martes, 27 de noviembre de 2018

LA HUELGA DE LOS MÉDICOS CATALANES.

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Lo extraño no es que los médicos catalanes de la Sanidad Pública hayan ido a la huelga. Lo extraño es que hayan aguantado tanto desde que el converso al independentismo, Artur Mas, para tapar las corrupciones de su formación, CDC, y su gobierno de la derecha corrupta catalana  decidieran los mayores recortes asestados a los derechos sociales de los catalanes, para favorecer el negocio de la sanidad privada, con dinero público. 

Porque si hasta que empezaron los recortes, la sanidad privada con dinero público ya era un robo, tras el hachazo de Artur Más y sus continuadores como el carlista, decimonónico, de la Cataluña profunda y huido de la Justicia, Puigdemón,  aumentado por su valido Torra, es un crimen, estando al frente de Sanidad Boi Ruiz. Porque mucha gente mayor pereció antes de ser atendido por el retraso impuesto por los recortes.  

Pero lo más extraño todavía es que la población, víctima de los recortes no se rebelara, echándose a la calle masivamente, contra semejante agresión, tapándolo con el patrioterismo de banderas y enajenaciones colectivas, en lo que en la derecha es tan habitual: echarle la culpa al enemigo exterior...o interior si lo consideran molesto. Como que los sindicatos llamados de clase, hayan sido tan comprensivos con la mayor agresión contra las clases populares, desde hacía mucho tiempo.

Es sabido, y cualquiera que haya tenido la necesidad  de asistir a los centros de Salud (sean los CAP, las Urgencias o los Hospitales), que la Sanidad Pública, deteriorada por expreso deseo de los dirigentes de la derecha (Convergentes y la ERC del beato Junqueras, que sostuvieron a Boi Ruiz al frente de la Conselleria de Sanidad, cuya misión era liquidarla como bien social y privatizarla para el negocio) se ha aguantado por el sacrificio y la profesionalidad del personal sanitario; que de no ser así habría colapsado hace ya mucho tiempo. Eso lo saben todos los ciudadanos catalanes. Y cabe preguntarse si de no haber sido tan celosos con su trabajo los profesionales, los ciudadanos habrían respondido al saqueo sanitario con contundencia. Pero veían, que mal que bien, con todas las deficiencias de retardo, iba funcionando. Hasta que los sanitarios no han podido más y se han decidido a protestar con la huelga, legítima y lógica.

Ante la huelga de los sanitarios, lo que cabe ahora  es la solidaridad ciudadana frente a unos gobiernos irresponsables, que llevan años deteriorando los servicios sociales, adoctrinando a la gente con mentiras patrioteras. 

Y los trabajadores sanitarios, a parte de reivindicar sus derechos profesionales, de lo que han perdido en la Gran Estafa, llamada crisis, en estos años (se habla de unos 60.000 euros de media), reivindican mejores condiciones de trabajo, que repercutirían en la mejora del servicio para todos. 

Ahora, los responsables de este desaguisado, como siempre suele pasar con los tramposos, echan las culpas a los demás, sin hacer mención del dinero gastado en delirios estériles, que sólo les sirven a unos cuantos para mantener encendida la llama que hace posible mantener en pie el castillo de mentiras, a pesar del evidente fracaso.  

Y algo tendrá que ver el deterioro de los servicios sociales, por ejemplo, lo que hoy salta a los medios que el hijo del capo de capi Pujol, cobró mordidas de las empresas de 6,7 millones de euros. Y siendo una pequeñez comparado con lo que han defraudado, ¿para cuántos servicios darían esos 6,7 millones?

Ubaldo