sábado, 28 de mayo de 2011

LA REPÚBLICA DE LAS ASAMBLEAS, ÚNICOS ESPACIOS DEMOCRÁTICOS

En España, y seguro que no somos los únicos, hemos llegado a tal nivel de degradación de los políticos y banqueros fundamentalmente, pero también  de otros muchos estamentos de la sociedad contaminados por ellos, que inflados como pavos reales en su soberbia, son incapaces de salir del caparazón que sus privilegios les proporciona. Es tal el nivel de desafecto de la ciudadanía hacia ellos, que como todo el mundo sabe, son considerados uno de los problemas de este país, en lugar de instrumentos para ninguna solución. 

Y tanto es así, que en el aspecto moral, hasta reivindicaciones que eran defendidas por los antiguos liberales de finales del siglo XVIII y siglo XIX,  pueden ser consideradas hasta revolucionarias. La ética de los antiguos liberales hoy no existe. La burguesía que explotaba a los proletarios despiadadamente, creaba riqueza y patrimonio cultural, que nos ha sido legado a las generaciones posteriores. 

La burguesía de hoy es incapaz de crear nada que tenga futuro y solidez, más allá de la especulación, del capital financiero especulativo. El empresario creativo y laboriosos  ha dejado paso a la ambición desmesurada de ganancias fáciles sin esfuerzo propio. Y la política, esa dedicación que debiera ser temporal, no profesional, y de ayuda a la res-Pública, que hiciera que una vez cumplido su tiempo, el político genero volviera a su trabajo habitual,  se ha convertido en una carrera de escalada social, como único objetivo en la vida, dándose el caso de que hoy hay un montón de políticos que jamás han trabajador por un salario. En realidad no han trabajador nunca en algo provechoso para la sociedad. Y lo que es peor, no piensan hacerlo nunca si pueden permanecer en el cargo, cosa que a nivel de diputados y senadores–esa Cámara de cementerio de elefantes inútil, pero igualmente cara–ya se han encargado de solucionarlo blindándose sus propias pensiones y regalías, con sólo dos legislaturas. Pero pasa también a nivel de múltiples ayuntamientos, parlamentos de las taifas o diputaciones, que mientras han ostentado el cargo, se han labrado la posibilidad de seguir medrando sin volver al tajo natural, por la vía de "devolución de favores".

Así que, considerar esta sociedad, ni tan siquiera mínimamente democrática, es puro disparate. La democracia brilla por su ausencia–sin mencionar, siquiera de pasada, la caciquil y antidemocrática ley electoral, más cercana a la censitaria del siglo XIX –, en todos los niveles de la sociedad, lo que durante muchos años nos ha llevado a un individualismo suicida, alentado por los beneficiarios del sistema, en su lucha por la permanencia de sus privilegios, trabajando por una sociedad amorfa y manipulable a su gusto. 

Hoy, una vez puesto en marcha el mayor movimiento de lucha por la democracia, aún siendo incipiente, se respira en la República de las Asambleas el mayor nivel de democracia que jamás se ha podido vivir en este país nunca, por lo menos desde la muerte del dictador golpista. Lo que se está construyendo es muy importante para todos. Porque se están creando ciudadanos, el mayor título y honor que  podrá y deberá recibir una persona de SU sociedad.  Y lo recibirán todos y cada uno de los habitantes de  la República de Democracia Real, Ya por el hecho de ser un ser humano, y se adquierá por el nacimiento, o por la aceptación de nuestras leyes democráticas republicanas. Otros títulos se podrán adquirir, además del grande, del de ciudadano. Y se pueden adquirir por el esfuerzo del estudio, del trabajo o del comportamiento cívico y solidario. Son los de ingeniero, médico, artista carpintero, albañil, agricultor, electricista, etc., o simplemente siendo buena persona con sus conciudadanos, pero ninguno podrá estar por encima del principal, el de Ciudadano.

El título de rey, príncipe y la ristra se asimilados, los damos por finiquitados, porque si bien, como el de ciudadano se adquiere por el nacimiento, no son democráticos y tampoco alcanzan a todos. Y, sobre todo, la Historia los barrió, aunque en estos momentos persista por decisión del dictador, y de esa casta política sobrepasada que se reparte el pastel.

U. Plaza 







jueves, 26 de mayo de 2011

INMORALIDAD INFINITA, DE LA CASTA DIRIGENTE

Es lo que cabe pensar  ya de una clase dirigente que si bien nunca tuvo reparos para enriquecerse de cualquier forma, algunas veces aparentó cierta ética, y aunque seguía robando, trataba de disimularlo por parecerle que era mejor que no se supiera, por considerarlo inmoral. Ahora ya se le ha caído  la careta y todos los complejos, y lo hacen de forma descarada, e incluso con el recochineo que caracteriza su inmoralidad de buitres depredadores del patrimonio público. 

Telefónica, una empresa que siempre funcionó muy bien, que tenía beneficios cuando otras tenían pérdidas, en lugar de mantenerla en manos públicas como hubiera aconsejado el sentido común ciudadano, pero no el de los políticos, cuyo  sentido es particular, y por lo tanto no tiene nada de común, fue privatizada–léase regalada–una parte primero por el socialista Felipe González, y lo remató Aznar. Que dígase lo que se diga, ambos tienen el mismo sentido público de las cosas, y por lo tanto, ninguno ni remotamente socialdemócrata, aunque este último respire más por la extrema derecha, y el otro diga ser de izquierdas. Lo cierto es que sus objetivos son los mismos: liquidar las empresas públicas y que sea el depredador mercado quien se quede con todo, aunque sea a costa del hambre de millones de personas, arrojadas a la miseria, a la liquidación del ser humano como tal, liquidando su dignidad.

Pero es que en el caso de Telefónica, a parte de lo dicho de que es rentable, el escándalo y la golfería es de juzgado de guardia, si   la justicia funcionara en el sentido etimológico de la palabra, y tratara de ser Iusta.  Porque no se trata de pidamos  que los accionistas  pierdan dinero; todo lo contrario. Es que al unísono que declaran que se repartirá cerca de 500 millones de euros  ENTRE LOS ALTOS DIRECTIVOS, quieren despedir a más de 800 trabajadores.  Y lo hacen con la impunidad y la cobertura que le dan sus amigos los políticos, sin que en ningún momento ninguno de estos grandes accionistas, ni sus cómplices servidores le preocupe lo más mínimo la suerte de los trabajadores. Y además, lo harán con una parte del dinero público. 


Vista semejante golfería de algunos de los salvajes dirigentes empresariales, que cuentan con patente de corso que les proporcionan los políticos–no hay peor crimen que el que se puede hacer a golpe de decreto–  para hacer los que les da la gana, si de lo que se trata es  hacer cada día más pobres a los pobres;  qué duda cabe que la lucha democrática y ética que han emprendido los ciudadanos de DEMOCRACIA, REAL, YA,  Está más  justificada que nunca. Porque si esos mayoritariamente jóvenes no lo hicieran, se lamentarían. Porque ya no se trata de que vayan a vivir en el futuro con mayores o menores estrecheces, es que simplemente están abocados a la esclavitud. Y no es una frase demagógica. Basta echar la vista atrás en uno o dos años, y veremos clan claridad lo mucho que se ha deteriorado el nivel de vida y las libertades democráticas de los ciudadanos, al tiempo que las grandes fortunas siguen amasando dinero y poder. Y cada día dan una vuelta de tuerca más. Nos quitarán la Sanidad, como quiere hacer Convergencia, pero que todos están en ello,  que tan bien funciona gracias a los profesionales, a pesar de que todo sea mejorable, para privatizarla. Si los jóvenes y los que ya no lo  somos no nos  organizamos, como por fin se ha decidido hacer; si en lugar de tomar la calle de forma colectiva,  democrática y pacíficamente,  cada uno se dedica a lo suyo, con ese individualismo que nos han impregnado como el mejor de los valores, poco a poco, cuando queramos reaccionar, ya será demasiado tarde. Y nos lamentaremos de no haber hecho nada, sobre todo aquellos que todavía van tirando por estar trabajando, aunque sea  en régimen de semiesclavitud, que no otra cosa son esos contratos basura que tanto gusta a los esclavistas modernos, de no habernos solidarizado con los que son echados a la calle por los banqueros; de no echarle una mano a los sanitarios o los enseñantes que se quedan en paro, para que la Sanidad sea privatizada, y no nos demos cuenta de que los que nos quedamos sin Sanidad, somos todos.  Hoy más que nunca es necesario recordar el poema, que tendremos que seguir recordando  durante mucho tiempo, porque las injusticias son mucha y diversas, de:  

Martin Niemöller


Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.


U. Plaza


miércoles, 25 de mayo de 2011

LA MALA COMUNICACIÓN

Es ya un clásico. Cuando un partido pierde las elecciones, en lugar de adoptar una decisión política de autocrítica absoluta, que es lo que en buena lógica debería, lo único que se les ocurre  decir a sus dirigentes es: "no hemos sabido explicar con suficiente claridad nuestro programa y lo mucho que hemos hecho en los últimos cuatro años". Y ahí se queda todo. Esa es la única ocurrencia. Es lo que dijo el presidente del gobierno la noche electoral del domingo, tras la debacle que había sufrido su partido, que no habían sabido comunicar bien con los españoles.  Pero eso es falso, absolutamente falso, porque el gobierno ha comunicado muy bien lo que hacía y lo que iba hacer, lo que acabó haciendo y lo que sin duda seguirá haciendo, pese a todo. Y lo hizo con mano de hierro y de la única forma que sabe hacerlo un gobierno que abandona a su electorado, y se pasa al enemigo social: con el BOE.  

El gobierno y el partido socialista, han comunicado a la perfección todos sus actos con una claridad diáfana y absoluta.  Nos dejaron muy claro que le bajaban los sueldos a los trabajadores  funcionarios, congelaban las pensiones,  y liquidaban gran parte del patrimonio público en favor de la empresa privad;  le daban dinero de forma descarada a los causante de la crisis, en lugar de crear una Banca Pública, y  sin siquiera exigirles que concedieran créditos a las pequeñas y medianas empresas para que resistieran;  se negaron a incrementar impuestos a las grandes fortunas, mientras agredían a los  más desfavorecidos, sin que en ningún momento tomarán la decisión de cambiarle el nombre al partido, por engañoso, y adaptándolo a sus nuevo y descarado viraje político. 

Sí, sin ninguna duda  han sabido comunicar lo que hacían. Otra cosa es que, lo que deseaban, era que todas las agresiones y favores a los poderosos que el gobierno y el partido socialista asestaban a la ciudadanía, a las clases más pobres,  lo quisieron pasar como "inevitable", y hasta bueno para ella, por el hecho de que las llevara a cabo un partido  con el nombre de socialista, que nunca ha sido de izquierdas tras la muestre del dictador, desde que le hicieron el encargo al antiguo falangista Felipe González, de liquidar a la izquierda, por cuyo trabajo la derecha de verdad, la que manda,  en el mundo, la del dinero, nunca le agradecerá bastante. 

Pretender que tras una derrota que hace historia, todo se circunscriba a una falta de comunicación con la sociedad, no sólo es burdo e inconsistente, sino que es un insulto a millones de ciudadanos que están padeciendo esa "falta de comunicación".  Y lo grave, es que, como ocurre casi siempre, en lugar de aprender de los hechos, éstos obscurecen sus soberbias mentes. Porque en lugar de tragar quina y enmendarse, todo indica, como ha insinuado José Blanco, que darán un paso más hacia la derecha.  Y, ciertamente, sería de agradecer semejante claridad, pero sin trampas: quitando de las históricas siglas, como mínimo, el nombre de socialista, y por supuesto el de obrero; y teniendo en cuenta la opinión expresada por Zapatero, sobre "lo dudoso de España", pues quizá también ésta. Eso, o recuperar el partido histórico, con todo lo que haya que actualizar. Pero no somos tan optimistas. Irán hacia lo más fácil: persistir en el error, barajar y dar cartas y mantenerse a la espera de que las cosas sean más propicias para ellos y que el desastre que se avecina con el PP, haga olvidar a la gente  que ellos hicieron lo mismo, y volver a ganar cuando sea, otras elecciones, para seguir con las mismas políticas neoliberales y agresivas contra lo público. Y seguir viviendo. Porque, digan lo que digan–y nos gustaría estar equivocado–remarán hacia la derecha, con algún que otro guiño a la izquierda mientras tengan dificultades.  

En lugar de eso, podrían hacer otra cosa: en el año de legislatura que queda, si es que queda, que está por ver, debieran coger algunas de las propuestas del único foco democrático existente de verdad hoy en España, Democracia Real, Ya, y hacerlas realidad, como por ejemplo, para empezar, cambiar la antidemocrática Ley Electoral, evitar que los bancos esclavicen a los ciudadanos de por vida además de quitarle sus viviendas, y recortar los escandalosos privilegios de los políticos, eliminando el blindaje de sus sueldos y pensiones al máximo con sólo dos legislaturas, mientas a los trabajadores les exigen los cuarenta,años de cotización, que jamás podrán cumplir los jóvenes; mostrando la voluntad de que algo de ética conduzca la política en España. Pero eso no está en las agendas de sus amos, los financieros, y por lo tanto, no desobedecerán a sus amos, que, como se decía en El Padrino: "nuestros hombres nos son fieles, porque los pagamos muy bien". Y no cabe duda que los políticos están demasiado bien pagados. Y no estarán por la labor ética de modificar nada que moleste a sus señores.

U. Plaza





martes, 24 de mayo de 2011

EL ESPEJISMO DE ERC CON LAPORTA


Que los políticos nos tienen  acostumbrados a todo tipo  de vaivenes, en cualquier modalidad que uno busque, es un hecho que de forma reiterativa nos los demuestran. Y algunos  dan verdaderos saltos mortales. 

Esquerra Republicana de Catalunya, el partido de las embajadas de la señorita Pepis, pero carísimas, sólo como  juguetes para que Carod-Rovira se entretuvira, recordémoslo; con el disfrute del poder en el Trigobierno, más que en Tripartito,  porque cada uno iba a la suya  se sentían ya viento en popa. Pero tras la derrota electoral en las que perdieron el gobierno, y las prebendas, que comportaban, en las elecciones de Barcelona han querido dar otro salto mortal, en ese afán del independentismo, que hoy por hoy no cala más allá de las mascaradas de unos referéndums, más folclóricos y de propaganda que otra cosa. Para volver a tomar el pulso del rumbo que se trazó la formación independentista, no se le ocurrió otra cosa que pactar con Laporta, personaje de extrema derecha, y cuya aspiración principal, es convertirse en el Berlusconi catalán con un discurso populista e independentista que el primero que no se lo cree, es él. 

Sin embargo, ERC, que tiene entre sus filas a personas con las que se podrá o no estar de acuerdo  o lo que representa, como Joan Ridao, por ejemplo, pero nadie puede discutir su seriedad y buen trato, sin estridencias, se han prestado a semejante pacto. Con lo que mucho voto de ERC que se consideraba  de derechas nacionalista, que antes apoyaba a la formación indpendentista, ha recogido velas y ha preferido votarle a la derecha clasica catalana, dura y pura, CiU; y la mayoría han preferido no votar o hacerlo por otras opciones independentistas, donde abrevan más generales que tropa, por lo menos para el proyecto que dicen tener, del que mientras tanto, igual que el resto de los políticos, van viviendo, que al fin y al cabo es lo que interesa, como desgraciadamente nos tienen acostumbrados.

El error mayúsculo de Portabella y por ende de la ejecutiva de de ERC al aliarse con este personaje, se debe al espejismo de los cuatro diputados que logró en la elecciones catalanas con una formación inventado por él, de la que de inmediato desertó. 

Muchos votantes a los que rechina semejante alianza,  decidieron no votarle a ERC en Barcelona, y también en otros lugares, por semejante, como mínimo pintoresca alianza. El resultado, sin que  no sólo sea esta la causa, sin duda tuvo su motivo.  Y los espejismos a los políticos no le dejan ver que el desierto es muy amplio y en el afán de arañar votos, hacen lo que sea. Y así nos va.

U.Plaza

lunes, 23 de mayo de 2011

DEL SILENCIO DE AYER AL LAMENTO DE HOY

Como era de esperar,  ahora, a toro pasado, cuando el desastre ya no son augurios de la encuestas, sino real, todos los dirigentes del partido socialista salen en tromba para lamentarse de lo que todos veíamos  y ellos no querían ver: que la política  del gobierno de Zapatero los llevaba al desastre. 

Pero ninguno de ellos formuló la menor crítica a lo que estaba pasando y, una  y otra vez, cada vez que se reunía el Comité Federal, mostraban la mejor su sonrisa a las cámaras de televisión, y escenificaban "una unidad inquebrantable y de apoyo al presidente y a las decisiones tomadas por el gobierno", afirmando que su líder "era la mejor activo del partido". Todos sabían que era falso, pero la  falta de democracia que se ha instalado en los partidos–que proyectan a la sociedad–hace que las críticas que debieran ser la  esencia de toda organización viva, de todo cuerpo social, no existiera. Lo que mejor funciona para el arribista que tiene como objetivo, no servir al pueblo durante un tiempo dedicándose, como se entiende en sentido clásico, a la política,  de forma altruista, sino hacer carrera permanente,  ser funcionario de partido o acceder a un cargo  de por vida,  o casi, labrándose una jubilación llena de privilegios, convirtiéndose el partido en un mastodonte, más como agencia de colocación de unos cuantos que otra cosa. 

Nadie entre los dirigentes que ahora se lamentan, más por la perdida de privilegios que por otra cosa, hizo ninguna crítica como debió,  ni consideró que las medidas de agresión, de la rebaja de las pensiones, era un grave  error. Porque era un hachazo en la propia espinal dorsal de uno de sus graneros de votos del partido. Y permitió que la demagogia del PP, con sus grandes medios de manipulación, pudiera alzarse como "el defensor de los pensionistas". Esta sola decisión de Zapatero–que repito todos apoyaron– es una obra maestra de la estupidez de un político, socialista, que se acerca al abismo, y presume de que dará un paso adelante; y como diría un castizo, no se le ocurre ni al que asó la manteca.

Pero es que han habido otras muchas otras como la congelación los sueldos de trabajadores funcionarios y de todos aquellos que dependen de la administración, aunque no lo fueran.  Y un sin fin de "medidas" que sólo favorecían a las rentas altas. Porque ni se les pasó por la cabeza  que los ricos, cada vez más ricos, pagaran la crisis  que ellos habían provocado. Todo lo contrario, salieron reforzados, y expulsando de sus viviendas a quienes por falta de trabajo no podían satisfacer las usuras de los bancos. Y Zapatero, que pudo utilizar el BOE para corregir semejante monstruosidad,    avaló los desahucios.  Sin mencionar los miles de millones que cada año les damos a la Iglesia, cada vez más favorecida por el PSOE,  no llevando a cabo una ley prometida de libertad religiosa, que pusiera a la religión donde debe, es decir, separada del Estado. Cuando esos favores  no les impide a la Iglesia, con Rouco a la cabeza, hacer política contra las decisiones del parlamento, como estamos hartos de ver ni decir el dinero que va a la Institución monárquica, único cargo que los españoles ni tenemos derecho a ocupar, ni de decidir quién lo ocupa.  Y qué decir la política errática que ha llevado a cabo el gobierno sin que los "barones" muy bien asentados en sus hasta ahora feudos, la cuestionaran. Ni siquiera por su interés como cargos regionales que se veían peligrar al considerarlos los ciudadanos cómplices de todo lo que el gobierno les recortaba.

El primer acto de esta debacle tuvo lugar en Cataluña,  protagonizado por el PSC de Montilla, que en lugar de consolidar su base electoral, se dedicó a emular al nacionalismo, con la estúpida idea de que quizás así lograría sus simpatías de charnego converso a la religión nacionalista. El resultado fue el previsto: los que eran nacionalistas, obviamente seguían siéndolo, y hasta lo atosigaron en aquel disparate de manifestación convocada por él contra el Tribunal Constitucional, sin darse cuenta de serían  otros los que lo rentabilizaban; y su base electoral, sumamente desconcertada, y cabreada, por la fe del converso Montilla, se quedo en casa. 

Zapatero también emuló, en este caso a la derecha–incluida la nacionalista, con sus disparatados acuerdos con ellos–y también, como estaba previsto, ha recibido su castigo de un electorado harto de que sólo sean "algo de izquierdas", cuando están en la oposición, y aplique las políticas de derechas.

Si durante el tiempo que lleva en el Gobierno hubiera elaborado una ley electoral democrática, quizá la derrota hubiera sido paliada por el reparto del espacio político entre aquellos partidos con los que hubiera sido posible pactar. Pero las actitudes antidemocráticas, aunque en un tiempo los favorezca, a la larga son negativas hasta para quienes las propician. Y en todo caso si no son plenamente democráticas las elecciones, porque se hacen trampas con los distritos electorales u otras martingalas, hay que cambiarlas. Que, como se sabe, es uno de los puntos que pide el Movimiento Democracia, Real Ya. Y un partido que se llama de izquierdas y hasta socialista, no puede mantener semejante injusticia.

Ahora,   lo que le cabe al partido socialista es una regeneración a fondo.  Regenerar la organización y que sea lo que se supone siempre  debió ser: un instrumento al servicio de la sociedad y no una oficina de colocación. Que aclare qué ideología lo sustenta si es que lo sustenta alguna, y que  las cosas queden claras. No es posible que en un partido que sigue ostentando, a mi juicio de forma impropia y oportunista, el nombre de socialista y obrero en sus siglas, habiten personajes que perfectamente caben el el PP, y según cual de ellos, incluso más a la derecha. Igual que en el PSC. Si lo que desean desbancar a Convergència, que lo diga. Y entonces los socialistas del PSC que recuperen el nombre de PSOE. O, si quiere seguir siendo socialista sin trampas, que todos aquellos que que se sienten nacionalistas, que se vayan al partido de la derecha de Pujol, como ha hecho el topo que tenían, y que quería ser alcalde de Barcelona, pero que no pudo resistir la tentación de "la vuelta a la casa convergente". Uno se fue, pero hay otros muchos que debieran hacer lo mismo

Ahora tendrán tiempo de reflexionar–aunque ni en sueños creemos que lo hagan– aquellos que han perdido la poltrona. pero sobre todo los miles de socialistas que hay en el partido, y los ciudadanos que les votan, que son víctimas del disparate. Es un buen momento para que los dirigentes se hagan la vieja pregunta: ¿De dónde vienen, como socialistas, pero, sobre todo,  adónde van. Si en que no hace tiempo que ya consideran que llegaron a su meta,  que no  vaya, más allí del escaño, la alcaldía o concejalía.

U. Plaza

domingo, 22 de mayo de 2011

EL PODER Y SUS ESTRATEGIAS.

Estos días, en que miles de personas luchan por que en España haya democracia, se dice que el movimiento democrático y anticorrupción de Democracia Real, Ya, ha cogido por sorpresa al Poder, que enfrascados los edecanes políticos en sus asuntos de reparto, los ha cogido con el pie cambiado. Y no es cierto. Habrá sido así para algunos políticos, pero no para el Poder; sí sus empleados, que tratando de colarse en puestos relevantes para mejor servirlo, han podido despistarse, el Poder sabe muy bien por dónde circulas las mareas sociales y sabe corregirla, para eso tiene tanto gallito inmoral en nómina.  Y, como decía "El Padrino", "nuestros hombres nos son fieles porque los pagamos muy bien", lo que no quiere decir que si algunos ya no les son útiles, no le manden el pescado envuelto en un papel de periódico con un consejo, como mínimo de retirada. 

Pero el Poder, los que de verdad lo manejan, no se deja sorprender.  Salvo que el movimiento reivindicativo alcance tales proporciones que sea incontrolable por ellos. Pero eso se llama revolución. Y puede ser, como nos enseña la historia, violenta o menos violenta;  y esperemos que la próxima  sea como un río que arrolle lo caduco e injusto de forma pacífica, para entrar en una vía democrática.

Pero el Poder no duerme. Y sabe en cada momento lo que debe hacer y qué órdenes ha de dar.  Porque el Poder ha leído a Maquiavelo; y lo viene poniendo en práctica desde hace siglos, y más en los tiempos modernos en que la "modernidad mediática" le da mucho juego al Príncipe, mucho más campo de acción, de manipulación. Y también, el Poder, ha leído a Lampedusa y sabe cómo aplicarlo. De hecho ya lo aplicaron cuando llegó la transición en la que estamos y de la que no hay manera de salir, consiguiendo que todo cambiara para que todo quedara igual. Porque evitaron que llegara la democracia, pero  nos creyéramos que había llegado. Mientras, el poder económico surgido de un golpe de Estado, quedó tan intacto que se proyectó de tal manera, que es mucho más poderoso que hace treinta años. Lampedusa en su tumba debe sonreír por la eficacia de su ocurrencia.

Ahora, si la decisión democrática de millones de ciudadanos es conquistar lo que no pudimos hace tantos años, que no quepa duda que en el timón de mando ya está situado el Poder, el dinero, dando órdenes y elaborando diversas  estrategias, dependiendo del cariz que tome el  asunto.  Si el movimiento democrático afloja,  lo tiene claro: pedirán a sus empleados los políticos  que todo el expolio emprendido por orden suya continúen como hasta ahora, e incluso que lo aumenten para dar un escarmiento, para que se sepa que son ellos los que mandan, lo que sin duda será obedecido, sin rechistar por sus empleados: es la vía Maquiavelo. 

Si el avance y extensión de la lucha democrática es favorable para el pueblo, porque la situación es irrespirable para millones de personas agredidas por el Poder de los bancos, tomarán otras medidas que pueden ser las de aparentar ceder,  dar órdenes de que este o aquel punto "puedan ser discutidos", afirmando que "todo no se puede hacer de golpe, que requiere unos plazos", etc.,  pero, que mientras tanto es necesario volver a lo que llaman "normalidad", que para el ciudadano es la peor de las anormalidades: seguir igual o peor que hasta ahora, desactivando la protesta, que es el objetivo del Poder. Mientras tanto extenderán las redes, buscarán y cambiarán de servidores que no estén tan "quemados", menos impresentables, que traten de ganarse la confianza, previa una campaña mercenaria de desinformadores, que aseguren "que todo se va a estudiar". Si el movimiento democrático cede, una vez más, como nos pasó cuando empezó la transición, nos espera otros 30 años, de hasta una hipotética  nueva generación, sin futuro. Es la vía Lampedusa,  o una mezcla de ambas, que aplicaran por sectores, según les convenga.

Por eso es importantísimo que el movimiento Democracia Real, Ya, no dé un solo paso atrás. Y aunque pueda parecer utópico, hay que repetir: "Si lo exiges todo, no lo lograrás, pero darás un paso adelante; pero si sólo pides "algo", darás muchos pasos atrás". La situaciones revolucionarias se dan en las sociedades cuando los problemas acucian, pero si se dejan pasar serán más acuciantes, pero con derrota y desesperación social. Y eso el Poder y sus servidores lo saben. Los ciudadanos también deben aprenderlo y decidir en consecuencia. Hoy, con la salvaje agresión de los dueños del dinero a los ciudadanos, y no importa lo que éstos piensen, sólo cabe responder con una acción colectiva y democrática por parte de los agredidos.

U. Plaza

sábado, 21 de mayo de 2011

¡REFLEXIONEMOS!

Hoy, como ayer, como llevamos bastante tiempo, seguiremos reflexionando.  No por esa innecesaria y absurda  decisión  porque sea víspera de elecciones.  Reflexionaremos,  sobre todo,  de cómo ha sido posible que hayamos permitido que durante tanto tiempo los  españoles  fuéramos agredidos por los que debieran ser nuestro defensores.

Todo el mundo se venía preguntando, reflexionando, valga la oportunidad del palabro de cómo era posible que ante todo el desorden, las agresiones de los poderosos,  la exhibición y burla de banqueros y políticos de sus desvergonzadas decisiones, siguiéramos cada uno a lo nuestro, en nuestros asuntos,  bajando la cerviz, y soportándolo todo sin rechistar como el cordero que es llevado al matadero y apenas emite un balido. 

No hay español que, en petit comité, en bares o panaderías,  en el autobús o en el metro, en todas partes, que no se preguntara qué nos estaba pasando, por qué no respondíamos a las agresiones de los banqueros, culpables  de esta situación. Les habían dado nuestro dinero para que solucionaran su desastrosa gestión, premiando la especulación, y además lo hacían, no sólo repartiéndose escandalosos beneficios, sino que con todo alarde de la indignidad que caracteriza a los que se creen seguros, por contar con su guardia pretoriana de políticos que les aseguraban le legalidad de los atropellos. Y no se cortaban lo más mínimo en pasárnoslo por las narices, al tiempo que ponían en marcha una de las más inhumanas prácticas contra los ciudadanos que les habían dado miles de millones para tapar sus agujeros –sin que nadie decidiera que alguno debía ir a la cárcel–, que era la de expoliarlos arrebatándoles sus viviendas, sin que en las mentes de los buitres del dinero cupiera el menor freno ante situaciones verdaderamente escandalosas como la de personas ancianas y sin nada que llevarse a la boca, que eran echadas a la calle, con el concurso de la justicia y la política. Es la selva, pero sin control, porque aquí sí lo había. Lo ejercían los políticos que avalaban esas prácticas depredadoras, todas las trapacerías con sus decretos por encargo. 

Pero nosotros seguíamos con la cantinela de la reflexión, de qué nos pasaba para permitir todo este latrocinio sin que nadie respondiera. Y nos respondíamos a nosotros mismos con el recurrente y decepcionante latiguillo de que la juventud española estaba perdida y era incapaz de reaccionar; incluso de que la mayoría eran unos vagos que prefería comer de la sopa boba de sus padre, e incluso de sus abuelos, antes que de hacer nada. Y lo hacíamos sin acordarnos de que semejante opinión sobre la juventud, se repite en todas las generaciones. Para el mayor, desmemoriado, la juventud no sabe, está perdida cuando no es un verdadero desastre por sus gustos y modas disparatadas. Lo mismo que  les pasaba a nuestros padres con los que hoy ya somos mayores. Debe ser ley de vida.

 Y tan seguros estaban los servidores de los banqueros–esos que nos piden el voto para seguir exprimiéndolos– de que habían logrado  hacer del español  un pueblo de bueyes, que eran capaces de aprobar casi simultáneamente, desvergonzadamente, con la impunidad del atracador que se siente protegido,  la rebaja de las pensiones por la vía de su congelación, que la inflación se encargará de ir empobreciendo; la subida de los años de cotización de las pensiones; la bajada de los sueldos de los trabajadores funcionarios; proyectar el recorte de la Sanidad Pública con miles de despidos y cierres de servicios, en vías de ser regalada a los amigos especuladores; quitar recursos a la Enseñanza Pública mientras se favorece  a la privada. Y un sin fin de maquinaciones perversas contra lo Público, lo único que nos puede garantizar cierta tranquilidad como ciudadanos, que pagamos nosotros, pero que prefieren repartírselo entre ellos.   

Tan seguros estaban de haber logrado su propósito, de habernos incapacitado para reaccionar, que  casi al mismo tiempo que cogían las tijeras para hacernos retroceder, poco a poco, liquidando nuestras conquistas sociales, hasta principio del S. XX, que no veían ninguna contradicción entre ese asesinato social y el blindaje de sus sueldos y pensiones. Ese sólo hecho tiene materia para todo un tratado sobre la capacidad de las castas dirigentes y sus lacayos, sobre la ignominia  y la perversidad que los guía, sin que sean capaces de comprender el alcance  del disparate que supone su inexistente ética.

Pero como todo en esta vida tiene un límite, la juventud de hoy no es diferente  a la hora de reivindicar su futuro. Y como las condiciones objetivas las habían preparados los depredadores sociales, que quieren robarle ese futuro, han reaccionado. Y ha bastado la decisión de un grupo  de jóvenes, que en lugar de lamentarse, se han puesto manos a la obra. Y el resultado es que miles y miles de otros jóvenes y no tan jóvenes, se han INDIGNADO, y se han sentido representados por el grito de ¡Democracia Real, Ya! que no lo olvidemos, muchísimo más preparados que las generación precedente, han dicho que quieren el lugar que les corresponde en una sociedad que se lo ha dado todo para negárselo todo, anidando en ellos una frustración sin precedentes. Y saben que la vía para lograrlo es conquistar la Democracia Real, Ya. Porque saben muy bien que ésta no existe; que una cosa es el derecho al pataleo, y otra que los Derechos se hagan efectivos. Y saben que no hay idea más bella que la DEMOCRACIA. 

La chispa ha prendido porque la encendija estaba a punto, y porque el campo social no resiste más chispazos, sin prender. Y no hay que perder de vista en la protesta de Democracia Real, Ya, su actividad mesurada y pacífica en todo momento, muestra de su sentido real de las cosas, lo que aúna voluntades de todo tipo.  Así que sigamos reflexionando, no en  que no se pueda abrir la boca el día antes de echar, o no,  una papeleta a la urna, que eso queda para cada cual,  sino reflexionar en todo lo que está pasando y el tratar de que, si los que fuimos protagonistas en la época en que nos fue robada la democracia, y pudieron estableces esta partitocracia plutócrata, que ahora, tras más de treinta años, la presente generación la conquiste y no se la deje arrebatar. Porque de aquella derrota, algo habrán aprendido para que no se repita.

U. Plaza