sanidad, de un personaje de la sanidad privada, con la misión de liquidarla como bien público.  Ya en su día tuvo la desfachatez de decir que la sanidad era cosa de cada uno, no de los poderes públicos. Lo que deja en evidencia sus principios y a quien sirve. 

Ubaldo Plaza