domingo, 11 de octubre de 2015

EL PATINAZO DE PODEMOS EN CATALUÑA


La responsable en Cataluña de Podemos "cantaba" en esta nueva formación, si nos atenemos a sus primigenias declaraciones de intenciones. Ella lo que trataba, y en gran parte lo logró, era anular  las reivindicaciones sociales en solitario para que fueran sus delirios reaccionarios  independentistas los que cuajaran. Quedó meridianamente claro en el mitin de la Ronda del Guinardó, en la primera visita de Pablo Iglesias a Barcelona como líder de Podemos, en el que acaparó con sus mensajes nacionalistas la mayor parte del tiempo. Ella con sus aliados, impuso esa cosa imposible y ridícula de "Podem", que tanto gustaba a los talibanes de la derecha, y que ha confundido al electorado popular; a pesar de que en los actos electorales –en el propio acto mencionado– y en todas partes, la gente gritaba "sí se puede". Lo que seguramente rechinaba en las mentes de los nacionalistas introducidos en Podemos, con Ubasart a la cabeza.

Pero los que auparon a Ubasart y sus colegas independentistas en Podemos -seguramente Pablo Iglesias– no se enteraban de nada. O su gaseosa y etérea ideología no le dio importancia, pensando quizás, que sumaban adhesiones. O creyeron que la Cataluña de Ubasart, que es la de Mas y la del ultra Junqueras, era la verdadera Cataluña. Olvidándose de la principal, la laboriosa, la que podría votar por un cambio, y no por los que  llevaban haciendo lo mismo que ellos copiaban: los otros partidos que se decían de izquierda, desde hace más de 30 años, cuando entraron en el fangal del pujolismo. 

Y en el Podemos catalán dejaron de lado a miles de ciudadanos que se habían unido a Podemos. Y quedaron al margen porque no comulgaban con las ruedas de molino de los nacionalistas, siendo muchos más que los  que comandaba Ubasart. Naturalmente con el beneplácito de Iglesias y Errejón, o así lo parece, vista la decisión final de ir acompañados de unos desprestigiados "iniciativos", que, por usar su mismo lenguaje, eran parte de la Casta.

 Como les ha salido mal, o quizás no, porque  ¿era ése el objetivo, que fracasara?, parece que la responsable del desaguisado, vuelve a casa, la casa común de la derecha nacionalista –el nacionalismo siempre es de derechas por más que se arropen con un lenguaje "popular"–, y en este contexto histórico es puro neofascismo, que margina a la mayoría de las clases laboriosas, que no cuentan para nada. Pues todos los medios, pagándolos ellas, están en manos de sus enemigos de clase. 


El chaparrón que ha llevado Pablo Iglesias en Cataluña podría servir para corregir el tiro; presentarse como lo que en principio decía ser y defender. Olvidándose de las ambigüedades con la derecha, con los nacionalistas, aunque, digámoslo una vez más, alguna se disfrace de "progre"; los mismos que vienen apuntalando a la derecha desde que Pujol se hizo con la finca llamada Cataluña. Motivos  por los que nunca ganaron unas elecciones autonómicas. Porque "sus" votantes nunca los consideraron de los suyos. 

Pero mucho nos tememos que harán exactamente lo contrario: abundar en el error. Y ahora,  hasta los nacionalistas de ICV, y los de EUiA de comparsas, se harán los ofendidos, recurriendo a que en las pasadas eleciones ellos, en solitario, tuvieron 13 diputados y Podemos no les ha aportado nada. Cuando es precisamente lo contrario: ha sido la contaminación de nacionalismo de Podemos lo que ha emponzoñado la candidatura. Y para los ciudadanos de los barrios obreros, ante la inexistencia de partidos de izquierdas en Cataluña, Podemos pudo haber sido una respuesta. Pero ya se sabe, "eso de no ser ni de izquierdas ni de derechas", la indefinición, lleva a la ilusión y al fracaso. 

Porque durante décadas, tanto PSC como ICV-EUiA les pedían el voto a los trabajadores, al tiempo que aplicaban las mismas políticas discriminatorias lingüísticas, que los reaccionarios de CiU y de ERC, y se lo vendían como democráticas y de izquierdas. Y esos trabajadores se quedaban en casa, no votaban. 

Por eso cuando ha llegado un partido como Ciudadanos, que aunque sea de derechas, pero no tiene aparentemente la mochila franquista como el PP, muchos barrios obreros, les han votado. Porque el mensaje era nítido;  y se sintieron defendidos, lo que nunca habían hecho los supuestos partidos de izquierdas.  Mensaje que muchos captaron. 

Y Podemos, como la otrora izquierda, también se había travestido en nacionalista, hasta con el nombre, ridículo y parecido al de la candidatura de la derecha; además de figurar en dicha candidatura los "iniciativos" con apariencia de camuflados para salvar los muebles de la debacle a la que estaban abocados. La gente que nunca votaba en las elecciones regionales, decidió que aquel Podemos no era el suyo, y que sin serlo, Ciudadanos sí los defendía. Y ahí estamos. 

Pero reitero, dudo que hayan aprendido la lección. Y Pablo Iglesias seguirá con el mensaje tan manido de los ultras, del "derecho a decidir de los catalanes". Cuando los que así se expresan son los catalanes que siempre han decidido de verdad, la derecha, la burguesía. Los que deciden ahora como nacionalistas e independentistas y antes lo hicieron como franquistas.  No son los de las clases populares. Los que pueden hacer que algo cambie, los que estaban llamados a votar a Podemos, no cuentan para nada, ellos no deciden, deciden otros por ellos. 

Aunque eso sí, paguen las facturas de las ayudas a los medios para que hagan propaganda de los nacionalistas. Ahí está TV3%, pública, pero también la mayor parte de los privados.

Los mensajes que Iglesias y "Catalunya sí que es Pot" llevaban a los barrios obreros sobre los derechos sociales, eran correctos. Pero es que esos mensajes también los llevaban los que nunca les hicieron caso. Y la gente sólo vio una diferencia: Ciudadanos les hablaba de lo que todos silenciaban, sus derechos, también lingüísticos. Y ahí se estrelló Pablo Iglesias.  Y no se vislumbra un cambio de orientación.  

Lo lógico sería que Podemos se pusiera como tarea principal recuperar el voto de los barrios obreros copado por Ciudadanos por su miopía política que los ciega.  Y que reflexionaran sobre la aberración que representaba  que en plena campaña electoral, el candidato de Catalunya si que es Pot, hablara de coaliciones con los ultras de ERC. Lo que dice mucho de la idoneidad del mismo. Salvando, por supuesto su honestidad como persona, que no pongo en duda. 

Ubaldo Plaza

http://lachispa3.blogspot.com.es/2015/06/que-es-podemos-en-cataluna.html

jueves, 10 de septiembre de 2015

LOS JARRONES CHINOS


Felipe González estos días viene sacando la patita saliendo del lugar del “jarrón chino” al que, según él, se le tiene asignado a los expresidentes. Aunque eso no es tan cierto, ya que lleva tiempo trabajando en la Gran Coalición de los dos principales partidos del régimen, para lograr que la izquierda no consiga sus objetivos de sanear la vida pública.

Ahora sale con un artículo y una entrevista, con truculentas afirmaciones y negaciones, dejando a su maltrecho partido al pie de los caballos, viéndose obligado a desmentir lo afirmado, lo que dice mucho del sentido de Estado del que fuera presidente del gobierno, que se dijo socialista.

Sale desbocado ante la deriva salvaje y aventurera de la burguesía catalana, en su apuesta por la independencia; sin embargo en ningún momento hace autocrítica sobre la situación en Cataluña de sus responsabilidades. Porque de aquellos polvos son estos lodos.

Recordemos, que cuando le fueron cedidas las transferencias de Enseñanza a la Generalitat de Pujol, González, presidente del gobierno –como después haría el otro presidente del otro partido del régimen, Aznar–, no hizo nada para que se garantizara  la misma enseñanza en ambos idiomas, catalán y castellano; y que miles de maestros y profesores de Enseñanza Media tuvieron que irse de su tierra a otras zonas de España, porque no tenían el nivel de catalán, exigido por los que ahora, tras más de 30 años adoctrinando a nuestros hijos, se siente en condiciones de imponer sus criterios reaccionarios, en contra de más de la mitad de la población –previa manipulación mediática, sin precedentes en democracia– que para los gobernantes de la derecha corrupta  catalana, no cuentan.

Y aquello lo hicieron ambos presidentes de los gobiernos de España, no por sentido de Estado, sino por todo lo contrario: garantizar los apoyos de Pujol a sus gobiernos, que no a la gobernabilidad de España, como tantas veces se ha dicho, elevando a la categoría de "hombre de Estado" al que resultó ser un estafador. Lo que demuestra que tanto a González como a Aznar, que tanto se llenan la boca de España ahora, les importaba más su presente que el futuro de los españoles, catalanes incluidos, y su convivencia, hoy maltrecha. Porque en lugar de ceder al continuo chantaje nacionalista de Pujol, debían haberse puesto a cambiar la ley electoral, para que los nacionalistas tuvieran el peso en las Cortes que les otorgaran los ciudadanos, no más. Y para que con un 3 ó 4 % de lo votos, no marcaran la agenda de los gobiernos de España. 

Porque, como nos ha recordado el entonces fiscal de Cataluña, Jiménez Villarejo, se le impidió que llevara a cabo sus gestiones para el caso Banca Catalana, quedando la familia Pujol protegida. 

Y si a eso sumamos que después llegó el inefable Rodríguez Zapatero con aquellos de “Pascual, aprobaré en el parlamento español lo que decidáis en el parlament”, la hoja de ruta de la burguesía nacionalista –de los que se llamaban socialistas y los que se decían convergentes– estaba marcada.

Por eso sorprende ahora, que unos y otros salgan a la palestra para admonizar sobre el futuro de Cataluña, cuando han sido ellos los que han hecho posible este desbarajuste y echada al monte de la burguesía política  corrupta catalana; desbarajuste que parece que sólo ellos, los responsables, no lo vieron. Y ahora se rasgan las vestiduras. 

El PSC, sus dirigentes, que pedía el voto a las clases populares, después actuaba en las cuestiones nacionalistas, exactamente igual que sus colegas de CDC, porque en el fondo eran de la misma clase: la burguesía. Y González en ningún momento se planteó los motivos de la anomalía de que nunca ganaran las elecciones regionales en Cataluña, ganando con diferencia las nacionales. 

Así que la salida del rincón de jarrón chino es extemporáneo, si no va acompañado de una autocrítica, tanto del propio expresidente como de su partido que siempre miró para otro lado, ante los desmanes del gobierno de la Generalitat como de su propio partido en Cataluña, que como se ha visto, muchos de sus dirigentes han acabado por abrazar la aventura de la burguesía, el independentismo. Una burguesía, recordémoslo una vez más, que apoyó el golpe de Franco y su dictadura, porque le reportaba pingües beneficios, su único espacio "patrio".

Ubaldo Plaza


jueves, 27 de agosto de 2015

EL COGOTE DE RATO




El cogote de Rato, el que vimos “violado” por un funcionario, no es un cogote cualquiera. Es un cogote  “ilustre”;  como quien dice el representante de todos los cogotes ilustres de los que durante siglos han acogotado a los españoles. 


Por eso el gobierno de los ”acogoteadores”, financieros y especuladores al servicio de la Troika (a los que tienen la osadía de llamar empresarios, degradando a aquellos que de verdad se dedican a sus tareas industriales, y no a corromper corrompibles del poder político a su servicio) se ha apresurado a hacer leyes que impidan que semejantes situaciones tengan lugar. 

Recordemos la de veces que los plumillas del pesebre han criticado “la pena de telediario”, cuando algunos de los "ilustres" cogotes eran llevados esposados ante el juez; igual que todo detenido, pero es que los ilustres son otra cosa. Por ejemplo cuando presenciamos cómo la guardia civil llevaba a aquellos dos excosellers, íntimos de Pujol, ilustres y "patriotes" donde los haya, que todo el cotarro pesebrista se alarmó por aquella "afrenta".

Porque no debemos olvidar que esos “protocolos” de los funcionarios policiales se vienen aplicando a todos los cogotes acogotados, no ilustres, entiéndase, sin que los que ahora les molesta la “violación” del ilustre cogote de Rato se plantearan que aquello pudiera tener nada de humillante. 

Y para evitar semejantes situaciones había que sacarse de la manga leyes antidemocráticas como la ley mordaza, para limitar la crítica. Y, sobre todo, impedir que se repita la mano del funcionario sobre ilustres cogotes. 

Pero ahora no se trata de salvar el cogote de Rato , amortizado, y que en todo caso será salvado más adelante, si es que acaba siendo condenado, que está por ver, con un indulto. 

No. Ahora de lo que se trata es de evitar que el desfile de cogotes ilustres que se espera puedan ser igualados a los cogotes de la plebe. Por eso, no por otra razón, el gobierno, siempre atento a los intereses de sus inspiradores programáticos de los recortes sociales, se mete en harina legislativa, porque ya son “cienes” los cogotes previstos a desfilar ante las cámaras. Y había que quitarle al funcionario policial la posibilidad de actuar como se venía haciendo. Porque no se olvide, en una sociedad como la que padecemos, no estaba previsto que los cogotes ilustres pudieran desfilar como los de los mortales, sus víctimas. Pero, a pesar de todo, hay jueces que sí creen en la igualdad ante la ley –imposible en una sociedad tan desigual–, e intentan con gran esfuerzo que se  aproxime a la realidad, tratando por igual al cogote de la desgraciada víctima del sistema, que al del “acogoteador”. 

Ubaldo Plaza





sábado, 18 de julio de 2015

FUERON A POR GRECIA, PERO COMO YO NO ERA GRIEGO...DESPUÉS FUERON A POR NOSOTROS...PERO YA ERA TARDE


En aquellos tiempos, para cuando el terror se extendió por toda Europa, previamente habían conseguido la colaboración de los diversos gobiernos a su servicio, ya  todo fue calculadamente  acelerado. 

Primero fueron a por Grecia, el eslabón que consideraron más débil. La ocuparon, la descuartizaron y la esclavizaron; la convirtieron en tierra conquistada para el recreo de unos cuantos. Nosotros no dijimos nada porque nos pareció bien; ya el gobierno invasor, el que considerábamos nuestro, nos había enseñado que los griegos eran unos derrochadores y unos vagos que habían vivido de nuestro dinero y merecían que se les hiciera lo que les estábamos haciendo, como correctivo. 

Nadie nos explicó que en otra época habían sido los griegos los que nos perdonaron la deuda a nosotros, a pesar de que habíamos sido los responsables del desastre ocasionado a Europa, con millones de muertos. 

También a nosotros nos habían bajado el salario con el apoyo de los que decían ser nuestros defensores, los socialdemócratas, junto a los conservadores sin diferencia. Y dijeron que era para poder solucionar el déficit griego, con lo que nuestra indignación se dirigió hacia los griegos, no hacia los que nos habían bajado el sueldo.

Así que aceptamos de buen grado lo que se le estaba haciendo a Grecia, “para consolidar la Unión Europea”, apretándole, aún más, las tuercas a "esa pandilla de irresponsables griegos que querían que nosotros los mantuviéramos". Algo nos pareció raro, lo que nos recordaba otros tiempos, pero cómo nosotros no éramos  griegos, no nos preocupamos. 


Después fueron a por Portugal. La ocuparon, la descuartizaron y la esclavizaron; la convirtieron en tierra conquistada para el recreo de unos cuantos. Nosotros no dijimos nada porque nos pareció bien; ya el gobierno invasor, el que considerábamos nuestro, nos había enseñado que los portugueses, como los griegos eran unos derrochadores y unos vagos que habían vivido de nuestro dinero y merecían que se les hiciera lo que les estábamos haciendo, como correctivo. 

Nadie nos explicó que en otra época habían sido los portugueses, como los griegos, los que nos perdonaron la deuda a nosotros, a pesar de que habíamos sido los responsables del desastre ocasionado a Europa, con millones de muertos.  

También a nosotros nos habían bajado el salario, con el apoyo de los que decían ser nuestros defensores, los socialdemócratas, junto a los conservadores sin diferencia;  y dijeron que era para poder solucionar el déficit portugués y griego. Con lo que nuestra indignación se dirigió hacia los portugueses y hacia los griegos, no hacia los que nos habían bajado el sueldo.

Así que aceptamos de buen grado lo que se le estaba haciendo a Portugal y a Grecia, “para consolidar la Unión Europea”, apretándole, aún más, las tuercas a "esa pandilla de irresponsables que querían que nosotros los mantuviéramos". Algo nos pareció raro, que nos recordaba otros tiempos, pero cómo nosotros no éramos  ni portugueses ni griegos, no nos preocupamos. 


Después fueron a por España. La ocuparon, la descuartizaron y la esclavizaron; la convirtieron en tierra conquistada para el recreo de unos cuantos. Nosotros no dijimos nada porque nos pareció bien; ya el gobierno invasor, el que considerábamos nuestro, nos había enseñado que los españoles, los portugueses y los griegos eran unos derrochadores y unos vagos que habían vivido de nuestro dinero y merecían que se les hiciera lo que les estábamos haciendo, como correctivo. 

Nadie nos explicó que en otra época habían sido los españoles, portugueses y griegos, los que nos perdonaron la deuda, a nosotros, a pesar de que habíamos sido los responsables del desastre ocasionado a Europa, con millones de muertos.  

También a nosotros nos habían bajado el salario, con el apoyo de los que decían ser nuestros defensores, los socialdemócratas, junto a los conservadores sin diferencia;  y dijeron que era para poder solucionar el déficit español, portugués y griego. Con lo que nuestra indignación se dirigió hacia los españoles, portugueses y  griegos, no hacia los que nos habían bajado el sueldo.

Así que aceptamos de buen grado lo que le estábamos  haciendo a España a Portugal y a Grecia, “para consolidar la Unión Europea”, apretándole, aún más, las tuercas a "esa pandilla de irresponsables que querían que nosotros los mantuviéramos". Algo nos pareció raro que nos recordaba otros tiempos, pero cómo nosotros no éramos  ni españoles ni portugueses ni griegos, no nos preocupamos. 


No tardaron mucho y fueron a por Italia. La ocuparon, la descuartizaron y la esclavizaron; la convirtieron en tierra conquistada para el recreo de unos cuantos. Nosotros no dijimos nada porque nos pareció bien; ya el gobierno invasor, el que considerábamos nuestro, nos había enseñado que los italianos, españoles, portugueses y griegos eran unos derrochadores y unos vagos que habían vivido de nuestro dinero y merecían que se les hiciera lo que les estábamos haciendo, como correctivo. 

Nadie nos explicó que en otra época habían sido los italianos, los españoles, los portugueses y los griegos, los que nos perdonaron la deuda, a nosotros, a pesar de que habíamos sido los responsables del desastre ocasionado a Europa, con millones de muertos.  

También a nosotros nos habían bajado el salario, con el apoyo de los que decían ser nuestros defensores, los socialdemócratas junto a los conservadores sin diferencia; y dijeron que era para poder solucionar el déficit italiano, español, portugués y griego. Con lo que nuestra indignación se dirigió hacia los italianos, españoles, portugueses y  griegos, no hacia los que nos habían bajado el sueldo.

Así que aceptamos de buen grado lo que le estábamos  haciendo a Italia, España, Portugal y a Grecia, “para consolidar la Unión Europea”, apretándole, aún más, las tuercas a "esa pandilla de irresponsables que querían que nosotros los mantuviéramos". Algo nos pareció raro que nos recordaba otros tiempos, pero cómo nosotros no éramos  ni italianos, ni españoles ni portugueses ni griegos, no nos preocupamos. 

Sin tregua  fueron a por Francia que se creía parte de los que decidían. La ocuparon, la descuartizaron y la esclavizaron; la convirtieron en tierra conquistada para el recreo de unos cuantos. Nosotros no dijimos nada porque nos pareció bien; ya que el gobierno invasor, el que considerábamos nuestro, nos había enseñado que franceses, italianos, españoles, portugueses y griegos, eran unos derrochadores y unos vagos que habían vivido de nuestro dinero y merecían que se les hiciera lo que les estábamos haciendo, como correctivo. 

Nadie nos explicó que en otra época habían sido los franceses, los italianos, los españoles, los portugueses y los griegos, los que nos perdonaron la deuda, a nosotros, a pesar de que habíamos sido los responsables del desastre ocasionado a Europa, con millones de muertos.  

También a nosotros nos habían bajado el salario, con el apoyo de los que decían ser nuestros defensores, los socialdemócratas junto a los conservadores sin diferencia; y dijeron que era para poder solucionar el déficit francés, italiano, español, portugués y griego. Con lo que nuestra indignación se dirigió hacia los franceses, italianos, españoles, portugueses y  griegos, no hacia los que nos habían bajado el sueldo.

Así que aceptamos de buen grado lo que le estábamos  haciendo a Francia, Italia, España, Portugal y a Grecia, “para consolidar la Unión Europea”, apretándole, aún más, las tuercas a "esa pandilla de irresponsables que querían que nosotros los mantuviéramos". Algo nos pareció raro que nos recordaba otros tiempos, pero cómo nosotros no éramos  ni franceses ni italianos, ni españoles ni portugueses ni griegos, no nos preocupamos. 

El resto de países europeos, creyéndose inmunes,  habían vivido al margen de los problemas de griegos, portugueses, españoles, italianos y franceses; fueron fácilmente dominados sin esfuerzo. Todos ellos aceptaron su inferioridad, sin rechistar.

Llegado hasta aquí, nos dimos cuenta de que éramos nosotros, los trabajadores alemanes, los próximos a expoliar, porque los expoliadores de griegos, portugueses, españoles, italianos y franceses, habían sido los mismos grandes depredadores de nuestro país, y nos iban a aplicar sus recetas a todos. Y nos recordaba cómo aquello ya se intentó en otros tiempos, con desastrosos métodos distintos,  pero igualmente eficaces para los depredadores.

Entonces nosotros reaccionamos y quisimos oponernos a semejante retroceso social y liquidación de las libertades, para beneficio de una minoría de insaciables banqueros. Pedimos ayuda para hacer un frente democrático a griegos, portugueses, españoles, italianos y franceses. Pero, como no hicimos nada cuando éstos nos la pidieron a nosotros, ahora ellos, ya esclavizados, no estaban en condiciones de ayudarnos. Sólo cabía la resistencia para recuperar la civilización asesinada.

(En recuerdo de Martin Niemöller)

Ubaldo Plaza




domingo, 5 de julio de 2015

"NIÑOS DEL MUNDO, SI CAE GRECIA– SI CAE, DIGO, es un decir– si cae..."



Grecia Vota hoy en referéndum el futuro de Europa. Con la amenaza terrorista financiera, de la UE y de los grandes estafadores mundiales, que quieren convertir el Continente a la esclavitud de unos pocos. La presión a la que está siendo sometida Grecia  es la misma a la que fueron sometidos los países ocupados por los nazis. Y a la misma a la que estuvo sometida España por los mismos actores o sus herederos.

Son los mismos banqueros que apoyaron a Hitler, los mismos grandes empresarios que financiaron su guerra, que tras la misma nunca fueron depurados en sus responsabilidades por la muerte de millones de europeos; los mismos buitres al acecho. Son los mismos que le negaron a la democracia española ayuda; a un pueblo que se dispuso a defender sus conquistas sociales y democráticas, y fue traicionado como hoy lo es Grecia. Son las mismas intenciones ahora que entonces del capital para dominar Europa. 

Pero esta vez teniendo a su disposición a los gobiernos de los diversos países que han traicionado a sus pueblos. Jamás el bárbaro Hitler pudo soñar con un escenario tan favorable, sin necesidad de enviar a un solo soldado, un solo bombardero, un solo tanque; sin enviar a la terrorífica Gestapo. Porque ahora los mecanismos del terror han cambiado,  pero los fines son los mismos: sumir a Europa en la esclavitud, liquidar la democracia que hoy les resulta un estorbo a los grandes poderes económicos para sus fines expoliadores, como hemos visto lo mal que les ha sentado que se consulte al pueblo griego si desea ser esclavo de los financieros, o defender la democracia y sus derechos como ciudadanos sin intromisión por quien nadie ha votado.

Y en esa traición a sus pueblos han jugado y juegan un papel protagonista los partidos socialdemócratas que algunos cínicamente se siguen llamando "socialistas", que dejaron de serlo hace décadas, y hoy son parte integrante del expolio ciudadano, apoyando las políticas que los financieros deciden, sin siquiera sonrojarse, y la liquidación de las libertades democráticas en Europa, que tanta sangre costó y de las que los europeos nos sentíamos orgullosos, hasta ahora. 


"Niños del mundo,
si cae Grecia -digo, es un decir-
si cae..."


Grecia es el primer eslabón de la cadena que el terrorismo financiero quiere asegurar. Si el terror imbuido por los bárbaros de siempre logran que el pueblo griego se enajene, porque el miedo, el terror es enajenante, entonces las cadenas serán mucho más difíciles de cortar. Pero no a los griegos, sino a todo el Continente que estará sumido en una nueva  y oscura Edad Media, donde el terror para millones de condenados será lo habitual. 

La batalla que ha planteado el único gobierno con dignidad en Europa ante  el acoso del terrorismo financiero, es la misma batalla de todos los europeos. La misma que el gobierno democrático español de la Segunda República se vio obligado a combatir contra los mismos enemigos de hoy. 

Si Grecia cae, no será sólo Grecia quien pague con la esclavitud de sus clases populares. Como no lo fue sólo España quien pagó por el terror nazi-fascista y la pusilanimidad y traición de las democracias a las libertades españolas. Se dieron cuenta tarde, pero lo pagaron todos los europeos de entonces. Hoy Grecia es Europa, la Europa raptada, no por un  Zeus seductor transformado en un bello toro blanco, sino por las  hordas bárbaras del dinero. 

Ubaldo Plaza




martes, 30 de junio de 2015

¡¡CHANTAJE!!


 La Europa democrática y unida que los ciudadanos soñábamos no existe. Todo lo contrario. Está en manos de una banda de destructores de vidas. Lo mejor es acabar con esta ficción y volver a empezar. Es preferible que los pueblos recuperen sus soberanía que ser colonias de esclavos de estos mercaderes que lo único que les preocupa son sus desmesuradas ganancias aunque sea a costa de la vida de millones de seres humanos. Esta Europa que moldean los poderosos y sus lacayos es lo más parecido al sueño de Hitler y los banqueros que financiaron la guerra; los que, al fin y al cabo son los mismos banqueros canallas de hoy que arruinan a los griegos y que pretenden arruinar a toda Europa, pues no otra cosa es lo que están haciendo.  La deuda que tienen los griegos fueron los préstamos que los bárbaros tudescos les hicieron a sus amigos banqueros griegos: que la paguen esos canallas amigos suyos y enemigos del pueblo. 

Es curioso ver cómo la propuesta del gobierno griego de subirle los impuestos a los más ricos para reducir la deuda, en lugar de hacerle sufrir a los más pobres que ya lo vienen sufriendo desde hace tantos años por decisión de la Troika y sus vendidos gobiernos del PASOK y ND (los equivalentes al PP y PSOE respectivamente de España)  ha sido rechazada por la Troika que no quieren que los ganster griegos, sus amigos, paguen más. Y prefieren que sean los ya exprimidos los que lo sigan siendo hasta la extenuación. 

Con esto se ve claramente la inmoralidad de estos salvajes de la Troika cuyo deseo es hundir a los griegos y salvar a sus amigos  millonarios y multimillonarios, que como sucede en todas las crisis, son los que mejor favorecidos salen de ellas, porque los gobiernos, y en este caso los de la UE, están a su favor.  Y es así, porque de esa manera  le dan un aviso a los demás europeos diciéndoles que la democracia es una formalidad que no va con ellos; que eso es sólo un formalismo, que lo aceptan si son ellos y sólo ellos  y sus lacayos los que deciden, no si es el pueblo quien toma otro rumbo para liberarse de la dictadura del terrorismo financiero. Y que si les molesta la democracia no controlada por sus criados, no la tienen en cuenta. En definitiva es un golpe de Estado. Porque lo que se pretende es cambiar el rumbo y los deseos democráticos expresados por un pueblo, que claro, no coincide con sus proyectos esclavizadores.  Y que en otras ocasiones lo hacían con otros métodos, pero el resultado es el mismo.


La inmoralidad de la propuesta de Juncker (Recordemos que su país era un paraíso fiscal) sólo cabe en cabezas maquiavélicas y calculadoras para ir minando la resistencia del pueblo, pero nunca, nunca un gobierno decente y democrático puede ceder, en ninguna circunstancia, al chantaje terrorista, aunque venga del la mayor organización depredadora que jamás haya existido contra los pueblos europeos.

Esta Unión Europea es de los mercaderes, no de los pueblos. Así que todos aquellos que soñamos con una Europa democrática y Unida, debemos empezar a pensar que es posible, pero con otros parámetros, con parámetros democráticos y no chantajistas de los millonarios que han convertido a los ciudadanos en meros instrumentos mercantiles para sus escandalosos negocios. 

Ubaldo Plaza



lunes, 15 de junio de 2015

LA FALTA DE EDUCACIÓN, POR CABREO

Que la derecha española no ha sido nunca democrática, y sigue sin serlo, lo demuestra no solo en el estilo de gobernar, con sus leyes insolidarias y represivas, que favorecen a los poderosos, sino hasta con los gestos, algunos infantiles y gratuitos, que sólo le reporta un retrato público de sus profundas convicciones reaccionarias, y hasta en su falta de elegancia y educación.

Lo hemos visto con la “espantada” de Rita Barberá en Valencia, cuyos  genes autoritarios no soportaban tener que entregarle la vara de mando, el testigo, a su  sucesor, al que sin ninguna duda debe considerar un intruso, porque se cree llamada a dirigir la alcaldía hasta que ella y sólo ella tuviera a bien decidir hasta cuándo los valencianos se merecer que ella dirigiera el municipio.

Algo parecido, aunque con menos ostentación, pero con similar desprecio, ha hecho Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz con su sucesor, que tampoco ha usado en ello los mínimos gestos de dignidad, educación y civismo que debía al cargo que ha desempeñado durante dos décadas.

Tampoco ha sido elegante la salida del alcalde de Valladolid –tan “educado” con las mujeres, que como todos, le pagaban el sueldo–, que se empecinaba seguir en su puesto, aunque la justicia lo había puesto en el lugar que le correspondía.

Nada que ver, y hay que reconocerlo, aunque represente a la misma derecha expoliadora, la actitud de Trías en Barcelona con Ada Cola –otra cosa es el aventurero Artur Mas que no desaprovecha ocasión, venga o no a cuento, para vender su burra ciega de menguante cadáver político–. Lo que demuestra que puede haber una derecha civilizada, al menos en las formas, de la que queda muy lejos la actual gobernante del PP.

Pero ha sido el presidente del gobierno, el que se supone representa a todos los españoles sin excepción, el que por el cargo que ocupa ha dado la campanada con su falta de educación y su no saber estar;  lo que  explica la escasa pátina democrática, y la falta de elegantes formas a la hora de comportase, a pesar de que, como decimos, resulta gratuito por no servirle a él para nada y sí, como a su subordinados antes mencionados, servir como ejemplo de lo poco capaces que son a la hora de mostrar respeto a las formas democráticas, y de elegancia y de educación requeridas.

En campaña electoral, se suelen decir muchas cosas que están fuera de lugar, pero que todos asumen como propio de la misma. Pero una vez han sido elegidos los cargos, en buena lógica todos ellos merecen el mismo respeto y atención, y mucho más por el máximo mandatario. Y no, como ha hecho Rajoy, que ha tildado de antidemocráticas  y “peligrosas para la estabilidad” –se debe referir a la estabilidad  suya y a la de los poderosos por los que tanto ha hecho y sirve–, aquellas candidaturas que no le gustan. E incluso atacando a quienes pactando con esas candidaturas, en buena lid democrática, acusándolos de todos los males y “colaborar con los extremistas”; y no asumiendo que el mayor extremista ha sido él y su partido, que ha llevado a millones de españoles a extremos de inestabilidad social, inseguridad y pobreza inadmisibles en una sociedad democrática, al tiempo que los más ricos incrementaban sus niveles de riqueza. Eso es extremismo. Y del peor.

Que el presidente del gobierno se dirija sólo a los suyos para felicitarlos, puede hacerlo en una reunión a puerta cerrada de su partido, pero no como presidente del gobierno. Porque además, el dislate lo ha llevado a felicitar incluso a aquellos que han sido derrotados, según él por pactos raros con los "antisistema".  

No es talla política precisamente lo que abunda en este hombre; pero ha demostrado que tampoco, ni mucho menos, educación democrática. Siempre ha demostrado que el cargo de presidente era excesivo para él; aunque se haya tapado o disimulado con propaganda. Decir, habiendo tantos casos de corrupción que afectan a su partido, y que no ha hecho nada efectivo para destaparlos y solucionarlos, todo lo contrario, que se debe a “un defecto de comunicación”, y porque los casos salen en televisión y se hablan demasiado de ellos,  ya está todo dicho. 

Y cuando Rajoy podía haber salido airoso guardando las formas educadas, resulta que le brota la vena antidemocrática propia de la derecha, le da una patada al tablero, y ni siquiera protocolariamente se comporta. 


Ubaldo Plaza