jueves, 22 de agosto de 2013

CHINA HA DE APRENDER DE ESPAÑA


     UN POCO DE HUMOR AMARGO


  Bo Xilai, un alto cargo chino que es acusado de recibir  sobornos  de 2,6 millones de euros –en España se llamarían sobresueldos o comisiones; y alguno, con la cara dura que les caracteriza, "legítimos sobresueldo"–, por el esfuerzo de levantar la mano cansinamente para votar cuando  el "monitor" levanta la suya, si es que se molesta en salir del bar entre jintonicsPorque, como es sabido "nuestros", con perdón, diputados no alcanzan a saber por sí mismos qué han de votar y en qué dirección. Y eso que se supone que son los más espabilados de este reino de taifas. Bueno, espabilados sí lo son, para qué nos vamos a engañar.

   A  estas horas no hemos podido confirmar si los muchos o pocos delincuentes o presuntos, de la extensa China, tesoreros o presidentes de alguna provincia; alcaldes o miembros del gobierno; e incluso el propio presiente de China, para ahora o para dentro de un tiempo, en caso de verse implicados en algún asunto turbio de soborno, que haya pedido ser imputado en España.  No hay noticias de que sea así. 

   Aunque con alguno de los chinos  que hemos podido hablar a través de internet, en chino macarrónico, traducido simultáneamente por  un amigo de Huelva, que le arregló el texto un emigrante marroquí en  paro y recién llegado en patera, nos ha dicho que lo están estudiando. Y que es muy interesante la idea. Si en España –ha dicho el sagaz chino– hay sobornos de decenas y decenas, de millones de euros y no pasa nada; el gobierno, tanto el central como los de algunos villorrios o cacicatos, están bajo sospecha de cobrar  sobres-sueldos y no hay ningún detenido, salvo el Bárcenas, ese que saldrá pronto porque es buen amigo de sus amigos,  por una comisión de 2,6 millones, ¡que es pura calderilla!, no solamente no nos condenarían, sino que nos podríamos hasta desgravar en la declaración de la renta. Y cargarlo a algún cumpleaños en gastos de confettis y globos para los niños.  

   Y hasta es posible que nos levantaran un monumento junto a la estatua del corrupto de honor del mes en una plaza, como "insignes ciudadanos", por haber sido sobornados SÓLO, con 2,6 millones. Y andando el tiempo, quien sabe, promovida la candidatura, santo. "En China, en cuestiones de sobres y sueldos, estamos muy atrasados, hemos de aprender de España, ha dicho nuestro interlocutor Chino, que según dice es alumno de Confucio y de Jorge Arbusto.

Ubaldo Plaza



miércoles, 21 de agosto de 2013

LAS HUMILDES MONEDAS DE UNO Y DOS CÉNTIMOS, O LOS "EVASIBLES" BILLETES DE 500 €



Sorprenden algunas noticias que se publican durante el mes de agosto, lo que se atribuyen a la falta de noticias en el mes estival por excelencia. Aunque desde hace unos años no es cierto. Entre milleradas, pretoriadas, gürteradas, barcenadas y EREdadas, por no hablar más que de una pequeña parte de lo noticiable del golferío patriotero, hay suficiente materia para no andar  inventándose problemas en debates vacuos.

   Se insta a los ciudadanos a que opinen sobre la necesidad o no de suprimir las monedas de uno y dos céntimos de euro. Y la gente entra al trapo, confusa, como si esa cuestión tuviera fundamento y trascendencia vital. A mí me parece que  hay cuestiones mucho más interesantes y necesarias, de las que el ciudadano debe tomar parte. Pero ciñéndonos a la cuestión monetaria, sería mucho más aleccionador que se opinara a cerca de la posibilidad de suprimir los billetes de 500 euros. 

  No conozco a ningún tesorero, político, o hijo de "ilustres" "honorables" próceres de ninguna taifa o cacicato, que haya pasado la frontera con  sacas o mochilas de humildes monedas de uno o dos céntimos de euro. En cambio sí se conoce hasta el hartazgo, que mochilas llenas de billetes rosa  han ido a parar a Andorra,  Suiza, Gibraltar o a las Islas Vírgenes, por no cansar al lector demasiado con el golferío  patriotero, que como se sabe depende del número de ceros a la derecha con las que moldean sus cuentas corrientes. 
   
   Tanto es así que, amigo lector, si no tiene dinero en Suiza u otros paraísos fiscales, usted no sólo no es nadie en este país de tanto patriota, no es patriota, por supuesto, y además es un desgraciado; porque por si no lo sabe, ese dinero también es suyo.

   En este caso, como en tantos, el tamaño también es importante. Si un personaje de nuestros patriotas, con barretina o con boina,  que para el caso da lo mismo, se hubiera presentado en un banco andorrano, suizo, de Gibraltar, o de tantos sitios que amparan el golferío patriota, en los que son habituales clientes "honorables", con un saca de monedas de uno o dos céntimos de euro, seguro que no los habrían considerado tan "honorables". Y la risotada habría llegado a todo el Continente del imperio merkeliano. Pero, ¿a que habría sido divertido verlos con la saca a cuestas como los contrabandistas de antes de la estafa bancaria? 

Ubaldo Plaza

martes, 20 de agosto de 2013

SURREALISMO O INDECISIÓN



Surrealismo. De puro surrealismo hay que calificarlo. Ahora resulta que cuando accedió al cargo de primer secretario del PSC, Pere Navarro, tras el desastre ocasionado por la dirección nacionalista del partido,  con pactos antinatura, con resultados de supervivencia y respiración asistida, el que era su presidente y  uno de los representantes del talibanismo  trabucaire  del nacionalismo, Joaquim Nadal, a día de hoy sigue en el cargo. Y están estudiando ver cuándo deciden el relevo. Sin prisas, al parecer. A pesar de que  ese señor sigue paseándose por todos los foros de la derecha nacionalista, defendiendo sus mismas políticas aventureras, contradiciendo a la dirección de su partido que intenta no ahogarse. 

  Y en lugar de haber botado  a Nadal, no sólo como presidente y de la Ejecutiva, sino del propio partido, como correspondía a tan desleal comportamiento, hacen lo contrario: sigue pudiendo hablar en nombre del PSC, al menos legalmente, porque es su presidente. 

  Si es que Navarro quería enderezar el entuerto y sanear el partido, en dirección hacia la izquierda tras más de 30 años trabajando con planteamientos nacionalistas, para que la derecha convergente siguiera teniendo a Cataluña como una finca particular, no parece que ese sea el mejor camino.

  ¿Cómo es posible tanta condescendencia con quienes desde dentro de la organización, que hasta ahora era el mayor partido  catalán en votos, se permita tanta desleltad, cuando todo apunta que está cantado cómo acabará la historia de los que nunca debieron militar, y menos dirigir, un partido que de nombre, y suponemos que por parte de muchos antiguos afiliados y votantes, era socialista? ¿Surrealismo o cierto grado de complicidad, inseguridad o pusilanimidad por parte de la actual dirección?  ¿Cuando se darán cuanta en el PSC de que su gran base electoral nada tiene que ver con los delirios de la burguesía nacionalista? ¿Cuando comprenderán que si cabalgas en dos caballos a la vez, acabas besando el suelo?

Ubaldo Plaza


lunes, 19 de agosto de 2013

EL EURO COTIDIANO

   Era diciembre de 2001. Como casi cada día un amigo y yo salíamos temprano a caminar por la montaña para hacer algo de ejercicio. Al regreso entrábamos en un bar y tomábamos un cortado cada uno, que pagábamos alternativamente. Nos costaba 150 pesetas, 75 cada uno.

   Al acercarse las fiestas de fin de año, dejamos las salidas durante unos días porque tanto mi amigo como yo teníamos algunas cosas que hacer.

   Pasadas la fiestas reanudamos nuestra rutina. Pedimos a la señora del bar los cortados habituales y nos pidió cerca de 340 pesetas por la misma consumición que unos días antes nos costó 150.  Ninguna explicación convincente nos dio la señora, salvo que "el meu fill" (mi hijo), le había dicho que ese era el nuevo precio.  Le pagamos, pero  con la determinante decisión de no volver a pisar aquel bar.

  Horas después fuimos a comer al bar de currantes donde lo hacíamos con regularidad, al precio del menú de 600 pesetas. Pero el nuevo precio era de mil pesetas, que  a las pocas semanas se convirtió en 1200 pesetas.

 ¿Qué había ocurrido durante aquellos días de cambio de año?
Pues que el IV Reich había renacido. Que sus camuflados componentes  con máscaras de respetables demócratas se habían  rehecho de la derrota. Y que de nuevo los Panzer y la aviación germanas  habían invadido Europa, esta vez virtualmente; de nuevo la vieja Europa estaba plagada de espías y colaboracionistas al servicio del Reich, con la ventaja para los invasores de que los mismos eran nada más y nada menos que los propios gobiernos de los países europeos elegidos, supuestamente para lo contrario.

   Resulta que los tedescos había desarrollado un arma destructora de los pueblos, lo que no pudieron hacer al final de la guerra, en la que habían puesto su confianza los gerifaltes  del III Reich. Y ahora con el consenso de los gobiernos de sus ya protectorados, lo que no era más que el Marco, la moneda alemana, porque era Alemania la que decidía, a la que a partir de entonces todos llamaríamos Euro. 

   Semejante arma ha sido destructora de las economías del ciudadano normal y sufriente, que por el catetismo que nos caracteriza, la propaganda de los  interesados medios, aceptamos la novedad, como buena. Ha sido un desastre para la economías familiares. Todo se ha encarecido exponencialmente desde entonces. Los ciudadanos  somos cada vez más pobres. No así  unos cuantos servidores del Reich que reciben las migajas de éste, que es el que saquea su imperio. Porque Europa en lugar de ser un territorio  de pueblos cada vez más hermanados y solidarios, que es a donde nos dijeron que íbamos,  se ha convertido en territorio franco de mercaderes salvajes y sin escrúpulos, que nos van arruinando cada vez más.

   Nos han hecho que perdamos la perspectiva del valor real de un producto, del que nos dicen por ejemplo que vale cien euros, y lo abonamos sin percatarnos de que se trata de una cantidad enorme, equivalente a cerca de ¡diecisiete mil pesetas!, Cuando la moneda más grande con la que operábamos antes  era de diez  mil. 

   La importancia que ha tenido el aspecto psicológico ha sido enorme. Nos han convencido durante años, de que siendo mucho más pobres, somos más ricos. Sin duda  es cierto el enriquecimiento de una ínfima minoría de mercaderes y sus servidores de la casta político-financiero-empresarial, pero de ninguna manera lo es para el 90 % de los ciudadanos, que cada vez somos menos ciudadanos y más súbditos. El euro cotidiano nos ha  hecho, por supuesto más pobres. y menos ciudadanos, ya que deciden gente ajena, nuestras vidas. 

Ubaldo Plaza






miércoles, 14 de agosto de 2013

EL "TODO VALE"

La estrecha mentalidad y fanatismo de los talibanes de la ultraderecha con barretina, muy en su desvarío de el “todo vale”, han enviado una carta de apoyo a los gobernantes de la colonia de Gibraltar por los acontecimientos suscitados en los últimos días, por el gobierno de la colonia y la respuesta del gobierno del PP.  

   En ese “todo vale”, todo se justifica, hasta los mayores disparates, si es para atacar cualquier cosa que tenga como referencia a España, buena o mala, eso es lo de menos. Son, como vemos, capaces de apoyar al imperialismo británico –que es cono decir norteamericano, del que depende España, y el Reino Unido es el más firme perrillo faldero–, y el colonialismo británico. 
  Podrían, como lo han hecho toda persona o grupos, razonablemente haber criticado  las acciones del gobierno del PP, tildándolo de “cortina de humo” para tapar los descomunales casos de corrupción del partido de la derecha española, que son noticia de portada de la prensa, constantemente. 

   Pero eso carece de salsa oportunista para los de Esquerra –que bien harían en cambiar de nombre por Dreta, más que todo para acabar con la confusión. Pero eso no sería rentable para el mito. Y al mito hay que alimentarlo. Conviene mantener el nombre que no se corresponde con el contenido, y seguir navegando en el oportunismo.

   Porque este partido tan patriótico él, resulta que es el mismo que está dando apoyo a todos los disparates de CiU, incluido  para que no tenga que acudir a responder en el parlament por los casos de corrupción de la derecha, del partido del gobierno catalán, que dicho sea de paso, tiene intervenida su sede como garantía, por los jueces. 

   Este mismo partido que da soporte moral –otra cosa no puede– al colonialismo británico, también apoya al gobierno catalán –el de la liquidación de la sanidad publica para hacer negocio con la privada– evitando que tenga que responder en una comisión sobre el hambre o desnutrición de decenas de miles de niños catalanes, como denunció el Síndic de Greuges.

  Cuando se pierde el norte y sólo se tienes delirios identitarios, pasan estas cosas difíciles de explicar con la razón. Sí con la mitología patriotera de triste memoria. Suponemos que los de Junqueras deben considerar que el imperialismo británico es una invención, o cosa menor. Nada comparado con el Español. Y que en realidad no es tal. Sobre todo si con eso se puede seguir confundiendo a las gentes de buena fe, a los que le han vendido, ellos sí, humo que les permite seguir en el machito, con la promesa de la Tierra Prometida de su socio–rehén, Artur Mas.

Ubaldo Plaza

lunes, 12 de agosto de 2013

LA SEGURIDAD EN LOS TRENES, Y LAS RESPONSABILIDADES


  Vergüenza ajena y bochorno ha causado la comparecencia de los presidentes de Adif y Renfe en la comisión del Congreso de los Diputado. Bochorno por ver con qué displicencia despachaban unas cuestiones que parecían ajenas a sus responsabilidades, por muchos datos con los que apabullaran a los diputados críticos. Parece que los sueldos de escándalo que en España suelen cobrar este tipo de personajes, más que obligarlos a ellos, nos obliga a los ciudadanos a soportarlos. No han reconocido de hecho responsabilidad  alguna por el terrible accidente del tren en Galicia. 

  Sin embargo creo que  sí las hay, y en muy alta medida; de ellos y de los responsables políticos –de los dos partidos del Régimen, que en este caso que han echado pelotas fuera–, diciendo que son los técnicos los que deciden sobre seguridad. Y no es cierto. O por lo menos no lo es del todo. Veamos: Además de que todo se haga en función de los recortes, que condiciona el trabajo técnico, y los intereses partidistas en rápidas inauguraciones, ¿es lógico que una sola persona –el maquinista– cargue sobre sus hombros la responsabilidad de la seguridad, y hasta la vida como hemos visto, de centenares de personas?

  A cualquiera  nos puede dar un telele en cualquier momento. En el autobús o caminando por la calle. Y en el peor de los casos las consecuencias serán personales, sin otra transcendencia para terceras personas. Esto mismo le puede pasar al maquinista. Y el resultado es catastrófico. ¿Hubiera tenido lugar el accidente de haber ido acompañado el maquinista de un segundo? No lo sabemos, pero posiblemente no. Y de darse el caso de la indisposición, tajantemente, no.

  ¿No ha habido ningún escandalosamente pagado responsable de las citadas compañías que se hayan percatado de semejante posibilidad? Seguro que sí, pero no han hecho nada para enmendarlo. Tanto los directores de las compañías, como los responsables políticos debieran haber alertado sobre tal posibilidad al maquinista. Sin embargo, tanto los unos como los otros, tratan de descargar todo el horror del accidente sobre las espaldas de un hombre, que sean cuales sean las consecuencias judiciales, salga como salga de esta, llevará el peso de la tragedia mientras viva. No parece que ese sea el caso de los jefazos y políticos, que lo ven todo a distancia, que tras los “minutos de silencio protocolarios”, a otra cosa. Seguramente ninguno de ellos tendrá pesadillas de por vida. El maquinista, seguro que sí, como instantes después de la catástrofe manifestaba horrorizado.

Ubaldo Plaza

domingo, 11 de agosto de 2013

EL "MEA CULPA" DE RUBALCABA

"A buenas horas mangas verdes", diría el castizo. Las cosas son mucho más profundas que "el no haber previsto la crisis". Está en todos los tratados, si no se hubieran empeñado en abandonar a Marx. Es que se puso el gobierno socialista a las órdenes de esa banda de traficantes de miserias, llamado FMI, Banco Europeo o para resumir llamado Troika.  Zapatero vino eufórico para aplicar las criminales recetas de la jefa del comando, Merkel. "Me cueste lo que me cueste", dijo, con un cinismo propio de la derecha, a sabiendas de que a él, poco le costaría, sí a su partido, y sobre todo a las clases populares.

 Porque, aunque sea una  anécdota, un cuarto de hora antes de irse Zapatero, no tuvo a nadie para indultar más merecedor, si quería indultar a alguien, entre los miles de presos desgraciados que hay, que indultó a un delincuente de altos robos como un banquero. Eso marca sin duda la ideología y las intenciones que llevaron al presidenta a actuar de esa forma.  

  No es un problema de oportunidad o fallo, es una cuestión ideológica de asunción de los "valores" de la derecha y sumisión a los dueños del mundo, banqueros estafadores y grandes empresarios esclavistas españoles incluidos. Es que, además, cuando Zapatero hizo balance de su desastrosa  gestión para las clases populares en la Ejecutiva del PSOE, nadie del grupo parlamentario, nadie del gobierno, incluido Rubalcaba, nadie de la Ejecutiva, abrió la boca para rechazar las políticas de derechas. Con las que le abrió las puertas –de hecho le puso las alfombras al PP–, que con mentiras engatusó a millones de votantes, gracias  a que desde hace tantos años, incluidos los 22 de gobiernos "socialistas", han venido actuando para que los ciudadanos no tomen conciencia de la situación en la que viven:  de que el poder sigue en las mismas manos de los que asaltaron la República con un golpe de Estado que provocó una guerra. Y tras una criminal dictadura que llevó a España al mayor de los atrasos, imponiéndose las doctrinas de una Iglesia Medieval y una dictadura donde la represión alcanzó a todos los espacios, públicos y privados de los ciudadanos, con el terror. 

   Todo está ligado. Pero si un partido que se llama socialista no entiende que sus objetivos deben ser liquidar las injusticias,  y por el contrario colabora fervientemente como hizo Zapatero– también González aunque entonces se disimuló mejor–  las  excusas de hoy son abono para hacer lo mismo mañana, si volvieran a gobernar. La llegada de los herederos del franquismo al gobierno, que no al poder, que lo han tenido siempre, es una catástrofe para las clases oprimidas, porque las están llevando de nuevo a situaciones existentes en la dictadura. Pero no basta con un mea culpa. Hay que rectificar en propuestas directas y no pretender apoyar en nada con ese falso "sentido de Estado", a los que están arruinando y llevando a la miseria, al hambre, y ya no es una frase, a las clases populares, y al retroceso en todos los ámbitos, sobre todo el laboral, como exigen los grandes empresarios esclavistas.  

  Y tampoco ayuda mucho la permanencia en el partido que se sigue llamando socialista de los personajes que lo llevaron a convertirlo en un igual que el "otro partido del Régimen". Como el indulto anteriormente mencionado a un delincuente banquero, así como que un expresidente que privatizó una gran empresa pública, sea hoy asalariado de lujo de la misma, y siga formando parte del partido. 

   Es cuestión ideológica y de una pizca, al menos, de ética.  Tampoco que en Cataluña el partido no sepa separar el grano socialista de la paja putrefacta nacionalista, que lo anula. 

  Todos los lamentos que hacen hoy, pienso y desearía equivocarme, es porque están en la oposición y las encuestas no auguran nada bueno; de no ser así, seguramente no sería Rubalcabal tan "autocrítico".  Acabamos de ver, con motivo del desastre ferroviario de Galicia, que los tics corporativos de los dos partidos que mejor sostienen el Régimen, se han mantenido, no asumiendo ninguna responsabilidad política. 

  Tampoco el partido socialista hace lo que a mi juicio  debiera hacer en cuanto a la forma de Estado. Saben perfectamente que el régimen de la llamada Transición está agotado, enfermo, corrompido de origen, pero que ahora ya el hedor salen por todas partes, que nos asfixia. Y que debieran ser ellos, como supuesto partido mayoritario de la izquierda, (¿?) el que iniciara un proceso constituyente para devolverle a España la normalidad democrática, que no puede ser otro que avanzar hacia la la Tercera República. 

Ubaldo Plaza