domingo, 25 de marzo de 2012

EL HEREDERO


    El único mérito que se le conoce al recién designado para dirigir el tinglado convergente, es ser hijo del jefe y amo de la cosa. Tanto es así que sin ningún pudor, como en toda  monarquía, se designa al heredero por vía sanguínea, para la continuidad de la dinastía–en este caso de intereses muy bien tramados–, donde no falta de nada, todos los beneficiarios ven como una garantía de sus máxima aspiración–los negocios–la permanencia en el tiempo, del invento que tan buenos resultados les ha dado. 

 Hay quien estaba nervioso en la corte convergente ante la posibilidad de que el reinado del inventor se diluyera, y esperaban con impaciencia desde hacía tiempo a que su majestad designara por fin al heredero, al sucesor. Pero, parece ser que, a pesar de que ya no es un niño, la criatura no estaba preparada para semejante responsabilidad, le faltaba un hervor; por lo cual han estado durante toda una serie de años gobernados por un regente o un valido, como en las viejas monarquías absolutas; y, aunque éste  valido provisional  no tuviera muchas más capacidades que el heredero,  como es notorio, al menos su vieja majestad y la reina madre –que es de armas tomar–,  tenían la seguridad de  que obedecería en todo lo que le ordenara el rey inventor de la dinastía, sin criterio propio.

 Ahora, tras mucho tiempo de preparación, y aunque parece que el chico no da para mucho, al fin se ha decidido su designación, y que vaya aprendiendo, si es posible, sobre la marcha mientras el jefe siga coordinando, por si hay que corregir en algo al neófito.

  De momento, como era de prever, no por su juventud, que ya no lo es tanto, se ha lanzado al ruedo–con perdón–con una propuesta de talibanismo irracional, que seguro a las grandes fortunas a las que representa CiU, no hará mucha gracia, ya que éstas están  más por el negocio–¿recuerdan El Padrino?– que por las aventuras  de chicos fanatizados en los institutos bajo la cuatribarrada y la égida de la casta política catalana, casi toda tan identitaria ella. Esas grandes fortunas tienen sus negocios por toda España, y pueden temer otra absurda guerra del cava, provocada por la bufonada  de aquel ya olvidado visceral converso Carod-Rovira–pero extendida a otras áreas mucho más importantes–; porque no se olvide que como respuesta a una idea visceral y disparatada como la que le han dejado decir para que se luzca y divierta al nuevo e inexperto monarca  de la cosa convergente–, aparece otra no menos disparatada, la de los que en lugar de ver un discurso hacia la clientela idiotizada de CDC, para mantenerla en la misma fanática idea soberanista –para que hagan abstracción y se olviden de la realidad, de que colaboran con sus hermanos de ideología, el siempre de boquilla repudiado PP–; y nos vean con ojeras de burro, en el resto de España, como si todos los catalanes fuéramos tan irresponsables disparatados, provincianos y ombligistas de sacristía, como lo es la casta política catalana, que en eso pocas diferencias hay, llámense de izquierda o derecha, la idea reaccionaria de la patria, los une a todos, que hay que traducir como prebendas.
  
   Esperemos que quien tenga algo de sentido común, o intereses, que en esto es lo que funciona entre la casta político-financiera, le aconseje a los jefes con experiencia de Convergència que atemperen a l´hereu del reino de la ultraderecha convergente, por su supina ignorancia. Porque si el estropicio causado por Carod le costó trabajo recomponerlo al sector del cava, esto puede ser mucho más serio. Y no se olvide de que cuando el  sector de la producción del cava se vio afectado, no sólo fueron los dueños de las bodegas  o las viñas los que sufrieron las consecuencias, sino todo cuanto hay alrededor, es decir muchos trabajadores que vieron peligrar su futuro por la irresponsabilidad del antiguo conseller del converso Montilla, Carod. No olvidemos que los catalanes vendemos el 80% de nuestros productos a los ciudadanos del resto de España. Y eso nos beneficia mutuamente. Y que beber cava como Rioja, es una bendición de los dioses laborales, que no nos lo estropeen estos talibanes.

  A los que corresponda, debieran bajarles los humos del discurso al nuevo rey aventurero de CDC, por el bien de todos. 

U. Paza