viernes, 5 de julio de 2013

PIRATERÍA MODERNA DE ENCARGO

   Aunque es de sobra conocida la dependencia lacayuna, de la inexistente, políticamente, Europa, la humillante actitud de algunos de los gobiernos de varios países europeos con respecto al vuelo del presidente Boliviano Evo Morales, incluido el gobierno español, es puro mamporrerismo. El gobierno español que por nuestras estrechas relaciones históricas, debiera haber obedecido más a la soberanía y relaciones con Bolivia que a las órdenes del amo yanqui, se ha comportado como buen servidor, sin valorar más que lo que agrade al amo. 

   De todas formas no nos ha sorprendido, sin embargo, la actitud  siempre favorable a los intereses de los Estados Unidos, del gobierno de  ultraderecha del PP. No podía, como era obvio por su ideología y por su falta de ese patriotismo, que tanto exhiben los reaccionarios –"la marca España" de pandereta, mientras los paraísos fiscales de los millonarios y la corrupción son paisajes habituales–; a los que no les importa vender la dignidad nacional, si con eso contentan al amo, o al sheriff yanqui.

   Pero lo que, como mínimo sí ha inquietado y sorprendido a la ciudadanía, no sólo francesa, es que Francia, el país que fue el abanderado de los derechos del hombre y del ciudadano; el que defiende su patriotismo con firmeza –a veces con un exceso de chauvinismo enfermizo, como todo nacionalismo–; el que presume de tener un gobierno supuestamente de izquierdas (aunque todos sepamos que la izquierda socialdemócrata olvidó tal posicionamiento hace un siglo), cayera tan humillantemente bajo, y se convirtiera en un colaborador servil de los caprichos de los que ha quedado claro, también son sus amos. 

   El gobierno Francés se ha puesto a la altura de gobiernos lacayos de la TROIKA, como el portugués, el español o el italiano, que están matando, o están en vía de hacerlo, de hambre a sus  ciudadanos. Los que le están arrebatando la sanidad pública para hacer negocios. Estos gobiernos que con tanta energía se enfrenta a sus ciudadanos, reprimiéndolos, llevándolos a la miseria, carecen de la entereza y la voluntad política de negarle una mala faena a los yanquis, aun a costa de incumplir los tratados internacionales y de hacer el ridículo.

  Ni siquiera un presidente como De Gaulle, de la derecha francesa, cuando ésta valoraba aún la dignidad de Francia, hubiera aceptado semejante papel de vigilante de la porra obedeciendo al gobierno que más incumple los tratados internacionales –de hecho si no les son favorables, los ignoran, no existen, como sabemos por Couso, asesinado por su soldadesca. Y como vemos por su poyo al gobierno de Israel contra el pueblo palestino, en las condenas en la ONU–. EE.UU, que avala todo golpe de Estado, si  favorece sus intereses, sin importarle lo más mínimo las formas democráticas, las mismas que exige a los países que no controla. Basta hacer un somero recorrido por las numerosas dictaduras que han apoyado, cuando no propiciado, incluida la de Franco. Otro patriota que le vendió media España para sus bases, que nos costó muy caro, como sabemos por Palomares, y nos pudo haber costado mucho más. 

   Pero es que el secuestro del avión de Morales es mucho más grave. Resulta que un avión presidencial no puede ser intervenido nunca sin la autorización del presidente que lo ocupa.  Es territorio nacional boliviano. Independientemente de quien  acompañe al mandatario. Pero la desvergüenza de los amos del mundo es de tal calibre, que parece que hemos vuelto a la época de la piratería y el filibusterismo

  Incluso entonces, los piratas ingleses, maestros en semejante  aventuras si eso les reportaba beneficios, trataban de  que los asaltantes fueran con ropajes de piratas, aunque obedecieran al gobierno de su majestad británica. Hoy, son los propios gobiernos los que se ponen en el primer tiempo de saludo de todo lo que decida los amos de la Casa Blanca. Sencillamente vergonzoso y humillante para cualquier demócrata europeo, que  comprende que esta Europa es, cada día más de los mercaderes que de los pueblos. Incluso, mercaderes por encargo. 

Ubaldo Plaza

miércoles, 26 de junio de 2013

¿VIENE LA EXTREMA DERECHA , O ESTÁ AQUÍ DESDE SIEMPRE?

  Continuamente algunos de los representantes  políticos, que contra toda evidencia y lógica se siguen llamando de izquierdas–aunque no dejan de pactar con la derecha hasta extremos inverosímiles por sus delirios identitarios–, suelen aludir a que esta situación de creciente  desigualdad, propicia el ascenso de la extrema derecha. Generalmente en los últimos tiempos se refieren a Grecia, donde la invasión de los buitres financieros y el saqueo al pueblo griego adquiere dimensiones de genocidio.

  Pero, parece, que esos dirigentes de una izquierda, ya tan descolorida de tanto lavarse en las mismas aguas fétidas de la reacción, no comprenda la verdadera esencia del término y la intención de sus poseedores. Y viven en un mundo unidireccional, aceptando  lo que se llamó "derecha civilizada", y sin comprender  que sólo fue circunstancial, además de falso.  Y que cualquier alianza con ella, es ahondar más y más la sima que separa a los ciudadanos víctimas, de ellos.

  ¿Porque, qué es la extrema derecha?  ¿Con que objeto aparece? Quiénes son los beneficiarios de su existencia?

   La Extrema derecha, es decir el fascismo, no es un juego de unos cuantos personajes de opereta, y chatarrerían, aunque ese sea el escaparate que nos han vendido. No surge porque sí. Es creada cuando los poderosos ven la necesidad de hacerlo. Y rompen la baraja de la falsa democracia, para ellos sólo utilitarista, como tantas veces lo han hecho.

  Los poderosos, los que hoy ya sin temor a equivocarnos podemos llamar los amos del mundo, si pueden, camuflan sus dictaduras bajo el engañoso nombre de democracia. No hace falta ser un lince para verlo, hoy más que nunca. Pero, como para que sea creíble el juego, se ha de jugar. Y en ese juego participan sectores populares que nunca pasan del pataleo, porque el sistema está blindado y no es posible otra cosa con sus leyes. 

  Pero a veces –pocas– en algún momento, pese a todos los mecanismo o diques de contención para que no sea posible el acceso popular a los efectivos poderes, se consigue una mayoría parlamentaria. La misma que si sigue en el juego con las mismas cartas marcadas,  los poderosos no tendrán ningún problema. Y hasta consolidará la creencia de vivir en democracia. Y no tendrán problema, porque todo cambiará para que todo quede igual, recordando a Lampedusa, una vez más. Basta recordar que el PSOE en España –y se podría recurrir a ejemplos en toda Europa– ha estado 22 años en el gobierno, sin que la esencia del poder haya cambiado.  Ni siquiera la voluntad política de acabar con el franquismo institucional, que ahora  el PP reaviva. Todo lo contrario: tanto financieros, grandes empresarios y la Iglesia, se han visto favorecidos por esos gobiernos de "izquierdas."

  Pero, si los que han accedido al gobierno son de verdad defensores de las clases populares, entonces es cuando se ponen en marcha los mecanismos para que no sigan adelante las propuestas populares, que darían al traste con los interese de los poderoso. Es cuando aparece el fascismo, y no antes. Cuando el poder de los de siempre estaba asegurado, con la "izquierda" o con la derecha. No nace y se desarrolla por obras de unos descerebrados. Todo lo contrario: aparece cuando algunos, aparentemente ilustres demócratas,  en la sombra, deciden que es el momento para hacerle frente a los movimientos populares. Siempre ha sido así, aunque haya quien lo haya olvidado. Así fue en Italia, así en Alemania, y también en España.

  ¿Porque cuál es el objetivo de la aparición de la extremaderecha? Sencillamente tratar de parar el reloj de la Historia. Frenar los avances democráticos y populares. Logrado con una supuesta democracia en la que cada equis tiempo escenifiquemos la elección de nuestros representantes, no era necesario.  Pero que al no servirle ya por aparecer lo que para los poderosos es una paradoja, la derecha saca su peor cara, la natural, la genuina: el fascismo. Para frenar los movimientos sociales. 

   ¿Entonces quiénes son la extrema derecha? La extrema derecha pueden ser todos o la mayoría de los gobiernos, que obedecen al FMI, al BM o al BCE. Lo que la gente llama La Troika. La extrema derecha es Angela Merkel y Obama; Hollande, Rajoy, González o Zapatero. Incluso sin que algunos de ellos sean plenamente conscientes. Son los que hasta ahora se han llamado socialdemócratas y los cristianodemócratas. Y da lo mismo que unos tengan un discurso "social", de las clases populares, o que lo sea "liberal", de las clases altas. El resultado es el mismo: trabajan para que el sistema perverso del capitalismo salvaje y homicida de hoy, siga a flote. 

  Los fascismos ascendieron, y sobre todo se mantuvieron, no porque su fuerza totémica fuera arrolladora. Sino porque detrás del telón estaban los grandes industriales, los terratenientes, los banqueros y su Iglesia, cuyo papel no hay que olvidar, fue fundamental para su permanencia, al menos en la España de Franco y en la Italia de Mussolini. 

  Los que figuran al frente de los Estados, sólo son meros ejecutores –nunca mejor dicho– de los que llevan la batuta en esa orquesta siniestra del sistema. Ni Hitler, ni Mussolini, ni por su puesto Franco, hubieran durado cinco minutos en su festín de muerte sin el consentimiento de la Banca, la Iglesia y el capitalismo internacional. 

   Así que dejemos claro que la extrema derecha está en el poder. Y ha estado siempre. Sólo que su fea cara la disimulaba con una anestesia mental que hacía creer a la mayoría que vivía en democracia. Hoy, como los poderosos quieren seguir acumulando más riqueza,  incluso que antes, el camino que tienen es expoliar más a los ciudadanos dejándolos sin apenas nada. Haciéndoles regresar a épocas que muchos creían olvidadas, o en los libros de historia. Y la extrema derecha política –llámese socialdemócrata, llámese cristianodemócrata, o centro derecha, nombre recurrente cuanto más reaccionario es el partido– se lo garantiza. 

   O al menos se lo garantizaba hasta ahora. Pero sólo será posible acabar con esa farsa de intercambio de partidos que defienden los mismos intereses, si los ciudadanos, cada vez participan más en las decisiones. Si toman conciencia de que sólo ellos, organizándose de mil manera, en defensa de lo público y contra el expolio, podrán lograrlo. Sea la lucha por la vivienda– ejemplo de la mentira de lo que llaman democracia, que la "garantiza" la Constitución–, contra los banqueros y políticos corruptos,  grandes empresarios esclavistas, que cada vez llevan más miseria a la gente; contra todo tipo de injusticia que comenten desde la impunidad,  con la ayuda del poder político. 

  Acabando con ese estado de injusticia es como se frena al fascismo, que está en el seno del poder, es decir, los poseedores del dinero, del capital financiero y especulativo. 

Ubaldo Plaza

ENTREVISTA EN EL "DIARI DE TERRASSA, SOBRE EL LIBRO "LA MEMORIA POSIBLE"

Entrevista en el "Diari de Terrassa", el 19 de junio de 2013

LA MEMORIA POSIBLE


Mi libro La memoria Posible,  reciente publicado. A la venta en libreria  SYNUSIA (Ateneu Candela) calle Montserrat, 136.  Y en Librería ATENEA, Calle Gabachones, 20, ambas de Tarrasa











sábado, 11 de mayo de 2013

ATENTOS A LAS MANIOBRAS.

  En los estercoleros de lo poderes, aunque estén plagados de ricos adornos revestido de discursos honorables, con caros tapices y aun más caras alfombras,  ese estercolero hiede a hambre y muerte, miseria y sufrimiento, por mucho perfume que le echen encima para disimularlo. El estercolero hiede si remedio. Porque es mucha la acumulación de injusticias. Y hay que estar alerta de la mierda que mueven en forma de manipulación, mentiras y todo tipo de maniobras. Sobre todo en momentos convulsos y de cambios como a los que irremisiblemente   estamos abocados. 

   No es nada extraño. Los poderosos lo han hecho desde siempre. Sobre todo si el pueblo se ha mantenido al margen o se ha dejado manipular y ha hecho suyo el discurso de la mentira permanente. Y, sobre todo, echándose las culpas a ellos mismos,  las víctimas de todos los crímenes, que aquellos  planifican y ejecutan. Acción, generalmente por delegación. Porque sus delicados estómagos soportan encargarles a sus inmorales servidores que hagan leyes que arruinan la vida a millones de personas. Pero directamente no soportarían plasmarlas ello mismos con su nombres y apellidos en el papel. Son de un refinamiento muy elevado. Y no quieren aparecer ante la historia como lo que son, lo que han sido siempre: fabricantes de miserias de las mayorías.  

  Porque para eso tienen sus servidores dispuestos a cualquier tropelía sin que les importe ni el presente ni el futuro, siempre que en ese tiempo las guadañas no aparezcan. Ya que, en tal caso tratarán de huir como ratas abandonados por sus amos, que llegado el caso los dejarán caer. Eso que no les quepa duda a los colaboracionistas con los poderes para el hambre de la gente. Y hasta algunos de los hoy poderosos serán los que pedirán sus cabezas, proyectándose al futuro como demócratas. ¡Ya lo hicieron tantas veces!  ¿O que fue, sino, aquella rápida conversión en demócratas cuando un cuarto de hora antes vitoreaban al caudillo, que les garantizaba explotación y ganancias sin límites?

   Es una puesta en escena que a lo largo de la Historia se ha representado muchas veces. Pero no aprendemos. Ni los que hacen la leyes en contra de los ciudadanos para beneficiar a los verdaderos amos, ni los que directamente ejecutan sus órdenes reprimiéndolos, ni el pueblo que es anestesiado por la manipulación. Después, como tantas veces los verdugos se lamentarán. Y hasta dirán que ellos no sabían que... los que mandaban fueran tan crueles, a pesar de que, en no pocas veces eran víctimas y verdugos a un tiempo, que sólo obedecían órdenes. 

   Pero es ahora cuando aún no ha llegado la guadaña, cuando hay que saber que puede llegar; que los poderosos hacen todo lo posible para que llegue, con sus ambiciones sin límite. Y que por lo tanto  hay que actuar en justicia más que en ley. Porque  cuando la desesperación del pueblo alcanza cotas insoportables como ya está sucediendo, además con la burla y el desprecios de los intermediarios del verdadero poder, entonces no habrá quien lo pare. Y el pueblo hará justicia. Personas que en su vida pensaron jamás en acciones para  defenderse de los poderosos, se convencerán a sí mismos de que todas las puertas han sido cerradas y sólo cabe echarla abajo, derribarlas, para hacer justicia. 

   Sí, no es nada extraño el comportamiento de los poderosos.  Así se hizo en la mal llamada transición, cuando con un lavado y peinado de la dictadura,  no tan pulcros como se ha dicho, nos lo vendieron como democracia y transición modélica, digna de ser exportada. (Recordemos que en el transcurso de la misma murieron personas  que sí estaban por la democracia por una República avanzada; y que los que mandaban, los responsables de aquellas muertes que quedaron en el olvido judicial, que no en el de los ciudadanos, cuando cayeron aquellos españoles, después fueron inmaculados demócratas de toda la vida). Los mismos que hoy retroceden en la historia para que –con pequeñas modificaciones de apariencia– todo vuelva al cauce que planificaron hace más e 70 años. 

   Y tanto  loaron aquello –esto que llamaron democracia–, que hubo ingenuos que lo han creído hasta hoy, cuando ya el hambre llama a su puerta y la de sus hijos y las injusticias los ha llevado a despertar del falso sueño. Y así han ido los  de los estercoleros acumulando riquezas y empobreciendo a los ciudadanos; ya hasta a los que ingenuamente se decías a sí mismos que pertenecían a la clase media y que no tenían necesidad de reivindicar nada cuando veían que los primeros eran echados al pasto del hambre, algunos empujados por aquellos por ser cargos importantes y tener la misión de aligerar las plantillas. Pues también se han quedado sin nada, como el resto. Era sólo cuestión de tiempo porque no se respondió como correspondía a la agresión en el primer momento. Porque muchos se creyeron el discurso del esclavista de que ellos estaban a salvo. 

   También ahora es cuestión de tiempo que caiga el resto que todavía se creen ser inmunes a la salvaje agresión del sistema capitalista, cada vez más semejante al fascismo, en su etapa final; que si no se remedia con la lucha ciudadana, piense lo que piense cada uno, no es que retrocedamos hacia una nueva Edad Media; es que simplemente liquidará la civilización acabando con la posibilidad de vida en el Planeta, una vez ellos hayan sucumbido por la propia dinámica de la cosas que han manipulado.

   Pero que nadie se llame a engaño. Aquello, la llamada transición, fue fraguado con mucho tiempo. Los grande amos de lo ajeno, los que lo manejan todo, los que la vida ajena no es más que una estadística verificable sólo si supone un cambio en sus cuentas corrientes, que chorean sangre, no improvisan. Desde mucho antes de que el golpista sin honor le hiciera compañía a los malvados de todas las épocas –en el último círculo del infierno, según Dante–, ya esos poderosos habían trazado hasta los últimos detalles de cómo iba a ser la transición. Los demás fueron meros extras en una farsa que no admitía fallos. Eso sí, les hicieron creer a algunos que eran protagonistas de un evento histórico, que alimentaron de por vida. Lo que realzó su ego de supuestos dirigentes y hasta de Estadistas, que al parecer alimenta tanto a los miserables que se prestan a cualquier cosa con tal de  relucir. 

   Y sobre todo estudiaron qué instrumentos utilizarían para vendernos el producto como si fuera un cambio de  época y de absoluta democracia. Y para que aceptáramos sin rechistar el gatopardismo, entre otras cosas porque el espadón seguía en alto, amenazante. Y sobre todo porque  algunos que creímos de los nuestros, no sólo no lo eran, sino que con el tiempo, vimos que  en realidad, eran de los de ellos. O se enamoraron en seguida de los metamorfoseados en demócratas de usar y tirar, que para el caso es lo mismo.

    Viene esto a colación porque nadie debe tener duda, de que en estos momentos esos estercoleros posiblemente se mueven con mucha agilidad y premura, en la sombra,  para repetir la farsa; aunque con algunos otros actores, diferentes decorados, y con algún argumento algo cambiante para entusiasmar al personal con la obra, para que se distraiga y acepte promesas que nunca cumplirán

    Pero que a nadie le quepa la menor duda de que si la farsa se llega a estrenar, si logra el éxito de taquilla –de ciudadanos que compren la obra, la ilusión y la mentira como entonces–, deseado por sus autores, el resultado será el mismo: la recaudación será para los mismos que montaron el teatro y la obra llamada pomposamente Transición, que se desveló lampedusiana.

    Porque ante lo que se avecina –puede tardar más o menos pero ese será al fin–, un necesario cambio que les permita a los que remueven el estiércol seguir dominado la cosecha.

   Descartada ya por razones obvias, digan lo que digan sus publicistas, la permanencia del Juan Borbón en la Jefatura del Estado, seguro que estudian la viabilidad que tiene que su hijo  Felipe  sea el sustituto del padre. Sin duda debe estar en las primeras proposiciones a tener en cuanta...de momento, y como hipótesis de trabajo hasta ver qué da de sí la respuesta ciudadana a la que los medios en manos de los poderosos también se emplearán al máximo. 

   Pero, como la Iglesia, esos poderes no dan puntadas sin hilo. Y cuando vean que es inviable a medio plazo –otra cosa es mientras tanto–, porque la respuesta ciudadana al retroceso social llevado a cabo  por su gobierno del PP –y CiU–, con el PSOE como fondo, se hace más intensa contra el régimen, entonces con toda seguridad entrará en escena una parte del libreto que hasta entonces no habían revelado e incluso negaban su existencia y viabilidad: Que en realidad esos poderes no eran monárquicos; que eran sólo juancarlistas; que apoyaron al rey en una situación difícil en pro de la estabilidad. Pero que lo que de verdad ellos deseaban –junto a los deseos del pueblo, faltaría más– era la República. 

   Y nos podemos encontrar en que, de la noche a la mañana esos poderes desde los profundos aromas de los estercoleros que fabrica el dinero, decidan proclamar la República. ¿Y cuál es el problema, se preguntarán algunos republicanos que llevan tantos años deseando cerrar el paréntesis histórico que  inició la oligarquía con una traición y un golpe de Estado de unos militares felones?

   Pues sencillamente que una república por el mero hecho de llamarse así no es garantía alguna de democracia, de derechos, de libertad, de progreso. Garantía de que el ciudadano, sus vidas, es más importante que las ganancias de unos pocos depredadores sociales henchidos de inmoralidad. Y que, por tanto, hay que luchar no por una república, sino, además, por una república con sentido social.  Porque, que no le quepa duda a nadie de que lo poderes del estercolero trabarán, como ya lo hicieron tantas veces, en  desacreditarla –a la República– si es mínimamente democrática,  haciendo de ella algo inservible para la mayoría, para que la gente la acabe repudiando por ser tan reaccionaria, corrupta y falta de sentido social como el actual régimen  oligarca, de banqueros y esclavistas y sus servidores.

   Si la  República Española tiene hoy para mayores y sobre todo para las jóvenes generaciones una idea liberadora, es precisamente porque el fascismo, los grandes poderes oligárquicos, la asesinaron. Y porque fueron las clases populares las que la defendieron contra los traidores de la reacción.  Porque con aquella República –que era burguesa, no lo olvidemos, pero camino de avanzar hacia una sociedad más justa–, defendía la dignidad del ser humano, hoy tan maltrecha por el régimen actual y sus gobiernos al servicio de los poderosos sin el menor disimulo. Porque es la misma ideología que acabó con la República la que hoy hace retroceder los derechos sociales.

    Entonces, aquella República abrió el camino en su última etapa frustrada por el fascismo, para que todos los españoles tuvieran acceso a la enseñanza y a la sanidad; muchos de ellos que seguían viviendo igual que hacía siglos, y algunos equiparables a la Edad Media. Aquella República empezó a dignificar la situación de la mujer absolutamente sometida y manipulada desde los púlpitos y esclavizada en su propio entorno. 

    Así que, antes de que nos sorprendan hay que tener en cuenta que los poderes, por muy perfumado que nos presenten, el montón mierda, hay que saber que mierda, es. Porque jamás ellos harán una república que sea verdaderamente democrática, es decir, que favorezca  a la mayoría. Hay que estar atentos a las maniobras. Y hay que reivindicar una República que dé satisfacción y solucione el enorme daño hecho por el actual régimen a los más desfavorecidos. Incluyendo entre estas las que aún no han sido reconocidas, de la dictadura, más de 35 años después de tan modélica transición, en la que gobernó durante 22  de ellos un partido que se llama socialista. Y que para decidir el tipo de régimen,  hay que exigir igualdad en la lid política en los medios de información, hoy  en manos de unos pocos. Para que las decisiones de los ciudadanos no estén, como ahora, manipuladas por mercenarios de tertulias, más atentos a la voz de sus amos que a la verdad. 

   No hay que olvidar que la oligarquía no tiene más credo ni régimen que sus cuentas corrientes –por muy patrioteros que se muestren algunos, sea a nivel de toda España por el nacionalismo español, sea en las taifas o cacicatos, como lo hacen los que antaño fueron franquistas y hoy dicen ser independentistas para enmascarar el saqueo de los servicio públicos –; ni más patria que sus beneficios, aunque algunos se crean que esos dirigentes son patriotas. Lo que hacen es utilizar las patrias políticamente para embaucar a las buenas gentes que se lo creen. Nada en común tiene un trabajador ni un profesional que se gana la vida con su trabajo, si es que no se lo han quitado ya, con las oligarquías, sean en general o las que nos liquidan los derechos sociales, porque es el negocio lo que les importa. 

U. Plaza

sábado, 13 de abril de 2013

POR LA TERCERA REPÚBLICA, CONTRA LA CORRUPCIÓN


LA REPÚBLICA ESPAÑOLA


Este año llegamos al aniversario de la proclamación de la Segunda República española con más razones que nunca para reivindicar la Tercera. El régimen salido de la trampa que constituyó la mal llamada transición pergeñada y dirigida por el franquismo, tal como lo había diseñado el dictador, ha llegado a su fin. 
LA PLAZA DE SAN JAUME

La falta de de instrumentos democráticos efectivos para controlar al poder;  el desprecio que éste muestra constantemente hacia los ciudadanos que pagan sus prebendas. Ciudadanos a los que no se les permite participar en la vida democrática más que en una puesta en escena cada cuatro años, tras la cual nada puede hacer para modificar verdaderamente las agresiones del gobierno. Y que cuando los abusos antidemocráticos, regresivos hacia la dictadura, que hacen que el ciudadano se rebele, la única respuesta del poder sea la represión del gobierno sobredimensionado, de los privilegiados contra el pueblo, víctima de sus negocios y corrupciones. Como estamos viendo en la escalada que el gobiernos ultraderechista del PP, digno heredero  de épocas que algunos creían pasadas. 


CONVOCATORIA EN MADRID

Gobierno  que  pone el marcha todo tipo de represalias con multas y sanciones y falta de libertades– pa lo que le dan su apoyo la derecha salvaje catalana de CiU y vasca  del PNV, sin que falte alguna voz de apoyo de algún otro personaje privilegiado que otrora dijo ser "socialista", hoy asalariado de lujo de una multinacional privatizada– ayudando al régimen en su cometido represivo.

  Poca gente hoy cree que el actual régimen, nacido del lavado de cara de la dictadura para adecentarla y hacerla pasar por democracia, tenga futuro. El régimen pos franquista que hizo que los beneficiarios de la dictadura salieran reforzados–la Banca, la Iglesia y la oligarquía en definitiva–, ya está caduco, por más que los que se benefician de él sigan queriendo apuntalarlo y mantenerlo con respiración asistida, como hacen los dos partidos del régimen por antonomasia, y los de los cacicatos, mientras millones de personas siguen siendo víctimas de los privilegiados. 

 La corrupción galopante en todas las instituciones, con permanentes trabas a los jueces que desean limpiar de corruptos la vida pública, con leguleyos métodos de demora, que impiden que aquellos que están bajo sospecha sean expulsados de sus cargos de inmediato, y se eternicen en los mismos. Pudiendo pasar años antes de que se ventilen las responsabilidades, muchas de las veces con la prescripción de delito. Cuando no se utiliza el indulto para librar a los delincuentes de guante blanco de cualquier sanción. 
EL SUEÑO DEL PUEBLO POR LA LIBERTAD

  Que ante el escándalo del fraude financiero, que con el apoyo de su gobierno le está haciendo pagar a los más pobres, no haya ni un banquero en la cárcel, demuestra que los supuestos mecanismos democráticos no existen. Ni siquiera la Constitución es  válida, toda vez que sus artículos no sirven para nada, pues esta derecha insaciable y corrupta los incumple sin que haya forma legal de imponerla de forma efectiva. 

  La Constitución habla del derecho a la vivienda, al trabajo, a la sanidad, a la enseñanza. Todo es papel mojado. La misma derecha que disfrutó de la dictadura  continuó en el poder –que en el gobierno hubiera un partido que se llamara "socialista" no cambió nada, todo lo contrario, validó el mismo–. Esta derecha no podía asimilar ni siquiera leves derechos ciudadanos, y aprovechó el fraude financiero para liquidar las conquistas sociales logradas durante más un siglo.
La Junta Estatal Republicana

  Ante el cada vez más evidente regreso a formas y métodos dictatoriales por parte de los poderes, en el 82  aniversario de la proclamación de la la Segunda República, es fundamental cerrar el paréntesis que se inició con el golpe de Estado de aquellos felones de las fuerzas reaccionarias, la guerra provocada por el mismo, la larga dictadura y la transición posfranquista, que nos ha llevado a este estado de corrupción generalizada. 

  Reivindicar hoy la República, es un acto de necesidad democrática y de regeneración pública que nos lleve a la normalidad, rota  por los que deseaban que España no entrara en la modernidad. Son las mismas fuerzas que a marchas forzadas liquidan hoy los derechos de la mayoría.
ZARAGOZA POR LA REPÚBLICA

  La lucha hoy por la Tercera República Española no es ya ni de lejos una reivindicación nostálgica, todo lo contrario. Lo nostálgico obsoleto es mantener una monarquía que impuso un dictador, que hace aguas por todas partes, a la par que el resto de la instituciones, que no sirven al ciudadano. Los que aún no lo entienden así, algunos desde supuestas posiciones "socialistas", la Historia los arrollará y les pedirá cuentas si no reaccionan, en lugar de segur sosteniendo el tinglado.

 La bandera republicana es hoy el estandarte de unidad de toda persona, de todo sector democrático, independientemente de las ideas particulares que cada uno tenga. Las que deberá defender en una República en la que los mecanismos democráticos no sean burlados para beneficio de los de siempre. 

¡POR LA TERCERA REPÚBLICA! ¡CONTRA LA CORRUPCIÓN! ¡POR UNA JUSTICIA DEMOCRÁTICA! ¿POR GOBIERNOS  NO SOBREDIMENSIONADOS E IMPUNES! ¡CORTES CONSTITUYENTES!

U. Plaza





domingo, 7 de abril de 2013

LA AGRESIÓN A LOS CIUDADANOS, SU CRIMINALIZACIÓN Y LA ESCLEROSIS DEL PSOE

    A la inmoralidad que representa que el gobierno esté al servicio de banqueros y grandes empresarios, contra su propio pueblo que paga sus privilegios, utilizando los resortes represivos contra él, se suma la campaña  que tanto desde el gobierno–los gobiernos, también desde las taifas y cacicatos–como desde el partido de la derecha más salvaje del PP vienen realizando contra los que se defienden de sus agresiones, criminalizándolos y equiparándolos  a los violentos y hasta a terroristas. 

   Tienen la desvergüenza de decir  que señalar a los que deciden votar contra la dación en pago, y por lo tanto están de acuerdo con la injusticia, son agredidos. Sin considerar, porque parece que sus códigos morales no llegan para tanto, que echar a miles de familias de sus casas por unos banqueros a los que el gobierno les ha dado miles de millones del erario público, sea violencia, cuando es un crimen, que sólo en una sociedad dirigida por salvajes mercaderes, se podría explicar. Y todo, con una corrupción que alcanza a todas las instituciones, sin que hagan nada para solucionarlo. 

  La desafección de los ciudadanos hacia los dos partidos principales del régimen, hace prever que ya no funcionará el turnismo canovista, que han estado llevando a cabo hasta ahora. Según las últimas encuestas entre ambos partidos no llegan al 50% de los votos, cuando tenían más del 80%. Además de que por primera vez se puede dar el caso de que haya menos votantes que abstencionistas, o casi; habiendo unos 22 millones se desentiendan de las urnas, como forma de protesta.

   Y hay que preguntarse: ¿Como es posible que ante la extensión de movimiento de los que luchan por evitar ser echados de sus casas por el PP, que da soporte a los banqueros y no a los ciudadanos víctimas de estos, el PSOE no sólo no remonte en las encuestas, sino que siga bajando en intención de voto a la par que el PP?

  A parte de otras consideraciones de más hondo calado ideológico de deriva hacia el liberalismo que lo iguala al PP, y la deriva nacionalista del PSC que lo ha situado en la UCI; así como la propia inconsistencia del liderazgo del partido, lo que no hay que olvidar, es que el PP es el partido que hoy le arruina la vida a miles de desahuciados. Pero que el inefable Zapatero se opuso a la dación en pago, con el valioso soporte del PP. Y que en el gobierno Zapatero, con Rubalcaba de vicepresidente, fueron llevados a cabo más de 70.000 desahucios.

   Con estos mimbres heredados de ellos mismos es imposible que los del PSOE puedan hacer cestos y levantar cabeza. Cualquier intento del partido socialista en discutir la salvaje política del PP está llamada a fracasar. Porque es muy fácil para el PP hacerles callar con sus mismos argumentos. Sobre todo porque quienes aplicaron semejante política antisocial y a favor de los especuladores financieros, son los mismos que ahora dicen ser solidarios con los agredidos. Y eso los ciudadanos lo saben muy bien.

   De ahí la importancia que tiene que el PSOE –si es que en él anida, aunque sea remotamente, la idea de diferenciarse de la derecha con la que ha compartido programa en lo fundamental–, haga una catarsis que incluya la total renovación de sus cargos; que de una vez se defina  su verdadera ideología y sobre el modelo de Estado y defienda la República, ante el agotamiento del régimen y sus instituciones, al fin y al cabo heredadas del franquismo. Y que no se olvide, en 22 años de gobiernos del PSOE, fueron incapaces de desmantelar  por falta de voluntad política. Y que hoy el PP va recuperando  en muchas de sus actuaciones autoritarias y políticas regresivas en la enseñanza y en sanidad y en la manipulación con mentiras.

  De no hacerlo, de no llevar a cabo la necesaria renovación de forma clara y contundente, no con paños calientes para que parezca, pero que no sea, para que no se les escape de las manos a los que mandan, el pueblo español sufrirá mucho más defendiéndose de las agresiones. Pero a la larga éste los arrollará con sus acciones de defensa por pura necesidad de supervivencia.  Y los arrinconará hacia el estercolero de la Historia, por no haber, querido verlo cuando estaban a tiempo. Porque cuando todo indica la necesidad de una revolución social, un cambio de modelo democrático – el actual data de la revolución francesa, hace más de 200 años–, más participativo,  los viejos partidos, y el PSOE, con sus esclerosis se aferran al pasado, o siguen emulando a la derecha cuando están en el gobierno, y se quejan cuando están en la oposición.

U. Plaza