lunes, 18 de marzo de 2013

LA INVASIÓN DE CHIPRE

El indecente y antidemocrático golpe asestado por la jefa del Reich alemán, Angela Merkel, con la colaboración de los mercenarios a su servicio, políticos escandalosamente pagados, y con la sumisión de los gobiernos vasallos como el español y el francés, con Hollande, en el que algunos ilusos pusieron sus esperanzas, olvidándose de que la socieladmocracia ha sido y sigue siendo la mayor tabla de salvación del capitalismo más salvaje, es una clara premonición de que retrocedemos hacia la dictadura del IV Reich, la que en otros tiempos no pudo implantar en Europa el III, por la lucha de sus pueblos. 

La cancillería de la führer les hace pagar los escándalos financieros de unos cuantos a todo el pueblo chipriota–y a toda Europa–, despojándolo de sus ahorros, sin que ellos, los ciudadanos, tengan ni arte ni parte en las prácticas ambisiosas de banqueros y políticos  corruptos. 

A la führer, la defensora de los mayores oligarcas, no sólo no le importa llevar a la miseria a los ciudadanos europeos del sur, con tal de que los grandes depredadores  sigan enriqueciéndose, sino que está en sus planes esclavizarlos, como salta a la vista por sus órdenes y ejecuciones, fielmente obedecidas por los gobiernos.

Indiscutiblemente estamos ante una invasión de Chipre  por parte del Reich alemás, sin necesidad de tener que emplear los tanques ni la aviación, ni ejércitos expedicionarios; le basta a la führer y al Alto Estado Mayor del Reich con la bajeza moral de los gobiernos de Europa que están a su disposición sin el menor asomo de dignidad; y acabarán por convertir en servidores del Reich, a los ciudadanos europeos, al servicio de su imperio. La falta de dignidad de los gobernantes envilece a los dirigentes y esclaviza a nuestros pueblos, y les quita absolutamente la legitimidad a esos dirigentes para seguir en sus puestos vendiendo la libertad, para el entiquecimiento de los culpables de una crisis provocada para eliminar derechos conquistados. 

Se dice que tanto esos políticos como los mercenarios profesionales, están prepcupados porque cada día se va forjando más un estado insostenible de desconfianza contraria, a la Europa de los mercaderes. Y que tal como avanza el descrédito del tinglado de los especuladores llamado UE, y el cabreo que se extiende, cada vez más generalizado, es muy posible que la situación se torne en   incontenible, por más represión que utilicen. 

Las revoluciones nunca se sabe cuándo empiezan; pero el desprecio que los gobernantes sienten por sus pueblos  sirviendo de lacayos a sus amos alemanes, es una llama que  puede encenderse en cualquier momento. Tanto están tirando de la cuerda, que pueden encontrarse con el cabo en la mano, y con ella al cuello.  Porque lo que están haciendo los gobernantes al servicio de los fabricanres de misieria y esclavistas del Reich, es posible que más pronto que tarde lo tengan que pagar. Hoy la democracia tan cacareada en Europa ya ni siquiera merece tal nombre. Es simple y llanamente una dictadura del Reich alemán y  de los grandes especuladores del mundo. Y los pueblos de Europa son simples  pueblos ocupados, como se acaban de hacer con Chipre, pero que, de una u otra forma lo son  el resto. 

Porque no es necesario hoy para ocupar un país, hacerlo físicamente con tropas. Igual que la colonias para seguir siéndolo no es neceario que sean ocupadas por los ejércitos coloniales. Les basta con las recetas del Fondo Monetario Internacional o de Banco Mundial, los grandes fabricantes de miseria de continentes enteros. Es más, al imperio le sale mucho más batato que sean los propios  gobernantes los que apliquen la politicas que la führer Merkel les ordena. Escavizar a sus pueblso es la misión a cumplir al finan del recorrido, que tienen encomendada. Y así lo hacen y obedecen como buenos lacayos. Porque otra cosa no es lo que ha pasado en Chipre, y aplican en toda Europa.

La imposición desde la cancillería del Reich es en todo inaceptable por parte de los pueblos libres, que deben rebelarse, como en otro tiempo lo hicieran contra los antecesores de los actuales invasores. La UE, es una farsa, una mentira para que los pueblos dejen de ser libres y se sometan a los caprichos de la führer y del gran capital.

Esperemos que algún día, establecida la libertad y la democracia, los gobernantes colaboracionistas contra sus pueblos, puedan ser llevados ante los tribunales, para que respondan por la salvaje agresión de que éstos están siendo objeto.

Quizás, lo que habría que empezar a pensar si lo correcto no sería expulsar  de la U.E. a los que provocan la esclavización de los ciudadanos, en lugar de seguir oliéndole sus excrementos. El Reich es un peligro para la supervivencia de la democracia y el bienestar de los europeos. Y si más no, para una Europa que sea de los ciudadanos, no de los mercaderes que hoy deciden sobre nuestras vidas, sin que nos hayan preguntado si queremos ser súbditos– o esclavos– del Reich alemán.

U. Plaza

domingo, 17 de marzo de 2013

LA IGLESIA NO DA PUNTADAS SIN HILO


La Iglesia católica no da puntada sin hilo. Tampoco es cogida desprevenida ante ningún acontecimiento. Y en cada uno de ellos reacciona con los análisis que le interesa. Gana todas las guerras por más que a veces  pueda parecer lo contrario. Ha sido la tónica general  en los 1700 años–no 2000– de historia, desde que Constantino, en el siglo IV consideró que le iría bien al Imperio, al poder para mantenerse. 

Siempre ha sido así porque en sus formas, intenciones y hasta liturgias, lo que hoy es el Vaticano no deja de ser la herencia del Imperio romano, con sus vicios, aunque sin muchas de sus virtudes, por ejemplo en lo mucho que aportaban de pluralidad las religiones telúricas, llamadas paganas, culturas milenarias destruidas por el fanatismo, que nos llevó a más de mil años de oscurantismo. 

Siempre que interesó a ese Gran Poder nada espiritual y nada celestial, sino muy real y presente, hicieron pequeños cambios que los presentaron como grandes acontecimientos; pero pasado un tiempo se pudo percibir que todo había quedado igual. Para referirnos sólo a los últimos, baste ver la adaptación que se hizo con la llegada de Juan XXIII, que a muchos les pareció que era la gran revolución en la Iglesia. Pero si uno lee muchos de los documentos que se elaboraron el el Concilio Vaticano II, y sobre todo algunos de los planteamientos que se hicieron a continuación, no cambiaba nada sustancialmente.    
  
  Después, con Pablo VI, se fueron desmontando todas aquellas ilusiones de muchos católicos de base, aunque lo hizo con cierto sigilo, pero con una señal clara de que no iba a consentir avance alguno–por ejemplo en el terreno de los anticonceptivos– , que a la sazón estaban en el candelero, por el avance que se había logrado en la liberación de la mujer, paralelo a científico en este terreno, que permitía las relaciones sexuales sin la imposición de la procreación indeseada.

  Tras Montini, con su reinado plagado de cierta ambivalencia para muchos católicos progresistas, que empezaron a temer que aquello no avanzaba en el sentido progresista, pareció a la vista de muchos que la llegada de Albino Luciani (Juan Pablo I), iba a promocionar un cambio sustancial. Si eso era así o no, queda en el terreno de la duda, aunque viendo cómo acabó, permite creer que algo había de cierto, y sobre todo de cierta ingenuidad, al pensar que el Poder lo permitiría, si de verdad iba en serio. Parece ser que la aguas del río reaccionario  de esa etapa transcurrían con muchos más bríos que las progresistas, no sólo en la Iglesia, sino en los grandes países a los que se promocionaba a personajes fundamentalistas, como Reagan en Estados Unidos, o la Tacther  en el Reino Unido, que iban a empezar el desmantelamiento de los derechos sociales, que hoy es ya una liquidación casi total. Por los tanto aquel  papa según había anunciado, no convenía a los que son el Poder de verdad. Parece ser que al espíritu santo se le coló, pero que supieron corregir a tiempo.

 Después, corregido el tiro equivocado, colocando a un fundamentalista reaccionario, más propio de la Edad Media, el polaco Wojtyla que no tuvo ningún empacho en reunirse con dictadores y alabar sus políticas de facto; apoyar a los  grandes poderes económicos, al tiempo que amonestaba y le ponía todas la trabas posibles a hombres y mujeres  buenos que estaban luchando por la dignidad de sus pueblos, como eran los de la Teología de la Liberación. Pudiendo ver ante miles de personas, cómo amonestaba al sacerdote poeta nicaragüense, Ernesto Cardenal, al más puro estilo inquisitorial, igual que despreciaba a Monseñor Óscar Romero, que reiteradamente le pedía ayuda. Tardó varias semanas en recibirlo en el Vaticano, y la respuesta que le dio  cuando le dijo: "están asesinando a mis sacerdotes y a mis feligreses",  fue que se pusiera de acuerdo con el gobierno, que no obstaculizara. Un gobierno de El Salvador, de la oligarquía que organizaba Escuadrones de la Muerte, contra personas indefensas.  Poco después Monseñor Romero sería asesinado. Nada hizo el que después fuera promocionado para santo por esa monarquía absoluta que es el Reino de Vaticano, que contentaba a unas minorías, que en esencia son los que tienen el poder de la Iglesia y son las oligarquías que mandan en todas partes.

  Toda la política llevada a cabo por el polaco ultra, fue la que cocinaba el que después sería su sucesor, el alemán, que no fue capaz de acabar con la fiera que el mismo había ayudado a mantener y engordar: la corrupción, la misma con la que, al parecer, quiso acabar Juan Pablo I y le costó caro. Y la que le ha explotado en las manos a Benedicto XVI. 

  Ahora volvemos a la misma. La Iglesia está en una situación difícil; es necesario poner en marcha de nuevo la maquinaria para que parezca que realmente se va a cambiar en algunos aspectos, y así será, porque conviene. Tiempo habrá para volverlo a corregir si esos cambios se materializan, por poco que lo sean. Es necesario que masas católicas esperanzadas y tantas veces desilusionadas, se lo crean y se reverdezca las ilusión que en sí misma es la Iglesia. Pero nada cambiará a largo plazo, por más que así lo crean los que de verdad se sienten solidarios con el imaginario llamado cristiano, de solidaridad. 

Y nada cambiará, porque es imposible. Si el Vaticano, el corpus fundamental de la Iglesia cambiara, entonces desaparecería tal como la diseño Constantino y la han ido adaptando a través de los siglos. La Iglesia es un poder, un poder absoluto para unos fines nada espirituales. Si eso se abandonara, adquiriría una dimensión diferente, pero entonces carecería de la función que ha tenido durante tantos siglos de apoyo a los poderosos. Y eso, de ninguna manera entra en los proyectos del Vaticano, haya quien haya sentado en el trono.

  No es banal que la Iglesia se oponga al sacerdocio femenino; no que deje de condenar a los matrimonios homosexuales, ni que entre en la modernidad aceptando el preservativo como forma de evitar enfermedades y embarazos no deseados, y a considerar que la sexualidad no es algo condenable y sucio como han venido diciendo durante siglos, al tiempo que se extendía el abuso a menores por muchos miembros de la Iglesia; ni que la mujer sea libre de decidir cuándo desea tener un hijo. No. Porque si la Iglesia aceptara esa parte de avance democrático, ¿qué le quedaría, no a los cristianos, sino al Vaticano y a la Iglesia institucional, que nada atiene que ver con él?

   Ahora, tras la desastrosa herencia del polaco ultra  y sus apoyos nada evangélicos a los poderosos, era necesario un cambio de rumbo que será de fachada; y de insuflar ilusión. Y que los católicos olviden en lo posible a los dos últimos reyes del vaticano, y se fijen en las prometidas bondades venideras. En eso la Iglesia es maestra, viene prometiendo el paraíso a los pobres, desde siempre, a condición de que aceptemos el valle de lágrimas; y que unos cuantos vivan y disfruten de ese paraíso aquí.

Además, no debe olvidarse que mientras, en muchos países siguen liquidando los derechos sociales. Siguen los desahucios, los despidos, los suicidios, la liquidación de la sanidad pública y de la enseñanza como derechos universales; la corrupción política financiera; de todo lo que están expoliando a la ciudadanía. Nos apabullan con todo el montaje de propaganda que los medios al servicio el Poder. Cuando lo que debiera ser noticia, que una persona se ha suicidado desesperada–que no deja de ser un eufemismo de asesinato–, la noticia es que han cambiado al jefe del Estado de Vaticano. Y lo que debiera ser en España unos medios públicos, están por entero al servicio de la propaganda. 

U. Plaza

miércoles, 13 de marzo de 2013

UNIÓN EUROPEA, O VICTORIA DEL IV REICH


   El desplome del apoyo ciudadano a la Unión Europea de los mercaderes y fabricantes de miseria, que encarna y  personifica  la heredera de Hitler, la tedesca Angela Merkel, tiene su base en que en ningún momento los ciudadanos se han sentido verdaderamente representados en ella. Y cuando se ha dicho que tal o cual país la apoyaba, en realidad era porque se les ha ocultado o manimulado la verdadera naturaleza de una Unión Europea que nada tiene que ver con los intereses de sus pueblos, y sí con el negocio de los grandes mercaderes, en especial los intereses de los bancos y la oligarquía Alemanes. 

   La historia se repite, aunque sea de forma diferente, en apariencia. Los objetivos siguen siendo los mismos de los poderosos: expoliar a sus pueblos en pro de una minoría. Hitler lo intentó utilizando la forma más fea que el capitalismos tiene, es decir el fascismo. Éste logró que tanto los gobiernos europeos como sus pueblos hicieran sacrificios enormes para derrotar al nazismo. 

  Hoy, el capitalismo, lo repite sin tantas excentricidades hitlerianas y fascistas aparentes, que entonce enfrentó a los propios capitalistas, en una fase de inferior desarrollo de los mismos. Habiendo aprendido del pasado, es todo el capitalismo mundial unido ya en imperialismo, el que emprende la guerra contra sus pueblos. Por eso nuestros gobiernos, como parte integrante de los servidores del mismo, participan en esta guerra, a favor de sus amos como colaboracionistas–entonces considerados traidores a sus pueblos, no como defensores de los mimos. Ni siquiera como defensores de sus intereses locales, como hicieran algunos entonces, por estar todo en pocas manos. Algo de dignidad había entonces en una parte de aquella burguesía, que hoy no existe–la dignidad, la burguesía, sí. Hoy los golpes de Estado se dan con decretos ordenados por los que de verdad mandan, y nuestros gobiernos obedecen ciegamente. 

   La Unión Europea es una idea romántica, que sólo puede ser realidad con altas dosis de tolerancia y solidaridad de sus respectivos pueblos–tan diferentes en culturas–, para nivelarse; no esta  U.E. en la que están más interesados en salvar el Euro–en realidad el marco alemán que ha cambiado de nombre para que el IV Reich de la señora Merkel y los grandes complejos económicos dominen sobre todos los pueblos–, que en salvar la propia Unión por voluntad y adhesión de sus componentes.  

  Porque a ellos, a los mercaderes, a los que mandan y deciden si vivimos o morimos de hambre, les da igual. Es más, una Unión Europea de los pueblos no les interesa en absoluto. Porque como estamos viendo  prefieren que se hunda a que sea un hecho. La democracia no tiene nada que ver con sus objetivos.  Lo han dicho todos los economistas decentes de todo el mundo que no son mercenarios de los mercaderes: están yendo en sentido contrario. Y lo saben. Y no es ningún error, es lo que han decidido muy conscientemente. 

   Pero lo que de verdad desean, no es que se recupere, más o menos una estabilidad económica para que la gente pueda empezar a vivir civilizadamente. No. Esta situación la han creado   y la están aprovechando con el mayor descaro para acabar con 200 años de lucha de los pueblos por la libertad y la dignidad humanas. No soportan que los ciudadanos lo sean, sino que prefieren tener esclavos, que trabajen para ellos simplemente por la comida. Para que les procuremos a ellos mano de obra gratis para que pueden seguir en la abundancia. 

   Esa es la hoja de ruta. Y cuanto antes se tome conciencia de que es así, antes se le podrá responder. De  lo contrario la esclavitud y una nueva Edad Media  está a la vuelta de la esquina. ¿Alguien se acuerda de cuando de forma casi degradante se decía que tal o cual era miliurista? Nadie podía pensar que se llegaría aquí. Sin embargo hoy es mucho peor. Pero los grandes urdidores de esta situación, han sabido hacerlo poco a poco, con dosis repartidas y en determinados colectivos primero, los más débiles. Y poco a poco se lo van aplicando a todos, incluso a aquellos que se creían libres por su posición relevante en la sociedad. 

   Los siguientes pasos son nuestra liquidación como personas, como sujetos de derecho. Ahora, aquellos que se creían libres de ser agredidos, se darían con un canto en los dientes si, primero, tuvieran trabajo; y segundo, si fueran miliuristas.  Han logrado que la gente trabaje por menos de los que los esclavistas gastarían en nuestra manutención. Las intenciones del poder y sus colaboradores de los gobiernos, es liquidar todo lo logrado, y ya ni disimulan, lo hacen con descaro. 

  Dan golpes de Estado, poniendo a sus servidores como presidentes de países, sin el menor respeto ni a  las formas que ellos llaman democráticas. La Esclavitud es lo que espera a la Humanidad, si no se rebela contra lo que hoy se traman. La U.E. va perdiendo apoyos, en la misma medida que la Europa de los Pueblos nunca estuvo en la cabeza de los mercaderes. Los ciudadanos no somos  para ellos más que instrumentos de sus negocio, nada más. Lo que el III Reich no logró, lo puede lograr el IV. Y de ahí a la barbarie. A otra Edad Media. 

U. Plaza



martes, 12 de marzo de 2013

LA TOMADURA DE PELO DE LA DIMISIÓN NO ACEPTADA

    
El escándalo que ha tenido lugar en Ponferrada por la elección de un alcalde del PSOE, con los votos de un delincuente, condenado por un delito repugnantes, es ni más ni menos un resumen de la degradación de la vida política y social, porque a este sujeto, después de todos los hechos lo han vuelto a votar un considerable número de ciudadanos, que se solidarizan con él, no con la víctima. Sin olvidar que mientras el delincuente se pasea plácidamente por toda la ciudad desafiante, mientras algunos de sus convecinos le ríen la gracia, la víctima, más víctima todavía ha tenido que marcharse de la ciudad porque, al parecer, mucha gente, como el propio fiscal trató de culpabilizarla a ella en el juicio, con un comportamiento barriobajero, paralelo al del acosador, lo que tuvo que corregirlo el juez, llamándole la atención; y la respuesta fue, que era su forma de hablar, es decir, su forma machista, propia de una discusión de taberna, no de un fiscal que representa a ministerio público que desea que se haga justicia. 

   Y es una degradación social, porque, igual que el la Comunidad Valenciana o en tantos otros sitios, que ante la evidencia de corrupción, son votados los responsables de tan situación reiteradamente. 

  Y la muestra de que no se tiene en cuanta la gravedad de los hechos, es que la dirección del partido socialista, a nivel local y comarcal, pero también nacional, avalaron semejante dislate. Pero hay Más: una vez varios cientos de militantes socialistas alertan de la barbaridad que se pretendía hacer, la dirección del partido–que había dado su consentimiento–, dice que han cometido un error y que rectifican. Y siendo muy generosos aceptando semejante explicación, lo que es una tomadura de pelo es que el secretario de Organización, Óscar  López, asuma toda las responsabilidad, como inmolándose para salvar al jefe, y diga que ha presentado su dimisión y que..., mira por donde, no le ha sido aceptada.

   Semejante broma o tomadura de pelo es ya insoportable por parte de los que debieran ser trasparentes. La falta de democracia en los partidos políticos permite estos encajes de bolillos, propios de un sainete. Porque cuando uno desea dimitir, dimite y basta. Y no hay fuerza que le impida hacerlo, salvo que lo estén apuntando con una pistola, que evidentemente no es el caso. Es menos deshonesto decir que no se dimite negándolo todo, por más evidencias que haya de sus tropelías–lo hacen todos los días como estamos viendo con los miembros del PP sobre el caso Bárcenas y tantos otros en el PSC y CiU–que decir que uno quiere dimitir, pero que no le dejan.  Por este camino a nadie le ha de extrañar que la opinión que los ciudadanos tienen de la casta política esté cada día más por los suelos. Y la situación esté pidiendo a gritos la limpieza en todas las instituciones.

U. Plaza



lunes, 11 de marzo de 2013

LA CORRUPCIÓN ENDÉMICA: CONSTITUYENTES



 En cualquier país medianamente considerado democrático sólo por mentir, todos estos políticos que lo hacen sin inmutarse, estarían ya dimitidos o cesados. Y habrían caído los gobiernos–central y autonómicos– y muchos de sus miembros estarían en la cárcel. Pero aquí  ni dimiten ni están en la cárcel y el gobierno–los gobiernos– siguen burlándose de los ciudadanos. 

    En hecho de que Rajoy, con todo lo que está pasando no haya dado un paso y denuncie con carácter de urgencia a Barcenas, da derecho a pensar que está pillado, según denunciaban “los papeles" de El País. Y es evidente que esto es una dictadura camuflada, pues no hay mecanismos democráticos eficaces e inmediatos para echar a los que presuntamente son delincuentes, o están sospechosamente en entredicho. Y  Rajoy no hace nada para acabar con eso, con luz y taquígrafos, todo lo contrario, calla y deja que sigan cayendo rayos, a la espera de que escampe, escondiéndose, o  con esa tomadura de pelo de enseñar la declaración de la renta. Nadie en su declaración de renta tiene nada ilegal, en todo caso en la declaración se puede intuir la inmoralidad de unos emolumentos percibidos elevados, cuando hay muchos españoles que comen de los contenedores o en la caridad y duermen en la calle porque les han echado de su casa los banqueros con la complicidad del gobierno. Todo lo contrario, envía a la fuerza pública, no para ayudar a las víctimas, sino a los culpables de la situación. Pero el dinero negro no sale. Así que Rajoy nos toma por imbéciles, olvidándose de que, sobre el papel, estamos en una democracia que no puede ser que se encierre en su torre aristocrática. Debe aclarar–es es capaz– toda la ristra de mentiras, que tanto desde el gobierno, como desde su partido nos vienen endilgando, o  irse.

   Los jueces deben tener medios para investigar; pero se me hace que no es precisamente el gobierno–el ministro de la justicia para ricos y otra para los pobres–el interesado en que se sepa todo. Así que los jueces no tendrán toda la ayuda. Y una justicia que es lenta, no es ejemplar. Además de que cuando a algún pájaro se le logra enchironar, ahí aparece el indulto. Recordemos del indulto del presunto socialista Zapatero al banquero a correcuita, antes de dejar el cargo; a los mossos indultados, y tanto despropósito que indigna a los ciudadanos ya indignados por tantas cosas. 

   Además, Montoro, debiera haber dimitido o ser cesado por sus muchas mentiras, por hacerle una amnistía a los presuntos delincuentes, mientras presiona a los ciudadanos que cumplen con su obligación como matón bronquista de taberna. Por este camino, si ahora es un país corrupto y considerado por los ciudadanos de chorizos y defraudadores, el gobierno está alentando para que los que son honrados, pero que ante los ojos del gobierno “son tontos” y pagan, dejen de serlo y defrauden, como los ahora amnistiados.

   Esto ya no se soluciona ni con elecciones anticipadas. Hay que ir a una transición de verdad y sin trampas entre bastidores; con leyes que sean útiles y que cuando un cargo público miente, de inmediato sea puesto de patitas en la calle, además de sancionado. Y cuando hay la menor sospecha de delito, que no sean los mismos implicados los que decidan qué se hace, y que no puedan vetar su investigación. 

   Que en el parlamento–los parlamentos–las comisiones de investigación no se puedan parar por muchas mayorías absolutas, que tenga el gobierno, sino que al menor indicio de anormalidad se forme una comisión por decisión de un grupo parlamentario más o menos cualificado, incluso por personas independientes. La mayoría absoluta sirve para llevar a cabo sus políticas el partido que ha ganado las elecciones, no para impedir que se investigue la posible corrupción como sucede hoy, como hemos visto en el Congreso y el el parlament de Cataluña, donde los votos del PP y los de CiU y ERC respectivamente, han impedido que la opinión pública esté informada, y que los responsables  políticos sean conocidos.

   El hecho de que el PP o CiU-ERC–o cualquier otro–impida que se investigue, ya es altamente sospechoso y hace que los ciudadanos consideren que lo impiden porque están enfangados. De otra forma no se entiende que utilicen el rodillo para ese fin. 


 Por este camino todos los que están hoy en política, si han tenido cargo alguno, quedarán inhabilitados para una futura democracia que de verdad cumpla su cometido. De no ser así, nacerá corrupta. Y al poco tiempo estaremos en las mismas. Nadie sospechoso, de la más mínima corrupción desde que llegó esta este régimen partitocrático que bautizaron como democracia, desde el felipato, aznarato, zapaterato o el Rajonato, todos estos periodos embadurnados con más o menos escándalos,  puede estar en unas Cortes democráticas. 
   
   La futura democracia, que espero sea la República, no puede estas contaminada con quien nos ha llevado al desastre, de lo contrario nacerá muerta, como en realidad nació la actual. Lo que pasa es que era un cadáver que no lo notábamos, o mirábamos para otro lado, a veces  cuando el corrupto era de los "nuestros". Pero estaba ya muerta aunque el hedor aún no se percibía, porque la peste de la reciente dictadura lo camuflaba, pero la misma; los mismos banqueros, la misma oligarquía, los mismos intereses. Pero ahora apesta a las miasmas de la corrupción, que salen de todas las costuras del cadáver, aunque  siga habiendo quien se niega a darle la correspondiente sepultura.

U, Plaza

domingo, 10 de marzo de 2013

LA CAPACIDAD PARA MENTIR , MUESTRA DE UNA DEMOCRACIA ENFERMA

Isla griega
  
Es asombroso la capacidad que tienen algunos de nuestros políticos para tomarnos el pelo. Y es directamente proporcional el pode que ostentan al grosor  de las  mentiras, sin el menor respeto hacia los ciudadanos que pagamos sus privilegios, con absoluto desprecio a nuestra inteligencia.

  En el aquelarre celebrado  estos días por PP, con todos sus primeras espadas, sin la menor preocupación ética, han lanzado a los cuatro vientos–con la ayuda, claro esta, de sus medios pesebristas a su servicio–que son nada menos que "el partido trasparente y honrado por encima de todo y todos". Y eso con todo lo que cerca al partido y al gobierno, con los escándalos que día sí día también aparecen, y las mentiras burdas con las que intentan tapar, lo que es imposible, porque un escándalo sustituye al anterior sin tregua. Y cuando el presidente del gobiernos se esconde de dar explicaciones, y hasta el nombre de su extesorero Bácenas, parece palabra maldita, impronunciable, no sea que su espíritu se altere y saque a la luz algo que lo coloque aún en peor situación.

   Pero es que esa honradez y trasparencia brilla por su ausencia incluso desde mucho antes de llegar el PP al gobierno. Recordemos cuántas manipulaciones y mentiras utilizaron en la campaña electoral, que casi en sus discursos iban a ser la panacea de las soluciones de todos los españoles. Han hecho y siguen haciendo todo lo contrario de lo que prometieron. Porque resulta que ni una de sus promesas electorales han cumplido. Y hasta para más burla hasta tuvieron la caradura de decir nada menos que eran el "partido de los trabajadores". 

   Es evidente que el problema está en que, lo que aún, no se sabe por qué, se le sigue llamando democracia, no es más que una dictadura disfrazada. En una democracia, por pocos mecanismos legales y éticos con los que se manejaran los ciudadanos, y sobre todo sus representantes, este gobierno habrá dimitido de haberse atrevido a mentir tan descaradamente en lo que decía ser su proyecto. Es más, no se hubiera atrevido a hacerlo por considerarlo inútil. Pero es que una vez en el gobierno, ante la sarta de mentiras que han venido volcando contra el ciudadano, víctima de sus manejos–a veces de una manera burda que a uno le hace dudar del equilibrio mental de algunos de sus portavoces–de inmediato, todos y cada uno de los que han mentido debían haber dimitido por respeto a los ciudadanos y a la democracia, o cesado fulminantemente. 

   Pero parece que en España–Cataluña incluida que en esto no le va a la zaga–todo cabe, todo se puede hacer sin que tenga consecuencias, a la espera de que la gente se olvide y escampe, terreno en el que se mueve Rajoy a las mil maravilla, huyendo de la realidad, si es preciso.

   Si un responsable político, es incapaz de entender–de hecho lo entienden pero no les interesa y se agarran al cargo como lapas– que para la salud democrática de un país es  importante la ética y la estética de los gobernantes, es evidente que hay que cambiar de actores. Y para que funcione, para que los responsables políticos empiecen a entender que sus acciones deben ser absolutamente transparentes, es necesario que los ciudadanos tengamos instrumentos legales para que, cuando un responsable político mienta–no digo ya que esté en un proceso judicial o en entredicho, que debe ser fulminado de su cargo–pueda ser de inmediato destituido de oficio, sin esperar, como tanto les gusta, a que haya "una condena en firme", con lo que pasan años en el cargo, y cuando llega si llega, todo haya prescrito, cuando los delitos de cierto calibre no debieran prescribir.

   Pero para eso es evidente que hace falta cambiar las leyes. Y eso se llama abrir un Proceso Constituyente, sin las manipulaciones de los medios de hoy, en manos de las oligarquías del turnismo canovista de la Segunda Restauración Borbónica, donde los ciudadanos puedan expresar libremente sus puntos de vista. Mientras no sea así, sin instrumentos democráticos que realcen y defiendan la democracia, seguiremos asistiendo a bochornosos espectáculos de que los que nos mienten, saquen pecho burlándose de los ciudadanos, sin que eso tenga consecuencias inmediatas, sin que podamos en la práctica hacer nada. 

  Hoy por hoy, esto es la muestra más evidente de que la democracia está enferma; y con ella toda la sociedad que no tiene referentes. Sin comportamientos éticos de los responsables, se va degradando y se convierte en una caricatura como la que padecemos hoy. Ahí están las encuestas que dicen lo que opina el ciudadano de la casta política, y del resto de las instituciones. 
El sólo hecho de ver cómo el gobierno no hace nada por evitar que echen de sus casa a miles de ciudadanos, dejando los pisos vacíos, para favorecer a los especuladores financieros, ya de muestra en manos que que casta estamos y la inexistencia de democracia digna de tal nombre. Y la mentira es el único argumento que les queda, como estamos viendo constantemente.
U. Plaza