lunes, 18 de julio de 2011

18 DE JULIO, RECUPERAR LA HISTORIA, FALSEADA, EN LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA



Hoy se cumplen 75 años de la culminación del golpe de Estado fraguado desde el mismo 14 de abril de 1931, día de la proclamación de la IIª República, el primer intento serio de modernizar España,  a destiempo, un siglo después de que las burguesías europeas hicieran su revolución,  de que liquidara las viejas estructuras medievales, que se resistían a dejar paso a la modernidad.  

La derecha española–toda  la derecha española, incluida la catalana y vasca, que en eso son todo una–siempre ha sido cavernícola y resistente a la modernidad; prefirió sus alianzas con la aristocracia caduca y con la Iglesia reaccionaria, que jugar su papel histórico y romper las ataduras  con los que sumían a España en el negro túnel de la ignorancia, papel tan efectivamente  jugado por la Iglesia católica, siempre al servicio de los intereses de las castas que sesteaban a las sombras del hambre y la ignorancia del pueblo español. En lugar de ver en la llegada de la República una oportunidad para modernizar al país, situándose a la par de los otros países de Europa, los dueños desde siempre de todas las riquezas de España viraron la vista hacia los que en buena lógica histórica, eran sus enemigos: la aristocracia, y se aliaron con ellos. 

Y, ni una República burguesa, mandada y gestionada por su clase, por una parte de la burguesía más avanzada, que miraba hacia adelante, las viejas castas podían tolerar. Y prefirieron recurrir a unos generales  parásitos, mediocres y traidores, incapaces de ganar ninguna guerra que no fuera contra su propio pueblo, ahogar en sangre a España, antes que recurrir aceptar el curso de los tiempos.  El golpe de Estado de un grupo de felones, en los que el pueblo había depositado las armas en sus manos, fue la salida, su proyecto criminal. 

Hoy, tras 75 años de aquella traición, a la que se prestaron aquellos   bandidos con uniforme militar, sin honor y sin principios, para derribar  un Estado que, a pesar de todo, en el poco tiempo que tuvo, alcanzó las mayores cotas de modernidad en la cultura y el arte, y la ciencia se situó a la par de otros países modernos, y en algunos casos los superó; la juventud de España sigue desconociendo en toda su profundidad y dimensión aquella barbarie de las clases dominantes y su Iglesia, principal activo de los golpistas, en un pueblo dominado por su fanatismo, que comenzaba a desprenderse de ella. 

La Transición que nos llevó del fascismo franquista al posfranquismo actual, que no a la democracia, como está quedando claro estos últimos tiempos, por mucho ritual electoral con que la adornen, no sólo no ha abierto las páginas de la Historia a sus jóvenes generaciones, sino que incluso la siguen falseando. Los causantes o beneficiarios de la dictadura, que nos hizo retroceder a épocas  negras, siguen ocupando grandes espacios institucionales, que están recuperando el discurso de la dictadura, como vemos en ese hagiografía del dictador por los manipuladores de la historia. Y se persigue a los jueces que quieren ayudar a los familiares de miles de asesinados, cuando debiera ser delito, como lo es en otros países con regímenes similares, la apología del fascismo franquista.

Durante estos últimos 36 años de posfranquismo, y 33  de supuesta democracia, los que se arrogaron el nombre de "socialistas", como quien se hace con una marca de un periódico, recuperando la cabecera, el antiguo PSOE, ausente en la lucha contra la dictadura, 22 de estos años ha estado gobernando la marca PSOE. Este simple dato es suficiente para saber la génesis del actual PSOE. En todo este tiempo no han estado interesados–y se comprende sólo con averiguar los orígenes de muchos de sus dirigentes– en avanzar hacia una verdadera democracia. Entre otras muchas, no han hecho una ley de separación de la Iglesia y el Estado, sino que seguimos pagándole a  aquella ingentes cantidades de dinero, a pesar de lo cual, siguen desafiando a Estado, amenazando no cumplir las leyes del parlamento. No se ha hecho una verdadera Ley de la Memoria Histórica, con el compromiso de darle dignidad a los decenas de miles de asesinados que siguen bajo tierra en las cunetas o en las fosas comunes de los cementerios. Ni tampoco se ha hecho lo propio para avanzar hacia una  explicación en las escuelas a las nuevas generaciones, de los orígenes del golpe de Estado y sus razones de clase y consecuencias; y lo que ha significó la dictadura para España, no sólo en cuanto a las masacres y asesinatos, bendecidos por una prepotente Iglesia católica, sino en cuando a la orfandad de la inmensa mayoría de nuestros intelectuales, artistas y científicos que tuvieron que exilarse. Y muchos de los que no lo hicieron, se acogieron al silencio del exilio interior. Nada se ha hecho para el conocimiento por parte de la juventud, sin chalaneos, para no enfadar a los que de verdad ganaron la guerra y también la transición, los fascistas que se tornaron de la noche a la mañana en "demócratas de toda la vida", por profundizar en el conocimiento de nuestra historia reciente.

Así que no es extraño que hoy, tras los salvajes ataques que la derecha financiera, con los supuestos "socialistas" como sus servidores,  tras la aparición del movimiento  de los indignados del 15-M, que piden Democracia Real Ya, se hagan muchas preguntas y culpen a esta casta de políticos que los han mantenido en una  interesada ignorancia. Y que no se consideren representados por ellos, ni por una Constitución bordada para defender los intereses de los de siempre;  tutelada por los sables de unos militares defensores de la dictadura;  a pesar de lo cual, ni siquiera esta Constitución se cumplen, como todos sabemos. Basta echarle una simple ojeada al texto y ver en qué situación están los ciudadanos ante los poderes: desamparados. De nada sirve que en la Carta Magna se hable de derechos.

Es normal que los millones de jóvenes que no participaron en aquel cambalache constitucional no se sientan representados en ella. Y que no comprendan la razón de la existencia de una monarquía, decidida por el golpista sanguinario dictador, cuando lo más lógico hubiera sido–se dicen muchos de estos jóvenes– el restablecimiento de la República traicionada, si en realidad se trataba de recuperar la democracia. Para que, una vez existentes los controles democráticos, pedirle al pueblo su opinión sobre el tipo de Estado que éste deseaba, en un referéndum, tras cerca de cuarenta años, con varias generaciones, sin participación política.

Los jóvenes de hoy están armados de razón cuando se sienten al margen del sistema que les niega su futuro y se plantean cambiarlo. Y se niegan a reconocer como sus representantes a una casta que más se ha dedicado a sus asuntos, prebendas, sueldos y chalaneos de políticos incluidos en la escena, que a resolver los problemas. 

Hoy, tras 75 años de aquel golpe de Estado fascista de las clases que lo poseían todo y lo siguen poseyendo, conviene recordarlo, estudiarlo y mirar hacia adelante con la sana intención de conquistar de nuevo, y esta vez sin mentiras, la democracia, donde el ciudadano sea el centro de todas las preocupaciones y no los negocios de los políticos corruptos y sus amos.  Y hoy, en cualquier mente democrática que quiera proyectarse hacia el futuro, ha de tener en su proyecto democrático, la República como forma de Estado, que acabe con el trágico y largo paréntesis de barbarie y falsedad de 75 años desde aquella felonía del 18 de julio de 1936.

U. Plaza

sábado, 16 de julio de 2011

VIOLENCIA LA DEL PODER

El jueves, 14, en Gerona, el responsable del saqueo sanitario catalán, Baudilio Ruiz (Boi como converso), fue increpado  por los  ciudadanos víctimas de sus decisiones políticas, al servicio de la sanidad privada y avanzadilla para la privatización definitiva de la misma, para convertirla en negocio de unos pocos. Vaya por delante que es rechazable todo tipo de violencia, y ni tan siquiera a un personaje tan odiado por la ciudadanía, como el saqueador de la sanidad, ni nadie, merece ningún tipo de agresión física, aunque sólo fuera por el hecho de que de esa manera se colocan a su altura, violenta.  

Pero hay que comprender que ante la soberbia que exhiben los miembros de la banda de CiU, de saqueadores de lo público, la gente se indigne, y haya comportamientos  a veces nada deseables, y por supuesto que no están en el ánimo de los indignados ciudadanos mayoritariamente. Pero una vez más se magnifican unos actos mientras se ocultan o minimizan otros, como ha hecho el alcalde de Gerona, de la misma banda que el saqueador, que  ha dicho que ha habido violencia contra el tío Baudilio. Y uno se pregunta: ¿Qué entiende este hombre por violencia? Porque violencia es que nos despojen de  la sanidad y lo hagan con criterios mercantiles para hacer  negocios privados con la salud ciudadana. 

Violencia es que se apalee a ciudadanos pacíficos,  como  hizo en  la Plaza de Cataluña, el ultraderechista Felip Puig,  otro compinche del sorprendido alcalde de Gerona, y que ha sido hasta denunciado por Amnistía Internacional, pero que en su violenta soberbia irascible de la derecha más extrema, el jefe de la porra se ha mantenido en sus trece, sin siquiera reconocer que se pasó en su celo represor, incluso dentro de los parámetros violentos utilizados por la derecha, dentro de una  democracia formal, con la que a veces, tratan de guardar las formas.

Y semejantes palabras del alcalde derechista  de Gerona han tenido un amplio eco en la prensa del pesebre, como ya ha sucedido tantas veces.  Pero, sin embargo, no resaltan que la verdadera violencia no parte de los ciudadanos, sino de los que tienen el poder y lo utilizan; y lo hacen no para defender al ciudadano, que para eso ha puesto en sus manos los instrumentos, sino para defender sus privilegios, a pesar de que sólo han sido votados por un 22% de del electorado, cosa que  ocultan todos los mercenarios pesebristas de su prensa. Y que con ese exiguo apoyo, están saqueando el patrimonio de todos, sea la Sanidad o la Enseñanza, así como  la venta de hospitales públicos, y todo cuanto  se les antoja si les sirve para el negocio. Eso sí es violencia. Eso es verdadera violencia, porque muchas personas morirán por falta de asistencia médica, por las decisiones mercantiles de este sujeto y sus recortes, al que el alcalde gerundense, dice que se le agredió. 

Una vez más asistiremos al ritual de todos los partidos, que en lugar de limitarse a un rechazo de la violencia, si la hubo, volverán a hacer piña con el responsable del saqueo sanitario, como antes lo hicieron con el agresor de Interior,  en lugar de pedir la dimisión de ambos y unirse con los que protestan, si es que de verdad están contra el expolio.


Una vez más aprovecharán un acto no deseado de una minoría, para solidarizarse con su casta, en lugar de hacerlo con los verdaderamente agredidos: los ciudadanos. Y una vez más quedará clara la postura de los privilegiados, que en realidad defiende sus intereses, sus posaderas, contra los que piden democracia y  pueden  poner en peligro sus prebendas, los ciudadanos indignados. Los mismos que están hartos de tanto ritual de guante blanco, teatral, viendo cómo se "oponen" al saqueo, cuando en realidad todos, mientras no den un paso efectivo en otra dirección, están en el mismo lado de la barrera: junto a los saqueadores. Ya vemos cómo el PSC se presta a apoyar las leyes expoliadoras, con la engañifa de "mejorarlas", en lugar de hacer un frente único para que se retiren. Y eso, también es a parte de engañar al ciudadano, violencia contra él.

U. Plaza

viernes, 15 de julio de 2011

LA VIRILIDAD DE LOS ESPAÑOLES

Conocido es que los españoles somos los más y mejores machos del mundo, desde le Cid, por lo menos. Y que de entre los españoles, los que más, la derecha, y si es extrema, está todo dicho. Esto es algo que ni nuestros mayores enemigos lo niegan, y si lo hacen, peor para ellos. Nuestra testosterona siempre la tenemos presente, nunca se sabe si es para afirmarla, o porque, a pesar de todo dudamos y tenemos que recordarlo constantemente para que no se nos olvide. 

Cuando Franco dio el golpe de Estado, lo hizo "por cojones"–y porque tenían las armas que el pueblo les puso en sus manos para todo lo contrario, y a la Iglesia, y a los grandes capitales, que todo hay que decirlo–; y muchos de sus compañeros, la mayor preparación que exhibían, como la acémila Millán Astray, eran sus inigualables testículos, según él, y claro, sus escasas luces. 


Y cuando los falangista, que se consideraban los más machos entre los machos, detenían, torturaban y fusilaban en las cunetas a los rojos,  como se sabe,  poco o nada machos, lo hacían en bien de una raza de machostes capaces de conquistar un imperio. Cuando se perseguía a homosexuales se hacía porque esos degenerados no podían tener espacio en un país con aspiraciones tan excelsas de llevar tal alto pabellón. Tanto era así que en todos los círculos del régimen corría el convencimiento de que los ingleses, a los que el régimen enviaba manifestantes falangistas a su embajada, para mantenerlos ocupados y distraídos, eran "poco viriles", según le lenguaje fascista.   

Tan apegados estamos a la alta calidad de nuestra virilidad, que ya hace años el ministro del PP, y miembro de la secta del OPUS-DEI, y del Yakovlev 42, para  más señas, Federico Trillo, soltó en el Congreso, como la cosa más natural del mundo, aquel "manda huevos", que nos devolvió a los españoles nuestro orgullo, algo decaído.  Y ahora, otro que, aunque hoce en distinta pileta, es de parecida cuerda, José Bono, ha soltado en el mismo escenario un, sin duda también viril: "estoy hasta los huevos". 


Quizá tanta exhibición de boquilla de nuestros atributos, por los que dicen representarnos, en realidad, lo que de verdad esconda,  sea  que lo tenemos siempre en los labios, por uebos. Porque en  nuestro subconsciente, lo hacemos "por necesidad". Que, aunque fonéticamente se parezca, son cosas muy diferentes, como sabemos.


U. Plaza

jueves, 14 de julio de 2011

TARRASA SE MOVILIZA CONTRA EL SAQUEO DE LA SANIDAD Y LA ENSEÑANZA PÚBLICAS

                                              


La constante parálisis mental, interesada, por no llamarlo simplemente aborregamiento,  de los ciudadanos ante todas las tropelías del poder, era de tal magnitud, que ni reaccionó ante las gravísimas agresiones que el gobierno de Zapatero asestó a los trabajadores del sector público, a los pensionistas y a los trabajadores en general, colocándolos indefensos ante la cada vez más voraz imposición de la patronal. Todo lo podían hacer con la mayor impunidad sin que por eso se les turbara el descanso. Se las prometían tan felices que ni de lejos podían pensar, desde sus cómodas y bien retribuidas poltronas, que pudiera ser de otra manera. La domesticación ciudadana se daba por descontada por parte de la insaciable  trama financiera y de sus servidores, la casta política, acomodada a tal situación.
                                     

En Cataluña las cosas no eran muy diferentes. Tras siete años en que una derecha que se presentaba como izquierda, pero que quiso emular a la auténtica derecha en todos sus desvaríos identirarios más rancios, todo hacía presagiar que el dorado estanque de las aguas políticas catalanas seguirían plácidas para sus beneficiarios; más porque a ningún partido le interesaba agitarlas, que porque efectivamente lo estuvieran. Todo lo contrario: todo hacía presagiar que en realidad lo que subyacía bajo las aparentes aguas tranquilas, era una pestilente cloaca, mas con la que convivían, perfumándose  los unos a los otros, para que el hedor no trascendiera a la opinión pública y todos los pequeños desacuerdos  los pudieran ventilar entre los propios decorados del tinglado de la farsa representada. 
                                  

Y tuvo que ser a partir de las movilizaciones que se iniciaron el 15 de mayo, que dio lugar a la visualización de movimiento 15-M, cuando esas aguas empezaran a hacer olas y a intranquilizar al  establishment. Fue un pequeño meneo, casi imperceptible, que por  la primaria inteligencia bruta del ultra Felip Puig, al intentar reprimirla a la vieja usanza, dio más brío a oleaje. Tanto fue así, que el panorama cambió absolutamente. Sólo faltó que el mediocre consegliere Artur Mas incriminara al movimiento ciudadano, para que aún afloraran con mayor virulencia lo que ya se venía cociendo en la sociedad, por las constantes agresiones al ciudadanos  de la casta política, que poco a poco empezó a perder la paciencia y el miedo.
                                

Y lo que culminó en ese arranque de movilización ciudadana, fue la respuesta a las agresiones del poder, que los ciudadanos dieron en la manifestación multitudinaria de Barcelona del día 19 de Junio. Fue sin duda un antes y un después en lo que a movilización y toma de conciencia ciudadana. 
                                   

Pero la batalla se presentaba y se presenta larga. La casta política, principalmente la banda de CiU, comprometida con los beneficiarios de la sanidad y la enseñanza privadas, aceleraron el expolio, ya sin el menor disimulo, con todo descaro,  y con el apoyo implícito, o silencio cobarde, del resto de los políticos, incapaces de reaccionar en contra de tales salvajes medidas contra la población. Todo lo limitaban, si acaso, al baile de salón de la farsa parlamentaria. 







Los trabajadores sanitarios  y los profesores se movilizaron, por ser ellos los directa e inmediatamente víctimas del saqueo, pero advirtiendo al público en general de que las consecuencias de la eliminación de miles de profesionales, de médicos, enfermeras, maestros y personal en general,  tenía como fin la liquidación de la sanidad  y enseñanza públicas para convertirlas en un negocio privado, y que de inmediato los que íbamos a padecer de verdad  el expolio seríamos todos los ciudadanos, en primer lugar los más débiles y pobres de la sociedad, que no podrían  pagarse la sanidad privada, aunque  se extendería inmediatamente a todos los usuarios, y que muchos podrían morir, por falta de asistencia.
Es el responsable del expolio, es Baudilio (o Boi) Ruiz

Durante todo el tiempo los  trabajadores sanitarios y enseñantes se  movilizaron para informar a los ciudadanos de la verdadera dimensión del saqueo de lo público por parte de la banda de CiU, siendo lenta la respuesta de la ciudadanía. No es fácil despertar a un pueblo anestesiado por los medios de manipulación al servicio del poder, y de los partidos gubernamentales, que en Cataluña lo son casi todos, pues todos, como decíamos, se perfuman mutuamente para que no trascienda el hedor de un sistema endogámico que corroe nuestra sociedad. Pero poco a poco fue calando el mensaje de la realidad urdida por la banda. Y ayer, 13 de julio, se puede decir que en Tarrasa fue un antes y un después en la lucha por la sanidad de todos y para todos. Por la dignidad ciudadana arrebatada desde hace décadas a la población que asistía impávida e impotente a todo tipo de tropelías, acobardado y en sielncio.

Miles de personas, de toda edad, situación y condición,  salieron a la calle para gritar contra lo que ya sí perciben, es uno de los mayores saqueos y genocidio sociales jamás cometido en Cataluña, además por una banda que tan sólo tiene el 22% de apoyo electoral.

Los ciudadanos, ya sí se empiezan a concienciar  de que la única forma para impedir que nos  roben los servicios públicos para convertirlo en negocios privados, es la movilización. Es una respuesta contundente contra los expoliadores. Y pase lo que pase  ahora, se ha de continuar por el camino abierto ayer; si se continúa haciendo presión contra los saqueadores, sin duda se logrará derrotarlos, porque ellos no son nada si los ciudadanos así lo creen. Su soberbia chulesca se viene abajo.

Ayer, 13 de julio, también en Tarrasa fue un antes y un después, como lo fue el 19 de junio en Barcelona y en toda España. Fue un paso muy importante para que toda la ciudadanía se conciencie de la necesidad de parar esta cadena de injusticias. Las miles de personas que salieron a la calle deben ser los que hagan posible que otros muchos más se movilicen como ellos lo han hecho, en los próximos días, principalmente el próximo miércoles día 20, en Barcelona, víspera de  la aprobación de saqueo. 


Y muy importante: todas las movilizaciones se han hecho sin que intervinieran, ni partidos políticos, ni los sindicatos llamados mayoritarios. Lo que demuestra que, por una parte los ha cogido con el pie cambiado, y siguen sin reaccionar, o reaccionan con la soberbia del que siente peligrar sus privilegios. Y por otra, que es posible la movilización ciudadana cuando los partidos y sindicatos llamados a cumplir esa función, no sólo no la cumplen, sino que se comportan como obstáculos para las movilizaciones ciudadanas.  Y que por lo tanto es necesario que imaginemos diversas formas de lucha, para que en el futuro puedan aparecer partidos y sindicatos capaces de ser ellos los que se movilicen y movilicen a los ciudadanos, contra los atropellos y saqueos como los que estamos viviendo. 


Ayer, ni el alcalde "socialista", Pere Navarro, ni el teniente de alcalde, el iniciativo, Manuel Pérez, estuvieron presentes en defensa de los ciudadanos de Tarrasa. Sí estuvo, y eso parece ser una rara excepción,  que le honra, el de Viladecavalls,  Carlos Rodríguez, de Iniciativa, que a título individual se puso al lado de sus vecinos, cumpliendo con su obligación. 

U. Plaza



miércoles, 13 de julio de 2011

"EL DESEQUILIBRIO SOCIAL"

El cinismo del todavía jefe de la derecha gubernamental,  Rodríguez Zapatero, es de un bochorno que sólo es posible en un personaje como él, enajenado y ausente de la realidad. Se atreve a decir que las reformas se hacen "sin romper el equilibrio social". Mayor caradura no cabe,  si tenemos en cuenta su trayectoria y de que ha sido el mayor liquidador  de derechos a los trabajadores, junto con su anterior compinche, Felipe Gonzáles, que también lo hizo. 


Y ha sido Zapatero el primero que se ha puesto a las órdenes de los grandes delincuentes financieros, que exigen constantemente la esclavización de los más débiles, para aumentar sus beneficios;  y es el presidente del gobierno el que ha traicionado  las promesas que hizo en la campaña electoral para las elecciones en las que fue elegido, con un giro copernicano  hacia la derecha más ultra.  A pesar de lo cual Zapatero sigue  sin mostrar la más mínima decencia política,  cuando niega lo que todos sabemos: que él ha sido el artífice del peor retroceso social que jamás han sufrido los españoles en tiempos recientes.  


Sin embargo, aunque ya se bate en  retirada vergonzante, y con la hipócrita loa de los barones del  partido,  sigue considerándonos  a los españoles menores de edad, al negar la evidencia con todo descaro.  Parece que todo lo que ha venido haciendo en apoyo de las grandes fortunas, y por ende contra los más pobres, los que lo votaron, mayoritariamente trabajadores, no haya existido. Si no lo conociéramos por sus hechos, pensaríamos que es un ilusionista capaz de desprenderse de las  cadenas que nos ha impuesto a todos, creyendo que nos ha hecho un favor. ¿Porque, a qué llamará este hombre "no romper el desequilibrio social? Quizá a ponerle freno a los banqueros con una ley que impida que esclavicen a decenas de miles de familias hipotecadas? Justamente hizo  lo  contrario de lo que se le pedían los afectados y el 15-M, en consuno con el otro partido de la derecha nacional, el PP.


U. Plaza



martes, 12 de julio de 2011

EL DESPERTAR DEL SUEÑO

La casta política empieza a ser consciente de que el movimiento democrático de indignados 15-M está aquí para quedarse;  que no es un fenómeno pasajero. Que no desaparece como muchos de sus paniaguados decían, mercenarios de tertulias, que auguraban en los primeros días, "que todo pronto volvería a su sitio natural", devolviéndoles la tranquilidad a sus posaderas, y volver a respirar tranquilos, para seguir  disfrutando de las prebendas que el sistema antidemocrático les concede. 

Porque el mayor mérito del movimiento 15-M es de ellos, lo propician precisamente  la casta de privilegiados que han hecho caso omiso a las preocupaciones ciudadanas, pensando desde sus torres de marfil que tenían asegurada ad eternum  su tranquilidad por el trabajo de alienación constante al que está sometido el ciudadano.  Pero de su plácido sueño han empezado a desperezarse a  sobresaltos, al percatarse de que, al haberles impedido a los ciudadanos soñar en su futuro, éstos empiezan "a no dejarlos dormir".

De ahí los cantos de sirena de Rubalcaba, que de pronto se ha caído del caballo y se ha dado cuenta de que ha estado muchos años haciendo una política de derechas, al servicio de los grandes privilegiados financieros–y hasta salvajemente de derechas–,  que iba contra sus convicciones socialdemócratas, sin que, al parecer, se diera cuenta. 


Ahora, de pronto, parece que, como un pastorcillo  de Fátima  ha visto a la virgen; y con el mismo enredo de aquel montaje, Rubalcaba se ha acordado de que su base electoral está precisamente entre los vapuleados por el gobierno al que, al parecer contra su voluntad,  ha pertenecido  desde tiempo inmemorial, y sobre todo los casi últimos ocho años. Es todo un descubrimiento o un renacer de su memoria digno de profundos estudios científicos capaces de descubrir el misterio. Eso si no fuera porque es un cuento milagroso demasiado visto. Casi tan visto como los milagros de producción vaticana. 

También los ecopijos de IC parece que empiezan a ser conscientes de que el movimiento democrático 15-M de los indignados–el único espacio verdaderamente democrático, y sin corsés burocráticos existente en España– les puede quitar el sueño; y  que por lo tanto merece ahora su atención; la misma que no merecieron cuando se colocaron junto a los saqueadores de CiU, avalando las palabras de Artur Mas, que trató al los del M-15  de Kale Borroka y guerrilla urbana tras aquella asombrosa puesta en escena con los helicópteros. Y sobre todo arroparon con su presencia a Felip Puig, haciéndole coro en sus maniobras para condenar a los indignados, cuando lo que debieran haber hecho es denunciarlas, por urdidas  desde  el poder; y situarse de inmediato junto a los que denuncian el saqueo de CiU contra la  Sanidad y la Enseñanza públicas, en la calle, renunciando a estar presentes en semejante farsa,  incluso negarse a avalar con su presencia el saqueo.

Ahora, con un cierto oportunismo, porque la realidad obliga, los ecopijos,  convocan una conferencia  que dicen será abierta a los indignados. ¿Y para qué? Es evidente que tratan de corregir, a toro pasado, sus errores de imagen y sacar provecho de la situación, ante el desprestigio alcanzado por la casta política. 


Pero se equivocan en las formas por poco creíbles. Porque el 15-M es un movimiento democrático, pedagógico, de lucha y de toma de conciencia ciudadana, sin que nadie se pueda arrogar más representatividad que la propia. Y dudamos muchos que unas estructuras nacidas para que todo el tinglado se mantenga, como son las de los partidos tal como hoy son, permita que cientos de indignados acudan a esa conferencia, sin límites. Lo que demuestra que siguen sin comprender nada. Que llevan tantos años fuera del mundo real, que no asimilan que de lo que se trata es de andar por un camino muy diferente. De liquidar unas estructuras obsoletas, caciquiles y antidemocráticas, que permiten tantas injusticias, avaladas por los que en teoría debieran impedirlas. 


Y que son ellos, los iniciativos, como los de cualquier otra organización que lo desee,  como ciudadanos, a título individual, los que deben acudir a las asambleas del movimiento 15-M y hacer sus propuestas, y no al revés. Las asambleas son abiertas a todos, lo que no sucede en los cotos cerrados de la casta política, que carece de credibilidad. Lo vimos en Terrassa el día en que tanto el alcalde Navarro, como su lugarteniente, Pérez, impidieron el acceso ciudadanos al Pleno municipal; cómo vimos que recurrieron a las fuerzas represivas para no ser molestados en el transcurso de su fiesta mayor, rogativas religiosas incluidas. Esas actuaciones nada tienen que ver con la ahora supuestas coincidencias con las reivindicaciones del 15-M.


U. Plaza

lunes, 11 de julio de 2011

IAN GIBSON Y EL TROGLODISMO MEDIÁTICO

Es curioso cómo el troglodismo mediático y político, ese que sigue en las esencias de nuestro glorioso pasado ¿imperial?,  el que suele realzar a los escritores extranjeros que más o menos aceptan sus tesis, y en todo caso dicen admirar a los hispanistas que han dedicado su tiempo a explicarnos a los españoles cómo somos y qué hemos hecho a lo largo de la historia. 


Pues bien en cuanto alguno de ellos decide ser uno más de los nuestros con pleno derecho–y en algunos casos mucho más españoles que esos que dicen ser tan patriotas–, y hacerse españoles para disfrutar o sufrir con nosotros, aparecen esas voces criticándolos por haber dejado de ser neutrales, cuando eso es imposible ante la barbarie del fascismo. Es el caso de Ian Gibson, que lleva muchos años en España, escribiendo un montón de libros y crónicas que nos revela y acercan a nuestro pasado reciente. Pero como no es del gusto del troglodismo franquista, tan chulesco últimamente, por no haberle puesto freno por falta de voluntad política,  lo consideran bronquista porque toma partido por las cosas que pasan en nuestro país, como un español más, aunque mucho más al tanto que la mayoría de nosotros. 

Estaría mucho mejor este hombre, cubierto sólo con el título de hispanista, sin que interviniera como ciudadano en los asuntos que nos ocupan y preocpan. Sería mejor tratado por el sector franquista. Por nuestra parte nos sentimos muy orgullosos de que este hombre, con el que en algún momento podemos dicrepar en algún asunto puntual,  sea español y participe en el patio-que aspira a ágora–en todo cuanto nos interesa, porque es un lujo para los españoles contar con él.

U. Plaza