domingo, 27 de marzo de 2011

LA CLARIDAD DE E. BOTÍN




Algunas veces una frase vale por todo un tratado de teoría política.  Es lo que ha sido capaz de hacer Emilio Botín, el mayor banquero de España en la reunión de poderosos con el presidente del gobierno. Le ha dicho al que todavía es secretario general del partido socialista que deje para más tarde el asunto de su sucesión, y sobre todo que no adelante las elecciones, al tiempo que le echaba un capote al declarar que con  las reformas emprendidas la economía española está remontando. El mundo al revés. 

Si no Rodríguez Zapatero, por estar incapacitado para algo así, ya que como se sabe los conversos son los más fanáticos, y él lo es al liberalismo de forma escandalosa, sí alguien del partido socialista debiera hacerse aquella pregunta más o menos adaptada a la actualidad: ¿qué venimos haciendo mal para que nuestros enemigos nos elogien?  

Desde el punto de vista del dueño de la finca, la lógica no tiene otro camino: ¿para qué va a precipitarse a cambiar de capataz antes de la recogida total de la cosecha, con la de dudas que conlleva el aspirante al cargo, si con el actual, el  resultado del negocio ha sido inmejorable para su patrimonio? Sobre todo, como sin duda deben pensar los que  la reunión con el capataz, porque cuando el aspirante llegue, puede que los jornaleros se le reboten con mayor facilidad, ya que el actual  capataz pasa por ser uno de ellos y desactiva las protestas de los braceros; y sus organizaciones pasan por el aro, como vienen haciendo con más o menos puesta en escena, pero con un resultado excelente al aceptar los recortes impuestos por el señorito, en el precio de las peonadas. Sin duda a veces una frase es mucho más diáfana que un tratado. Y Botín la ha clavado.



viernes, 25 de marzo de 2011

RAJOY, A LO SUYO: ARAÑANDO VOTOS



Los jefes de las tribus políticas están tan acostumbrados a la incoherencia que ni siquiera se paran a analizar si lo que dicen, tiene sentido o no; dicen una cosa y la contraria al mismo tiempo y en la misma frase. Suponemos que deben pensar que los ciudadanos somos imbéciles, o poco menos; y vista que siguen ahí disfrutando de sus prebendas quizá estén en lo cierto ante la baja capacidad crítica a la que nos han llevado a los ciudadanos hasta dejar de serlo y pasar a considerarnos súbditos.

Resulta que ante situación económica, dicen que extrema, de Portugal, todo el mundo ha salido en procesión y al unísono  para asegurar que –a pesar de que hace nada decían que el país vecino era el último dique de contención–, que la economía de española no se parece en nada a la portuguesa. Se supone que es lo que conviene decir. 

Y como no podía ser de otra manera, el jefe de la derecha española por delegación, y con el permiso del valenciano Capms que lo lleva cogido del labio, también ha dicho la suya, asegurando que España está mucho mejor que Portugal, que aquí las cosas en nada se parecen a  lo que está sucediendo 
a nuestros vecinos. 

Hasta ahí, perfecto. Es lo que se le puede pedir a un político, que trate de serenar las cosas en lugar de sacar tajada. Pero como parece que lo lleven en los genes, no deja de aprovechar cualquier ocasión para hacer campaña electoral, caiga quien caiga,  y si es posible arañar un puñado de votos. Inmediatamente después de asegurar las bondades de la situación de España, se ve obligado por la propia dinámica de la gimnasia de su cerebro a decir, sin que dé cuenta de lo contradictorio, que el gobierno lo hace mal. Una cosa o la otra. El mismo gobierno que hace que las cosas no sean tan graves, no pude ser un desastre como afirma Rajoy. Por lo menos para los intereses de la derecha que defiende RaJoy. Porque en lugar de agradecerle al gobierno de Zapatero, ya en las antípodas de algo que tenga que ver con su nombre de socialista, su política, en definitiva la política que a él le gustaría hacer, si acaso  aún mucho más salvaje si cabe, y que sin duda la llevará a cabo si llega al gobierno, sigue con su piñón fijo en barrer en cualquier circunstancia, por miserable que parezca, en campaña electoral, sin importarle el tan cacareado patriotismo de la derecha. Lo malo de estos pugilatos de cara a la galería es que los pagamos todos, y a qué precio.

U. Plaza

miércoles, 23 de marzo de 2011

"QUIEN TE HA VISTO Y QUIEN TE VE"

Julio anguita sobre la intervencion en Libia

Nos podemos referir a Llamazares cuando ayer en el Congreso se lo dijo  a un  Zapatero eufórico porque iba a lograr sacar su proyecto colaboracionista y belicista con el apoyo de lo más carca y reaccionario de las fuerzas políticas españolas, principalmente el PP, que estaba encantado, como en tantas cosas en los últimos tiempos, de que el presidente hiciera la política que a ellos les gustaría hacer. Porque  también le cuadra perfectamente, porque ya se veía venir que Zapatero haría cualquier cosa por aparecer entre los grandes, aun como botijero, aunque para eso tuviera que cogerse de la levita del Zarkozi, quizá agradecido por que le ayudó a poner un taburete en un rincón del  G-7 para salir en la foto. Así que el belicimo oportunista y reaccionario como todo belicismo, de Zapatero estaba cantado que lo mostraría a la primera ocasión que tuviera de hacerse simpático a los amos del cotarro guerrero, como el cruzado más predispuesto. Ni tan siquiera ha tenido la mínima intuición política de ver lo que ha hecho Alemania que ha retirado los barcos y desentendido de lo que entiende puede ser una catástrofe, como también lo intuye Obama que huye de otra guerra, que ya serían tres.

Así que por esa parte nada nuevo en la ideología del presidente, y por lo que se ve de la mayoría del PSOE –al menos de sus jefes –, que le siguen sin decir una palabra en contra de todas las barbaridades del desnortado presidente, que remando viento en popa, de victoria en victoria hasta la derrota final, que es por la que trabajan sin escatimar denuedo. 

Pero también podemos referirnos  en esta ocasión a la claridad con que han dejado su posición los señoritos nacionalistas catalanes, y principalmente los iniciativos, que han votado SÍ a la guerra del presidente, junto con los dos partidos belicistas, el de la derecha rancia española, y  el PSOE, pero también–quizá por afinidad con los desvaríos identitarios nacionalistas– ERC y la derecha convergente de CiU, y con la  nacionalista vasca, el PNV, posiblemente la más reaccionaria de la UE, por sus delirios ancestrales. 

"Quién te ha visto y quién te ve".  Los nacionalistas de Herrera, de Saura, los ecopijos, han clarificado su verdadera ideología e interés, que no son otros que mantener el chiringuito para incautos. No es que eso extrañe a quienes  conocen el percal de los orígenes de ese sector de la burguesía nacionalista que en los últimos años del franquismo se fue apoderando de los órganos de dirección del PSUC, desfigurándolo  primero, hasta liquidarlo después; eso es sabido, pero se rompe en favor de la claridad de la supuesta ideología de izquierdas de un sector del nacionalismo, que como todo nacionalismo, es de derechas y reaccionario, adórnese como se adorne, en pro del oportunismo. La izquierda o es internacionalista o no es.

U.Plaza

lunes, 21 de marzo de 2011

LA LEGALIDAD DE LAS DECISIONES DE LA ONU


Los países, gobiernos e incluso personajes, que durante decenas de años han estado aceptando, apoyando, justificando dictaduras asesinas que reprimen a sus pueblos, porque les ha convenido para el negocio, sin que les haya preocupado los más mínimo la situación de millones de personas reprimidas. Se han reunido en petit comité,  como máximos representantes de la ONU, como Consejo de Seguridad. Porque así lo han decidido ellos mismos, arrogándose el derecho de veto  sin contar con la  inmensa mayoría de los miembros de la ONU. Y lo hacen   para decidir, si así les parece que defienden mejor sus intereses, los de sus respectivos países,  de forma arbitraria, no los de todo el mundo que dicen representar,  si algún   dictador díscolo y rebelde que ya no atiende todas las órdenes dadas por ellos, debe ser derrocado. 

Es decir, un grupo de personajes de los más poderosos del mundo, pueden decidir ellos sin contar con nadie, qué es legal y qué no lo es.  Y así, los medios de manipulación con sus mercenarios como portavoces, muchas veces sin siquiera darse cuenta de la servil labor desinformativa que hacen, constantemente están afirmando  que los bombardeos y la guerra emprendida es legal, porque así lo ha decidido el Consejo se Seguridad; es decir, los mismos, los interesados que sostienen las dictaduras si son amigas, por muy criminalmente que se comporten con sus pueblos, como lo han venido haciendo con Gadafi, que ahora quieren derrocar, y como lo siguen haciendo otras muchas que sí son de la suyas, las dictaduras "buenas", las obedientes. Gadafi no es ahora ni más ni menos dictadura que lo era hace unos días y desde hace decenios. Pero ya no es de las dictaduras de Occidente.

Es indudable que la ONU es un mastodonte ineficaz y antidemocrático que debiera cambiar las regla para que en lugar de obedecer a los intereses de las grandes potencias, fuera un organismo internacional  democrático al servicio de la paz. Que desapareciera ese anacronismo del derecho de veto, que sólo lo tienen unos cuantos, que pueden acordar quiénes merecen castigo y quien no;  los mismos que impiden  cumplir de verdad la función que debe el organismo, ya que basta que uno sólo de los grandes, considere que lo acordado no cuadra con sus deseos, para que vete cualquier resolución. Es lo que constantemente hace Estados Unidos  con su sucursal en Oriente Medio, al vetar  la  condena de los crímenes, masacres y bombardeos del Estado Terrorista de Israel, contra la población civil –las mismas razones que se esgrimen ahora contra Libia–, impidiendo que la justicia se cumpla. 

La ONU no fue capaz de impedir que Estados Unidos y sus serviles lacayos–Aznar entre ellos para nuestra vergüenza como españoles–, ni las masacres de Yugoslavia, ni tantos y tantos lugares. 

Que se diga que los bombardeos de Libia son "legales" porque lo han decidido un grupo de poderosos, en como mínimo asombroso, mientras no les importe, como ha sucedido hace pocas horas, que el régimen de Yemen haya masacrado una manifestación con decenas de muertos, y ni se les ha ocurrido la más mínima protesta, siquiera fuera para que se notara menos la hipocresía.

U. Plaza

domingo, 20 de marzo de 2011

LA APUESTA BELICISTA DE UN ZAPATERO DESAHUCIADO


Parece que tras los primeros bombardeos sobre Libia por parte de los sheriff o gendarmes del mundo, las cosas no están tan claras y felices tal como se las prometían los bombardeadores; incluido para nuestra vergüenza el ya claramente belicista y servidor de sus amos, Rodríguez Zapatero, ya en retirada por desahucio. Porque, que si bien todo apuntaba a que quedaría en la historia como un personaje vacío y mediocre por sus bandazos políticos si  sentido, ahora  ha sumado la de belicista voluntario y converso a la fe y a la servidumbre de los poderosos, para poder codearse con ellos, como jefe de una potencia y salir en la foto con los grandes, aunque sea para llevarles el botijo o repartir las vergüenzas. Está visto que todo es posible empeorarlo, hasta la ignominia, por muy allá que se  haya ido en tal empeño.

Parece ser que  lo que nos han ido afirmando de que todo una retahíla de naciones apoyaban los bombardeos, para ayudar a la población libia, camuflado con el eufemismo de "controlar el espacio aéreo", es falso. La liga Árabe, en declaraciones de sus secretarios general, Amor Musa, ha condenado los bombardeos, a pesar de que una de las bazas que decían tener más sólida y que propagaron era su apoyo. Pero es que además, tanto Rusia como China también han condenado los bombardeos, que según diversas informaciones están causando muchas víctimas civiles, algo previsible. Sin olvidar que dentro de los propios "Estados Mayores" de los protagonistas se oyen voces discrepantes. Todo esto está causando una profunda división entre los supuestos aliados, muchos de los cueles consideran una flagrantes intromisión en la soberanía de Libia. Curiosamente entre estos aliados "para ayudar a los ciudadanos libios", está el sanguinario dictador  marroquí, el torturador del pueblo saharaui y su propio pueblo, al que reprime sin contemplaciones. Una vez más, un canalla es menos canalla si es un servidor dócil al los intereses de los dueños del mundo.

Pudiera ser que el conflicto tuviera mayores consecuencias en el tiempo y se complicara como en Iraq y Afganistán–con todo lo que de implicación representa participar en una guerra– emponzoñando la situación en el Mediterráneo, que pudiéramos pagar muy caro todos los ciudadanos europeos, y ahora, también los españoles. 

Una vez más nuestros gobernantes, ahora Zapatero, como antes lo hizo Aznar, nos ponen el el punto de mira y en el ojo del huracán por sus delirios personales de querer estar con los amos. Porque en este fregao nos ha metido Zapatero sin contar con los ciudadanos, aunque ¡faltaría más! es en algo tan bárbaro como una guerra de intervención en lo único que se ha puesto de acuerdo el gobierno y sus sumisos diputados "socialistas" con  la derecha dura y belicista–a parte de lo ya sabido para mantener sus sueldos y demás privilegios–. 

Estamos en una crisis de la que los grandes bancos y otros especuladores, se enriquece sin límite; mientras cada día se engrosan más y más las listas del paro y hacen leyes recortando derechos a las clases populares; pero en lo único que son capaces deponerse de acuerdo los dos partidos mayoritarios, es en ponerse al sercivo de los bombardeos de Libia que deciden otros, por razones sobradamente conocidas, y que nada tienen que ver con lo humanitario.  Esperemos, para bien de todos, que termine pronto la aventura del "Equipo A" de los matones ricos del mundo. Pero mucho nos tememos que no será así. Porque zapatero pasará, pero los ciudadanos españoles tendremos que apechugar con sus errores, y pagarlos, como pagamos los delirios de Aznar.

U. Plaza 


sábado, 19 de marzo de 2011

LA BONDAD DE LOS "SALVADORES" DE LIBIA, NO ES DESINTERESADA



Si la decisión de los amos del mundo con respecto a la Libia y la dictadura de Gadafi fuera la norma, seguramente la ONU y otros organismos internacionales servirían para algo más que para incrementar los poderes de los de siempre; podría hasta pensarse que de verdad el derecho Internacional es respetado, y en su defecto, restituido, como quieren hacer ver con lo de Libia. 

Nadie en su sano juicio puede tomarse en serio que el despliegue militar y propagandístico   de la OTAN o sus derivados contra la, hasta hace tres cuartos de hora, uno de sus dictadores favoritos, está guiado para  proteger a  la población civil. Hace demasiados lustros que el sátrapa libio oprime a su pueblo sin  que cayeran en la cuenta; como lo han hecho otros dictadores, y como lo siguen haciendo, masacrando a sus pueblos. 

Por lo tanto, si no hubiera petróleo, y o, este no estuviera en peligro, el ataque súbito de humanismo que les ha entrado a los gobernantes occidentales, con el apoyo de los impresentables gobernantes de la Liga Árabe que ahora se desdicen a toro pasado–como mínimo tan dictadores y canallas como Gadafi–, no se habría producido ningún ataque; como sigue si  producirse en aquellos lugares donde sus dictadores sí pueden garantizarle, al precio que convenga, la estabilidad y los negocios. Ninguna acción  "a favor de la pobación civil, como dicen ahora,  les ha importado nunca.

Como sigue sin importarles los bombardeos contra  la población civil palestina, que arrastra la criminal actitud terrorista del Estado de Israel desde hace más de 60 años. Ninguna resolución de la ONU es respetada, y mucho menos se pone en marcha una acción militar para restablecer el orden y la legalidad Internacional. Todo lo contrario, el Estado opresor  israelí–que no el pueblo israelí–de los palestinos es apoyado por Estados Unidos y con más o menos disimulo, con más o menos hipocresía, por todos los gobiernos occidentales, el español incluido.

Tampoco se pone en marcha una resolución de la ONU para acabar con el expolio de Guinea por parte de un dictador que mantiene a su pueblo en la más absoluta miseria, teniendo como tiene inmensas riquezas petroleras, que podrían elevarle el nivel de vida, si no se quedaran éstas en manos de del sátrapa guineano y sus allegados.

Como tampoco se hace nada para devolverle la libertad al pueblo saharaui, después de 35 años de la traición de los gobernantes franquistas, y que la democracia no ha reparado como debiera, sino todo lo contrario; ni se envía una fuerza aérea contra la banda del dictador marroquí cuando masacra a los ciudadanos del Sahara y a su propio pueblo. Todo lo contrario: para nuestra vergüenza, el gobierno español, rindió pleitesía al autor material de la masacre, el Ministro de Represión del dictador de Rabat. 

Por tanto, todo el despliegue militar contra Gadafi, nada tiene que ver, ni con la seguridad de los ciudadanos civiles libios, ni con que en Libia se esté cometiendo una matanza. Matanzas se han venido perpetrando por los dictadores amigos, sin que se les moviera un pelo ni se alteraran las conciencias a los que han puesto en marcha toda la operación militar en Libia. 

La participación de España, por decisión de los partidos de la derecha–incluido el PSOE, cuyo significado de sus cuatro siglas ha ido perdiéndolo su significado hasta quedar totalmente desfigurado–no es más que una actitud lacayuna al servicio de los que de verdad mandan: Estados Unidos, Francia y Alemania. Zapatero, de forma sonrojante para los españoles informados, ha dado un paso adelante para hacerse perdonar su honesta actitud en la guerra de Iraq, que pronto, el ejercicio del gobierno, que no el poder,  le ha hecho olvidar.

Es posible que no tardemos mucho tiempo en ver el personaje de repuesto que ya tendrán preparado para suceder al descerebrado Gadafi–posiblemente intenten restaurar la monarquía, u otro oscuro personaje–que sea dócil a los intereses de de Occidente, y que ya no sea molesto y estrambótico como el personaje derrotado con un desproporcionado derroche bélico. 

No hay que olvidar que muchos de los que se han unido a los que en un principio se alzaron en la protesta, al eco de lo  de Túnez y Egipto, son colaboradores de Gadafi, que lo han estado apoyando durante más de 40 años. Y que cabe la lógica de que sea el oportunismo y el intentar salvarse ante el empuje revolucionario, y encontrar cobijo a la sombra de ese movimiento. 

Así que, ni inclinaciones humanitarias de los gobernantes que ahora van de salvadores e instauradores de la democracia, ni mucho menos creer que los que tomarán el mando –otra cosa es el pueblo, que nos tememos serán burlados si no están al tanto tras la liquidación del dictador, exigiendo democracia–, son  demócratas. Si cuando todo se haya pacificado, los ciudadanos no mantienen el pulso contra los oportunistas que resurgirán como hongos, negando haber sido parte de la dictadura de Gadafi, entonces todo el sacrificio de la revolución habrá sido para cambiar de dictador, no hacia la democracia. El amo tendrá otro nombre, pero será el amo, y a su vez, criado de intereses ajenos.

U.Plaza







viernes, 18 de marzo de 2011

EL GRAN TSUNAMI






El terrible terremoto y el tsunami  que ha asolado Japón, y que ha ocasionado el todavía incontable número de víctimas, tendrá consecuencias mucho más profundas que el resultado de la tragedia en sí misma. Es de un calado mundial del que no se podrá escapar, aunque los poderosos beneficiarios y sus servidores lo intentarán, y de qué manera. 

El gran Tsunami puede ser el que está por llegar,  que nos abocará a ver la realidad, que nada tiene que ver con los desastres naturales de los movimientos sísmicos, sino con la forma de organizar la sociedad. De entrada, en un instante, lo ocurrido en Japón ha puesto patas arriba todo el sistema energético con que tan felices se sentían los grandes especuladores del sistema productivo, anárquico y sin razón, del capitalismo, basado fundamentalmente en el incremento de las ganancias al precio que sea, produciendo, creando necesidades artificiosas  y haciendo consumir de forma desaforada, como única vía para que no se caiga: es como una bicicleta, que si deja de pedalear, se para. Esa es la razón de ser de un capitalismo que si en su origen fue revolucionario, hoy es una rémora para la propia pervivencia de la Humanidad, abocada a la barbarie si no se pone remedio.

Con los medios de manipulación en sus manos y gastándose ingentes cantidades de dinero tratando de convencernos a los ciudadanos, rehenes de sus negocios, de las bondades de la  energía nuclear, presentándola como las  más barata–falso–, además de la más segura y limpia, más falso todavía porque no sabemos que hacer con los residuos, que según dicen los expertos, duran miles de años. 

En pocas horas, los ciudadanos, incluso los más desinformados, y aquellos que pudieran estar de acuerdo por pasividad acrítica o razones prácticas con las centrales nucleares, se han caído del caballo, y empiezan a comprender que en definitiva esa energía es incontrolable y  lo muy  peligroso que puede llegar a ser semejante monstruo, Leviatán moderno, si se desboca, como ha sucedido ya en varias ocasiones, como sabemos. 

Los políticos, muy acorde con la defensa de los intereses de las grandes compañías atómicas, intentan poner sordina a la alarma justificando de mucha formas sus servidumbres, asegurando que "el debate sobre las centrales nucleares no se puede llevar a cabo en caliente". Sin duda lo que intentan, muy en su papel de mayordomos de los que de verdad mandan, es que se enfríe la ola de preocupación, y después ya verán ellos la forma de "reconducir" la cuestión y volver a lo suyo. Basta oír estos días en los medios, toda una legión de "opinadores",  atentos  a la voz de su amo, tan serviciales, que diferencian lo de Japón de lo español, donde afirman, que es imposible que algo así suceda. Pero resulta que eso nadie lo puede asegurar tratándose de energías tan peligrosas. 

El verdadero,  Gran Tsunami, ya no será el de nucleares sí, nucleares no, que también; sino el propio sistema productivo irracional que ya está agotado. Ese producir más y más cada día sin control, irracional, sea necesario el producto en cuestión o no, se debe a que responde a los intereses privados de unas minorías de poderosos, y no al interés público. 

Por lo tanto lo que debe entrar en discusión es si esta locura de consumo energético tiene algún sentido y si al final, como estamos viendo, conduce a alguna parte en la mejora de las condiciones de vida la la Humanidad. Es evidente que no. Que las clases populares cada día están retrocediendo en derechos, mientras las grandes fortunas se incrementan de forma escandalosa precisamente cuando peor lo pasa la mayoría. Los recortes sociales están a la orden del día en lugar de incrementarlos.
De La Vanguardia

Cuando los políticos nos dicen que hay que ahorrar energía, en realidad están reconociendo que el sistema productivo capitalista está agotado, ya que es precisamente el camino contrario el que  justifica su existencia. Si de verdad se racionalizara la producción en favor de la sociedad, se produjera los bienes que realmente se necesitan, se mejorarían de forma definitiva y no a medias los transportes públicos y se aconsejaría a los ciudadanos que no compráramos coches y otros productos por ser mayoritariamente innecesarios para nuestro quehacer. Pero eso no lo dirán porque va contra el sistema que dejaría de funcionar. Sí, nos dicen que no  utilicemos el coche privado para ir a tal o cual lugar, pero nos machacan continuamente para convencernos de las bondades del sinfín de modelos de automóviles.  

El gran reto tras las evidencias del desastre de Japón, será no caer en los cantos de sirena de los beneficiados directos de la energía nuclear, por el sistema productivo, y obligarles a que se cambie paulatinamente cerrando las centrales, como en realidad se comprometieron, por lo que nos hacen pagar un canon en el recibo, pero que sin embargo, no sólo siguen   abiertas, sino que el gobierno, contra sus propias promesas, pretende alargarle la vida. Seguramente sonará como utópico, pero sólo fraguando utopías, se logra que dejen de serlo algún día. 

U. Plaza