viernes, 1 de julio de 2011

LA PREPOTENCIA CACIQUIL DEL PODER, EN TERRASSA

Ayer jueves, 30 de junio, tuvo lugar en el Ayuntamiento de Terrassa (Barcelona) un atentado gravísimo contra la democracia.  Resulta que un grupo de trabajadores sanitarios se disponía a llevar al pleno municipal, que se reunía  en esos momentos,  unas 11.000 firmas de ciudadanos recogidas contra el saqueo al que está siendo sometida la sanidad pública por parte del gobierno ultraderechista de la Generalitat, de la banda de CiU. 

A pesar de ser un Pleno de acceso público, el alcalde, Pere Navarro, socialista, y el teniente de alcalde, Manuel Pérez, de ICV-EUiA, en un acto caciquil digno de prepotentes dictadores, les impidieron la entra a los ciudadanos. Para lo cual utilizaron su guardia pretoriana, con la que se inició un tira y afloja, llegando un guardia  a sacar la porra eléctrica, si bien no la llegó a utilizar; las cosas no llegaron a más, a pesar de esa actitud,  porque el comportamiento de los ciudadanos, sanitarios indignados, fue absolutamente pacífica, mostrando las manos en alto,  como ya es habitual, al tiempo que gritaban: "estas son nuestras armas". 

Tanto el "socialista" Navarro,  como iniciativo Pérez, sobre todo Pérez que dice ser algo más de izquierda–al menos así lo venden sus dirigentes, aunque no se les conoce semejantes irreverencias con los poderosos–,  perdieron ayer una oportunidad para demostrar que comprenden y apoyan las reivindicaciones de los colectivos que piden que se pare el genocidio social, el saqueo que está llevando a cabo los convergentes, para favorecer la sanidad privada, situándose al lado de las víctimas  y no de los saqueadores, o manteniendo una calculada ambigüedad. Y perdieron la oportunidad de demostrar que no es cierto el dicho que cada día corre con más insistencia, de boca en boca de los ciudadanos, "que todos los políticos son iguales, y corruptos". Sin embargo, con su actitud prepotente de caciques que patrimonializan las instituciones públicas como espacios propios, y exclusivos de la casta de privilegiados a la que pertenecen, negándole el acceso a los trabajadores sanitarios, demostraron ayer que los ciudadanos están en lo cierto. Y que tanto el alcalde "socialista", como su teniente de alcalde, de ICV-EUiA, son como todos; temen al pueblo, actúan con miedo a éste, y cuando tiene un retazo de poder, se comportan con la misma prepotencia antidemocrática como lo hace la derecha más cavernícola,  CiU y el PP, saqueadora de los bienes públicos.

U, Plaza




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