jueves, 3 de marzo de 2011

REBELIÓN DE LOS FEUDOS



Si un gobierno carece de medios para hacer cumplir las leyes que  en su ejercicio gobernante decide, es que algo muy serio está pasando. Y está pasando en España donde cada cacique de su feudo decide qué leyes aplica o no, en función de si le son favorables a sus intereses de tribu, casta o partido. 

Viene sucediendo desde hace tiempo; y no sólo con los acuerdos gubernamentales, sino en decisiones judiciales del Tribunal Supremo e incluso del Tribunal Constitucional, como sabemos, incluso con  alharacas por los que debieran respetar y hacer respetar las leyes, con actitudes  y muestras antidemocráticas  contra decisiones que, mientras no sean modificadas, todos estamos obligados a cumplir, si no queremos que cualquiera se sienta legitimado a hacer lo mismo. Lo que demuestra el verdadero sentido de cómo entienden la democracia –del embudo– los que así actúan.

Ahora volvemos de nuevo a tener la misma historia. El gobierno ha decidido bajar el precio de los billetes de  Cercanías en un 5% así como otras medidas de reducción del consumo–de energía–, para potenciar el transporte público. Pues bien, tanto el cacique  de la derecha de los recortes sociales  a los ciudadanos de la taifa catalana, el Consiglieri Artur Mas, así como su homologa en ideología, dígase lo que se diga de cara a la galería, los intereses  de clase coincidentes.  

El gobierno ha de tener medios legales y coercitivos, y hacerlos cumplir sin dilación, para que todas la leyes se cumplan. Y si dichas leyes no  gustan, hay que intentar cambiarlas. Pero de ninguna manera incumplirlas. Si se permite que tanto Artur  Mas  como Esperanza Aguirre, o cualquier otro que se crea con derecho de estar por encima de la ley, y con patente de corso, se la salten a la torera, el Estado pierde todo su sentido. Las taifas del campli qui pugui es una opción, pero ha de quedar claro que es ese el deseo de los que incumplen la ley. Mientras tanto, es nociva e inaceptable, y menos que la esgriman en nombre de la democracia.

U. Plaza




miércoles, 2 de marzo de 2011

LOS BUITRES HUELEN CARNAZA



Aquellos que tan eufóricamente festejaron la llegada de la derecha  al gobierno catalán, desinformadas   capas populares, pronto se se han topado con la realidad de las políticas ultraconservadoras de recorte del gasto publico, que es donde se demuestra la verdadera  ideología de los gobierno,  de derecha, y de izquierda si los hubiera, siempre favorecedores de los poderosos, amigos, jefes  o allegados. 

Y el conseglieri Mas, con la trupe de ministrillos, trepas ultras de los que se rodea,  provenientes del sector privado, y alguno otro que durante un tiempo tuvo la desfachatez de llamarse socialista, o estar en un partido, o lo que sea, que así se llamaba, están planeando una de las mayores agresiones que la derecha pudo nunca imaginar poder asestarle a las clases populares. 

Han empezado con los recortes en la Sanidad Pública, y con la enseñanza, los dos pilares fundamentales del bienestar social y de distribución o equilibrio de cierta igualdad, ya que, si no en otras cosas, sí al menos en que por razones económicas en los hospitales y en la Enseñanza  de titularidad pública, los ciudadanos puedan tener una atención que les garantice, tranquilidad y futuro. 

Pero no es que, como dicen los representantes de la derecha convergente, que hay que recortar presupuesto por la situación económica, por la  crisis–provocada precisamente por los mismos estamentos de clase a los que ellos pertenecen, y que hasta ahora, que sepamos ninguno está en la cárcel–; de lo que se trata es de desprestigiar la Sanidad y la Enseñanza públicas, para poderla así, con cierto desapego del ciudadano ante su mal funcionamiento que se encargan de propiciar,  regalar la gestión  a sus amigos, privatizándola, y poder morder el bocado que los buitres de las mutuas  y otros interesados, tan cercanas a algún conseller, empeñado en considerar la salud del ciudadano con una empresa o  fábrica que reparta dividendos, que en realidad  es a lo que están acostumbrados los mercaderes de la derecha.

Es cierto que a esta situación se ha llegado debido al desastre del Trigobierno, más que  tripartito,  porque  cada uno acercaba el ascua a su sardina, empeñados más en emular a la derecha nacionalistas en sus desvaríos identitarios, propios del siglo XVIII, y además muy caros,  que en una acción de gobierno dedicado a las clases más desfavorecidas, que son la mayoría,  pasándose los cuatro años de legislatura, reivindicando todo aquello que, con un creciente paro y galopante miseria, menos importaba al ciudadano, aunque sí a los jefes de los partidos, que han vivido en sus egocéntricos despachos, mirándose el ombligo y al margen de la realidad de la calle, de lo que preocupa al ciudadano. 

Ahora, ante la soberbia que anida la depredadora derecha catalana, del invento pujolista, tan de derechas y reaccionaria como la española del PP, sólo cabe hacerle frente con la unidad y la organización de los ciudadanos, que serán las víctimas de las decisiones de expolio de derechos conquistados en duras luchas durante decenios. Sólo así se podrá frenar la escalada agresiva  emprendida por las clases dominantes para desposeer de lo poco que les quedaba a los más débiles, como es la calidad de la Sanidad y la Enseñanza. De no hacer nada, que nadie dude que esto sólo es el principio. Pero vendrán más agresiones. Porque lo que no cave duda es de que son insaciables cuando huelen la posibilidad de carnaza, que se traduce en dividendos.

U. Plaza

viernes, 4 de febrero de 2011

EL INCÓMODO ORIOL PUJOL



Oriol Pujol, el hijo del que fuera Cacique Mayor de la taifa catalana durante 23 años; el que ha irrumpido en la política más por ser hijo  quien es que por lo que es; pivot del talibanismo de los jóvenes convergentes,  acaba de situar al president de la Generalitat, Artur Mas, y a  su propio partido, en una situación de incomodidad, por segunda vez.

Primero, quizá creyéndose estar en un club privado y selecto de su clase, y para hacerse el interesante ante sus amigos,  declaró que la Generalitat lo tenía crudo para poder satisfacer las nóminas de los funcionarios en breve, lo que equivale  decir que está en bancarrota, con las repercusiones que semejantes declaraciones irresponsables pueden tener.  Para corregir tal largueza de novato, el portavoz del gobierno catalán,  Francecs Homs, ha tenido que salir a desmentirlo. 

Y por segunda vez, yendo por libre y sin tener en cuenta el cierto equilibrio institucional que Mas intenta mantener, el nene, hijo del amo, se ha posicionado a favor de la independencia, y dice que irá a votar sí, en la mascarada de referéndum en Barcelona,  sin tener en cuenta que en ese equilibrio de Mas y de CiU, también está el confundir a la gente, muy propio del pujolimo; y no le conviene a CDC, y tampoco a Unió, unos días antes de las elecciones municipales, aparecer como independentistas; sino en la ya clásica ambigüedad de la derecha catalana patriotera, pero  sin que se note. La pela es la pela, y ésta no conoce de identidades más allá de las del poder. Y en ello están.

Cabe pensar que a estas alturas, Mas debe estar arrepentido de haber colocado al repelente niño Vicente, capaz de avergonzar al jefe ante  las visitas, quizá por imposición. Porque en la empresa de papá, hay que hacerle un hueco al hereu, y aceptar que meta la pata, sin que nadie se atreva a contradecirle. Porque discreción y tablas políticas, lo que se dice discreción, no tiene muchas la criatura. Quizá su padre debiera darle un cursillo acelerado, para que, mientras tanto, sepa comportarse y  no alborote al gallinero. 

U. Plaza


miércoles, 2 de febrero de 2011

LA ESTRATEGIA DEL ENGAÑO



Los dictadores no suelen reconocer que ha llegado su fin y tratan por todos los medios  de aferrarse al poder aunque  la situación política ya no aguante más, porque  sus ciudadanos encuentren la forma de quitárselo de encima saliendo a la calle en una protesta general. Se presentan, a pesar de haber sido, a veces durante decenios la pesadilla de sus pueblos, su ruina, y de haber convertido al país en una finca particular de corrupción y de pobreza,   y los asesinos de muchos de sus opositores, como salvadores de la patria, y se muestran imprescindibles; dicen que llegará el caos, sin reconocer que ellos son precisamente el caos, con la intención de asustar a las personas menos decididas, o con miedo heredado durante tanto tiempo de despotismo, y terrorismo policial.  

Normalmente, durante todo el tiempo de sus dictaduras han ido creado su propia guardia pretoriana, policías corruptos   a los que se les permite todo tipo de desmanes en provecho propio, sanguinarios que se encargan de cortar  toda disidencia. Entre estos suelen reclutar a lo peor de la sociedad,  delincuencia de todo tipo que se ponen al servicio del dictador y sus secuaces, dispuestos defenderlo como mercenarios al servicio del delincuente mayor, que mientras tanto irá  acumulando fortuna que pondrá a buen recaudo, pomo Mubarak, que se dice posee 40.000 millones de euros en bancos suizos. Los represores son personajes oscuros que sólo  los ven los que son sus víctimas  a la hora de reprimirlos,  a aquellos que toman la decisión de luchar por la libertad, con el riesgo que ello representa para la suya propia y para sus vidas, pero que a pesar de todo se arriesgan. 

Pero cuando las cosas alcanzan ciertos niveles alarmantes para el dictador, como ha sucedido estos días en Egipto, Mubarak, haciendo alarde de su miserable actuación, en lugar de reconocer que el pueblo le dice que se vaya y que debe hacerlo, prefiere poner en peligro las vidas de sus ciudadanos, utilizar todos los medios criminales a su alcance, y se resiste a reconocer la realidad. Como ya no basta con la pandilla de miserables que dirigen el aparato represivo, recurre a toda una serie de delincuentes, que son organizados como matones para crear el pánico entre los ciudadanos en sus movilizaciones pacíficas, que se convierten en violentas. 

Hasta que el dictador Mubarak, prácticamente escondido  durante días, no habló por televisión para decir que todo lo iba a dirigir él y que no se iba, sino  sólo que no se presentaría a la farsa de lecciones dentro de siete meses, con la única intención de ganar tiempo para desactivar la protesta, las bandas de delincuentes y matones, organizados desde poder para atemorizar a los ciudadanos, no han salido a la calle.  Unas protestas pacíficas, cívicas y democráticas por parte de los ciudadanos, no de la policía del dictador que ha causado un centenar de muertos estos días, se está intentando convertir, por el poder en una situación caótica y de pánico. 

Y todo esto, por mucho que de cara a la galería digan otra cosa, no es posible que sea ajeno a los gobiernos de Europa que ha demostrado la inexistente política democrática de cara a las dictadura, y sobre todo de Estado Unidos y el Estado terrorista   de Israel, franquicia yanqui, que sigue dándole todo su apoyo al dictador egipcio, por ser un felón personaje a su servicio. Las  cosas a ese nivel no suceden por casualidad. Las bandas de matones del dictador aparecen,  para que de alguna manera se puedan justificar la represión de los ciudadanos, si así le conviene a la  banda que está en el poder. Y, aunque al final Mubarak sea sacrificado por sus amos, éstos intentarán colocar a otro que cumpla con la misma función. Y para eso hace falta un poco de tiempo. Y los más interesados en que así sea, son los gobiernos de los países mencionados. Todas las proclamas democráticas son pura puesta en escena de cara a la galería. Sus intereses nada tienen que ver con las aspiraciones de libertad de los pueblos.

U. Plaza

lunes, 31 de enero de 2011

LAMPEDUSA AL ACECHO



Llevaban decenios, tanto Estados Unidos Como Europa, sin que les importara a sus  gobiernos  lo más mínimo  la situación de los pueblos de los países árabes, siempre que sus dictadores  garantizaran sus intereses en la zona; nunca pareció importarles que los ciudadanos fuera privados de libertad, encarcelados, torturados y hasta asesinados en sus siniestras cárceles. Nunca les pidieron moderación a dictadores servidores de esos países. Porque decían que a pesar de ser unos impresentables que oprimían a sus pueblos, les garantizaban  "estabilidad en la zona".  Que traducido quería decir que les garantizaban sus intereses de potencias neocolonialistas. Y añadían que eran un freno para el islamismo fundamentalista, cuando es todo lo contrario: lograban  que los pueblos vieran a Occidente como sus enemigos, siendo  caldo de cultivo del fanatismo religioso ante la desesperación que los llevan sus gobernantes despóticos por se  susceptible de caer en las redes de ese extremismo irracional, yendo  hacia regímenes  como los que pretenden combatir, pero con componentes de fanatismo e irracionalidad.

Han tenido que ser los pueblos los que se alcen contra la injusticia para que los gobernantes occidentales caigan en la cuenta de que están sosteniendo a salvajes dictaduras, y, aunque en los primeros momentos intentaron seguir apoyándolas, ante el cariz que toman los acontecimientos se empiezan a dar cuenta de que sus servidores ya no les son útiles, y les piden que "reconduzcan con moderación" los procesos. Que en realidad lo que quieren decir es que hay que salvar lo que se pueda para seguir contando con los próximos mandatarios que surjan del proceso para que siga garantizándoles sus intereses. Les piden la moderación que no les pidieron a los dictadores. Una moderación que hubiera impedido que la situación llegara al límite que ha llegado, para que hayan sido los propios pueblos, sin dirección política alguna, los que se hayan lanzado a la calle a la desesperada para decir que no quieren vivir bajo sanguinarias dictaduras, que quieren vivir en libertad. 

Ahora, que no quepa duda, los que sostuvieron a las dictaduras, maniobrarán de mil maneras para arrebatarles a los pueblos su protagonismo. Y apoyarán y harán entrar en escena personajes de sus confianza, con caras más amables, que intentarán limitar el alcance de las perdidas, frustrando en lo posible los deseos de las amplias capas de la población. Y una vez calmados los primeros empujes al alza de la revolución espontánea, la cubrirán con todo tipo de  "necesidad de que las cosas se normalicen", para que todo cambie para que todo quede igual. Si esos pueblos que han dado un ejemplo de querer acabar con los dictadores no toman conciencia de que son ellos los protagonistas, y  dejan que se lo arrebaten,  el futuro será parecido al pasado. 

Los cantos de sirena de los gobiernos que han apoyados a los dictadores, no son garantía para la democracia de esos pueblos si no dan muestras inequívocas de ello, dejando de apoyar a otras dictaduras como la de Marruecos. La única solución es apoyar los cambios hacia la libertad para que los ciudadanos vean más ventaja en la tolerancia democrática que en el fanatismo religioso que los lleve a la irracionalidad. 

U. Plaza 

viernes, 28 de enero de 2011

¿DERROTA Y RESIGNACIÓN?: ¡DESPERTAR!




La cara de satisfacción  del presidente del gobierno  en ejercicio Alfredo Pérez Rubalcaba, no deja lugar a dudas de quien ha ganado y quien ha perdido este simulacro de negociación, que no ha sido, sino a la trágala, en el  que nos han tenido entretenidos estos últimos tiempos: han ganado los grandes capitales, los banqueros  que mandan a sus empleados los políticos del gobierno y sus colaboradores que han votado la agresión y el expolio de las clases populares, a pesar de lo que digan los medios desinformativos y periodistas mercenarios, convertidos en la voz de sus amos en toda ocasión que tienen. Y han perdido los ciudadanos que han retrocedido en sus derechos y que han de ser  los que paguen  todos los desmadres de los ricos.  

Cada vez retrocedemos hacia una sociedad que creímos olvidada, cuando los esclavistas podían hacer lo que quisieran con los esclavos  que carecían de derechos. Retrocedemos hacia el siglo XIX, a la sociedad sin derechos del mundo del trabajo.  Que nadie se llame a engaño y  piense que es una exageración;  que los depredadores  del gran capital no hacen las cosas de golpe y calculan cuándo y cómo darán el próximo golpe, poco a poco, pero certero. Y si no se pone remedio, irán liquidando derechos como vienen haciendo hasta ahora por la pasividad y desinformación del ciudadano. Y en eso están empeñados los capataces de los poderosos, para lo cual son remunerados en sus cargos generosamente como ya sabemos. 


Que los sindicatos, en lugar de denunciar la situación de retroceso social, intenten justificarla, e incluso avalen los mismos discursos aceptando que "son necesarios los recorte",mientras las grandes fortunas cada día lo son más, adaptándolo al machacón discurso de la derecha, demuestra que han perdido la batalla, que la hemos perdido todos, y que hay que recomponer la situación. Y los sindicalistas debieran preguntarse el por qué de la situación actual y de la falta de respuesta de los trabajadores, de los ciudadanos que sufren las agresiones de la derecha y de sus circunstanciales aliados. Quizá esté en que durante muchos años  se han dedicado a contemporizar con el poder y no molestarlo demasiado, para que no se incomodara. Y más si resultaba que en el gobierno estaban los que supuestamente eran o se decían socialistas, aunque  hicieran políticas tan negativas y sumisas a las órdenes de Banco Mundial y el FMI. Estamos en un momento grave de avance de las negras fuerzas reaccionarias, las que siempre se han opuesto a que las clases populares avanzaran es sus derechos. Pero ahora cuentan hasta con aquellos que debieran estar al lado del pueblo. Por eso hay que reinventarse formas de lucha. El mundo no se para. Pero sí hay momentos en que retrocede en el tiempo, en lo conquistado durante años de lucha. No es lineal como quizá creímos. Los enemigos de las clases populares sí han hecho su trabajo, no duermen. Hasta han logrado que, los que algunos creían de los suyos, del lado de las víctimas, nos convenzan de que hay que recortar derechos, en lugar de enfrentarse a ellos, a los depredadores,  a los que nunca duermen a la hora de maquinar la forma liquidar conquistas de años; y sobre todo a sus colaboradores, que siendo enemigos del pueblo, se presentan como parte de éste.

U. Plaza

LA PUESTA EN ESCENA Y LA SILLA DE RAJOY


¡A POR MARIANO!


La puesta en escena  del sínodo de Sevilla por parte de Rajoy, con el florero Aznar incluido, está visto que no era más que un intento de  mostrar una ficción de unidad, ante el desasosiego que le ha producido en el partido de la derecha la deserción del ultra Álvarez Cascos.  Era una forma de intentar calmar la marea, para ver si se podía capear el temporal de la difícil convivencia de ese batiburrillo de ambiciones tan diversas que cobija el PP. 

En el akelarre  de Valencia no  se logró más que un aplazamiento de las disputas, principalmente entre la ambiciosa ultra madrileña –a la que le ha dolido  el trato que le ha dado el digital presidente a su amado Cascos, tan afin a ella–. Pero las navajas ni siquiera se cerraron entonces, cuando Aznar apareció en olor de multitudes anulando a Rajoy. Estaban a la espera de  volverlas a utilizar en cuanto se presentara la ocasión, si las cosas no se enderezaban en el sentido que a la ultraderecha le interesara. 


Rajoy no ha logrado la autoridad que quisiera en el partido. Y la presidenta madrileña le sigue disputando el cargo para el que se cree  más capacitada y no deja pasar  ocasión para demostrarlo y para lanzar una red de cohesión entre el sector más ultra, muy influyente, que quisieran quitarse a Rajoy de encima, y que personifica el belicoso de las Azores. Y la puesta en escena sólo pretendía mostrar una unidad, con el caudillo Aznar presente, pero poco creíble, que no ha durado ni 24 horas.  Esperanza Aguirre  y sus huestes, cuando aún no se habían apagado las luces de la puesta en escena del akelarre, contrariamente a lo que se esperaba, que era mostrar la ficción de unidad, sigue declarando su apoyo a Cascos, a pesar de que éste ya está en otro proyecto, pero que en realidad es más coincidente  para Esperanza que el de Rajoy. 

La cola que mantiene pegada esa supuesta unidad son las encuestas que han hundido al partido socialista por sus políticas contra la base de su electorado, y que avivan las esperanza de los barones de la derecha que les permita acceder a los privilegios y manejos que da el poder, o se lo toman. A pesar de lo cual saben que Rajoy no levanta cabeza,  por considerarlo muy flojo para los pesebres políticos de los ultras. Muchos consideran que el caudillo Aznar se equivocó con su dedazo. E incluso él  mismo se arrepintió, porque las intenciones del monaguillo de Bush era gobernar él desde la sombra, con Rajoy como pelele, cosa que sabía imposible con Rodrigo Rato, menos dispuesto a ese juego. Pero pesó en Aznar más su amor belicista por Bush y se embarcó en  la aventura del desquiciado pistolero  tejano y perdió las elecciones. Así que todo se aguanta por un hilo, más aparente que real, y que explota a la mínima que Rajoy quiere "centrar" el partido, para lo cual ha de mermarle influencia a los trogolditas del aznarismo, Esperancita incluida en el lote como esperanza carca, que le mueven la silla, como ha ocurrido con Cascos en Asturias. 

Pero la debilidad del presidente del PP se pone de manifiesto cuando, a pesar de las declaraciones de Aguirre, claramente rupturistas y de enfrentamiento con la dirección,  con la voluntad  de seguir apoyando a Cascos, y de negarse  a apoyar a la candidata oficial, Rajoy carece de fuerza para poner en cintura a la díscola, que envenena el panorama cada poco, que sigue en sus trece como lo estaba en el congreso de Valencia. Si sumamos a eso el desmadre de la cantidad de imputados con los que cuanta el partido, que muy bien podrían formar corriente aparte por el número alcanzado, y que tampoco es capaz echarlos fuera y limpiar el partido, como es el caso escandaloso de Camps, el cuadro de debilidad de Rajoy    está completo.  La unidad de intereses  por lo que aspiran a dominar les mantiene, pero las navajas siguen reluciendo y bien engrasadas. Y Esperancita se encarga de irlas puliendo y engrasando  de vez en cuando para que no se olvide de que la "lideresa" de la ultra derecha es ella. 

U. Plaza