miércoles, 1 de agosto de 2012

LA "CRUZADA" DEL REY ARTUR (MAS)

En Cataluña, tras   la llamada transición, en la que pasamos de la dictadura a la partitocracia, hemos quemado varias etapas. A la primera la llamaron Autonomía. Ante la desidia e irresponsabilidad  de los distintos gobiernos de España, se promocionó un Estatuto que los catalanes no pedíamos, y que no alcanzó el 50% de la participación en aquel referéndum donde la campaña a favor del sí, fue terrorífica, y, con una realidad del 33% del censo votando a favor, que los interesados bien supieron eludir y pronto olvidar, centrándose en que ganó la mayoría. Tras otra dimisión de sus responsabilidades, por parte, en este caso de Zapatero, los nacionalistas la llamaron Nació cuando lo que se percibía con claridad, es que era una taifa. Hoy ha devenido en  cacicato.

La actitud aventurera y por tanto irresponsable del gobierno de Artur Mas, al dejar sin ayuda a los geriátricos  catalanes y  miles de personas, trabajadores, con la clara intención de echar las culpas a otros, como suele pasar con los tramposos y los malos Gobernantes–Pujol I lo tapaba todo envolviéndose en la senyera, culpando a los de fuera de sus errores o mal gobierno, como también hacía el dictador Franco con la bandera franquista–, es un acto propio de un talibanismo y por tanto carente de reflexión democrática. 

Dice el gobierno–es un decir–de la Generalitat, que no hay dinero para pagar ni la sanidad ni la asistencia a los dependientes ni a nadie,  y ha de dejar de pagar a los más necesitados, ya digo, con claras intenciones chantajistas, propio de marrulleros, no de un gobernante, que ha perdido el note, y todo el  mito secular del catalán amb seny se ha venido abajo, si es que aún se sostenía. 

Porque Mas nos dice a los catalanes que no tiene dinero, culpando de su pésima gestión al gobierno español, que sin duda la debe tener, y mucha, porque al fin y al cabo es como el suyo, un gobierno de, y para los oligarcas. Pero lo que es seguro es que las culpas suyas, suyas son. Y se las quiere endosar a otros como una cortina de humo para que la gente no se entere del mediocre gobierno que los catalanes padecemos. 

Dice que no hay dinero, pero ni por un momento se ha planteado el señor Mas rebajar los escandalosos sueldos del gobierno catalán, sustanciosamente, no esa tomadura de pelo del 5 ó el 7%; también a los diputados del Parlament, los que parece que no se han enterado de que ya hay mucha gente que come de caridad, y rebusca en los contenedores de basura.

Tampoco a Atur Mas se le ha ocurrido aumentar la recaudación entre las grandes fortunas; ni eliminar al menos cinco de las seis televisiones, que tienen, para uso y disfrute como agitación y propaganda de los partidos gubernamentales, que en Cataluña los son todos, o casi;  porque en realidad aquí no hay partidos, sino familias, que todas  tratan de preservar su parcela de poder y sus privilegios, para lo cual no dudan en apoyarse mutuamente, cuando ven que pueden peligrar, como estamos hartos de ver, a los que se llaman de izquierda, poner por encima de las supuestas clases sociales a las que dicen representar, y les han votado, su cosa patriotera y reaccionaria, que nada tiene que ver con el pensamiento democrático y de izquierdas. 

Ni se le ha ocurrido a Artur Mas olvidarse del, al menos como no urgente,  doblaje de la películas, muy caro y de escasa audiencia  y recepción por parte del público, y no digamos de los dueños de las salas.

Tampoco se les ha ocurrido dejar las embajadas, inútiles para los ciudadanos, que harían sonreír a cualquier observador, si no fuera porque nos cuestan la friolera 30 millones de euros al año, para satisfacer los delirios de la casta política que padecemos. 

Como tampoco han pensado dejar de darle dinero a la prensa afín, convirtiendo a Cataluña en un territorio sin verdaderos periódicos, ya que si alguien te da dinero, no muerdes la mano que te lo da. Con lo que el pesebre desinformativo y manipulado, está servido, poniéndose esa prensa al servicio, no de la información y la opinión pública, sino del proyecto identitario de la casta del cacicato.

Ni ha pensado Artur en desmantelar los diversos niveles de administración, que son más una oficina de colocación de los elegidos. 

Y, puestos a hablar de responsabilidades, no hay que olvidar, entre otros muchos que sería largo de enumerar,  los 200 millones de euros dados a Spanair, con la mirada puesta en la antieconómica función de una compañía aérea catalana, con la que satisfacer los mismos instintos patrioteros, que pagan los ciudadanos,  pero que satisfacen a la casta del cacicato.

Pero es que, además, toda esta fuga hacia adelante de Artur Mas en su soberanisme, no es más que una forma de llevar a la arena pública, la lucha que mantiene con el hereu y su familia, al que el papá de la misma, le tenían destinada la sucesión de su reinado, colocando, mientras tanto, porque los hijos son como son y no podemos hacer que den más de lo que pueden dar, colocaron al  provisional rey Artur (Mas). 

Una vez se ha visto en el trono el cruzado  Artur (Mas), con sus partidarios está haciendo cuanto puede para permanecer en él. Y, visto que el nene  no alcanza a calibrar sus acciones, desmelenándose con sus delirios independentistas, el cruzado  Artur se ha visto obligado a dar un paso al frente para conquistar  Jerusalén, aunque perezca todo su ejército de supuestos generales, del que, en un alarde de fanatismo religioso,  arengó días atrás a los suyos, aún a sabiendas de que no pasaría del Llobregat. Y, como diciendo: yo más, a disparates no me ganas nadie, menos este niñato. 

Quizá lo de las ITV, en el que presuntamente, está implicado el hereu,  le dé un respiro y crea que tiene mayores posibilidades de mantenerse. Y se ha lanzado al vacío del despropósito, para contentar a todo el talibanismo cercano o ajeno. Que no sería importante si no fuera porque estamos dando una imagen nefasta, que es aprovechado por los que sí sacan tajada a río revuelto, colocándonos en el terreno del hazmerreír de todos cuantos nos contemplan, y justificando eso que dicen que nadie se fía de nosotros porque cada uno tira de un lado de la manta, importándole un bledo, que el otro se muera de frío.

Y tiene muy poca gracia que para que el juego de unas ambiciones políticas afloren, se utilice como banco de pruebas a los ancianos de los geriátricos y a sus trabajadores, como ocasionales cobayas en la cruzada particular, entre la familia convergente.

U. Plaza


miércoles, 25 de julio de 2012

EL CONCIERTO "SOBERANISTA", Y LOS PARTIDOS PERIFÉRICOS DE CIU


Se comprende que los dirigentes que recogieron  los cascotes que quedaron tras el naufragio  de esa cosa disparatada llamada ERC, un partido de la burguesía catalana como CiU, le dé su apoyo a todos los disparates de los que están saqueando los servicios públicos catalanes. 

Se comprende. Como se comprende también que lo hagan los inciativos de Herrera, con la condición de que dejen de llamarse partido de izquierdas, confundiendo a los trabajadores, y reconozcan que son una parte más de la burguesía, y por lo cual  están dispuestos a apuntalar a los de CiU, como favor por ser la organización madre en la que, de una u otra forma, todos se reflejan en sus delirios identiratarios, reaccionarios y patrioteros, que tanto beneficia a la derecha catalana en estos momentos, y a la que dan su apoyo en la menor controversia que tienen con el Estado, e incluso a los desvaríos del ultra Puig, jefe del sistema represivo, olvidándose, de que si quieren hablar de izquierdas, no pueden ser al mismo tiempo parte de la burguesía saqueadora de los derechos de los trabajadores y las clases populares; la que se niega a recabar impuestos entre las grandes fortunas, como por otra parte es lógico, por ser los suyos, razón de clase. 

Lo que cabe hacer, desde una posición, no ya de izquierdas, pero sí desde sentido común y democrático, es hacer un frente entre todas las víctimas de CiU y sus compañeros de cama del PP, para echarlos del gobierno, al que accedieron con mentiras, y aplican políticas que no llevaban en su programa.  

Lo mismo se puede decir del maltrecho PSC–que a pesar de que se han hundido por los devaneos nacionalistas  del capataz Montilla, al parecer para que lo considerarán de los suyos los de pata negra del nacionalismo–, lo que no logró. Porque la burguesía sabe preservar las esencias.  Y los dirigentes de ese partido, el PSC, que muchos de ellos  suspiran por parecerse al de la burguesía de CiU,  apuestan, no por avanzar hacia la consolidación de un partido socialista, o siquiera socialdemócrata, sino hacia lo que provocó la más estrepitosa de las derrotas, la apuesta nacionalista; por otro lado previsible para todos, menos para los dirigentes del PSC, como sabemos.  


Parece que, con la intención de que no se le vaya del todo de las manos, de momento no entran en el pacto soberanista, que es la trampa de CiU a los socialistas, con lo que el partido de la ultraderecha catalán, se aseguraría por mucho tiempo el desprestigio de los socialistas, logrando que sus manejos y liquidación de lo público, no tenga oposición alguna, ni siquiera aparente. En la práctica, desarmar al PSC es el objetivo, cosa bastante fácil, por los nanitos nacionalistas que pululan dentro del partido, como Nadal o un tal Ernesto. Pero no se descarta cualquier otro vericueto aunque sea el Harakiri, para ayudar a CiU, pero que no lo parezca, con lo que la derecha pura y dura se saldrá con a suya de anular a los socialista, maniatándolos. 

Se comprenden todas estas elucubraciones de la disparatada política catalana, donde no hay partidos de izquierdas, con esta macro partitocracia que padecemos, sus todavía ciudadanos, quizá pronto sólo súbditos de la taifa de unos cuantos, ya más cercana al cacicato.

Pero lo que de ninguna manera se pude comprender desde la perspectiva de las clases populares, es que tanto UGT como CO.OO., también entren en ese juego de burgueses saqueadores. Eso no se puede entender, salvo que sea por la misma razón de  la absorción de las organizaciones sindicales, por parte de la burguesía catalana, a lo que aún me niego a aceptar, y tener la esperanza de que los sindicalistas honestos, de base, que son la inmensa mayoría, pongan las cosas en su sitio

Porque tampoco se entiende que en las manifestaciones de protesta, los sindicatos llamados mayoritarios y de clase, en lugar de salir a la calle con sus banderas rojas y sus pancartas reivindicativas, lo hagan con los mismos símbolos que utiliza la burguesía para embaucar a los incautos, que se creen el discurso nacionalistas, cuando todo el mundo que quiera enterarse, sabe que la patria de la burguesía y su expresión política, CiU, está directamente relacionada con sus cuentas corrientes. Porque la burguesía cambia de bando, si ve que es provechoso para el negocio. Ya lo hizo apoyando a Franco en el golpe contra la legalidad republicana, con todos sus medios económicos, colocándose la boina falangista, que  se la quitó, y se caló la barretina, cuando comprendió que el dictador se acababa, por razones biológicas y ya no les sería útil. Así que no se entiende que los sindicatos sean los más fervientes propagandistas de los símbolos de la derecha nacionalista catalana. Ver en una manifestación contra las políticas del gobiernos catalán hacer acopio de las mitologías de la derecha, no entra en el razonamiento de una política sindical...salvo que haya motivos no explicados, que se nos escapan a los simples mortales.

U. Plaza

sábado, 21 de julio de 2012

¡QUE SEAN ELLOS LOS !QUE SE JODAN!

Salta a la vista de que el gobierno de Rajoy, incluido su presidente, no está compuesto precisamente por lumbreras–lo que por otra parte no es ningún secreto, tanto en los gobiernos de los cacicatos de las taifas, como en el los de España–. Y si su presidente, que accedió al gobierno con mentiras, con promesas que  no tenían otro objetivo que alcanzar el la Moncloa, que de otra forma no hubiera logrado, era obvio que Rajoy  no podía rodearse él, que era el supuesto  jefe designado por Aznar, de nadie con clase, inteligencia y capacidad de gestión, para lo que se suponía era un cambio de gobierno–al menos así lo creyeron millones de ingenuos–,  para mejorar el desastre y el fraude de un Zapatero, que traicionó a las clases populares que lo habían votado, poniéndose  de rodillas ante los saqueadores de eso que llaman los mercados, que es el robo a los ciudadanos, pero a lo macro, a lo grande, y de su abanderada la inefable jefa con rebeca del IV Reich, que está aplastando a Europa, con los colaboracionistas de los gobiernos locales. 

Así que Rajoy, para no quedar más deslucido de lo que ya en sí mismo es el pobre hombre, se rodeo de personajes inferiores, de escasa valía que no le hicieran sombra, lo que no era muy difícil, de la opacidad de un Montoro, el risitas en los entierros y Cenizo Mayor de la monarquía, que nos hunde más y más cada vez que abre su boquita; de un Guindos que no da pie con bola y que sólo sirve para que los caricatos le saquen punta a sus puestas en escena de ahogos amistosos de algún compinche europeo, que se tornan en tragedia  para los españoles; una ministra de Sanidad que recurre a los brujos y a las hierbas para que se curen los enfermos, y si no se curan !QUE SE JODAN!,–los enfermos, no ella y los suyos que con nuestro dinero puede seguir con la medicina normal–; al tiempo que otra de su estirpe e inteligencia, fía todo la solución de los problemas, con el regocijo de la fundamentalista medieval  y muy rica Conferencia Episcopal Española, a una tal Virgen, sin que en ningún momento que se sepa, se haya sonrojado por semejante brillante idea, en el siglo XXI. Aunque se comprende  que con esas ideas medievales de rezos y rogativas, que la investigación no sea lo que quita el sueño a este gobierno, el que ha asestado, como a todo–menos a la Iglesia, claro–, un hachazo de muerte, lo que nos sumirá en un atraso como país, ya secular. 

Pero es que si se hace un somero repaso sobre algún otro de los restantes ministros, uno se queda atónito ante el hecho de que un antiguo tertuliano de los chafardeos de las televisiones embrutecedoras, Wert, lo hayan hecho nada menos que ¡ministro de Educación, Cultura y Deporte! El mismo que, como sus colegas, sin el menor sonrojo le da un montón de millones nuestros a los Toros, y se lo quita a otras partidas como Educación.

Uno no puede creer que tanta mediocridad junta sea fruto del azar, una casualidad. Y eso sirve tanto para los gobiernos de las taifas como para los del Gobierno central. En Cataluña, que siempre hemos tenido gobiernos malos y todos de derechas y al servicio de las clientelas, también tenemos el peor posible, para nuestra desgracia. Más se inclina uno a pensar que está todo muy meditado para arruinarnos la vida a todos los españoles, sin que les importe. 

Quizá, quien mejor ha resumido esas intenciones no confesadas, pero sí evidentes demoledoras para llevar al hambre a millones de familias, sea la muy educada señora Fabra–educada, suponemos según los cánones de la santa madre Iglesia–, diputada  del PP, con su sincero exabrupto contra las víctimas de sus medidas, los parados, y por extensión a millones de españoles: ¡QUE SE JODAN!. ha dicho la elegante diputada de la caverna.

Esperemos que las crecientes movilizaciones de los ciudadanos contra el saqueo de lo público, le amarguen de alguna manera la fiesta a estos señoritos y caciques de sueldos y prebendas de escándalo–también a los  de CiU, tan cercanos como clase en esos manejos a los del PP–, y de una vez por todas sean ellos los que tomen la cicuta y sean los QUE SE JODAN, una minoría, en lugar de que NOS JODA esa minoría a todo el pueblo como están haciendo ahora. 

U. Plaza


viernes, 6 de julio de 2012

EL LABERINTO DEL PSC, Y EL JUEGO POLÍTICO DE LA SUPUESTA IZQUIERDA CATALANA

El laberinto en el que se encuentra el PSC no es ni mucho menos nuevo; es el fruto de toda una trayectoria de una formación que se proclama de izquierdas y socialista, al tiempo que los delirios nacionalistas lo mantienen anquilosado en las mismas ruinas y putrefactas aguar por las que navega la ultraderecha de CiU y el resto de los partidos catalanes–ERC e ICV–que en la práctica están en su órbita a la hora de defender la patria inventada, uniéndose incondicionalmente a ella para defender en definitiva los suntuosos negocios de la derecha. 

Lo que parece mentira es que en tantos años no hayan aprendido, no los jefes del partido que son los responsables de ese doble juego del disimulo en el que sólo se muestra socialistas en las grandes asambleas anuales, o cuando se acercan la elecciones, con una audiencia de trabajadores, para de inmediato quitarse el traje de izquierdas y pasar  a emborracharse de delirios soberanistas y patrioteros. 

Lo  lamentable es que tras tantos fracasos y tantas muestras de que el PSC va en dirección contraria de lo que proclama, no haya habido quien se rebele y decida de una vez por todas clarificar la identidad del partido. Ya que como es sabido, una formación política no marca la diferencia en función del pomposo nombre que exhiba, sino en la política que hace, sus objetivos reales y si la práctica de cada día lo confirma.  

El componente reaccionario–nacionalista–que anida en el PSC, y en cargos de importancia, son la mejor opción que tiene la derecha catalana para impedir que ese partido que cuenta con un potencial social popular importante, no pueda arrancar y se desprenda del cáncer que lo corroe, el nacionalismo–como al resto de los partidos que así mismos se llaman de izquierda, contra todo razonamiento–. Tras el fracaso de la últimas elecciones en la que el PSC se hundió en las catalanas, pero incluso en las generales que nunca había sucedido,  era razonable una reacción de indignación contra los sepultureros que lo provocaron. Sin embargo nada de eso ha ocurrido. Todo ha quedado como estaba, e incluso peor, ya que en lugar de rectificar en sentido positivo y de izquierdas, o socialdemócrata, que es lo que dicen ser, surgen voces de lo más añejo de la formación, que piden ser más macionalistas. Con lo que se hace las delicias de la ultraderecha de CiU, que ve semejante parálisis  del principal partido de la oposición, como un regalo. En realidad, ambas formaciones cabrían en en el mismo partido, ya que la política que hace el PSC a nivel general, es hermana gemela de la  de CiU en el aspecto patriotero.

Y ahora, cuando están en la oposición, en lugar de aprovechar la travesía del desierto  que están obligados a soportar, por su entrega total a las políticas del nacionalismo del gobierno de Montilla, en lugar de ponerse a pensar en recomponer el maltrecho tinglado, en lugar de rectificar y modificar sus prácticas con una política clara de enfrentamiento al saqueo que  está llevando a cabo CiU contra la inmensa mayoría de los ciudadanos, en lugar de esto, de la mano del nacionalista Navarro, jefe de un PSC con respiración asistida, quieren echarle una mano a los saqueadores, en nombre de una incompresible solidaridad patria, que sólo beneficia a los de siempre, y desmiente por enésima vez, que el PSC sea otra cosa en esencia, que un sosia de CiU. 

Lo lamentable es que no sólo es el PSC, sino que en toda la fauna política catalana, priman más  los delirios soberanistas que los intereses de clase a los que dicen representar. No se entiende que no sean capaces de denunciar en el parlamento catalán, pero también en la calle junto a las víctimas, en la luchas que lleva a cabo la ciudadanía, muchas veces sin que se enteren, con firmeza y no con guante blanco como suelen hacer, todo el saqueo al que está siendo sometido el ciudadano por CiU y el PP. Y se ha de hacer, no para que en un juego dialéctico florentino decirle a los saqueadores gruesas palabras que después se diluyen en un amigable conversación entre amigos, limando asperezas para que no se enfaden los de CiU, y así mantener el mal entendido respeto parlamentario, como si la derecha supiera de respetos, cuando de los negocios de su clase se trata. Sino como forma de informar de ello a los ciudadanos, utilizando el acta de diputados como altavoz contra la tropelías de CiU y sus hermanos de clase del PP. Llamando a la movilización, a organizase junto a otros colectivos que lo están haciendo. Si no, la verdad es que carece se sentido que hayan diputados que sólo se dediquen al juego parlamentario, que es la trampa de la derecha, que encorseta toda discrepancia sin que tenga efectividad para los que le han votado. A lo sumo para mantener caliente el escaño. Y que las decisiones dictatoriales de  la  clase dominante, se presenten como democráticas. 

U. Plaza



domingo, 1 de julio de 2012

ANA: ¡¡¡MATO!!!


Cuando el  PP llegó al poder y Rajoy designó a su gobierno,  el primer golpe de vista fue de escepticismo por la presencia en él de algunos de los más reaccionarios personajes de la derecha española, de añeja trayectoria, y de otros de clara incapacidad para llevar asuntos de interés público. Pero una de las personas que más me sorprendió fue la ministra de Sanidad. Cuando la vi su cara me pareció que daba motivos para ponerse a temblar. En aquel momento no supe la razón, pero no me inspiro la menor confianza y auguré para mis adentros que algo terrible se estaba fraguando para la mayoría de los mortales de este saqueado país, con su  presencia en el gobierno, y peor aún, en la golosa para los especuladores, Sanidad,  tan expoliada por los gobiernos de la derecha, de CiU y PP.

Después, cuando supe su nombre, Ana Mato, entendí que dicho apellido era toda una declaración de intenciones para una ministra de Sanidad: ¡MATO! Todo un presagio. Y no tardaríamos en entender que aquel apellido no era nada inocente para una ministra de la derecha más ultra, viendo las medidas que asestaba  contra los ciudadanos más desfavorecidos, para ahorrar, dice, para favorecer a la sanidad privada como está haciendo su colega de ideología de Madrid, la fundamentalista Aguirre y su también hermano de leche–de mala leche–de Barcelona, Boi Ruiz, como sabemos los ciudadanos catalanes, sin importarles las consecuencias que tendrá que en salud y vidas que pagarán muchos de sus víctimas. 


Excluye más de 400  medicamentos de la red de Salud Pública, algunos quizá justificados, pero que hasta ahora los han mantenido para enriquecer a las farmacéuticas, vete a saber por qué, aunque se intuye, pero otros muchos de uso y necesidad diaria para muchas dolencias, usados por muchas personas, que sin duda las sufrirá a partir de ahora. Y lo anuncia la tal Mato, con la misma poca gracia e ignorancia– situación tan extendida entre los políticos españoles, la ignorancia, no ha poca gracia, que también–que  aquel ministro de la UCD que dijo que lo del aceite de colza, era "un bichito que se había caído"; o aquella ministra malagueña del "codillo" o la rabadilla; o cuando digital–por el dedo de Aznar-Rajoy, con aquello de los hilillos del chapapote,   sin el menor rigor. Por lo que ha sido contestada por los profesionales, como los médicos y farmacéuticos, que sí saben de eso, y advertido de las consecuencias que traerá, para la salud de millones de personas. 

Se supone que los ministros deben tener asesores para hacer las cosas, si no bien hechas, al menos que lo parezca, y no hacer el ridículo. La señora Mato nos envía, retrocediendo a los años de la dictadura, en eso, que en otras cosas ya lo estamos, a los remedios de la abuela para que los ciudadanos nos curemos las dolencias y nos hacen pagar por triplicado los medicamentos: una ya pagada, otra por sus aliados de CiU y la tercera el medicamentazo de la tal Mato. (Todo eso mientras a los estafadores de los bancos les dan miles de millones de nuestro dinero, en lugar de encarcelarlos, como correspondería en un Estado de derecho, que como se ve no es el caso)


Y todo esto, si lo acompañamos con la brillante idea de otra compañera suya–ahora cazada en sus juegos de internet con correos sacando cuestiones que le son confiadas–, también ministra, aunque parezca mentira, pero lo es, de que sea no sé que  virgen la que se encargue de sacarnos de la crisis, es a la Edad Media a donde vamos; los rezos como remedio para toda enfermedad, está a la vuelta de la esquina, lo que hará feliz a la muy reaccionaria Conferencia Episcopal de Rouco y Camino, y por la que tanto suspira la derecha española, incluida la catalana, que en eso de ser reaccionarios no se queda atrás  ni la una ni la otra. Mientras tanto nos gobiernan desde Alemania, desde el Banco Europeo,  y desde ese fabricante de miseria de los pueblos, el FMI, al mismo tiempo que tanto a unos y a otros, los talibanes del CiU y sus allegados en estas lides que son casi todos los partidos catalanes, llenándose la boca de patrioterismo, al igual que el PP, recuperando los más añejos delirios de imperio, mientras obligan a que nuestros ancianos  se curen las diarreas con rogativas, con remedios de  Estado teocrático.


U. Plaza




viernes, 29 de junio de 2012

MONTILLA, DIFERENCIA COMO RESERVA

El que fuera garante de las esencias e intereses de la derecha nacionalista catalana durante cuatro años,  José Montilla, incluso yendo más allá en su fe de converso de lo decentemente aceptado por los ya deteriorados ideales de la socialdemocracia, llegando al disparate insólito  de convocar una manifestación desde la presidencia de la Generalitat contra una sentencia de los tribunales que no agradaba al nacionalismo sobre el estatuto, manifestación  que resultó ser de lo más añejo por reaccionario del talibanismo independentista; el que abandonó a su electorado natural, las clases populares, por aparecer ante los que de verdad mandan, ahora y siempre, como más papista que el papa en la defensa de las esencias identitarias, con más de un ridículo gesto que hubo de sonrojar a más de uno; el que trabajó toda la legislatura para colocar las pasarelas en perfecta posición para la llegada al gobierno de Cataluña de la derecha salvaje y depredadora que hoy liquida de forma demoledora todos los derechos ciudadanos logrados durante décadas, como la sanidad y la enseñanza públicas, amén de liquidar el patrimonio público de siglos; este paladín y biempagao servidor, ahora junto a otros de sus antiguos colaboradores, se erige como el defensor de diferenciase de los depredadores de la derecha gobernante, de lo que el victimismo nacionalista llama Concierto Económico, y en el que todos los partidos nacionalistas, desde la derecha salvaje de CiU, hasta IC, pasando por el de el partido de Montilla, abrevan y tienen  como faro y guía de sus objetivos políticos de casta.

Pero ¡ojo!, no lo hacen porque consideren que todo eso sea un disparate y traten de rectificar su anteriores servilismos en pro de una verdadera política racional y de clase, de defensa de los intereses de las clases populares, tan expoliadas por la fauna  Convergente, ahora en unión de los nuevos conversos al nacionalismo del PP de la señora Camacho, no. Lo hacen porque  creen que deben diferenciarse del gobierno de CiU, tan parecidos hasta ahora a los ojos de los ciudadanos,  para no aparecer con el mismo discurso, con lo que sería imposible que a medio plazo puedan recomponer la situación, para volver a ser de nuevo el "otro" gran partido que garantiza los intereses de la oligarquía catalana, tan bien entroncada con toda la española, lo que no debe olvidarse, cuando los calculados disparates de los prebostes de la derecha catalana nacionalista, trata de confundir a las gentes de buena fe, con el conocido discurso de víctimas inventando enemigos de fuera, para aparecer ellos inmaculados, a pesar de la corrupción que nos aplasta en este celebrado oasis catalán.

No tratan de rectificar, sino de volver a las andadas, cuando las condiciones lo permitan. Sería bueno, de una vez por todas, que desde dentro del propio PSC hubieran voces que de verdad fueran por  senda distinta, no de parecer una opción diferente a la de la derecha, sino en serlo  efectivamente, alejándose de lo que sin duda es la principal lacra de la izquierda, no sólo política, sino social. Entonces sí que podríamos pensar que de verdad se podía recuperar el pensamiento democrático y de izquierdas. Pero de ninguna manera semejante idea pasa por las mismas embotadas cabezas identitarias responsables del desastre. Es necesario recuperar el sentido de clase–no pude ser otro si se quiere recomponerse del desastre–de los partidos de izquierda, inexistentes en Cataluña, por lo menos en la instituciones, pero que se presentan como tales cuando les interesa, lo que es peor. De lo contrario se seguirá alimentando el monstruo, devastador, que ya nos devora.

Ubaldo.

viernes, 22 de junio de 2012

DÍVAR, OCURRENCIA ILUMINADA DE ZAPATERO

El señor Carlos Dívar, ya ¡por fin dimitido!, es una criatura del iluminado Zapatero, fruto de sus ocurrencias tan disparatadas como desconcertantes. Nadie lo podía comprender cuando tomó tan escandalosa decisión,  de nombrar para el cargo de presidente del Tribual Supremo  tan vacuo personaje y sobre todo, de ideología tan ultra conservadora, que anonadó a muchos de los militantes de partido socialista,  aunque ya debieron estar acostumbrados a parecidas decisiones sin pies ni cabeza, sobre todo en la segunda legislatura del presidente Zapatero. 

Desconcertó a sus partidarios, pero también al PP, que no comprendía semejante decisión, sobre todo viniendo de un presidente que decía ser socialista, incluso por muy descafeinada que estuviera su ideología–después demostraría que podía ir mucho más lejos en su enamoramiento  del  liberalismo económico y de la Merkel–hasta el punto de que no se lo podían creer. Se dice  en los mentideros  esotéricos, que hubo  tan desconcierto que en Génova, sede del PP, que se reunieron de urgencia todos los brujos en aquelarre con Mariano a la cabeza, para intentar desentrañar los misterios que engendraba semejante decisión de su, en principio, contrincante político, al meterse un gol en propia puerta, con el nombramiento de una persona tan de derechas–quizá sólo igualado por monseñor Bono–. ¿En qué pliegue de los arcanos  misteriosos de la mente de Zapatero estaba la trampa, debieron pensar los peperos, porque tiene que haberla? 

Pero no pudieron desentrañarla, por más que recurrieron a todos los brujos del PP y allegados medios de manipulación del pesebre mediático. Ni siquiera la virgen a la que, según una ministra, el gobierno ha encomendado la solución de la crisis, dio respuesta favorable. Son cosas aparentemente inexplicables que les suelen suceder a quien se cree dotado del favor de los dioses. O, en la mitología cristiana, como la santísima trinidad. 

Después, en el PP, viendo las coincidencias con Dívar, trataron por todos los medios de salvarlo–semejante mirlo blanco era muy provechoso–. Tanto es así que el señor Gallardón, que también se ha desprendido de su careta moderada, pasando al lado de los ultras, dio por zanjada la polémica de las noches marbellíes de Dívar, a cargo del contribuyente, y lo defendió a capa y espada, sin que tras semejante lance, y resultado, se le haya pasado por la cabeza dimitir como ministro de Justicia, una vez acorralado el personaje, que ni siquiera pide disculpas, aunque seguramente lo solventará con un recogimiento en el confesionario, esperemos que sin coche oficial. ¿Pero y el dinero? De eso no hay que hablar, es la costumbre, nadie devuelve nada, como tampoco nadie políticamente se siente responsable, aunque a río revuelto los dirigentes del PSOE hayan exigido su dimisión sin la menor autocrítica, y, naturalmente porque están en la oposición. De haber seguido en el gobierno, habrían sido ellos los que habrían salido en  defensa de la ocurrencia de Zapatero.

U. Plaza