miércoles, 30 de octubre de 2013

¿ALGO SE MUEVE ENTRE BASTIDORES?

Se comenta por algunos mentiremos políticos del cacicato catalán del virrey Artur (Mas), que algo se está moviendo en torno a cierto tipo de acuerdos entre el desbarrado president y el plasmado primer ministro Rajoy, que ante las presiones que crecen, aunque soterradamente, parece que ha despertado de la eterna cabezada en la que permanece desde que llegó al gobierno. 

Se cree que la intervención de algunos muy notorios y grandes empresarios –catalanes y del resto de España– han empezado a mostrar su alarma ante el caótico estado de la casta política catalana gobernante –es un decir–, porque sus negocios, que es lo que de verdad marca su profundo patriotismo y no otra cosa, pueden tener cierta merma si las cosas siguen por el barrizal en el que ha metido a Cataluña irresponsablemente Mas, de la mano del ultra Oriol. Y ¡hasta ahí podíamos llegar! Que el negoci es el negoci, no fotem

Hasta ahora los grandes empresarios han dejado que Mas se divertiera con el juguete que lo convertía, o él se lo creía, en el gran timonel que conduciría la barcaza a Ítaca, tras los cantos de sirena, que sin ser precavido al no colocarse los tapones de cera en los oídos, que le llegaban de lleno de la subvencionada prensa, su propio onanismo y el talibanismo independentista; todo si eso no repercutía en las ganancias de la gran burguesía, y si no estrellaba contra las rocas la barcaza llamada Cataluña. 

Y en esa tramoya, pudiera darse el caso de que CDC o la parte inteligente de ella, decida librarse de Mas para no acabar de hundir la barcaza;  y tratar modificar las rutas por aguas menos tormentosas, tratando de que no se note que lo hacen. Es decir, manteniendo al iluminado al frente, pero tomando otros las decisiones.  O simplemente que sea el propio Mas al que  convenzan de su soledad. Y trate de gestionar el fin del desastre que él provocó, para convertir su derrota personal en una victoria, por pírrica que sea, antes de retirarse y dejar de dividir a los catalanes entre buenos y enemigs de Catalunya.

De darse esta situación, quienes saldrían beneficiados momentáneamente serían los de ERC, para volver a bajar en intención de voto al cabo de un tiempo (ERC es un partido asambleario de los que se llaman “ascensor” ).

Pero los que de verdad se quedarían con la brocha en la mano al retirarles la escalera que han construido en los últimos tiempos junto a la derecha más salvaje del nacionalismo catalán, serían los iniciativos y su incomprensible  soporte, EUiA que siguen miméticamente las mismas políticas reaccionarias del nacionalismo; así como el PSC, del que mejor no hablar después de lo sucedido en el Congreso el día de ayer. 

La apuesta que han hecho estas formaciones, que de nombre se siguen llamando de izquierdas, siguiendo la ruta que ha marcado Artur Mas, para tapar la desastrosa gestión de su gobierno; con el expolio sanitario, entre otros desvaríos, y que se olvide con la cortina de humo que los ha cegado –también a ellos–, los puede dejar como los únicos que sigan defendiendo la política que interesa a la burguesía. Tampoco quedaría muy bien parada IU, al decidir ésta su apoyo a los iniciativos, alejándose de las clases populares catalanas, cuando lo suyo sería establecerse como IU en Cataluña, territorio carente de opciones de izquierdas. 

Los iniciativos, los que siguen usufructuando la lucha de los trabajadores y miles de militantes del PSUC, que liquidaron, pueden quedar en solitario defendiendo la ideología más reaccionaria posible: el nacionalismo. En todo caso junto a los ultras de ERC y esa cosa llamados cupidos. Permanecer cogidos a los faldones de CDC, puede estrellarlos contra la pared, si estos deciden dar un giro brusco, al más puro estilo carrillista. Veremos.

Ubando Plaza 



domingo, 27 de octubre de 2013

LA INDIGNACIÓN DE LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO

Comprendo la indignación de las víctimas del terrorismo por la sentencia del Tribunal Europeo, que ha anulado la llamada Doctrina Parot. Y lo comprendo por que la pérdida de unos seres queridos no es fácil de asumir; y porque en esas cuestiones pueden más los sentimientos que los análisis políticos y decisiones judiciales. Las víctimas de los asesinados tienen todo el derecho del mundo a estar enfadadas y manifestarlo de la forma que lo consideren, ¡faltaría más!

Pero quien no puede manifestar esas opiniones contra el Tribunal, sino limitarse a acatarla la sentencia, es quien tiene una responsabilidad de gobierno, como ha hecho el presidente y algunos de los muy relevantes miembros del gobierno y del  PP, de forma artera para no perder apoyos entre las víctimas, utilizadas sin embargo contra otro gobierno cuando les ha convenido. 

El presidente del gobierno debió mantener la cabeza fría y acatar las sentencias sin más comentarios. Todo ciudadano está en su derecho de estar de acuerdo con la sentencia o rechazarla: excepto el presidente, su gobierno o las personas con altas responsabilidades de Estado o de gobierno. Con su pronunciamiento  rechazando por “injusto” el fallo del Tribunal Europeo, Mariano Rajoy ha demostrado –una vez más– que el cargo le viene grande, y no daría la talla ni para portero del Congreso, que seguro son más comedidos y capaces. Su mediocridad no le ha permitido separar sus opiniones personales de su responsabilidad. Y ha sido incapaz el presidente plasmado de imponer mesura, no a las víctimas, que repito tienen todo el derecho a expresarse como quieran, sino a los miembros de su partido, que se han desparramado insultando al Tribunal, olvidándose de que la doctrina Parot estaba sentenciada de antemano por la aberración jurídica retroactiva que representaba. 

Es fácil comprender cómo se sienten las víctimas del terrorismo, ante el hecho de que los asesinos salgan de la cárcel. Porque es muy doloroso saber que te puedes encontrar con alguno de ellos en cualquier parte y recordarte permanentemente que tu hijo, tu marido, tus hermanos o tus amigos fueron asesinados por él. Nadie con un mínimo de conciencia dejaría de sentirse solidario con las víctimas.

Así que  figúrense lo que deben sentir las víctimas de los cercas de 114.000 personas que todavía yacen en las cunetas, víctimas del terrorismo golpista, del terrorismo de Estado de una dictadura. Estas otras víctimas, numéricamente inmensamente mucho más grande. 

Sin querer hacer comparaciones, porque los asesinados hay que reconocerlos uno a uno, es evidente la diferencia. Pero no sólo en eso. Sino que mientras las víctimas del terrorismo etarra contaron con el reconocimiento oficial, como era lógico, las víctimas de las cunetas estuvieron silenciadas por el terror franquista durante los cuarenta años de dictadura, y algunos más y olvidadas por los demócratas de nuevo cuño tras la llamada Transición. Sin reparar moralmente a los que hoy ya son sus nietos y hasta sus biznietos; sin que el Estado asuma la responsabilidad de resarcirlas y reconocer que fueron asesinadas por defender la legalidad democrática, asaltada por aquellos terroristas; a los que contrariamente a lo que cabría pensar, se les siguen homenajeando.  

Ninguno de aquellos terroristas ha respondido ante la justicia, ni simbólicamente como reparación moral. Ni un solo día han pasado en a cárcel. Los etarras que asesinaron y causaron tanto dolor, muchos de ellos han pasado más de treinta años entre rejas. La diferencia en notoria. Y a muchos que condenamos la violencia y el terrorismo, nos gustaría que todos comprendieran un dolor y otro. Porque los asesinados deben ser todos iguales, así como sus familiares. Algunos llevan esperando más de 70 años la justicia que se les debe. A ellos y a todos los españoles de bien, sin lo cual nunca se podrá mirar al futuro con franqueza. Los muertos, los asesinados deben ser enterrados por sus herederos como merecen. Ninguno de los familiares pide venganza, sí reconocimiento para poder emprender el olvido que esta democracia les viene negando. Porque fueron asesinados por  ser demócratas y aspirar a una vida mejor.

Ubaldo Plaza






miércoles, 23 de octubre de 2013

QUO VADIS, PSC?

Al PSC de Navarro que está en caída libre –Como CiU– y casi desahuciado por su política nacionalista y el olvido de los que realmente le hacían ganar las elecciones, las clases populares, no se le ha ocurrido otra cosa que unir sus votos a la derecha y a la ultraderecha catalana –la nacionalista con barretina, (y también a la de boina de la caverna del PP), que como vemos cuando se trata de defender intereses  de clase se apartan los desvaríos medievales y talibanes–, para  rebajarle en un 10%  los impuestos a los CASINOS. No para apoyar que se acaben los desahucios, por ejemplo, no.

Bonita manera tiene Navarro de hacer política de izquierdas –si es que sabe lo que significa eso, en consonancia con las vomitadas de Zapatero: “bajar impuestos es de izquierdas”– ayudando a Artur Mas y a su jefe ultra, Oriol Junqueras para que los ricos puedan pagar menos. Mientras tanto el PSC parece mudo –como el resto de la supuesta oposición– ante todas las salvajadas y hachazos que vienen  asestándole a  la Salud Pública por parte del desgobierno catalán, que un día sí y otro también hace el ridículo. Lo que con tanto énfasis  Tarradellas advertía, que era lo que un político no podía –no debía– nunca hacer. Aquí,  en el cacicato catalán de iluminados oráculos  mesiánicos, está a la orden del día.

Por ese camino es evidente que los dirigentes actuales del PSC, junto a los nacionalistas anteriores  –que hoy están en las filas del talibanismo o cercano a él–, que lo han llevado a la inanición, completarán la faena para el entierro definitivo del partido. Al menos como instrumento útil de las clases populares, que era por lo que los que le votaban, lo hacían, aunque los dirigentes no se enteraran más allá de la celebración del Día de la Rosa.

Cuando parecía que intentaban hacer un discurso que acabara con el desastroso recuerdo que la gente tiene del zapaterato en toda España y el montillato en Cataluña, justamente vuelven a meterse en la peor faena apoyando un disparate como ese, para favorecer a la derecha para que los muy ricos paguen menos. Desconocemos qué tipo de cambio de cromos está a la vista, pero nada bueno, seguro.

Es evidente que cuando alguien se quiere suicidar, los dioses antes lo vuelve loco. O así lo parece. Unir los votos socialistas– porque los que les votaron así lo creyeron– a los de la ultraderecha, no es manera de enmendar el camino, sino de ir hacia el abismo de la mano de los responsables del actual desastre que sufre tanto Cataluña como el resto de España. ¿Adónde vas, PSC?


Ubaldo Plaza

viernes, 18 de octubre de 2013

LA "DIGNIDAD" DEL "CRUZADO" ARTUR (MAS)

    

    Artur Mas ha convertido un acto de gobiernos en una puesta en escena esperpéntica, dejando plantada a la presidenta en funciones Sáenz de Santamaría por cuestiones de protocolo. Lo que carecería de trascendencia, Mas lo ha convertido en titulares de los periódicos –y sobre todo de su televisión, que es suya, pero la pagamos todos–, con lo que eso ayuda a quien no tiene más argumentos que la propaganda. No me parece ni bien ni mal. Aunque ya sabemos lo aficionados que son a las puestas en escena, los mitos de reciente creación, y todo lo que abunde en el victimismo. Va en el ADN de los que carecen de visión general para convertir cualquier cuestión banal en fundamental para vendérselo a todos aquellos adictos a su religión. Pero bueno, esas cosas pasan en el vertedero en que se ha convertido el desvarío político por estos lares del Cruzado Artur (Mas).

    Pero lo que sí es realmente sorprendente es que el presidente de los nacionalistas –ha demostrado hasta la saciedad que no lo es de todos los catalanes, e incluso ostenta el cargo por delegación y con el permiso del fundamentalista de la extrema derecha Oriol Junqueras–, es que semejante puesta en escena de dejar plantada a la vicepresidenta del gobierno por desacuerdos protocolarios, diga que lo ha hecho por dignidad. ¡Toma ya morro! 

   A uno, en su despiste sobre las cuestiones de protocolo que desconoce absolutamente, le viene a la mente que semejante actitud  tan "digna" del president muy bien podría haberla ejercido en cuestiones de mayor calado e importancia, sobre todo para los ciudadanos que pagan su escandaloso sueldo, y no en sus personales cuestiones de fe, que cada uno tendrá las suyas. 

   Por ejemplo, la dignidad podría haberla sacado de los sótanos de su conciencia en los que duerme sin la mejor reacción, a la hora de decidir desmantelar la sanidad pública catalana, como está haciendo en favor de los negocios privados de unos pocos, situación que día a día empeora para que una sanidad que estaba entre las mejores, quede en manos de los que la salud de la gente la miden en dividendos y suntuosos beneficios, como ya la están sufriendo millones de catalanes sin que se conmueva dignidad alguna de tan digno president. 

   También podría Artur Mas  haber tenido un ataque de dignidad a la hora de decidir emplear los millones dedicados a agi-pro de la derecha, de la prensa pesebrista propagandista, que pagamos todos los catalanes–, así como el río de dinero que se le da  a los medios privados convertidos en panfletarios al servicio del régimen, para que hagan propaganda a favor del desvarío ultra que él y los suyos timonean.

    También nos hubiera gustado que Mas, por dignidad, no hubiera asistido a un acto típicamente franquista de con cardenales ultras, como el de Tarragona, codo a codo con sus colegas de la derecha de la caverna española, con la que, digan lo que digan los inventores de mitos y modificadores de la Historia, tantas cosas les une en sus espurios intereses de clase. Que es de eso de los que se trata. Y se haya olvidado tan digno president de que aún hay decenas de miles de asesinados por el franquismo en las cunetas, sin que nadie de forma oficial les rinda homenaje. Ni siquiera a aquellos sacerdotes asesinados por los franquista.

    Y sin ser exhaustivo, porque sería interminable, la dignidad del Cruzado Artur, podría haber llegado antes de recibir, presuntamente, según la fiscalía, los millones de euros del saqueo del Palau de la Música, dirigido por el recaudador Millet.


   A los catalanes que sufrimos  el desgobierno del Cruzado Artur  nos tiene sin cuidado sus manía megalómanas y sus ataque de dignidad a destiempo y oportunista. Sí nos habría importado que la tuviera a la hora de  mantener los servicios sociales, en lugar de desmantelarlos. Eso sí sería tener dignidad. Lo otro, lo que acaba de hacer, simplemente demuestra que Mas, como mínimo, es un maleducado.

Ubaldo Plaza

jueves, 10 de octubre de 2013

GALLARDÓN Y "SUS" MUJERES DEL CONGRESO




   A monseñor Gallardón se le cortó la leche,  sí; y fue cuando unas mujeres valientes y decididas a defender sus derechos agredidos por la extrema derecha clerical, le interrumpieron su discurso en el Congreso de los Diputados. Da igual de lo que tratara éste. El objetivo era monseñor, que es un instrumento de la España oscurantista, para liquidar derechos y conquistas que tanto costaron.

   Gallardón, el que pasó muchos años engañando a quienes se quisieron dejar engañar sobre su supuesta y nunca probada progresía, regresó a la caverna natural sin inmutarse, en cuanto llegó a ministro, que no a presidente, que es lo que de verdad le pedía –y le pide– el cuerpo. Creyó el hombre que siendo abanderado de los deseos de la muy reaccionaria Conferencia Episcopal Española, y convirtiéndose de facto en ministro-cardenal –preconciliar, naturalmente– el camino lo tendría allanado al contentar a esa caverna que anida en el partido de la derecha.
   
   Pero parece que los aires no soplan bien del todo para el antiguo alcalde de la Villa –sin duda pronto capital de la República–; y hoy, con todo los chaparrones que caen sobre el partido  barcenado y güerterado, las ideas ultras de monseñor Gallardón, son consideradas un obstáculo estético, que no ideológico, por sus propios compañeros, que lo ven como una piedra en el zapato del PP, sumadas a las muchas rocas que le hacen andar cojeando.

   La valiente protesta de las Femen sólo ha hecho que visualizar aún más la decadencia del ambicioso ultra, que pretende ser Richelieu, pero que se quedará en mero monaguillo de la Almudena, como máximo. Eso sí, como es costumbre  por estos pagos, en esta democracia con tan poco demos, con un retiro dorado, como todo cargo político mediano o importante. Sin duda uno de nuestros talones de Aquiles, que impide la regeneración democrática.

   Los tertulianos de La Corte, han elevado el grito al cielo de sus ambiciones por la forma de la protestas de las chicas, molestonas e irrespetuosas. Y han afeado que algunos diputados aplaudieran la protesta; olvidándose de que en ese mismo lugar fue aplaudida con fervor la tan, a su parecer educada y académica frase de una diputada del PP, de repetido nombre estos días en los juzgados, como: “¡que se jodan!”, dirigida a los parados. Es decir a sus víctimas, víctimas de los que se dedican a mandar, que no a gobernar. O en todo caso hacerlo para los poderosos.

  Como ha sido aplaudida también por los diputados de las derechas –también por las de los cacicatos periféricos patrioteros– la votación para la mayor agresión que los trabajadores hayan recibido del poder: la contrarreforma laboral esclavista. Sin embargo a esos  diputados y a sus cortesanos tertulianos lo que les molesta y asusta es que unas mujeres protesten como lo han hecho: “es indecoroso”, han dicho algunos, indignados. 

  En todo caso, cualquier persona sin prejuicios medievales, preferirá ver y oír a unas mujeres medio desnudas reivindicando sus derechos agredidos, que a la monja alférez, Cospe, quitándolos; además de hacerlo con mentiras, tan habitual práctica en el patio de monipodio del corro político que padecemos hoy. Cualquier forma de protestar es válida cuando los derechos de las personas son expoliados de la forma en que los están siendo. 

  Bienvenidas sus protestas que, no se olvide, lo hacen sin la menor violencia por su parte. Y si no hubiera habido personas como ellas, en este y otros campos, la Humanidad estaría mucho peor  de los que estamos. Así que lo que procede es nuestra solidaridad con ellas, al tiempo que tomar ejemplo de toda reivindicación que dignifique al ser humano. Es lo que han hecho estas mujeres. Enhorabuena. ¡Adelante!

Ubaldo Plaza



miércoles, 9 de octubre de 2013

¿LA CALIDAD DEL CINE ESPAÑOL, O LA "CALIDAD" DEL GOBIERNO?

   En aquella España que en algunos aspectos parece que hoy hay quien se empeña en resucitar, corría un chiste sumamente machista para no desentonar.  

    "Una mujer le preguntaba  a su marido: 

   –Pepe, ¿por qué no me llevas al cine.

   –¿Otra vez? Ya te llevé, respondía el marido.

   –Sí, decía ella, pero es que según dicen ahora es hablado”.

   Seguramente, si no fuera por el odio que la derecha le tiene a la cultura en general, y al cine en particular, porque quizás no haya podido apesebrarlo como sería su deseo, pensaríamos que Montoro, como le pasaba a la pobre señora del chiste, creeríamos que hace tanto tiempos que no va al cine que desconoce que ahora ya es hablado; y que es uno de los mejores. Porque  el cine español cuenta con la máxima calidad, tanto en directores, guionistas como actores, así como de todos los que intervienen. Como se demuestra día a día, a pesar del empeño que pone el gobierno del PP en desprestigiarlo, porque no le perdona su irreverencia al poder. Sea acusando a sus actores de no pagar impuestos, sin presentar pruebas, como tirando por mitad de la calle, como si estuviera en una taberna con unos amiguetes en lugar de en el parlamento, de falta de calidad del cine español. 

  Si Montoro no fuera ministro –lo que nos resulta insólito vista la capacidad para la provocación y la bronca que tiene– carecerían de importancia sus vomitadas. Pero que un ministro que cobra de los contribuyentes se dedique a desprestigiar una de nuestras industrias y banderas culturales, es simplemente intolerable. Y si no fuera porque quien lo puso de ministro no es mejor que él, ya estaría cesado por incompetente o por  bronquista de verbena. 

   A nuestro cine se le puede calificar  como bueno, mejor, o deficiente. El público  es quien debe hacerlo; pero de lo que sí estamos seguros es de la ínfima calidad del gobierno que los españoles padecemos. Y no en esta materia solamente; gobierno alcanzado con muchas mentiras, esas sí altamente eficaces, pues lograron el poder para beneficiar a banqueros y otros poderosos, para aplicar sus desastrosas políticas que lesionan a la mayoría de los ciudadanos.  Pero esta película, Montoro tampoco la ha visto. 

Ubaldo Plaza


martes, 8 de octubre de 2013

EL MÁSTIL Y LA BANDERA

Reconozcamos que de números no anda uno muy allá, como en la mayoría de las cosas, para qué nos vamos a engañar. Pero no puede uno menos que preguntarse cuántas camas hospitalarias se podrían pagar con los 74.000 euros que ha costado el capricho del alcalde derechista de Barcelona, de colocar un mástil y una bandera para alimentar el mito del Borne, el antiguo mercado. El hoy escaparate de peregrinación de los creyentes de la nueva religión de la casta que detenta el poder. O cuántos niños desnutridos, según el Síndic de Greuges, podrían haberse alimentado;  o para cuántos comedores infantiles, recortados por el gobierno catalán de la derecha de CiU-ERC, y durante cuánto tiempo habría podido darles de comer. O cuantos catalanes, que ya son legión, de los que vemos a diarios rebuscando en los contenedores de basura para poder llevarse algo a la boca, habrían podido dejar de hacerlo con semejante cantidad. 

   Visto lo visto parece que el alcalde de Barcelona, que tiene un sueldo de unos 100.000 euros –muy por encima del sueldo del presiente de gobierno–, debe considerar que 74.000 euros –60.000 el mástil y 14.000 la bandera, según dicen los entendidos– es una nadería. Sobre todo porque el dinero no es suyo, sino de los ciudadanos que pagan sus impuestos, al igual que su escandaloso sueldo. Y debe darlo por bien gastado, por tratarse de un acto patriota, lugar común de los aprovechados con dinero público; sin que se le pase por la cabeza que semejante arbitrariedad –alcaldada–  sea un despropósito, teniendo en cuenta las muchas necesidades ciudadanas, que él no padece, como es notorio. Es lo que les pasa a los miembros de las castas dominantes, para las que  los sufrimientos de la gente están fuera de los ámbitos de sus atenciones y preocupaciones, si no es tiempo electoral, y sólo por espurios intereses. 

  Habría podido, si es que así lo consideraba el alcalde  para su parafernalia político-religiosa, colocar un mástil y una bandera más modesta; o por lo menos más barata. Pero eso no podía entrar en el imaginario patriótico de Trías. Porque la "construcció nacional" es prioritario y no hay que reparar en gastos, pues el mito se alimenta mejor con el boato –que le pregunten a la Iglesia– que con la austeridad.  Y, sobre todo –habrá pensado el alcalde y sus muchos asesores– porque no lo pagan ellos. Aunque para eso haya que dejar sin comer a los supuestamente beneficiarios de ese patriotismo y de la Arcadia o Tierra Prometida.  


Ubaldo Plaza