jueves, 31 de marzo de 2011

¡MENOS LOBOS!



La que se ha armado porque unos lobos procedentes del Portugal, en el traslado al zoo  de Barcelona se han salido de la jaula. Y sin siquiera salir del recinto del parque. Es decir, que de ninguna manera, y en ningún momento han representado el más mínimo peligro para los ciudadanos. 

Y han elevado la noticias a importantísima la prensa catalana, que al parecer, carecen de otras más relevantes, precisamente porque los catalanes tener lo que se dice tener una prensa plural y atenta, no tenemos. Sabemos que toda o casi toda, desde la panfletaria doctrinaria, subvencionada de los identitarios, hasta la así mismo llamada prensa seria, todos están con el poder de turno, sólo con algún matiz  para disimular; pero a la hora de la verdad comen de la mano del que manda. 

Por eso semejante noticia, neutra absolutamente, sobre los lobos escapados, ha tenido tanto reflejo en esos periódicos o sus equivalentes de las televisiones de cabecera, encantados de tener algo que decir, sino importante, sí novedoso, para tratar de justificar lo injustificable: su propia existencia de medios innecesarios y caros. pagados por todos.
El Gran Privatizador

Porque, como muy bien se ha dicho, los lobos nunca salieron del recinto, y aunque lo hubieran hecho de ninguna manera hubieran sido tan peligrosos como otros lupinos que campean por libre y con un poder  depredador y destructivo cuya comparación con los animalitos del zoo, es como poco insultante. 

Porque, que la prensa se cuide de airear lo que no deja de ser una anécdota, y no haga hincapié en los que son verdaderamente peligrosos para la ciudadanía, que ante esos sí estamos todos indefensos, sólo demuestra el apego que le tienen al poder, siempre dispuestos a echarle un capote.

Artur Más, jefe de los depredadores reales en Cataluña, es el máximo exponente del salvajismo sin control de la derecha catalana, dispuesta a arrebatarnos derechos adquiridos durante decenios en dura lucha. En un solo paseo y sin siquiera exponerse al peligro de los cazadores–la prensa que debiera criticar las agresiones del poder, y  los sindicatos que deberían salir de la pasividad o de las declaraciones vacías y estériles– .

Quieren seguir convirtiendo esta tierra, Cataluña,  en una finca particular, como lo hizo su máximo jefe durante 23 años, en el paraíso de los consorcios privados de la sanidad, y de la enseñanza, con todo lo que eso conlleva de negocio y de  empeoramiento de los servicios. 

Para  semejante tarea, lo primero que harán será  devorar la Sanidad Pública, una de las mejores del mundo, y la enseñanza, para que entre en desprestigio, y así justificar "por razones de efectividad económica–dirán–y de gestión". De esa forma  la salud quedará en manos privadas, ilusión máxima de la derecha, que le repatea en sus vísceras ideológicas de sentirse superiores al común de los mortales, que todos los ciudadanos puedan tener una protección sanitaria y una enseñanza en manos públicas, sin que genere negocio privado, máxima meta del liberalismo salvaje al que representan.  

Para esta labor devoradora, naturalmente, el depredador mayor cuenta con otros no menos agresivos e interesados lupinos, alguno de ellos expresamente colocado para la tarea infame por los futuros beneficiarios.  Hay todo un elenco dispuesto a ese sucio manejo de despojar al cidudano de sus derechos y además con las más inmorales de las justificaciones, porque, aseguran, mintiendo descaradamente, que "de ninguna manera la calidad de los servicios se verán afectados". Lo que los convierte no sólo en depredadores, sino en farsantes mentirosos que nos toman por tontos  a los que les pagamos su abultados y escandalosos sueldos y todos sus privilegios y prebendas, a las que no renuncian ni un momento.

En la manada devoradora, entre otros, están Andreu Mas-Collel, el que domina y controla nuestro dinero; Boi Ruiz, el hombre que suspira por privatizar la Sanidad, naturalmente "para mejorar su gestión, permitiendo que se haga negocio con la salud ciudadana; el tránsfuga Ferrán Mascarell, el nacionalista que estuvo agazapado en el PSC, junto a otros que siguen ahí y cuyas brillantes ideas le hicieron perder las elecciones clamorosamente; Irene Rigau, la encargada de devorar –privatizar– sectores de la enseñanza, también, ¡faltaría más!, "para mejorar su gestión".

Estos depredadores son infinitamente más peligrosos que todos los lobos de cuatro patas del mundo, aunque anduvieran sueltos sin control por toda Cataluña. Ya que sólo aspirarían a sobrevivir, y no atacarían a nadie por interese espurios ajenos. Así que, ¡MENOS LOBOS!

U. PLAZA

martes, 29 de marzo de 2011

LOS "COPAGOS" DE LOS SERVICIOS. INSISTE QUE ALGO QUEDA


EL cacique mayor del cantón de Murcia, ha sido esta vez el encargado de dar un paso más en lo que es el programa oculto de los partidos de la derecha, en cuestión de los gastos sociales;  lo ha lanzado al aire para que, pueda salir alguien de su tribu a desmentirlo de inmediato. Todo calculado. Es un táctica muy manida,  usada de globo sonda, para que automáticamente los analistas de la prensa, que en España son totalmente de derechas, y mucha de extrema derecha –no digamos la basura televisiva que con el TDT el estercolero llega hasta el infinito–, puedan afirmar una y otra vez, como la voz de su amo, que el sistema es insostenible y algo hay que hacer. Lo que  incluso cala entre gente honesta, que de tanto oírselo decir a estos interesados portavoces, acaban por repetirlo en todas partes como dogma de fe.

El señor de Murcia ha dicho que los ciudadanos tendremos que aportar con nuestro dinero al sostenimiento de la Sanidad Pública, la Enseñanza y seguramente hasta por mirar a las estrellas, que como les dejemos privatizarán para que sea sólo privilegio de unos pocos observar la Osa Mayor o las "Cabrillas" en el cielo en noches oscuras.

Porque eso de  que los ciudadanos  contribuyamos  con nuestro dinero para que funcionen los servicios públicos es exactamente lo que hacemos, como no puede ser de otra manera. Somos los ciudadanos los que lo pagamos todo, la Sanidad, la Enseñanza, la Justicia, la Policía, los bomberos y los de la recogida de basura. Todo absolutamente todo. Tanto es así que pagamos los sueldos de los que se creen que son ellos los que nos lo otorgan como una gracia del cacique de turno, como e señor de Murcia, entre tantos, hacia su agradecido súbdito que por ello les estará eternamente agradecido, depositando su voto, del que después hará el uso que le dé la gana. Pagamos  sus coches oficiales, que deciden ellos cuántos y de qué modelo, generalmente con gustos refinados;  pagamos sus "comidas  de trabajo" –que parece que cuando paga otro no se pueda trabajar si no es en una mesa bien provista–, cuando todo trabajador va a comer a su casa, si es que puede, o en su defecto va al bar más próximo, se come el menú, y lo abona de su bolsillo; Y tanto es así que los ciudadanos lo pagamos todo, que hasta cuando a alguno de los que  mandan se les pilla con las manos en la masa en negocios sucios, también pagamos sus golferías, sin que hasta el momento se haya establecido un sistema para que devuelvan lo robado. En última instancia, si la Justicia condena al trincón, lo acaba pagando el Estado, es decir, también todos nosotros. Y nadie de los que nos apremian a pagar  por lo que tenemos derecho, se apresura a enmendar esta aberrante laguna. ¿Por qué será?

Por lo tanto no es la vía que propone el señor de Murcia–como lo hacen otros en la misma tónica depredadora, y no es exclusivo de la derecha nominal, sino de la real aunque se llame de otra forma–lo que debe solucionar el problema del gasto social. La solución está en que paguen más los que más tienen, que como sabemos, en España es escandaloso, a parte del fraude fiscal, el mayor todavía de que las grandes fortunas sean los que menos contribuyan proporcionalmente al sostén de unos servicios mínimamente bien distribuidos. Y naturalmente, empezar a pensarse si ese disparate del reino de taifas, donde cada caciquillo decide por su cuenta, no es precisamente lo que encarece el presupuesto. Se podrían hacer listas completas de  cada una de las burocracias absolutamente innecesarias, como la inflación de "cargos de confianza", en lugar de bajarle el sueldo a los funcionarios, que en su inmensa mayoría cumplen con su trabajo, al tiempo que los de los políticos se mantienen, y se blindan, sin contar con el hecho de que los dos expresidentes  del gobierno sigan cobrando del Estado y de empresas privadas.

Hay mucho campo donde labrar antes de meterle la mano en los bolsillos a los más débiles, haciendo que paguen los servicios dos veces: el Senado, una Cámara que sólo sirve de "cementerio de elefantes", absolutamente inútil, pero muy cara; los 6.000 mil  millones de Euros que le pagamos a la Iglesia católica cada año, seamos o no de ese credo;  los 9. 000. millones que le damos a la monarquía, cuando el Jefe del Estado debiera ganar un sueldo suficiente para  la dignidad de su cargo, naturalmente una vez elegido en las urnas; los millones de euros que nos cuesta la conversión del presidente del gobierno  como ayudante del Shérif,  con su aventura bombardera y belicista en Afganistán, y ahora contra su otrora amigo, el dictador Gadafi, que hasta hace un mes no se habían dado cuenta de que en Libia había un tirano de su pueblo, al que ahora quieren liberar, a golpe de bombas, que naturalmente, sólo matan partidarios de Gadafi, nunca a ciudadanos civiles inocentes, ya que las bombas que caen sobre Trípoli, deben saber quien es cada cual para discriminar su objetivo.

Y muchas cosas más que todo ciudadano seguro que tiene en mente, de su taifa o ayuntamiento, como por ejemplo la cantidad de medios de "agitación y propaganda" de cada jefecillos, con sus carísimos canales de televisión, para explicarnos su última gracieta, ocurrencia,  o inauguración para recabar votos que los mantenga en la poltrona. Como diría el poeta: "Si la juventud quisiera, mis penas se  acabarían, y mis cadenas-"

U. Plaza


domingo, 27 de marzo de 2011

LA CLARIDAD DE E. BOTÍN




Algunas veces una frase vale por todo un tratado de teoría política.  Es lo que ha sido capaz de hacer Emilio Botín, el mayor banquero de España en la reunión de poderosos con el presidente del gobierno. Le ha dicho al que todavía es secretario general del partido socialista que deje para más tarde el asunto de su sucesión, y sobre todo que no adelante las elecciones, al tiempo que le echaba un capote al declarar que con  las reformas emprendidas la economía española está remontando. El mundo al revés. 

Si no Rodríguez Zapatero, por estar incapacitado para algo así, ya que como se sabe los conversos son los más fanáticos, y él lo es al liberalismo de forma escandalosa, sí alguien del partido socialista debiera hacerse aquella pregunta más o menos adaptada a la actualidad: ¿qué venimos haciendo mal para que nuestros enemigos nos elogien?  

Desde el punto de vista del dueño de la finca, la lógica no tiene otro camino: ¿para qué va a precipitarse a cambiar de capataz antes de la recogida total de la cosecha, con la de dudas que conlleva el aspirante al cargo, si con el actual, el  resultado del negocio ha sido inmejorable para su patrimonio? Sobre todo, como sin duda deben pensar los que  la reunión con el capataz, porque cuando el aspirante llegue, puede que los jornaleros se le reboten con mayor facilidad, ya que el actual  capataz pasa por ser uno de ellos y desactiva las protestas de los braceros; y sus organizaciones pasan por el aro, como vienen haciendo con más o menos puesta en escena, pero con un resultado excelente al aceptar los recortes impuestos por el señorito, en el precio de las peonadas. Sin duda a veces una frase es mucho más diáfana que un tratado. Y Botín la ha clavado.



viernes, 25 de marzo de 2011

RAJOY, A LO SUYO: ARAÑANDO VOTOS



Los jefes de las tribus políticas están tan acostumbrados a la incoherencia que ni siquiera se paran a analizar si lo que dicen, tiene sentido o no; dicen una cosa y la contraria al mismo tiempo y en la misma frase. Suponemos que deben pensar que los ciudadanos somos imbéciles, o poco menos; y vista que siguen ahí disfrutando de sus prebendas quizá estén en lo cierto ante la baja capacidad crítica a la que nos han llevado a los ciudadanos hasta dejar de serlo y pasar a considerarnos súbditos.

Resulta que ante situación económica, dicen que extrema, de Portugal, todo el mundo ha salido en procesión y al unísono  para asegurar que –a pesar de que hace nada decían que el país vecino era el último dique de contención–, que la economía de española no se parece en nada a la portuguesa. Se supone que es lo que conviene decir. 

Y como no podía ser de otra manera, el jefe de la derecha española por delegación, y con el permiso del valenciano Capms que lo lleva cogido del labio, también ha dicho la suya, asegurando que España está mucho mejor que Portugal, que aquí las cosas en nada se parecen a  lo que está sucediendo 
a nuestros vecinos. 

Hasta ahí, perfecto. Es lo que se le puede pedir a un político, que trate de serenar las cosas en lugar de sacar tajada. Pero como parece que lo lleven en los genes, no deja de aprovechar cualquier ocasión para hacer campaña electoral, caiga quien caiga,  y si es posible arañar un puñado de votos. Inmediatamente después de asegurar las bondades de la situación de España, se ve obligado por la propia dinámica de la gimnasia de su cerebro a decir, sin que dé cuenta de lo contradictorio, que el gobierno lo hace mal. Una cosa o la otra. El mismo gobierno que hace que las cosas no sean tan graves, no pude ser un desastre como afirma Rajoy. Por lo menos para los intereses de la derecha que defiende RaJoy. Porque en lugar de agradecerle al gobierno de Zapatero, ya en las antípodas de algo que tenga que ver con su nombre de socialista, su política, en definitiva la política que a él le gustaría hacer, si acaso  aún mucho más salvaje si cabe, y que sin duda la llevará a cabo si llega al gobierno, sigue con su piñón fijo en barrer en cualquier circunstancia, por miserable que parezca, en campaña electoral, sin importarle el tan cacareado patriotismo de la derecha. Lo malo de estos pugilatos de cara a la galería es que los pagamos todos, y a qué precio.

U. Plaza

miércoles, 23 de marzo de 2011

"QUIEN TE HA VISTO Y QUIEN TE VE"

Julio anguita sobre la intervencion en Libia

Nos podemos referir a Llamazares cuando ayer en el Congreso se lo dijo  a un  Zapatero eufórico porque iba a lograr sacar su proyecto colaboracionista y belicista con el apoyo de lo más carca y reaccionario de las fuerzas políticas españolas, principalmente el PP, que estaba encantado, como en tantas cosas en los últimos tiempos, de que el presidente hiciera la política que a ellos les gustaría hacer. Porque  también le cuadra perfectamente, porque ya se veía venir que Zapatero haría cualquier cosa por aparecer entre los grandes, aun como botijero, aunque para eso tuviera que cogerse de la levita del Zarkozi, quizá agradecido por que le ayudó a poner un taburete en un rincón del  G-7 para salir en la foto. Así que el belicimo oportunista y reaccionario como todo belicismo, de Zapatero estaba cantado que lo mostraría a la primera ocasión que tuviera de hacerse simpático a los amos del cotarro guerrero, como el cruzado más predispuesto. Ni tan siquiera ha tenido la mínima intuición política de ver lo que ha hecho Alemania que ha retirado los barcos y desentendido de lo que entiende puede ser una catástrofe, como también lo intuye Obama que huye de otra guerra, que ya serían tres.

Así que por esa parte nada nuevo en la ideología del presidente, y por lo que se ve de la mayoría del PSOE –al menos de sus jefes –, que le siguen sin decir una palabra en contra de todas las barbaridades del desnortado presidente, que remando viento en popa, de victoria en victoria hasta la derrota final, que es por la que trabajan sin escatimar denuedo. 

Pero también podemos referirnos  en esta ocasión a la claridad con que han dejado su posición los señoritos nacionalistas catalanes, y principalmente los iniciativos, que han votado SÍ a la guerra del presidente, junto con los dos partidos belicistas, el de la derecha rancia española, y  el PSOE, pero también–quizá por afinidad con los desvaríos identitarios nacionalistas– ERC y la derecha convergente de CiU, y con la  nacionalista vasca, el PNV, posiblemente la más reaccionaria de la UE, por sus delirios ancestrales. 

"Quién te ha visto y quién te ve".  Los nacionalistas de Herrera, de Saura, los ecopijos, han clarificado su verdadera ideología e interés, que no son otros que mantener el chiringuito para incautos. No es que eso extrañe a quienes  conocen el percal de los orígenes de ese sector de la burguesía nacionalista que en los últimos años del franquismo se fue apoderando de los órganos de dirección del PSUC, desfigurándolo  primero, hasta liquidarlo después; eso es sabido, pero se rompe en favor de la claridad de la supuesta ideología de izquierdas de un sector del nacionalismo, que como todo nacionalismo, es de derechas y reaccionario, adórnese como se adorne, en pro del oportunismo. La izquierda o es internacionalista o no es.

U.Plaza

lunes, 21 de marzo de 2011

LA LEGALIDAD DE LAS DECISIONES DE LA ONU


Los países, gobiernos e incluso personajes, que durante decenas de años han estado aceptando, apoyando, justificando dictaduras asesinas que reprimen a sus pueblos, porque les ha convenido para el negocio, sin que les haya preocupado los más mínimo la situación de millones de personas reprimidas. Se han reunido en petit comité,  como máximos representantes de la ONU, como Consejo de Seguridad. Porque así lo han decidido ellos mismos, arrogándose el derecho de veto  sin contar con la  inmensa mayoría de los miembros de la ONU. Y lo hacen   para decidir, si así les parece que defienden mejor sus intereses, los de sus respectivos países,  de forma arbitraria, no los de todo el mundo que dicen representar,  si algún   dictador díscolo y rebelde que ya no atiende todas las órdenes dadas por ellos, debe ser derrocado. 

Es decir, un grupo de personajes de los más poderosos del mundo, pueden decidir ellos sin contar con nadie, qué es legal y qué no lo es.  Y así, los medios de manipulación con sus mercenarios como portavoces, muchas veces sin siquiera darse cuenta de la servil labor desinformativa que hacen, constantemente están afirmando  que los bombardeos y la guerra emprendida es legal, porque así lo ha decidido el Consejo se Seguridad; es decir, los mismos, los interesados que sostienen las dictaduras si son amigas, por muy criminalmente que se comporten con sus pueblos, como lo han venido haciendo con Gadafi, que ahora quieren derrocar, y como lo siguen haciendo otras muchas que sí son de la suyas, las dictaduras "buenas", las obedientes. Gadafi no es ahora ni más ni menos dictadura que lo era hace unos días y desde hace decenios. Pero ya no es de las dictaduras de Occidente.

Es indudable que la ONU es un mastodonte ineficaz y antidemocrático que debiera cambiar las regla para que en lugar de obedecer a los intereses de las grandes potencias, fuera un organismo internacional  democrático al servicio de la paz. Que desapareciera ese anacronismo del derecho de veto, que sólo lo tienen unos cuantos, que pueden acordar quiénes merecen castigo y quien no;  los mismos que impiden  cumplir de verdad la función que debe el organismo, ya que basta que uno sólo de los grandes, considere que lo acordado no cuadra con sus deseos, para que vete cualquier resolución. Es lo que constantemente hace Estados Unidos  con su sucursal en Oriente Medio, al vetar  la  condena de los crímenes, masacres y bombardeos del Estado Terrorista de Israel, contra la población civil –las mismas razones que se esgrimen ahora contra Libia–, impidiendo que la justicia se cumpla. 

La ONU no fue capaz de impedir que Estados Unidos y sus serviles lacayos–Aznar entre ellos para nuestra vergüenza como españoles–, ni las masacres de Yugoslavia, ni tantos y tantos lugares. 

Que se diga que los bombardeos de Libia son "legales" porque lo han decidido un grupo de poderosos, en como mínimo asombroso, mientras no les importe, como ha sucedido hace pocas horas, que el régimen de Yemen haya masacrado una manifestación con decenas de muertos, y ni se les ha ocurrido la más mínima protesta, siquiera fuera para que se notara menos la hipocresía.

U. Plaza

domingo, 20 de marzo de 2011

LA APUESTA BELICISTA DE UN ZAPATERO DESAHUCIADO


Parece que tras los primeros bombardeos sobre Libia por parte de los sheriff o gendarmes del mundo, las cosas no están tan claras y felices tal como se las prometían los bombardeadores; incluido para nuestra vergüenza el ya claramente belicista y servidor de sus amos, Rodríguez Zapatero, ya en retirada por desahucio. Porque, que si bien todo apuntaba a que quedaría en la historia como un personaje vacío y mediocre por sus bandazos políticos si  sentido, ahora  ha sumado la de belicista voluntario y converso a la fe y a la servidumbre de los poderosos, para poder codearse con ellos, como jefe de una potencia y salir en la foto con los grandes, aunque sea para llevarles el botijo o repartir las vergüenzas. Está visto que todo es posible empeorarlo, hasta la ignominia, por muy allá que se  haya ido en tal empeño.

Parece ser que  lo que nos han ido afirmando de que todo una retahíla de naciones apoyaban los bombardeos, para ayudar a la población libia, camuflado con el eufemismo de "controlar el espacio aéreo", es falso. La liga Árabe, en declaraciones de sus secretarios general, Amor Musa, ha condenado los bombardeos, a pesar de que una de las bazas que decían tener más sólida y que propagaron era su apoyo. Pero es que además, tanto Rusia como China también han condenado los bombardeos, que según diversas informaciones están causando muchas víctimas civiles, algo previsible. Sin olvidar que dentro de los propios "Estados Mayores" de los protagonistas se oyen voces discrepantes. Todo esto está causando una profunda división entre los supuestos aliados, muchos de los cueles consideran una flagrantes intromisión en la soberanía de Libia. Curiosamente entre estos aliados "para ayudar a los ciudadanos libios", está el sanguinario dictador  marroquí, el torturador del pueblo saharaui y su propio pueblo, al que reprime sin contemplaciones. Una vez más, un canalla es menos canalla si es un servidor dócil al los intereses de los dueños del mundo.

Pudiera ser que el conflicto tuviera mayores consecuencias en el tiempo y se complicara como en Iraq y Afganistán–con todo lo que de implicación representa participar en una guerra– emponzoñando la situación en el Mediterráneo, que pudiéramos pagar muy caro todos los ciudadanos europeos, y ahora, también los españoles. 

Una vez más nuestros gobernantes, ahora Zapatero, como antes lo hizo Aznar, nos ponen el el punto de mira y en el ojo del huracán por sus delirios personales de querer estar con los amos. Porque en este fregao nos ha metido Zapatero sin contar con los ciudadanos, aunque ¡faltaría más! es en algo tan bárbaro como una guerra de intervención en lo único que se ha puesto de acuerdo el gobierno y sus sumisos diputados "socialistas" con  la derecha dura y belicista–a parte de lo ya sabido para mantener sus sueldos y demás privilegios–. 

Estamos en una crisis de la que los grandes bancos y otros especuladores, se enriquece sin límite; mientras cada día se engrosan más y más las listas del paro y hacen leyes recortando derechos a las clases populares; pero en lo único que son capaces deponerse de acuerdo los dos partidos mayoritarios, es en ponerse al sercivo de los bombardeos de Libia que deciden otros, por razones sobradamente conocidas, y que nada tienen que ver con lo humanitario.  Esperemos, para bien de todos, que termine pronto la aventura del "Equipo A" de los matones ricos del mundo. Pero mucho nos tememos que no será así. Porque zapatero pasará, pero los ciudadanos españoles tendremos que apechugar con sus errores, y pagarlos, como pagamos los delirios de Aznar.

U. Plaza