miércoles, 28 de agosto de 2013

EL GOBIERNO FRANCÉS, COMO EL BRITÁNICO, DE PERRILLO FALDERO DE LOS YANQUIS


   Ante la guerra de agresión que los Estados Unidos prepara contra Siria, todos sabemos desde siempre que lo que se sigue llamando Gran Bretaña, para el egocéntrico gobierno ingles, no es más que  el perrillo faldero y seguidor incondicional de todas las aventuras imperialistas que emprende el gobierno de los Estados Unidos. Que en realidad lo decide el Complejo Industrial Militar. Que son los que hacen su agosto con todas las guerras que emprenden, para enriquecer a unos cuantos a costa de la vida de muchos inocentes, incluidos los soldados de los imperialistas. 

    Que no nos vengan ahora con que lo hacen para defendes nada, que afecte a la Humanidad, sino a sus inmensas riquezas. Son demasiados años de saqueos imperiales para que cuele nada que tenga que ver con nada humanitario: el “Premio Nobel de la Paz" –para vergüenza de la Academia sueca– vuelve a mandar a su soldadesca para que maten y a su vez mueran para que unos pocos millonarios que ni quiera saben dónde esté "el campo de operaciones" se froten la manos y puedan llevar una vida de fábula en sus ranchos.

  El gobierno inglés muy en su papel de perrillo faldero sigue sacando pecho para animar a su amo yanqui a que emprenda la guerra, sin importarle que mueran ciudadanos británicos, disfrazados con uniformes. Da igual que el presidente yanqui   sea un protohomínido mononeuronal como Bush, o que sea uno que los ilusos creyeron que era diferente por el hecho de tener la piel obscura. Si Obama está de presidente es porque a los grandes millonarios, los que de verdad mandan, les interesa. Los gobiernos ingleses siempre atentos a la voz de su amo yanqui. 
   
   Es normal dentro de la anormalidad, que los británicos hagan de niñeras de los yanquis en sus aventuras de muerte. Pero lo  realmente sorprendente es que el gobiernos francés–socialdemócrata dice que es– haya caído tan bajo y colabore como un vulgar criado a lo Blair o Cameron, con los que no respetan ni los mínimos principios del derecho internacional, como sabemos hasta el hartazgo. Nosotros tenemos a Couso, asesinado, sin que se haga justicia.
  
  Ya es la segunda vez en poco tiempo que el gobierno Francés –entre otros gobiernos como el español– se convierte en lacayo de los intereses espurios  de los grandes millonarios yanquis. Primero colaborando con ellos contra un presidente soberano de verdad, como Evo Morales, poniendo en peligro su vida. Acto absolutamente vergonzoso; y ahora ayudándole a que la maquinaria bélica de los poderosos no pare, agrediendo a Siria en una guerra que nada tiene que ver con los motivos que aluden, todo lo contrario. 

Ubaldo Plaza


martes, 27 de agosto de 2013

EL CUENTO DEL HUÉSPED INCÓMODO

   Se narraba en un cuento  que un señor de otra familia llegó a una casa de unos amigos, a su vez de otros amigos, para pasar unos días. Y parece que le gustaron los guisos que se hacían y el hombre con muy buen criterio de aprovechado, decidió alargar su estancia. Al principio todo fueron alabanzas. Pero pasaba el tiempo y no se decidía a volver por donde había venido. Los dueños de la casa empezaban a cansarse de tan pesado huésped. Y continuamente le decían 

  –¿Tienes previsto marcharte hoy? 
 –¡No!, contestaba, aquí se está bien; se come de fábula y además es gratis, decía como bromeando, lo que a los dueños les sentaba como un tiro. 

  Los dueños aunque iban perdiendo los nervios no querían incomodarlo a la espera de que tomara la decisión de marcharse por sí mismo para no quedar mal con los que lo habían recomendado. Pero la marcha se alargaba; y en lugar de ayudar en la casa, cuando se levantaba lo dejaba todo manga por hombro. Pero sí se acercaba a ayudarles a los vecinos que eran sus competidores en los negocios. Además de más que huésped, se consideraba parte de la familia y suplantaba al dueño, hasta con malos modos para reprocharle a la señora de la casa que el guiso no era del todo de  su agrado, conminándola a que mejorara su arte culinario. Y se lo iba contando a los vecinos, con los que los dueños de la casa no mantenían especial relación por la competencia que le hacían.

  Por más indirectas que le soltaban a cada momento, él no se sentía aludido. Y cuando ya toda la familia al borde del suicidio decidieron volverle a preguntar ¡que cuándo puñetas pensaba marcharse!, él como de nuevas, con aire de ofendido respondió:

   –¡Si alguien piensa que sobro en esta familia que lo diga!

   La señora de la casa, ya hasta la coronilla de tanta deslealtad para con los que lo habían mantenido durante mucho tiempo le respondió:

–Pues mira, sí. Sobras. Porque tú no eres de esta familia, sino que trabajas para nuestros rivales.  Sin ti esta familia se desarrollará más feliz y con menos problemas.

  Algo así parece que le sucede al nacionalista del PSC, Joaquim Nadal. Que también ha dicho "si alguien cree que sobro en este partido, que me lo diga".  Pero por más que haya oído que efectivamente sobra en un partido que no es el suyo, por ideología, y porque publicita como en el cuento, el producto del vecino –si es que este partido aspira a regenerarse–, Nadal sigue sin enterarse. Lo que falta es que el jefe de la casa,  o la familia, como en el cuento, le diga: 

   –Pues mira, sí, Sobras porque tú no eres de esta familia, y en buena lid, no lo has sido nunca, piensas como el vecino.  Y sin ti será mucho más fácil y  efectivo para el camino que deseamos. 
  Si es que realmente es así, claro. De no ser así, hay que dejar que el huésped acabe de arruinar la casa.

Ubaldo Plaza






lunes, 26 de agosto de 2013

EL SUEÑO DEL INCONSCIENTE

  Josep Rull, eterno alcaldable de la derecha, hoy ultra, de Tarrasa, que provine de la Juventudes  convergentes –que mientras sus mayores presentaban la cara amable de burgueses que hasta parecían  civilizados, antes del saqueo sanitario–, ellos con sus colegas de ERC la armanban de vez en cuando con actitudes que mejor quisiéramos haber olvidado, de nuestro pasado reciente; pero que la derecha hoy  resucita, tanto la del PP como la de sus colegas convergentes.  Porque, que nadie se engañe, defienden los mismos intereses de clase, unos en toda España, otros en Cataluña. De hecho siempre se han apoyado.
  Pues este  hombre, que vive de sus propios  sueños  y fábulas que los sacerdotes de sus religión le han inoculado, no se da cuenta de las incoherencia que dice, que sólo sirven para alegrarle los oídos a los fieles que adoran al muñeco. 
   Afirma que con una participación del 50 %  en su referéndum patriotero ya habría suficiente para poner en marcha los delirios independentistas de la derecha catalana, a la que sumisos compañeros de viaje le aguantan el cirio en el desfile de máscaras. Suponemos que será para que se tapen las desastrosas políticas de su jefe, que desgobierna y agita Cataluña en lugar de gobernar, por delegación de Junqueras, que acabarán devorándolos, sin que se den cuenta.

  ¡Hombre Rull. La derecha siempre ha sido salvaje, intolerante  reaccionaria, negociante y dispuesta a sacar provecho para engrosar sus cuentas corrientes sin mesura, sin medir –o midiendo muy bien– las consecuencias ajenas, para sus víctimas. Pregúntaselo a las que sufren los recortes sanitarios, mientras os gastáis un munt de diners, habiendo miles de niños desnutridos, diga lo que diga el inefable Ruiz–, en la promoción patriotera. A la derecha a la que perteneces le ha importado todo un bledo si sacaba provecho, pero no es idiota. No la hagas quedar mal. Sabes perfectamente, y si no lo sabes, peor que peor, que las cosas no son así, aunque te lo hayan explicado en clases de domesticación o adoctrinamiento particulares!

  Hasta hace un tiempo se consideraba  que necesitabas un hervor como líder de la derecha de Tarrasa;  ahora, después de los ejercicios espirituales a los que vienes asistiendo de la manos del Mesías  que nos quiere llevar, no a la Tierra Prometida, sino a la Sicilia de final de siglo XIX, creo que necesitas que la olla hierva una buena temporada. Hay que ser muy inconsciente o un alma cándida, para creerse lo que le dicen, o uno se fabrica en sus noches de delirios. 

Ubaldo Plaza

jueves, 22 de agosto de 2013

CHINA HA DE APRENDER DE ESPAÑA


     UN POCO DE HUMOR AMARGO


  Bo Xilai, un alto cargo chino que es acusado de recibir  sobornos  de 2,6 millones de euros –en España se llamarían sobresueldos o comisiones; y alguno, con la cara dura que les caracteriza, "legítimos sobresueldo"–, por el esfuerzo de levantar la mano cansinamente para votar cuando  el "monitor" levanta la suya, si es que se molesta en salir del bar entre jintonicsPorque, como es sabido "nuestros", con perdón, diputados no alcanzan a saber por sí mismos qué han de votar y en qué dirección. Y eso que se supone que son los más espabilados de este reino de taifas. Bueno, espabilados sí lo son, para qué nos vamos a engañar.

   A  estas horas no hemos podido confirmar si los muchos o pocos delincuentes o presuntos, de la extensa China, tesoreros o presidentes de alguna provincia; alcaldes o miembros del gobierno; e incluso el propio presiente de China, para ahora o para dentro de un tiempo, en caso de verse implicados en algún asunto turbio de soborno, que haya pedido ser imputado en España.  No hay noticias de que sea así. 

   Aunque con alguno de los chinos  que hemos podido hablar a través de internet, en chino macarrónico, traducido simultáneamente por  un amigo de Huelva, que le arregló el texto un emigrante marroquí en  paro y recién llegado en patera, nos ha dicho que lo están estudiando. Y que es muy interesante la idea. Si en España –ha dicho el sagaz chino– hay sobornos de decenas y decenas, de millones de euros y no pasa nada; el gobierno, tanto el central como los de algunos villorrios o cacicatos, están bajo sospecha de cobrar  sobres-sueldos y no hay ningún detenido, salvo el Bárcenas, ese que saldrá pronto porque es buen amigo de sus amigos,  por una comisión de 2,6 millones, ¡que es pura calderilla!, no solamente no nos condenarían, sino que nos podríamos hasta desgravar en la declaración de la renta. Y cargarlo a algún cumpleaños en gastos de confettis y globos para los niños.  

   Y hasta es posible que nos levantaran un monumento junto a la estatua del corrupto de honor del mes en una plaza, como "insignes ciudadanos", por haber sido sobornados SÓLO, con 2,6 millones. Y andando el tiempo, quien sabe, promovida la candidatura, santo. "En China, en cuestiones de sobres y sueldos, estamos muy atrasados, hemos de aprender de España, ha dicho nuestro interlocutor Chino, que según dice es alumno de Confucio y de Jorge Arbusto.

Ubaldo Plaza



miércoles, 21 de agosto de 2013

LAS HUMILDES MONEDAS DE UNO Y DOS CÉNTIMOS, O LOS "EVASIBLES" BILLETES DE 500 €



Sorprenden algunas noticias que se publican durante el mes de agosto, lo que se atribuyen a la falta de noticias en el mes estival por excelencia. Aunque desde hace unos años no es cierto. Entre milleradas, pretoriadas, gürteradas, barcenadas y EREdadas, por no hablar más que de una pequeña parte de lo noticiable del golferío patriotero, hay suficiente materia para no andar  inventándose problemas en debates vacuos.

   Se insta a los ciudadanos a que opinen sobre la necesidad o no de suprimir las monedas de uno y dos céntimos de euro. Y la gente entra al trapo, confusa, como si esa cuestión tuviera fundamento y trascendencia vital. A mí me parece que  hay cuestiones mucho más interesantes y necesarias, de las que el ciudadano debe tomar parte. Pero ciñéndonos a la cuestión monetaria, sería mucho más aleccionador que se opinara a cerca de la posibilidad de suprimir los billetes de 500 euros. 

  No conozco a ningún tesorero, político, o hijo de "ilustres" "honorables" próceres de ninguna taifa o cacicato, que haya pasado la frontera con  sacas o mochilas de humildes monedas de uno o dos céntimos de euro. En cambio sí se conoce hasta el hartazgo, que mochilas llenas de billetes rosa  han ido a parar a Andorra,  Suiza, Gibraltar o a las Islas Vírgenes, por no cansar al lector demasiado con el golferío  patriotero, que como se sabe depende del número de ceros a la derecha con las que moldean sus cuentas corrientes. 
   
   Tanto es así que, amigo lector, si no tiene dinero en Suiza u otros paraísos fiscales, usted no sólo no es nadie en este país de tanto patriota, no es patriota, por supuesto, y además es un desgraciado; porque por si no lo sabe, ese dinero también es suyo.

   En este caso, como en tantos, el tamaño también es importante. Si un personaje de nuestros patriotas, con barretina o con boina,  que para el caso da lo mismo, se hubiera presentado en un banco andorrano, suizo, de Gibraltar, o de tantos sitios que amparan el golferío patriota, en los que son habituales clientes "honorables", con un saca de monedas de uno o dos céntimos de euro, seguro que no los habrían considerado tan "honorables". Y la risotada habría llegado a todo el Continente del imperio merkeliano. Pero, ¿a que habría sido divertido verlos con la saca a cuestas como los contrabandistas de antes de la estafa bancaria? 

Ubaldo Plaza

martes, 20 de agosto de 2013

SURREALISMO O INDECISIÓN



Surrealismo. De puro surrealismo hay que calificarlo. Ahora resulta que cuando accedió al cargo de primer secretario del PSC, Pere Navarro, tras el desastre ocasionado por la dirección nacionalista del partido,  con pactos antinatura, con resultados de supervivencia y respiración asistida, el que era su presidente y  uno de los representantes del talibanismo  trabucaire  del nacionalismo, Joaquim Nadal, a día de hoy sigue en el cargo. Y están estudiando ver cuándo deciden el relevo. Sin prisas, al parecer. A pesar de que  ese señor sigue paseándose por todos los foros de la derecha nacionalista, defendiendo sus mismas políticas aventureras, contradiciendo a la dirección de su partido que intenta no ahogarse. 

  Y en lugar de haber botado  a Nadal, no sólo como presidente y de la Ejecutiva, sino del propio partido, como correspondía a tan desleal comportamiento, hacen lo contrario: sigue pudiendo hablar en nombre del PSC, al menos legalmente, porque es su presidente. 

  Si es que Navarro quería enderezar el entuerto y sanear el partido, en dirección hacia la izquierda tras más de 30 años trabajando con planteamientos nacionalistas, para que la derecha convergente siguiera teniendo a Cataluña como una finca particular, no parece que ese sea el mejor camino.

  ¿Cómo es posible tanta condescendencia con quienes desde dentro de la organización, que hasta ahora era el mayor partido  catalán en votos, se permita tanta desleltad, cuando todo apunta que está cantado cómo acabará la historia de los que nunca debieron militar, y menos dirigir, un partido que de nombre, y suponemos que por parte de muchos antiguos afiliados y votantes, era socialista? ¿Surrealismo o cierto grado de complicidad, inseguridad o pusilanimidad por parte de la actual dirección?  ¿Cuando se darán cuanta en el PSC de que su gran base electoral nada tiene que ver con los delirios de la burguesía nacionalista? ¿Cuando comprenderán que si cabalgas en dos caballos a la vez, acabas besando el suelo?

Ubaldo Plaza


lunes, 19 de agosto de 2013

EL EURO COTIDIANO

   Era diciembre de 2001. Como casi cada día un amigo y yo salíamos temprano a caminar por la montaña para hacer algo de ejercicio. Al regreso entrábamos en un bar y tomábamos un cortado cada uno, que pagábamos alternativamente. Nos costaba 150 pesetas, 75 cada uno.

   Al acercarse las fiestas de fin de año, dejamos las salidas durante unos días porque tanto mi amigo como yo teníamos algunas cosas que hacer.

   Pasadas la fiestas reanudamos nuestra rutina. Pedimos a la señora del bar los cortados habituales y nos pidió cerca de 340 pesetas por la misma consumición que unos días antes nos costó 150.  Ninguna explicación convincente nos dio la señora, salvo que "el meu fill" (mi hijo), le había dicho que ese era el nuevo precio.  Le pagamos, pero  con la determinante decisión de no volver a pisar aquel bar.

  Horas después fuimos a comer al bar de currantes donde lo hacíamos con regularidad, al precio del menú de 600 pesetas. Pero el nuevo precio era de mil pesetas, que  a las pocas semanas se convirtió en 1200 pesetas.

 ¿Qué había ocurrido durante aquellos días de cambio de año?
Pues que el IV Reich había renacido. Que sus camuflados componentes  con máscaras de respetables demócratas se habían  rehecho de la derrota. Y que de nuevo los Panzer y la aviación germanas  habían invadido Europa, esta vez virtualmente; de nuevo la vieja Europa estaba plagada de espías y colaboracionistas al servicio del Reich, con la ventaja para los invasores de que los mismos eran nada más y nada menos que los propios gobiernos de los países europeos elegidos, supuestamente para lo contrario.

   Resulta que los tedescos había desarrollado un arma destructora de los pueblos, lo que no pudieron hacer al final de la guerra, en la que habían puesto su confianza los gerifaltes  del III Reich. Y ahora con el consenso de los gobiernos de sus ya protectorados, lo que no era más que el Marco, la moneda alemana, porque era Alemania la que decidía, a la que a partir de entonces todos llamaríamos Euro. 

   Semejante arma ha sido destructora de las economías del ciudadano normal y sufriente, que por el catetismo que nos caracteriza, la propaganda de los  interesados medios, aceptamos la novedad, como buena. Ha sido un desastre para la economías familiares. Todo se ha encarecido exponencialmente desde entonces. Los ciudadanos  somos cada vez más pobres. No así  unos cuantos servidores del Reich que reciben las migajas de éste, que es el que saquea su imperio. Porque Europa en lugar de ser un territorio  de pueblos cada vez más hermanados y solidarios, que es a donde nos dijeron que íbamos,  se ha convertido en territorio franco de mercaderes salvajes y sin escrúpulos, que nos van arruinando cada vez más.

   Nos han hecho que perdamos la perspectiva del valor real de un producto, del que nos dicen por ejemplo que vale cien euros, y lo abonamos sin percatarnos de que se trata de una cantidad enorme, equivalente a cerca de ¡diecisiete mil pesetas!, Cuando la moneda más grande con la que operábamos antes  era de diez  mil. 

   La importancia que ha tenido el aspecto psicológico ha sido enorme. Nos han convencido durante años, de que siendo mucho más pobres, somos más ricos. Sin duda  es cierto el enriquecimiento de una ínfima minoría de mercaderes y sus servidores de la casta político-financiero-empresarial, pero de ninguna manera lo es para el 90 % de los ciudadanos, que cada vez somos menos ciudadanos y más súbditos. El euro cotidiano nos ha  hecho, por supuesto más pobres. y menos ciudadanos, ya que deciden gente ajena, nuestras vidas. 

Ubaldo Plaza